“
Al rey de Ay lo colgó de un árbol hasta la tarde; y a la puesta del sol ordenó Josué que bajaran el cadáver del árbol. Lo echaron luego a la entrada de la puerta de la ciudad y apilaron sobre él un gran montón de piedras, que existe todavía hoy. ”
8:29 Este trato ignominioso, que a veces seguía a la ejecución de un enemigo, ver Jos_10:26-27, era una señal de infamia que también practicaban otros pueblos, ver 1Sa_31:10. Pero, según la ley del Deu_21:22-23, los ajusticiados debían ser bajados antes de la noche, de ahí Jua_19:31.