Mat 9,20-22

En esto, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años se acercó por detrás y tocó la orla de su manto. Pues se decía para sí: «Con sólo tocar su manto, me salvaré.» Jesús se volvió, y al verla le dijo: «¡Ánimo!, hija, tu fe te ha salvado.» Y se salvó la mujer desde aquel momento.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Mat_23:5+; Núm_15:38; Deu_22:12; 1Sa_15:27
Mateo 9, 20

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Mat_14:36; Hch_19:12
Mateo 9, 21

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Mat_8:10+
Mateo 9, 22

Patrocinio