Lev 17,1


IV. La ley de santidad
Inmolaciones y sacrificios.
Yahvé habló así a Moisés:

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Éxo_20:24; Deu_12:4-28

NOTAS

17 En una redacción sacerdotal, el fondo de la «ley de santidad», 17-26, parece que se remonta al final de la época monárquica, y que representa las tradiciones del templo de Jerusalén. Se descubren en ella contactos evidentes con el pensamiento de Ezequiel, que aparece así como el desarrollo de un movimiento preexílico. La santidad es uno de los atributos esenciales del Dios de Israel, ver Lev_11:44-45; Lev_19:2; Lev_20:7, Lev_20:26; Lev_21:8; Lev_22:32 s. La primera idea es la de separación, de inaccesibilidad, de una trascendencia que inspira religioso temor, Éxo_33:20+. Esta santidad se comunica a lo que está cerca de Dios o le está consagrado: los lugares, Éxo_19:12+; los tiempos, Éxo_16:23; Lev_23:4; el arca, 2Sa_6:7+; las personas, Éxo_19:6+, especialmente los sacerdotes, Lev_21:6; los objetos, Éxo_30:29; Núm_18:9, etc. La noción de santidad, a causa de su relación con el culto, se une a la de pureza ritual: la «ley de santidad» es a la vez una «ley de pureza». Pero el carácter moral del Dios de Israel ha espiritualizado esta concepción primitiva: la separación de lo profano se convierte en abstención del pecado, y a la pureza ritual se une la pureza de conciencia, ver la visión inaugural de Isaías, Isa_6:3+. Véanse las notas a Lev_1:1 y a Lev_11:1.
Levítico 17, 1

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