Rom 5,1-11


2. DE LA JUSTIFICACIÓN A LA SALVACIÓN
La justificación, prenda de la salvación.
Habiendo, pues, recibido de la fe la justificación, estamos en paz con Dios, por nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos obtenido también, mediante la fe, el acceso a esta gracia en la cual nos hallamos, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Más aún; nos gloriamos hasta en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación engendra la paciencia; la paciencia, virtud probada; la virtud probada, esperanza, y la esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado. En efecto, cuando todavía estábamos sin fuerzas, en el tiempo señalado, Cristo murió por los impíos; —en verdad, apenas habrá quien muera por un justo; por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir—; mas la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros. ¡Con cuánta más razón, pues, justificados ahora por su sangre, seremos por él salvos de la ira! Si cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, estando ya reconciliados, seremos salvos por su vida! Y no solamente eso, sino que también nos gloriamos en Dios, por nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos obtenido ahora la reconciliación.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


NOTAS

5 Tema de la segunda parte, 5-8 ; el cristiano justificado, ver 1-4 , halla en el amor de Dios y el don del Espíritu la garantía de su salvación. Los vv. Rom_5:1-11, introducción de la sección Rom 5-8, se orientan al futuro, mientras que los vv. Rom_5:12-21 se vuelven al pasado para subrayar, en contraposición a la figura de Adán, el papel único de Cristo, por quien toda gracia nos ha sido dada en plenitud.

5:1 Var.: «estemos».
Romanos  5, 1

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Rom_3:27+; Rom_3:23+

NOTAS

5:2 (a) El favor de vivir en la amistad divina, el estado de gracia.

5:2 (b) La esperanza cristiana es la espera de los bienes escatológicos: la resurrección del cuerpo, Rom_8:18-23; 1Ts_4:13; ver Hch_2:26; Hch_23:6; Hch_24:15; Hch_26:6-8; Hch_28:20, la herencia de los santos, Efe_1:18; ver Heb_6:11; 1Pe_1:3, la vida eterna, Tit_1:2; ver 1Co_15:19, la gloria, Rom_5:2; 2Co_3:7-12; Efe_1:18; Col_1:27; Tit_2:13, la visión de Dios, 1Jn_3:2, en una palabra, la salvación, 1Ts_5:8; ver 1Pe_1:3-5, propia y de los demás, 2Co_1:6; 1Ts_2:19. Designa primero la virtud que espera esos bienes, pero puede a veces significar esos mismos bienes celestes, Gál_5:5; Col_1:5; Tit_2:13; Heb_6:18. Confiada antes a Israel, Efe_1:11-12; ver Jua_5:45; Rom_4:18, con exclusión de los paganos, Efe_2:12; ver 1Ts_4:13, preparaba en él una mejor esperanza, Heb_7:19, que hoy se ofrece aun a los paganos, Efe_1:18; Col_1:27; ver Mat_12:21; Rom_15:12, en el misterio de Cristo, Rom_16:25+. Se funda en Dios, 1Ti_1:5; 1Ti_6:17; 1Pe_1:21; 1Pe_3:5, en su amor, 2Ts_2:16, en su llamada, 1Pe_1:13-15; ver Efe_1:18; Efe_4:4, en su poder, Rom_4:17-21, en su veracidad, Tit_1:2; Heb_6:18, y en su fidelidad, Heb_10:23, en mantener sus promesas formuladas en las Escrituras, Rom_15:4, y en el Evangelio, Col_1:23, y realizadas en la persona de Cristo, 1Ti_1:1; 1Pe_1:3, 1Pe_1:21. No puede por lo mismo fallar, Rom_5:5. Dirigida esencialmente hacia bienes invisibles, Rom_8:24; Heb_11:1, se apoya en la fe, Rom_4:18; Rom_5:1; Rom_15:13; Gál_5:5; Heb_6:11; 1Pe_1:21, y se nutre de la caridad, Rom_5:5; 1Co_13:7, las otras dos virtudes teologales con las que mantiene estrecha unión, 1Co_13:13+. El Espíritu Santo, el don escatológico por excelencia poseído ya parcialmente, Rom_5:5+; Hch_1:8+, es su fuente privilegiada, Gál_5:5, que la ilumina, Efe_1:17, la fortalece, Rom_15:13, le hace orar, Rom_8:25-27. Y realiza por ella la unidad del Cuerpo, Efe_4:4, fundada en la justificación por la fe en Cristo, Rom_5:1; ver Gál_5:5, ofrece plena seguridad, 2Co_3:12; Heb_3:6, consuelo, 2Ts_2:16; Heb_6:18, alegría, Rom_12:12; Rom_15:13; 1Ts_2:19, y ufanía, Rom_5:2; 1Ts_2:19; Heb_3:6; no se deja abatir por los sufrimientos del presente, que cuentan poco en comparación de la gloria prometida, Rom_8:18, sino que por el contrario los soporta con una «paciencia», Rom_8:25; Rom_12:12; Rom_15:4; 1Ts_1:3; ver 1Co_13:7, que la purifica, Rom_5:4, y la afianza, 2Co_1:7.
Romanos  5, 2

