Mar 1,40-45


Curación de un leproso.
Se le acerca un leproso suplicándole y, puesto de rodillas, le dice: «Si quieres, puedes limpiarme.» Encolerizado, extendió su mano, le tocó y le dijo: «Quiero; queda limpio.» Y al instante, le desapareció la lepra y quedó limpio. Le despidió al instante prohibiéndole severamente: «Mira, no digas nada a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y haz por tu purificación la ofrenda que prescribió Moisés para que les sirva de testimonio.» Pero él, así que se fue, se puso a pregonar con entusiasmo y a divulgar la noticia, de modo que ya no podía Jesús presentarse en público en ninguna ciudad, sino que se quedaba a las afueras, en lugares solitarios. Y acudían a él de todas partes.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Mat_8:2-4; |Luc_5:12-16

NOTAS

1:40 Al parecer Mc ha completado, basado en los paralelos de Mt Lc, un relato más antiguo en el que Jesús, encolerizado, v. Mar_1:41, despacha al leproso sin curarlo, v. Mar_1:43, porque éste había quebrantado la norma dada a los leprosos de no mezclarse con las otras personas, Lev_13:41-46; ver Lev_17:12.
Marcos 1, 40

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Mar_5:30+

NOTAS

1:41 Var.: «Compadecido».
Marcos 1, 41

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Mar_1:34+
Marcos 1, 43

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Lev_14:1-32
Marcos 1, 44

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