Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
6. Anuncio de la invasión asiria.
Conducta disoluta e insolente de los ricos (1-6).
1 Ay de los descuidados en Sión! Ay de los confiados en Samaría ! Atended a las más antiguas de las naciones e id a ellas, casa de Israel. 2 Pasad a Calne y ved; id desde allí a Jamat la grande, bajad a Gat de los filisteos. ¿Son mejores que estos reinos o su territorio es más vasto que vuestro territorio? 3 Pretendéis lejano el día de la calamidad, agarrándoos al presente de un reposo pernicioso. 4 Ved cómo se tienden en marfileños divanes, e, indolentes, se tumban en sus lechos. Comen corderos del rebaño y terneros sacados del establo. 5 Bailan al son de la cítara e inventan como David instrumentos músicos. 6 Beben vino en copas y se ungen con el más exquisito óleo, y no sienten preocupación alguna por la ruina de José. El profeta se encara resueltamente con los principales responsables de la catástrofe, las clases dirigentes de Samaría y de Jerusalén:
¡Ayde los descuidados en Sión! ¡Ay de los confiados en Samaría! (v.1). En su inconsciencia y fatuidad, se entregan, sin preocupaciones, a gozar de sus riquezas, suponiendo que su situación privilegiada ha de durar siempre. Deben tener en cuenta la suerte que han sufrido otros pueblos más antiguos que Israel, y que ahora se hallan en la miseria:
Atended a las mas antiguas naciones. (v.1).
Calne debe de ser la
Kullanu de los textos cuneiformes, en el nordeste de Siria.
Jamat es la. conocida ciudad junto al Orontes, en la Alta Siria, pompada por. Jeroboam II poco antes de la predicación de Amos2·.
Qatt p.Geth,.es una de las cinco ciudades de los filisteos,: no mencionada en el c.1 quizá por estar anexionada a Judá.
El profeta parece que cita estas tres localidades para advertir a Samaría que no debe confiarse demasiado, pues aunque ahora es fuerte, como lo fueron estas ciudades, le puede ocurrir lo que les acaeció a ellas: ¿Son
mejores que estos reinos, o su territorio es más vasto que vuestro territorio? (v.2); e.d., estos reinos, que en otro tiempo han sido grandes pueblos, han quedado reducidos a una situación inferior a la de Israel en cuanto a delimitación de sus fronteras y a independencia política. Son, pues, una advertencia para el confiado Israel, que se cree suficientemente fuerte para hacer frente al porvenir. Su situación próspera actual es inestable y efímera.
Las clases adineradas se creen seguras en su situación social, y no esperan que les amenace ninguna desgracia (
Pretendéis lejano el día de la calamidad., v.5), siguiendo confiados en un
reposo pernicioso, por las consecuencias que les traerá esta inconsciencia buscada. Llevan una vida apoltronada y lasciva, en
marfileños divanes (v.4) 3, entregándose a la bebida y a la frivolidad, y aun pretenden rivalizar con el mismo David al querer
inventar instrumentos músicos (v5). La frase es irónica y despectiva: los ricos de Samaría quieren emular las fiestas cortesanas del tiempo de David, el gran rey músico y poeta de Israel.
Anuncio de la invasión y de la cautividad (7-15).
7 Por eso irán ahora al cautiverio a la cabeza de los deportados, y cesará el clamoreo de los disolutos. 8 Por su vida ha jurado el Señor, Yahvé; lo afirma Yahvé, el Señor de los ejércitos: Yo abomino la soberbia de Jacob, detesto sus palacios, y entregaré la ciudad con todo cuanto encierra. 9 Y sucederá que, si de una casa quedaren diez hombres, morirán también. 10 Y quedará un corto número de escapados 4 para llevarse de la casa los huesos, y el uno dirá al otro que está en el fondo de la casa: ¿Queda alguno más contigo? 11 Õ responderá: Ninguno. El otro le dirá: ¡Calla, que no ha de mentarse el nombre de Yahvé! 12 (11) Porque he aquí que va a dar Yahvé la orden; en las casas grandes abrirá brechas, y grietas en las pequeñas. 13 (12) ¿Galopan los caballos por las rocas? ¿Se ara el mar con bueyes? 5 Pues vosotros hacéis del juicio veneno, y del fruto de la justicia, ajenjo. 14 (13) Os envanecéis por lo de Lodebar, y decís: ¿No hemos tomado con nuestra fuerza Qarnayim? 15 (14) Pero he aquí que voy a suscitar contra vosotros, ¡oh casa de Israel! dice Yahvé, Dios de los ejércitos, un pueblo que os oprimirá desde la entrada de Jamat hasta el torrente del Araba. Las orgías y desenfrenos de los ricos de Samaría van a terminar trágicamente, ya que éstos tendrán que encabezar las filas de los
deportados al exilio (v.7). Yahvé no puede tolerar más la insolencia y
orgullo de Jacob (Israel) y los
palacios fastuosos de Samaría (v.8); por eso va a
entregar al enemigo la ciudad con cuanto encierra.
