Lev 14,10-32

«El día octavo tomará dos corderos sin defecto y una cordera de un año sin defecto; y, como oblación, tres décimas de flor de harina amasada con aceite y un cuartillo de aceite. El sacerdote que hace la purificación presentará ante Yahvé, junto con todas esas cosas, al hombre que ha de purificarse, a la entrada de la Tienda del Encuentro. El sacerdote tomará uno de los corderos y lo presentará como sacrificio de reparación, además del cuartillo de aceite, y ejecutará con él el rito de balanceo ante Yahvé. Luego inmolará el cordero en el lugar donde se inmolan el sacrificio por el pecado y el holocausto, en lugar sagrado; porque, tanto en el sacrificio por el pecado como en el sacrificio de reparación, la víctima pertenece al sacerdote; es cosa sacratísima. Después el sacerdote tomará sangre de la víctima de reparación y untará el lóbulo de la oreja derecha del que se está purificando, el pulgar de su mano derecha y el dedo gordo de su pie derecho. El sacerdote tomará parte del cuartillo de aceite y la pondrá sobre la palma de su mano izquierda. Después untará un dedo de su mano derecha en el aceite que tiene en la palma de su mano izquierda, y con su dedo hará siete aspersiones de aceite delante de Yahvé. Con el aceite que le queda en su mano, el sacerdote untará el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, el pulgar de su mano derecha y el dedo gordo de su pie derecho, encima de la sangre de la víctima de reparación. El resto del aceite que quede en la mano del sacerdote, se echará sobre la cabeza del que se purifica. El sacerdote expiará así por él ante Yahvé. El sacerdote ofrecerá entonces el sacrificio por el pecado y hará expiación por el que se purifica de su impureza; después inmolará el holocausto. Y ofrecerá sobre el altar el holocausto y la oblación. De esta manera el sacerdote hará expiación por él y quedará limpio.
«Si es pobre y no tiene suficientes recursos, tomará un cordero como sacrificio de reparación, como ofrenda de balanceo, para hacer expiación por él, y además, como oblación, una décima de flor de harina amasada con aceite, un cuartillo de aceite y dos tórtolas o dos pichones, según sus posibilidades, uno como sacrificio por el pecado y otro como holocausto. Al octavo día, los llevará al sacerdote, a la entrada de la Tienda del Encuentro, delante de Yahvé, para su purificación. El sacerdote tomará el cordero del sacrificio de reparación y el cuartillo de aceite, y ejecutará con ellos el rito de balanceo ante Yahvé. Inmolará el cordero del sacrificio de reparación, y el sacerdote tomará sangre de la víctima de reparación y untará el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, el pulgar de su mano derecha y el dedo gordo de su pie derecho. Luego derramará parte del aceite sobre la palma de su mano izquierda; con un dedo de su mano derecha hará ante Yahvé siete aspersiones con el aceite que tiene en la palma de la mano izquierda, untará con el aceite que tiene en su mano el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, el pulgar de su mano derecha y el dedo gordo de su pie derecho, encima de la sangre de la víctima de reparación. Derramará el resto del aceite que le quede en la mano sobre la cabeza del que se purifica, haciendo expiación por él ante Yahvé. Luego ofrecerá una de las tórtolas o de los pichones, según las posibilidades, uno como sacrificio por el pecado, y otro como holocausto, además de la oblación. De este modo el sacerdote hará expiación ante Yahvé por aquél que se purifica.
«Ésta es la ley de la purificación para aquél que tiene lepra y cuyos recursos son limitados.»

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


NOTAS

14:10 Tres décimas de medida (efá), es decir, alrededor de 13,5 litros.
Levítico 14, 10

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Lev_8:23
Levítico 14, 13

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Lev_5:7-13; Lev_12:8
Levítico 14, 21

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