Rom 3,21-26


B. LA JUSTICIA DE DIOS POR LA FE
Revelación de la justicia de Dios.
Pero ahora, independientemente de la ley, la justicia de Dios se ha manifestado, atestiguada por la ley y los profetas, justicia de Dios por la fe en Jesucristo, para todos los que creen —pues no hay diferencia; todos pecaron y están privados de la gloria de Dios— y son justificados por el don de su gracia, en virtud de la redención realizada en Cristo Jesús, a quien exhibió Dios como instrumento de propiciación por su propia sangre, mediante la fe, para mostrar su justicia, habiendo pasado por alto los pecados cometidos anteriormente, en el tiempo de la paciencia de Dios; en orden a mostrar su justicia en el tiempo presente, para ser justo y justificador del que cree en Jesús.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


NOTAS

3:21 Los vv. Rom_3:21-22 reanudan, precisándola, la tesis de Rom_1:16-17. Si la sección precedente partía de la justicia distributiva, tal como la veía el Judaísmo, para mostrar que todos podían incurrir igualmente en la ira divina, ahora vuelve a la situación inversa: Dios ha querido dar su gracia a toda la humanidad, judíos y no judíos, de la misma manera: por la fe sola.
Romanos  3, 21

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Rom_1:16+; Gál_2:16; 3
Romanos  3, 22

NOTAS

3:23 La gloria, en sentido bíblico, Éxo_24:16+: presencia de Dios que se comunica al hombre de modo cada vez más íntimo, el bien más excelente de los tiempos mesiánicos, ver Sal_85:10 [Sal_85:9]; Isa_40:5, etc.
Romanos  3, 23

NOTAS

3:24 Yahvé había «rescatado» a Israel liberándole del cautiverio de Egipto para hacer de él un pueblo que le perteneciera como herencia suya, Deu_7:6+. Al anunciar la «redención» del cautiverio de Babilonia, Isa_41:14+, los profetas habían dejado entrever una liberación más profunda y más universal, mediante el perdón de los pecados, Isa_44:22; ver Sal_130:8; Sal_49:8-9 [Sal_49:7-8]. Esta redención mesiánica se ha cumplido en Cristo, 1Co_1:30; ver Luc_1:68; Luc_2:38. Dios Padre, por Cristo -o el mismo Cristo- ha «liberado» al nuevo Israel de la servidumbre de la Ley, Gál_3:13; Gál_4:5, y del pecado, Col_1:14; Efe_1:7; Heb_9:15, adquiriéndolo, Hch_20:28, apropiándoselo, Tit_2:14, comprándolo, Gál_3:13; Gál_4:5; 1Co_6:20; 1Co_7:23; ver 2Pe_2:1. El precio de este rescate y de esta adquisición ha sido la sangre de Cristo, Hch_20:28; Efe_1:7; Heb_9:12; 1Pe_1:18; Apo_1:5; Apo_5:9. Esta redención, iniciada en el Calvario y garantizada ya por las arras del Espíritu, Efe_1:14; Efe_4:30, sólo concluirá en la Parusía, Luc_21:28, con la liberación de la muerte mediante la resurrección de los cuerpos, Rom_8:23.
Romanos  3, 24

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Jn_2:2; 1Jn_4:10

[2] Hch_17:30

NOTAS

3:25 (a) Otra traducción: «destinó a ser».

3:25 (b) Lit.: «propiciatorio», Éxo_25:17+; ver Heb_9:5. En el gran Día de la Expiación, Lev_16:1+, el propiciatorio recibía la aspersión de sangre, Lev_16:15. La sangre de Cristo ha llevado a cabo realmente la purificación del pecado que aquel rito no podía sino prefigurar. Ver también la sangre de la Alianza, Éxo_24:8+; Mat_26:28+.

3:25 (c) Este cuasi-perdón, una especie de no imputación (páresis) , no tenía sentido más que en orden al perdón definitivo, destrucción total del pecado por la justificación del hombre. -Otra traducción: «en orden a perdonar los pecados».
Romanos  3, 25

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Isa_53:11

NOTAS

3:26 (a) Ese tiempo presente es el tiempo fijado por Dios en su plan de salvación, Hch_1:7+, para la obra redentora de Cristo, Rom_5:6; Rom_11:30; 1Ti_1:6; Tit_1:3, que se produce en la plenitud de los tiempos , Gál_4:4+, de una vez para siempre, Heb_7:27+, y abre la era escatológica. Ver Mat_4:17; Mat_16:3; Luc_4:13; Luc_19:44; Luc_21:8; Jua_7:6, Jua_7:8.

3:26 (b) Es decir, ejercitar su justicia (salvífica, ver Rom_1:17+), conforme a sus promesas, justificando al hombre.
Romanos  3, 26

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