Isa 41,17-20

Los humildes y los pobres buscan agua,
pero no hay nada.
La lengua se les secó de sed.
Yo, Yahvé, les responderé.
Yo, Dios de Israel, no los desampararé.
Abriré sobre los calveros arroyos
y en medio de las barrancas manantiales.
Convertiré el desierto en lagunas
y la tierra árida en hontanar de aguas.
Pondré en el desierto cedros,
acacias, arrayanes y olivares.
Pondré en la estepa el enebro,
el olmo y el ciprés a una,
de modo que todos vean y sepan,
adviertan y consideren
que la mano de Yahvé ha hecho eso,
el Santo de Israel lo ha creado.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Isa_35:6-7; Isa_43:20; Isa_48:21; Sal_114:8

NOTAS

41:18 Así como en otro tiempo Moisés hizo brotar agua de la roca para apagar la sed de su pueblo, Éxo_17:1-7, cuando próximamente regresen manarán ríos de los montes y convertirán el desierto en vega fértil. A través de las maravillas de la vuelta del Destierro, el profeta percibe algunos rasgos de la era mesiánica, ver Isa_11:6; Eze_47:1-12.
Isaías 41, 18

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