Isa 56,9-12

Bestias todas del campo, venid a comer,
bestias todas del bosque.

Indignidad de los jefes.
Sus vigías están ciegos, ninguno se entera;
todos ellos perros mudos, no pueden ladrar.
Los videntes se acuestan (porque) quieren dormir.
Esos perros fieros no saben de hartura,
¡y ellos, irracionales, son los pastores!
Cada uno tiró por su lado,
cada cual a su medro por su esquina.
«Venid, que saco vino,
emborrachémonos de licor,
y que sea como hoy el mañana,
o muchísimo mejor.»

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Isa_3:12; Isa_9:15 [Isa_9:16]

NOTAS

56:10 (a) El profeta parece contraponer aquí a los jefes del pueblo (los «pastores», que son como perros perezosos) con los subalternos (los «perros», que son como verdaderos pastores, pero voraces y egoístas). -Este oráculo, quizá anterior al Destierro, desarrolla un tema que también se encuentra en Jeremías, Jer_2:8, Jer_2:26-27; Jer_5:4-5, Jer_5:31; Jer_10:21; Jer_23:1-2, Jer_23:11-12; ver también Eze_8:11-13; 34, el de la indignidad de los jefes de Judá en los años que precedieron al Destierro.

56:10 (b) El tercer inciso parece más bien comentario explicativo de la metáfora del profeta-vigía-perro. El falso profeta no avisa, y cuando se acuesta no es para soñar profecía, sino para dormir.
Isaías 56, 10

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Eze_34:2; Jer_10:21; Jer_12:10; Jer_23:1-2
Isaías 56, 11

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Isa_5:11+; Isa_28:7 s
Isaías 56, 12

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