Sal 44,5-8

Tú solo, Rey mío, Dios mío,
decidías las victorias de Jacob;
por ti hundíamos a nuestros adversarios,
en tu nombre pisábamos a nuestros agresores.
No ponía mi confianza en mi arco,
ni mi espada me hizo vencedor;
tú nos salvabas de nuestros adversarios,
cubrías de vergüenza a nuestros enemigos;

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Sal_60:14 [Sal_60:12]
Salmos 44, 5

Patrocinio