Ose 2,16-25

Por eso voy a seducirla;
voy a llevarla al desierto
y le hablaré al corazón.
Allí le daré sus viñas,
convertiré el valle de Acor en puerta de esperanza;
y ella responderá allí como en los días de su juventud,
como el día en que subía del país de Egipto.
Y sucederá aquel día —oráculo de Yahvé—
que ella me llamará: «Marido mío»,
y no me llamará más: «Baal mío.»
Retiraré de su boca los nombres de los Baales,
y nunca más serán invocados por su
nombre.
Sellaré un pacto en su favor aquel día
con la bestia del campo, con el ave del cielo, con el reptil del suelo;
arco, espada y guerra los quebraré lejos de esta tierra,
y los haré reposar en seguro.
Yo te desposaré conmigo para siempre;
te desposaré conmigo en justicia y en derecho,
en amor y en compasión,
te desposaré conmigo en fidelidad,
y tú conocerás a Yahvé.
Y sucederá aquel día que yo responderé
—oráculo de Yahvé—,
responderé a los cielos,
y ellos responderán a la tierra;
la tierra responderá al trigo, al mosto y al aceite virgen,
y ellos responderán a Yizreel.
Me la sembraré en la tierra,
me compadeceré de «No-compadecida»,
y diré a «No-mi-pueblo»: Tú eres «Mi pueblo»,
y él dirá: «¡Dios mío!»

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


NOTAS

2:18 (a) «ella me llamará» griego; «tú me llamarás» hebr.; igualmente en el verso siguiente.

2:18 (b) El nombre de baal («dueño») se daba al marido. Este nombre entraba antiguamente en la composición de muchos nombres de persona, ver 1Sa_14:49+; 2Sa_2:8, etc.; 1Cr_8:33; 1Cr_9:39-40, etc., sin que ello implicara idolatría: era Yahvé el dueño a quien el nombre consagraba a su portador. Pero en época más reciente se consideró impía la palabra baal, por su referencia a los Baales cananeos (ver Jue_2:13+). Por eso Oseas censura su empleo, Ose_2:19 [Ose_2:17]. El paso de «dueño mío» a «marido mío» insinúa que el acento se pone en adelante en la intimidad del vínculo conyugal más que en la subordinación de la esposa al esposo, ver Jua_15:15.
Oseas  2, 16

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Gén_9:8 s; Eze_34:25; Job_5:23

[2] Ose_1:7; Isa_2:4

NOTAS

2:20 La restauración mesiánica se realizará en justicia y santidad, Ose_2:21-22 [Ose_2:19-20]. Dios volverá desde entonces a habitar en medio de su pueblo para colmarle de sus beneficios, ver Lev_26:3-13; Deu_28:1-14. El cielo dará oportunamente la lluvia y la tierra sus productos en abundancia, Ose_2:23-24 [Ose_2:21-22]; Ose_14:8-9 [Ose_14:7-8]; Amó_9:13; Jer_31:12, Jer_31:14; Eze_34:26-27, Eze_34:29; Eze_36:29-30; Isa_30:23-26; Isa_49:10; Joe_2:19, Joe_2:22-24; Joe_4:18 [Joe_3:18]; Zac_8:12. Ya no habrá miedo de que vengan otros a apoderarse de él, Amó_9:15; Isa_65:21-23, ver Deu_28:30-33, porque Israel ya no sufrirá invasión extranjera, Miq_5:4 [Miq_5:5]; Isa_32:17-18; Joe_2:20; Jer_46:27; Isa_4:5-6 (explicado por Is 254-5); Dios establecerá en favor de él un pacto con las bestias feroces, Ose_2:20 [Ose_2:18]; Eze_34:25, Eze_34:28. La paz se extenderá a todos los pueblos, Isa_2:4 = Miq_4:3; ver Isa_11:6-8+; Isa_65:25, bajo la égida del Rey Mesías, Isa_9:5-6 [Isa_9:6-7]; Zac_9:10. La misma muerte desaparecerá, Isa_25:7-8, y la alegría sustituirá al sufrimiento y a las lágrimas, Isa_65:18-19; Jer_31:13; Bar_4:23, Bar_4:29, ver Apo_21:4.
Oseas  2, 18

NOTAS

2:21 (a) Este verbo se utiliza en la Biblia únicamente a propósito de una joven virgen. Dios suprime así totalmente el pasado adúltero de Israel, que se convierte en una criatura nueva. En la expresión «yo te desposaré en (justicia...)», lo que sigue a la preposición «en» designa la dote que el novio ofrece a su novia (igual construcción en 2Sa_3:14). Lo que Dios da a Israel en estas nupcias nuevas no son ya los bienes materiales de la alianza antigua, Ose_2:10 [Ose_2:8], sino las disposiciones interiores requeridas para que el pueblo sea en adelante fiel a la alianza. Tenemos ya aquí en germen todo lo que será desarrollado por Jeremías y Ezequiel: la alianza nueva y eterna («para siempre», Ose_2:21 [Ose_2:19]), la ley escrita en el corazón, el corazón nuevo, el espíritu nuevo, Jer_31:31-34; Eze_36:26-27. Ver Eze_36:27+.

