Mat 26,64-66

Dícele Jesús: «Tú lo has dicho. Pero os digo que a partir de ahora veréis al hijo del hombre sentado a la diestra del Poder y viniendo sobre las nubes del cielo.» Entonces el Sumo Sacerdote rasgó sus vestidos y dijo: «¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Acabáis de oír la blasfemia. ¿Qué os parece?» Respondieron ellos diciendo: «Es reo de muerte.»

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Mat_8:20+; Mat_24:30; Hch_2:33+; Sal_110:1; Dan_7:13

NOTAS

26:64 «El Poder» es un equivalente de «Yahvé». Jesús, renunciando en este instante supremo a su consigna de «secreto mesiánico», ver Mar_1:34+, reconoce categóricamente que él es el Mesías, como ya lo había hecho confesar a sus íntimos, Mat_16:16; pero se manifiesta más todavía afirmándose, no el Mesías humano tradicional, sino el «Señor» del Sal 110, ver Mat_22:41, y el misterioso personaje de origen celeste, entrevisto por Daniel, ver Mat_8:20+. Los judíos ya no le verán más que en su gloria, primero por el triunfo de la Resurrección, después por el del Reino, ver Mat_23:39 y Mat_24:30.
Mateo 26, 64

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Lev_10:6; Lev_21:10

[2] Lev_24:16

NOTAS

26:65 La «blasfemia» de Jesús consistía, no en presentarse como Mesías, sino en reivindicar la dignidad del rango divino.
Mateo 26, 65

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Jer_26:11
Mateo 26, 66

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