Jua 1,14

Y la Palabra se hizo carne,
y puso su Morada entre nosotros,
y hemos contemplado su gloria,
gloria que recibe del Padre como Unigénito,
lleno de gracia y de verdad.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Isa_40:5

[2] Jua_17:5+; 1Jn_1:1-3

NOTAS

1:14 (a) Ver 1Jn_4:2; 2Jn_1:7; Rom_1:3. - La «carne» designa a la humanidad en su condición de debilidad y de mortalidad, Gén_6:3; Sal_56:5 [Sal_56:4]; Isa_40:6-8; Jua_3:6; Jua_17:2. Al revestirse de nuestra humanidad, la Palabra de Dios ha asumido todas sus debilidades, incluida la muerte, Flp_2:6-8.

1:14 (b) Verbo griego eskénôsen, ver skenê. Lit.: «su tienda». Alusión a la Tienda «miskân» que, en tiempo del Éxodo, simbolizaba la presencia de Dios, Éxo_26:1+, presencia que se hizo manifiesta por la irrupción de la gloria de Dios en ella en el momento de su inauguración, Éxo_40:34-35. La Palabra, Unigénito del Padre, en quien reside el nombre temible «Yo soy», Éxo_3:14-15; Jua_8:24+, resplandeciente de esa gloria que tiene del Padre, realiza en la nueva alianza esta presencia divina que debe asegurar la salvación del pueblo de Dios, Éxo_34:9. Él es verdaderamente el Emmanuel, «Dios con nosotros», anunciado por Isa_7:14; Mat_1:23.

1:14 (c) La gloria era la garantía de la presencia de Dios, Éxo_24:16+. Ella misma no podía ser vista, Éxo_33:20+, pero se manifestaba a través de los prodigios realizados por Dios en favor de su pueblo, Éxo_15:7; Éxo_16:7. Lo mismo sucederá con la Palabra encarnada, cuyos «signos» manifiestan la gloria, Jua_2:11+; Jua_11:40, «en espera del signo» por excelencia de la resurrección, Jua_2:18-19; Jua_17:5. También del mismo modo que la gloria de Dios se reflejaba en el rostro de Moisés después de la teofanía del Sinaí, Éxo_34:29, Éxo_34:35, así el rostro de Cristo resplandeció cuando la Transfiguración (similar a la teofanía del Sinaí, ver Mat 17+), y sus discípulos pudieron ver así el reflejo de su gloria, Luc_9:32; 2Pe_1:16-18.

1:14 (d) La fórmula corresponde a la de Éxo_34:6+: «rico en amor y fidelidad» en la definición que Dios da de sí mismo a Moisés. Al régimen de la Ley sucede el del amor indefectible de Dios, que se manifiesta en Cristo, Jua_1:17.
Juan  1, 14

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