2:21 (b) La palabra (jésed) expresa en primer lugar la idea de un vínculo, de un compromiso. En el terreno profano viene a designar la amistad, la solidaridad, la lealtad, sobre todo cuando estas virtudes proceden de un pacto. En Dios, este término expresa la fidelidad a su alianza, y la bondad que de ahí se sigue con respecto al pueblo elegido (la «gracia» en Éxo_34:6), dicho de otro modo (y es la palabra que más conviene a partir de Oseas, por referencia a la comparación de la unión conyugal) el amor de Dios a su pueblo, Sal_136:1-26; Jer_31:3, etc., y los beneficios que de él derivan, Éxo_20:6; Deu_5:10; 2Sa_22:51; Jer_32:18; Sal_18:51 [Sal_18:50]. Pero este jésed de Dios pide también en el hombre el jésed, es decir, el don del alma, la amistad confiada, el abandono, la ternura, la «piedad», en una palabra, el amor que se traduce en una alegre sumisión a la voluntad de Dios y en la caridad con el prójimo, Ose_4:2; Ose_6:6. Este ideal, que se expresa en muchos Salmos, será también el de los Jasidim o «Asideos», 1Ma_2:42+.
Oseas  2, 19

NOTAS

2:22 En Oseas el «conocimiento de Yahvé» acompaña al jésed, aquí Ose_2:21-22 [Ose_2:19-20] y Ose_4:2; Ose_6:6. No se trata, pues, de un simple conocimiento intelectual. Así como Dios «se da a conocer» al hombre ligándose a él por una alianza, manifestándole su amor (jésed) con sus beneficios, así también el hombre «conoce a Dios» por una actitud que implica la fidelidad a su alianza, el reconocimiento de sus beneficios, el amor. En esta misma línea, y dado el amplio y característico empleo de esta noción por Oseas (no menos de 20 veces), quizá no deba descartarse el sentido técnico de «conocimiento sexual», ver Gén_4:1, etc., tomado aquí metafóricamente —lo mismo que el matrimonio— para expresar la posesión vital. Así como la noción negativa —«no conocer a Yahvé»— va casi siempre en Oseas unida a la de prostitución o adulterio, es decir, rotura del matrimonio, ver Ose_2:9-10 [Ose_2:7-8]; Ose_4:1-2; Ose_5:4, así en Ose_2:22 [Ose_2:20] el conocimiento es precisamente la rúbrica del desposorio tres veces repetido y debe ser, sin duda, respuesta al conocimiento previo por parte de Dios, Ose_13:5; ver Ose_2:16 [Ose_2:14], que tendría, por tanto, sentido mucho más hondo que el de «elegir» (como en Amó_3:2+, etc.). Así, pues, en Oseas el «conocimiento» precisaría la noción más genérica de su paralelo el jésed, Ose_2:21+ [Ose_2:19], acotándola dentro de este ámbito conyugal —en torno al cual gira todo el libro— como el amor y fidelidad absoluta de un matrimonio-alianza que será ya único y definitivo porque habrá logrado ese conocimiento íntimo de total entrega y posesión recíprocas. -Sobre otras acepciones, ver Job_21:14; Pro_2:5; Isa_11:2; Isa_58:2. En la literatura sapiencial, el «conocimiento» es poco más o menos sinónimo de «sabiduría».
Oseas  2, 20

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Ose_1:4-9

NOTAS

2:24 Nótese la repetición del verbo «responder», como eco evidente del repetido «desposar» en Ose_2:21 [Ose_2:19]. Dios responderá a la espera de su creación, y la creación responderá a lo que los hombres esperan de ella en conformidad con el designio divino. Es lo contrario del estado actual de desorden debido al pecado, ver Ose_4:3; Gén_3:17 s; Isa_11:6+; Rom_8:19+.
Oseas  2, 22

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Rom_9:25; 1Pe_2:10

NOTAS

2:25 (a) Es la significación del nombre de Yizreel, ver Ose_1:4+; Ose_1:5+.

2:25 (b) El amor de Dios a su pueblo va a contradecir a los nombres de desgracia («No-Compadecida», «No-Mi-Pueblo»), que desaparecen con la maldición de que eran presagio. En Ose_2:1 [Ose_1:10], Ose_2:3 [Ose_2:1] se les sustituye por sus contrarios.
Oseas  2, 23

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