Job 14,1-4

el hombre nacido de mujer,
corto de días y harto de pesares.
Como flor, brota y se marchita,
se esfuma como sombra pasajera.
¿Y fijas en éste tus ojos,
lo citas a juicio ante ti?
¿Quién puede hacer puro lo impuro?
¡Nadie!

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Isa_50:9; Sal_39:12 [Sal_39:11]; Sal_102:27 [Sal_102:26]; Sir_40:1-10; Sir_41:1-4; Sab_2:1; Isa_40:6-8+; Sal_37:2+; Ecl_6:12; Sal_8:5 [Sal_8:4]; Sal_144:3; Job_4:17; Job_9:30; Job_15:14; Job_25:4; Sal_51:7 [Sal_51:5]

NOTAS

14 Elegía sobre la miseria del hombre. Job, ver Job_7:1 s, percibe en su infortunio personal la condición humana como tal, y su alegato argumenta a partir de esa condición: no se comprenden los rigores divinos contra esta criatura miserable.
Job  14, 1

NOTAS

14:3 «lo citas» versiones; «me citas» hebr.
Job  14, 3

NOTAS

14:4 Job reconoce la impureza radical del hombre, pero aquí la alega como excusa. - El acento recaé sobre la impureza física (y, por tanto, ritual) que el hombre contrae desde su concepción, ver Lev_15:19 s, y su nacimiento, ver Sal_51:7 [Sal_51:5]; pero esta impureza entraña una debilidad moral, una propensión al pecado, y la exégesis cristiana ha visto en este pasaje por lo menos una alusión al pecado original, transmitido por generación. Ver Rom_5:12+.
Job  14, 4

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