Ver contexto

Tercera visión: la plomada.
Esto me hizo ver el Señor Yahvé:
Estaba aplicando a una pared
una plomada que tenía en la mano.
(Amos  7, 7) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

כֹּ֣ה‎(כֹּה)

Hebrew|kˈō|thus

Part-of-speech: adverb
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3541] [k.ap.aa] [955]
[כה] [GES3436] [BDB3831] [HAL3806]

הִרְאַ֔נִי‎(רָאָה)

Hebrew|hirʔˈanî|see

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: hif‘il


[H7200] [t.ab.aa] [2095]
[ראה] [GES7166] [BDB7891] [HAL7810]

וְ‎(וְ)

Hebrew|wᵊ|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

הִנֵּ֧ה‎(הִנֵּה)

Hebrew|hinnˈē|behold

Part-of-speech: interjection
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H2009] [e.bz.ab] [510a]
[הנה] [GES1942] [BDB2166] [HAL2163]

אֲדֹנָ֛י‎(אֲדֹנָי)

Hebrew|ʔᵃḏōnˈāy|Lord

Part-of-speech: proper noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H136] [a.be.ac] [27b]
[אדני] [GES136] [BDB145] [HAL149]

נִצָּ֖ב‎(נָצַב)

Hebrew|niṣṣˌāv|stand

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: unknown
State: absolute
Verbal tense: participle
Verbal stem: nif‘al


[H5324] [n.ep.aa] [1398]
[נצב] [GES5243] [BDB5840] [HAL5732]

עַל‎(עַל)

Hebrew|ʕal-|upon

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5921] [k.bg.ac] [1624p]
[על] [GES5848] [BDB6471] [HAL6395]

חֹומַ֣ת‎(חֹומָה)

Hebrew|ḥômˈaṯ|wall

Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H2346] [h.df.ad] [674c]
[חומה] [GES2282] [BDB2548] [HAL2547]

אֲנָ֑ךְ‎(אֲנָךְ)

Hebrew|ʔᵃnˈāḵ|plummet

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H594] [a.ej.ac] [129.1]
[אנך] [GES572] [BDB605] [HAL625]

וּ‎(וְ)

Hebrew|û|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

בְ‎(בְּ)

Hebrew|vᵊ|in

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[b.ab.aa] [193]
[ב] [GES855] [BDB923] [HAL939]

יָדֹ֖ו‎(יָד)

Hebrew|yāḏˌô|hand

Part-of-speech: noun
Gender: unknown
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3027] [j.aq.aa] [844]
[יד] [GES2931] [BDB3271] [HAL3251]

אֲנָֽךְ‎(אֲנָךְ)

Hebrew|ʔᵃnˈāḵ|plummet

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H594] [a.ej.ac] [129.1]
[אנך] [GES572] [BDB605] [HAL625]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



7. Visiones Proféticas.

Inminencia del castigo (1-9).
1 El Señor, Yahvé, me dio a ver esto: he aquí que criaba langostas al tiempo que comenzaba a crecer la hierba primaveral, y que venía después de la corte del rey, 2 e iban a acabar de devorar el verdor de la tierra. Yo dije: ¡Oh Señor, Yahvé, ten piedad! ¿Cómo va a sostenerse Jacob, siendo tan pequeño? 3 Y Yahvé se compadeció por esto, y dijo: No será así. 4 Hízome ver también esto Yahvé, el Señor; y he aquí que Yahvé se aprestaba a castigar con fuego i, que había de devorar el gran abismo e iba a consumir la heredad. 5 Yo dije: ¡Oh Señor, Yahvé! ¡Detente, por favor! ¿Cómo va a sostenerse Jacob siendo tan pequeño ? 6 Yahvé se compadeció por esto y dijo: Tampoco será esto. 7 También me dio a ver esto: Estaba Yahvé cerca de un muro y en su mano tenía la plomada. 8 Yahvé me preguntó: ¿Qué es lo que ves, Amos? Yo respondí: Una plomada. Y dijo el Señor: He aquí que yo pongo la plomada en medio de mi pueblo, Israel. Ya no le perdonaré más tiempo. 9 Los altos de Isaac serán devastados, y destruidos los santuarios de Israel. Me alzaré con la espada contra la casa de Jeroboam.

