Mat 27,57-61


Sepultura de Jesús.
Al atardecer, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que se había hecho también discípulo de Jesús. Se presentó a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato dio orden de que se le entregase. José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia y lo puso en su sepulcro nuevo que había hecho excavar en la roca; luego, hizo rodar una gran piedra hasta la entrada del sepulcro y se fue. Estaban allí María Magdalena y la otra María, sentadas frente al sepulcro.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Mar_15:42-47; |Luc_23:50-55; |Jua_19:38-42
Mateo 27, 57

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Deu_21:22 s
Mateo 27, 58

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Re_13:29 s
Mateo 27, 59

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Isa_53:9+

NOTAS

27:60 Sábana «limpia» y sepulcro «nuevo» subrayan la piedad del entierro; el segundo dato explica también el que haya sido posible, ya que el cadáver de un ajusticiado no podía ser puesto en un sepulcro ya ocupado, donde habría contaminado los huesos de justos.
Mateo 27, 60

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