“
derramaré sobre la dinastía de David y sobre los habitantes de Jerusalén un espíritu de gracia y de oración; y mirarán hacia mí. En cuanto a aquél a quien traspasaron, harán duelo por él como se llora a un hijo único, y le llorarán amargamente como se llora a un primogénito. ”
12:10 Conservamos la lectura del TM marcando más netamente el corte depués de «hacia mí». Teodoción ha entendido: «hacia aquél a quien traspasaron», y esta lectura es la que cita san Juan. La muerte del Traspasado se sitúa en un contexto escatológico: levantamiento del asedio de Jerusalén, duelo nacional, Zac_12:10-14, y apertura de una fuente saludable, Zac_13:1. En la realización de la salvación intervendrán, pues, un sufrimiento y una muerte misteriosos. Es un paralelo, pero nacionalizado y restringido, de la figura del Siervo de Isa 52:13—53:12; ver también Sal_69:27 [Sal_69:26]; Ez 37. Jua_19:37 ha visto aquí una profecía de la pasión del Cristo.