Sal 29,3-9

La voz de Yahvé sobre las aguas,
el Dios de la gloria truena,
¡es Yahvé sobre las aguas caudalosas!
La voz de Yahvé con fuerza,
la voz de Yahvé con majestad.
La voz de Yahvé desgaja los cedros,
desgaja Yahvé los cedros del Líbano,
hace brincar como novillo al Líbano,
al Sarión como cría de búfalo.
La voz de Yahvé afila llamaradas.
La voz de Yahvé estremece la estepa,
estremece Yahvé el desierto de Cades.
La voz de Yahvé retuerce las encinas,
deja desnudas las selvas.
Todo en su Templo grita: ¡Gloria!

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Sal_77:19 [Sal_77:18]; Sal_104:7; Isa_30:30; Eze_10:5; Job_37:4-5
Salmos 29, 3

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Sal_114:4

NOTAS

29:6 Nombre sidonio del Líbano, Deu_3:9.
Salmos 29, 6

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Hab_3:11

NOTAS

29:7 Dios afila sus flechas incendiarias (= rayos) para herir a sus enemigos, ver Sal_18:15 [Sal_18:14]; Deu_32:23, Deu_32:42; Hab_3:11; Zac_9:14.
Salmos 29, 7

NOTAS

29:9 (a) «las encinas» conj.; «(hace parir a) las ciervas» hebr. -Los grandes árboles pueden ser, aquí y en Sal_29:5, el símbolo de los enemigos orgullosos de Dios y de su pueblo, ver Isa_2:13; Isa_10:18, Isa_10:33; Isa_32:19; Jer_21:14; Jer_46:23; Eze_21:2 [Eze_20:46]; Zac_11:2.

29:9 (b) En el cielo (Sal_29:2) o en el Templo de Jerusalén, cuya liturgia repite las alabanzas celestes, o, en fin, en la Tierra Santa, consagrada a Yahvé, Sal_114:2, su casa, Jer_12:7; Zac_9:8.
Salmos 29, 9

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