8:17 Para Isaías, el Siervo «toma» sobre sí nuestros dolores por su propio sufrimiento expiador. Mt considera que Jesús los «toma» quitándolos con sus curaciones milagrosas. Esta interpretación, en apariencia forzada, contiene en realidad una profunda verdad teológica: si Jesús, el «Siervo», puede aliviar a los hombres de sus males corporales, que son la consecuencia y la pena del pecado, es porque ha venido a tomar sobre sí la expiación de los pecados.