Sal 61,2-6

¡Escucha, oh Dios, mi clamor,
atiende a mi plegaria!
Te grito desde el confín de la tierra,
con el corazón desmayado.
Condúceme a la roca inaccesible,
que tú eres mi refugio,
bastión frente al enemigo.
¡Hospédame siempre en tu tienda,
acogido al amparo de tus alas!
Pues tú, oh Dios, escuchas mis votos:
me otorgas la heredad de tus adeptos.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Sal_27:4-5

[2] Sal_43:3

NOTAS

61:3 Se trata de la Roca del Templo, objeto de la nostalgia del salmista. Este salmo podría datar de la primera deportación (598), ver 2Re_24:14 s, antes de la destrucción del Templo.
Salmos 61, 2

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Pro_18:10; Sal_46:2 [Sal_46:1]
Salmos 61, 3

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Sal_17:8+
Salmos 61, 4

NOTAS

61:6 «tus adeptos», lit. «los que te temen».
Salmos 61, 5

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Sal_21:5+ [Sal_21:4]
Salmos 61, 6

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