“ La nueva Jerusalén. Pobrecilla, azotada por los vientos, no consolada, mira que yo asiento en carbunclos tus piedras y voy a cimentarte con zafiros. ”
54:11 Ya no se trata de una descripción realista como Ez 40-48, sino de una visión simbólica de esplendores futuros, tema que proseguirá con matices en la última parte del libro, Isa 60; Isa 62; Isa_65:16-25, y, con alcance completamente distinto, en el Apocalipsis de San Juan, Apo_21:2, Apo_21:10.