“
Así también vosotros, consideraos como muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal de modo que obedezcáis a sus apetencias. ”
6:12 El bautismo ha destruido el pecado en el hombre, pero mientras el cuerpo de éste no se haya «revestido de inmortalidad», 1Co_15:54, puede el pecado hallar en ese cuerpo «mortal», sede de la concupiscencia, medios para seguir reinando todavía, ver Rom_7:14.