Lam 2,13-17
“
Mem.
¿A quién te compararé y asemejaré,
ciudad de Jerusalén?
¿Quién te podrá salvar y consolar,
doncella, capital de Sión?
Grande como el mar es tu quebranto:
¿quién te podrá curar?
Nun.
Tus profetas te ofrecieron visiones
falsas, sin contenido.
No revelaron tu culpa,
porque cambiara tu suerte.
Oráculos te ofrecieron
de falacia e ilusión.
Sámek.
Contra ti baten palmas
todos los viandantes;
silban y menean la cabeza
contra la capital, Jerusalén.
«¿Ésta es la ciudad que llamaban Hermosa,
la alegría de toda la tierra?»
Pe.
Abren su boca contra ti
todos tus enemigos;
silban y rechinan los dientes,
diciendo: «¡La hemos tragado!
¡Éste es el Día que esperábamos!
¡Con él hemos dado, ya lo vemos!»
Ain.
Yahvé ha realizado su designio,
ha cumplido su palabra,
que había empeñado desde antiguo;
ha destruido sin piedad,
te ha hecho irrisión del enemigo,
ha exaltado el poder de tu adversario.
”
Mem.
¿A quién te compararé y asemejaré,
ciudad de Jerusalén?
¿Quién te podrá salvar y consolar,
doncella, capital de Sión?
Grande como el mar es tu quebranto:
¿quién te podrá curar?
Nun.
Tus profetas te ofrecieron visiones
falsas, sin contenido.
No revelaron tu culpa,
porque cambiara tu suerte.
Oráculos te ofrecieron
de falacia e ilusión.
Sámek.
Contra ti baten palmas
todos los viandantes;
silban y menean la cabeza
contra la capital, Jerusalén.
«¿Ésta es la ciudad que llamaban Hermosa,
la alegría de toda la tierra?»
Pe.
Abren su boca contra ti
todos tus enemigos;
silban y rechinan los dientes,
diciendo: «¡La hemos tragado!
¡Éste es el Día que esperábamos!
¡Con él hemos dado, ya lo vemos!»
Ain.
Yahvé ha realizado su designio,
ha cumplido su palabra,
que había empeñado desde antiguo;
ha destruido sin piedad,
te ha hecho irrisión del enemigo,
ha exaltado el poder de tu adversario.
”