Heb 7,25-28

De ahí que pueda también salvar definitivamente a los que por él se llegan a Dios, ya que está siempre vivo para interceder en su favor.
Perfección del sumo sacerdote celestial.
Así es el sumo sacerdote que nos convenía: santo, inocente, incontaminado, apartado de los pecadores, encumbrado sobre los cielos, que no tiene necesidad de ofrecer sacrificios cada día como aquellos sumos sacerdotes, primero por sus propios pecados, luego por los del pueblo; y esto lo realizó de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo. La Ley constituye sumos sacerdotes a hombres débiles; pero la palabra del juramento, posterior a la Ley, nombra a uno que es Hijo, perfecto para la eternidad.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


NOTAS

7:25 Cristo sacerdote eterno ejerce en el cielo su oficio de mediador e intercesor, ver Rom_8:34; 1Jn_2:1. Su petición es análoga a la del Espíritu Santo que intercede ante Dios a favor de los santos, Rom_8:27.
Hebreos 7, 25

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Heb_3:1+
Hebreos 7, 26

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Heb_9:25-28; Heb_10:11+

[2] Heb_5:3+

NOTAS

7:27 Esta eficacia absoluta y definitiva del sacrificio de Cristo queda especialmente subrayada por Hb: en este sacrificio único, Heb_10:12, Heb_10:14, realizado «de una vez para siempre», Heb_7:27; Heb_9:12, Heb_9:26, Heb_9:28; Heb_10:10; ver Rom_6:10; 1Pe_3:18, se contrapone a los sacrificios de la antigua alianza, indefinidamente repetidos porque eran incapaces de procurar la salvación. Lo esencial en el sacrificio no es la muerte de la víctima o la consunción de las ofrendas, sino la aceptación por parte de Dios, Gál_4:4; ofreciéndose a sí mismo, Cristo ha sido acogido en el eôn divino, donde cada acto cobra un valor eterno.
Hebreos 7, 27

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Heb_5:9+
Hebreos 7, 28

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