Isa 56,3-7

Que el extranjero que se adhiera a Yahvé, no diga: «¡De cierto que Yahvé me separará de su pueblo!» No diga el eunuco: «Soy un árbol seco.»
Pues así dice Yahvé: Respecto a los eunucos que guardan mis sábados y eligen aquello que me agrada y mantienen mi alianza, yo he de darles en mi templo y en mis muros monumento y nombre mejor que hijos e hijas; nombre eterno les daré que no será borrado.
En cuanto a los extranjeros adheridos a Yahvé para su ministerio, para amar el nombre de Yahvé, y para ser sus siervos, a todo aquel que guarda el sábado sin profanarlo y a los que se mantienen firmes en mi alianza, yo les traeré a mi monte santo y les alegraré en mi Casa de oración. Sus holocaustos y sacrificios serán gratos sobre mi altar. Porque mi Casa será llamada Casa de oración para todos los pueblos.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Éxo_12:48+
Isaías 56, 3

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Sab_13:14-15
Isaías 56, 4

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Sa_1:8; Apo_2:17; Apo_3:5

NOTAS

56:5 «les daré» 1QIsa, versiones; «le daré» TM.
Isaías 56, 5

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Isa_18:7+
Isaías 56, 6

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Sal_15:1; 1Re_8:41-43

[2] Mat_21:13 p

NOTAS

56:7 Estas palabras que Jesús cita en circunstancias graves de su vida, Mat_21:13 p., anuncian dos novedades: la oración se impone a los sacrificios, aun en el templo, a donde se invita a todos los pueblos.
Isaías 56, 7

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