“
Fuimos, pues, con él sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo resucitó de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva. ”
6:4 (b) El bautismo no se opone a la fe, sino que la acompaña, Gál_3:26; Efe_4:5; Heb_10:22; ver Hch_8:12; Hch_8:37; Hch_16:31-33; Hch_18:8; Hch_19:2-5, y la expresa en el plano sensible por el eficaz simbolismo de su rito. Por eso, Pablo les atribuye los mismos efectos (comp. Gál_2:16-20 y Rom_6:3-9). La «inmersión» (sentido etimológico de «bautizar») en el baño del agua sepulta al pecador en la muerte de Cristo, Col_2:12; ver Mar_10:38, de la que sale por la resurrección con él, Rom_8:11+, como «nueva criatura», 2Co_5:17+, «hombre nuevo»; Efe_2:15+, miembro del Cuerpo único animado del único Espíritu, 1Co_12:13; Efe_4:4. Esta resurrección, que no será total y definitiva más que al fin de los tiempos, 1Co_15:12+ (pero ver Efe_2:6+), se realiza desde ahora por una vida nueva según el Espíritu, vv. Rom_6:8-11, Rom_6:13; Rom_8:2; Gál_5:16-24. ; Además del simbolismo más especialmente paulino de muerte y de resurrección, este rito primordial de la vida cristiana, Heb_6:2, es presentado en el NT como un baño que purifica, Efe_5:26; Heb_10:22; ver 1Co_6:11; Tit_3:5, como un nuevo nacimiento, Jua_3:5; Tit_3:5; ver 1Pe_1:3; 1Pe_2:2, como una iluminación, Heb_6:4; Heb_10:32; ver Efe_5:14. Sobre bautismo de agua y bautismo del Espíritu ver Hch_1:5+: estos dos aspectos de la consagración cristiana parecen ser la «unción» y «sello» de 2Co_1:21. Según 1Pe_3:21 el arca de Noé fue tipo del bautismo.