Tob 4,7-19

como todos los que practican la justicia.
«Haz limosna con tus bienes; y al hacerlo, que tu ojo no tenga rencilla. No vuelvas la cara ante ningún pobre y Dios no apartará de ti su cara. Regula tu limosna según la abundancia de tus bienes. Si tienes poco, da conforme a ese poco, pero nunca temas dar limosna, porque así te atesoras una buena reserva para el día de la necesidad. Porque la limosna libra de la muerte e impide caer en las tinieblas. Don valioso es la limosna para cuantos la practican en presencia del Altísimo.
«Guárdate, hijo, de toda impureza y, sobre todo, toma mujer del linaje de tus padres. No tomes mujer extraña que no pertenezca a la tribu de tu padre, porque somos descendientes de profetas. Recuerda, hijo, que desde siempre nuestros padres Noé, Abrahán, Isaac y Jacob tomaron mujeres de entre sus hermanos y fueron bendecidos en sus hijos, de modo que su estirpe poseerá la tierra en herencia. Así, pues, hijo, ama a tus hermanos; no tengas con tus hermanos, ni con los hijos y las hijas de tu pueblo, corazón soberbio, en orden a tomar para ti mujer de entre ellos; pues la soberbia acarrea la ruina y prolija inquietud; y la ociosidad, bajeza y extrema penuria; porque la ociosidad es madre de la indigencia.
«No retengas el salario de los que trabajan para ti; dáselo al momento. Si sirves a Dios serás recompensado. Pon cuidado, hijo, en todas tus acciones y muéstrate educado en toda tu conducta. No hagas a nadie lo que no quieras que te hagan. No bebas vino hasta emborracharte y no hagas de la embriaguez tu compañera de camino.
«Da de tu pan al hambriento y de tus vestidos al desnudo. Haz limosna de todo cuanto te sobra; y no recuerdes las rencillas cuando hagas limosna. Esparce tu pan sobre la tumba de los justos, pero no lo des a los pecadores.
«Busca el consejo de los prudentes y no desprecies ningún aviso saludable. Bendice al Señor Dios en toda circunstancia, pídele que sean rectos todos tus caminos y que lleguen a buen fin todas tus sendas y proyectos. Pues no todos los pueblos tienen consejo; es el Señor quien da todos los bienes y, cuando quiere, eleva o abate hasta lo profundo del Hades. Así, pues, hijo, recuerda estos mandamientos y no permitas que se borren de tu corazón.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Tob_12:8-10; Pro_19:17; Sir_4:1-6; Deu_15:7-8; Deu_15:11; 1Jn_3:17
Tobías 4, 7

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Mat_6:20 p
Tobías 4, 9

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Sir_3:30; Sir_29:12
Tobías 4, 10

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Gén_24:3-4; Gén_28:1-2; Jue_14:3

[2] Gén_11:31; Gén_25:20; Gén_29:15-30; Tob_6:12+
Tobías 4, 12

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Lev_19:13; Deu_24:15
Tobías 4, 14

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Mat_7:12; Luc_6:31
Tobías 4, 15

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Isa_58:7; Mat_25:35-36

[2] Deu_15:10; 2Co_9:7; Deu_26:14
Tobías 4, 16

NOTAS

4:17 El precepto procede de Ajicar, ver Tob_1:21+. Con todo, Tobit parece aconsejar a su hijo, no que haga ofrendas a los muertos, costumbre reprobada por la Ley, sino que haga limosnas en honor de ellos.
Tobías 4, 17

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Sal_119:10; Sal_119:12; Sal_119:26 s; Sal_119:33 s

[2] Deu_4:6

[3] 1Sa_2:7

NOTAS

4:19 «eleva» Vet. Lat.; omitido por S.
Tobías 4, 19

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