8:2 (b) Al régimen del pecado y de la muerte, Pablo contrapone el nuevo régimen del Espíritu, ver Rom_3:27+. La palabra espíritu designa aquí o bien la misma persona del Espíritu Santo (más claramente en el v. Rom_8:9), o bien el espíritu del hombre renovado por esta presencia, ver Rom_5:5+ y Rom_1:9+.