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 2Co_12:9-10; Stg_1:2-4; 1Pe_4:13-14; Apo_1:9; 1Co_13:13+
Romanos  5, 3

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Rom_8:14-16; Gál_4:4-6

NOTAS

5:5 (a) El amor con que Dios nos ama, y del que el Espíritu Santo es prenda y, por su presencia activa en nosotros, testigo: ver Rom_8:15 y Gál_4:6. Por él nos dirigimos a Dios como un hijo a su Padre; el amor es recíproco. Por él también amamos a nuestros hermanos con el mismo amor con que el Padre ama al Hijo y a nosotros (ver Jua_17:26).

5:5 (b) El Espíritu Santo de la promesa, Efe_1:13; Gál_3:14; Hch_2:33+, que caracteriza la nueva alianza, Rom_2:29; Rom_7:6; 2Co_3:6; ver Gál_3:3; Gál_4:29; Eze_36:27+, no es solamente una manifestación exterior de poder taumatúrgico y carismático, Hch_1:8+; es sobre todo un principio interior de vida nueva que Dios da, 1Ts_4:8, etc. ; ver Luc_11:13; Jua_3:34; Jua_14:16; Hch_1:5; Hch_2:38; etc. ; 1Jn_3:24, envía, Gál_4:6; ver Luc_24:49; Jua_14:26; 1Pe_1:12, suministra, Gál_3:5; Flp_1:19; derrama, Rm aquí; Tit_3:5; ver Hch_2:33+. Recibido por la fe, Gál_3:2; Gál_3:14; ver Jua_7:38; Hch_11:17, y el bautismo, 1Co_6:11; Tit_3:5; ver Jua_3:5; Hch_2:38; Hch_19:2-6, habita en el cristiano, Rom_8:9; 1Co_3:16; 2Ti_2:14; ver Stg_4:5, en su espíritu, Rom_8:16; ver Rom_1:9+; y aun en su cuerpo, 1Co_6:19. Este Espíritu, que es el Espíritu de Cristo, Rom_8:9; Flp_1:19; Gál_4:6; ver 2Co_3:17; Hch_16:7; Jua_14:26; Jua_15:26; Jua_16:7, Jua_16:14, hace hijo de Dios al cristiano, Rom_8:14-16; Gál_4:6, y hace habitar a Cristo en su corazón, Efe_3:16. Es para el cristiano (como para el mismo Cristo, Rom_1:4+) principio de resurrección, Rom_8:11+, por un don escatológico que desde ahora le marca como con sello, 2Co_1:22; Efe_1:13; Efe_4:30, y se encuentra en él a título de arras, 2Co_1:22; 2Co_5:5; Efe_1:14, y de primicias, Rom_8:23. Sustituyendo al principio malo de la carne, Rom_7:5+, se hace en el hombre principio de fe, 1Co_12:3; 2Co_4:13; ver 1Jn_4:2, de conocimiento sobrenatural, 1Co_2:10-16; 1Co_7:40; 1Co_12:8; 1Co_14:2; Efe_1:17; Efe_3:16; Efe_3:18; Col_1:9; ver Jua_14:26+, de amor, Rom_5:5; Rom_15:30; Col_1:8, de santificación, Rom_15:16; 1Co_6:11; 2Ts_2:13; ver 1Pe_1:2, de conducta moral, Rom_8:4-9; Rom_8:13; Gál_5:16-25, de intrepidez apostólica, Flp_1:19; 2Ti_2:7; ver Hch_1:8+, de esperanza, Rom_15:13; Gál_5:5; Efe_4:4, y de oración, Rom_8:26; ver Stg_4:3; Stg_4:5; Jud_1:20. No hay que extinguirlo, 1Ts_5:19, ni contristarlo, Efe_4:30. Uniéndonos con Cristo, 1Co_6:17, realiza la unidad de su Cuerpo, 1Co_12:13; Efe_2:16; Efe_2:18; Efe_4:4.
Romanos  5, 5

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Rom_3:26+; 1Pe_3:18
Romanos  5, 6

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Rom_8:32; Jua_15:13; 1Jn_4:10, 1Jn_4:19
Romanos  5, 8

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Ts_1:10
Romanos  5, 9

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 2Co_5:18-21
Romanos  5, 10

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