Jer 32,24-29
“
He aquí que los terraplenes llegan a la ciudad para tomarla y la ciudad está ya a merced de los caldeos que la atacan, por causa de la espada y del hambre y de la peste; lo que habías dicho, ha sido, y tú mismo lo estás viendo. ¡Precisamente tú me has dicho, oh Señor Yahvé: “Cómprate el campo y aduce testigos” cuando la ciudad está entregada a manos de los caldeos!»
Entonces me dirigió Yahvé la palabra en estos términos: Mira que yo soy Yahvé, el Dios de toda carne. ¿Habrá cosa extraordinaria para mí?
Pues así dice Yahvé: Voy a entregar esta ciudad en manos de los caldeos y en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, que la tomará, y entrarán los caldeos que atacan a esta ciudad y la prenderán fuego incendiándola junto con las casas en cuyos terrados se incensaba a Baal y se libaban libaciones a otros dioses para provocarme. ”
Entonces me dirigió Yahvé la palabra en estos términos: Mira que yo soy Yahvé, el Dios de toda carne. ¿Habrá cosa extraordinaria para mí?
Pues así dice Yahvé: Voy a entregar esta ciudad en manos de los caldeos y en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, que la tomará, y entrarán los caldeos que atacan a esta ciudad y la prenderán fuego incendiándola junto con las casas en cuyos terrados se incensaba a Baal y se libaban libaciones a otros dioses para provocarme. ”