La destrucción será general, de forma que morirán todos (v.9). La expresión del profeta es radical e hiperbólica, y no ha de entenderse al pie de la letra, ya que a continuación habla de
un corto número de escapados de la catástrofe (v.10).
El profeta dramatiza la situación para dar una impresión de la ruina. Supone que la casa de
diez hombres se ha desmoronado con los que en ella había y que se acercan algunos supervivientes amigos a buscar entre las ruinas por si alguno queda con vida; y finge un diálogo: uno preguntará si aún hay supervivientes. Ante la respuesta negativa del que se halla indagando entre las ruinas, el que está afuera le dice taxativamente:
¡Calla, que no ha de mencionarse el nombre de Yahvé! (v.11). Esta frase misteriosa e incoherente parece suponer que el que había dicho que no quedaba ninguno vivo, iba a iniciar manifestaciones de duelo invocando el nombre de Yahvé. Pero el que está fuera le dice que se calle, pues la ciudad está como maldita bajo el peso del castigo divino, y, por tanto, no debe recordarse el nombre de Yahvé, ya que es El quien ha causado la ruina, pues por
orden suya se
abrirá brecha en las casas grandes. (v.12).
La devastación será general, y esto es una exigencia de la justicia, pues el estado social actual de Israel es tan caótico, que no puede continuar, como no es posible caminar rápidamente sobre una superficie rocosa:
¿Galopan los caballos por las rocas? tampoco es posible abrir surcos permanentes en el mar:
¿Se ara el mar con bueyes? (v.13). No puede, pues, continuar el estado actual de Samaría, ya que se pisotean los derechos más elementales: Vosotros
hacéis del juicio veneno, y del fruto de la justicia, ajenjo (v.14). La
justicia, por definición, está destinada a mantener el equilibrio y los respectivos derechos de cada uno, fomentando así una paz saludable; pero han
corrompido la justicia, administrándola caprichosamente, conforme a sus intereses y caprichos, y así se convierte en
veneno corrosivo que destruye el mismo orden social. Querer, pues, que las cosas continúen mucho tiempo así, es pretender arar en el mar o galopar por las rocas con caballos.
Se creen los israelitas seguros porque han reportado ciertas victorias políticas contra Siria (
Os envanecéis por lo de Lodebar y decís: Hemos tomado Qarnayim, v.14); pero ¿qué es eso en comparación con el desastre general que les espera?6 En efecto, Yahvé suscitará
un pueblo que les oprimirá (v.15); es la nación asiría, que con sus ejércitos los aplastará, dominando toda Siria y Palestina de norte a sur:
desde la entrada de Jamat (en la Alta Siria)
hasta el torrente del Araba, en los confines de Egipto. Es el territorio que se atribuye (con evidente exageración) a Israel durante el reinado de Jeroboam II, contemporáneo de Amos 7.
1 El TM es oscuro. La
Bib. de Jér.: Creéis retrasar el día de la desgracia, mientras que aceleráis el reino de la violencia. Cantera: aproximáis el imperio de la violencia. 2 Cf.
2Re_14:25.28. 3 En el prisma de Senaquerib, o cilindro de Taylor, se habla de los divanes de marfil cogidos a Ezequías, rey de Judá, como botín. 4 Así según una plausible reconstrucción de Hoonacker. El TM es traducido literalmente por la Vg.: et tollet eum patruus suus et combustor suus. Cantera: Y le alzará a uno su tío paterno y le quemará. 5 Lit. el TM: ¿se ara con ganado vacuno? (sin determinar el sujeto). 6
Lodebar y Qarnayim son dos localidades de la alta TransJordania (en Galaad), que pudieron ser conquistadas por Jeroboam II, de lo que los compatriotas de Amos estarían muy orgullosos. Cf.
Jos_13:26;
2Sa_9:4;
2Sa_17:27;
1Ma_5:42;
Gen_14:5 : en los LXX. 7 Cf.
2Re_14:25.