Lev 10,1-3


Reglas complementarias:
A. Gravedad de las irregularidades.
Nadab y Abihú.
Nadab y Abihú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, les pusieron fuego, les echaron incienso y ofrecieron ante Yahvé un fuego profano, que él no les había mandado. Entonces salió de la presencia de Yahvé un fuego que los devoró, y murieron delante de Yahvé.
Moisés dijo entonces a Aarón: «Esto es lo que Yahvé había declarado cuando dijo:
En los que se me acercan mostraré mi santidad,
y ante la faz de todo el pueblo manifestaré mi gloria.»
Aarón se calló.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Núm 16:1—17:5 [Núm_16:1-40]

[2] Núm_16:35; 2Re_1:10 s

NOTAS

10 La finalidad de las anécdotas que siguen es introducir algunas reglas rituales.

10:1 Quizá porque Nadab y Abihú no eran sacerdotes, o porque el fuego es presentado fuera del tiempo prescrito.
Levítico 10, 1

NOTAS

10:3 Este dístico no se encuentra en ningún otro lugar de la Biblia. «Los que se acercan» a Yahvé (los sacerdotes) participan de su «santidad», ver Lev_19:2; su «gloria», ver Éxo_24:16+, se manifiesta (con el fuego del castigo) a todo el pueblo.
Levítico 10, 3

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