Isa 7,7-9

Así ha dicho el Señor Yahvé:
No se mantendrá, ni será así;
porque la capital de Aram es Damasco,
y el cabeza de Damasco, Rasón;
pues bien: dentro de sesenta y cinco años,
Efraín dejará de ser pueblo.
La capital de Efraín es Samaría,
y el cabeza de Samaría, el hijo de Romelías.
Si no os afirmáis en mí
no seréis firmes.»

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Isa_28:16; Isa_30:15

NOTAS

7:9 Texto difícil. Algunos proponen trasladar 8b después de 9a y corregir en 8b «65 años» en «5 ó 6 años» (de hecho, Samaría caería el 722). Tal como aparece, el texto supone una comparación tácita entre Judá, cuya capital es Jerusalén y cuyo verdadero «jefe» es Yahvé, y sus enemigos, que no poseen los mismos privilegios. Además, el profeta anuncia la desaparición del reino del Norte, pero pone como condición un acto de fe en Dios. La fe, en los profetas, más que la creencia abstracta de que Dios existe y que es único, es la confianza en él, fundada en la elección: Dios ha elegido a Israel, él es su Dios, Deu_7:6+, y sólo él puede salvarle. Esta confianza absoluta, prenda de la salvación, Isa_28:16, excluye el recurso a cualquier otro apoyo de los hombres o, con mayor razón, de los falsos dioses, Isa_30:15; Jer_17:5; Sal_52:9 [Sal_52:7].
Isaías 7, 9

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