Los c.7-9 incluyen una serie de visiones simbólicas en las que se destaca la longanimidad y paciencia de Yahvé para con su pueblo y el castigo que infaliblemente vendrá sobre Israel como consecuencia de su obstinación en el pecado 2.
En la primera visión, el profeta contempla un enjambre de langostas, criado por Dios para enviarlo sobre el país de Israel, precisamente cuando comenzaba a brotar la hierba primaveral (v.1), de cuyas reservas habían de vivir los ganados durante el estío. La amenaza de invasión de langostas para consumir esta preciosa reserva queda agravada por el hecho de que este año la recolección de heno seguía a un año en que se había hecho la corta del rey, es decir, se había dado como tributo real la última cosecha de heno. Así, la situación deficiente del pueblo era mayor, y, en consecuencia, la desaparición de la nueva hierba primaveral revestía los caracteres de una verdadera catástrofe 3.
El profeta intercede ante Yahvé para que no envíe tan gran castigo, ya que entonces no podría sostenerse como nación Jacob-Israel, pues es pequeño o débil, incapaz de sufrir grandes pruebas. Yahvé accede a su ruego y no envía el castigo que tenía preparado, esperando que Israel cambie de conducta.
La segunda visión es paralela a la primera. Yahvé quiere enviar una sequía general como castigo para consumir su heredad, la tierra de Israel. Llama al fuego como instrumento de su justicia para litigar con el pueblo pecador. Yahvé, pues, quiere enviar el fuego sobre el abismo, o depósito de aguas subterráneas, de donde provenían los ríos y las fuentes, para secarlo y así privar de agua a la heredad o tierra de Palestina (v.4). Amos, aterrado por el castigo, suplica en los mismos términos compasión para su pueblo, que es pequeño e incapaz de subsistir a tal prueba. Yahvé accede de nuevo a las súplicas del profeta en un último arranque de longanimidad (v.6).
En una tercera visión, Yahvé estaba junto a un muro con una plomada en la mano, como si fuera un constructor que cuidadosamente mide las proporciones del muro, que parece ser Israel (v.8). El pueblo de Dios ha sido edificado como nación por Yahvé, pero ahora su edificio está desnivelado, y Yahvé está comprobando con su plomada lo defectuoso del mismo. Descontento por su situación, decide destruirlo totalmente con el cuidado con que antes lo había hecho, tomando las medidas a plomada: He aquí que yo pongo la plomada en medio de mi pueblo, Israel (v.8); pero ahora, para destruirlo sistemáticamente hasta los cimientos, con el cuidado con que un constructor mide y ajusta los niveles del edificio a levantar 4.
En efecto, Yahvé va a enviar la devastación y la ruina contra la casa de Jeroboam (v.9), fundador del reino cismático del norte después de la muerte de Salomón. Los altos de Isaac son santuarios de Israel o lugares de culto en el reino cismático de Samaría. Isaac aquí está en vez de Jacob. Sólo en este verso y en el v.16 se encuentra la designación casa de Isaac en vez del usual casa de Jacob, equivalente a la de pueblo de Israel.

Disputa con Amasias, sacerdote de Betel (10-17).
10 Amasias, sacerdote de Betel, mandó a decir a Jeroboam: Amos está conspirando contra ti en medio de la casa de Israel. La tierra no puede ya soportar sus palabras. 11 Pues Amos va diciendo: Jeroboam morirá a la espada, e Israel irá al cautiverio, lejos de su tierra. 12 Amasias dijo a Amos: Vidente, ve y escapa a la tierra de Judá y come allí tu pan, haciendo el profeta. 13 Pero guárdate de volver a profetizar contra Betel; mira que éste es un santuario del rey y una casa real. 14 Amos respondió a Amasias, diciendo: Yo no soy profeta ni hijo de profeta, sino que soy boyero y cultivador de sicómoros. 15 Yahvé me tomó detrás del ganado y me dijo: Ve a profetizar a mi pueblo, Israel. 16 Escucha, pues, ahora la palabra de Yahvé: Tú me dices: No profetices contra Israel ni hagas predicciones contra la casa de Isaac 17 Por eso así dice Yahvé: Tu mujer será deshonrada en la ciudad, tus hijos caerán a la espada, tu tierra será repartida a cordel, tú morirás en una tierra contaminada, e Israel irá al cautiverio lejos de su tierra.

Amos acaba de anunciar la ruina de Israel y de la dinastía de Jeroboam. Es una denuncia valiente, que se atrae las iras de los que gozaban de los privilegios de la situación. Un sacerdote de Betel llamado Amasias le acusa al rey de conspirador contra la casa real, pues la tierra no puede soportar sus palabras (v.10). Los vaticinios del profeta de Tecoa resultaban una insolencia y un desafío para los poderes constituidos, ya que sembraban el derrotismo en el pueblo. Después de denunciarle ante el rey, Amasias habla personalmente a Amos para convencerle por las buenas de que no debe continuar su predicación. A su entender, es un intruso que ha querido venir al reino de Samaría a ganar su pan dándoselas de profeta. Lo mejor que puede hacer es volver a Judá y allí continuar su labor de profeta: Vidente (término entonces despectivo), escapa a tu tierra y come allí tu pan haciendo de profeta (v. 12).
La insinuación es injuriosa, pues Amasias considera a Amos como uno de tantos ganapanes que se presentaban como profetas al pueblo, embaucándolos con sus promesas y lucrándose de su profesión. Ya en tiempos de Elíseo se habían organizado unas asociaciones de profetas (los hijos de los profetas), con vida común, los cuales se reunían para vivir mejor los postulados del yahvismo, conforme a la predicación de los grandes profetas, como Elias y Elíseo 5; pero estas asociaciones degeneraron, y así, no pocos vagos se alistaban en ellas para vivir sin trabajar. De ahí que el término hijo de profeta llegó a tener un sentido despectivo e injurioso. En este sentido se expresa el sacerdote de Betel, que ve comprometidas sus ganancias en los ricos santuarios de Betel, considerado como santuario nacional (santuario del rey, v.15), y, como tal, tenía pingües ingresos pecuniarios. Por otra parte, su culto es el oficial del Estado de Israel, y atentar contra el santuario es atentar contra los intereses del Estado.
Las palabras de Amasias indignaron al celoso profeta de Dios, Amos, que había venido a predicar sin buscar ningún provecho de su ministerio. Amasias debe tener en cuenta que él no es un profeta de profesión ni hijo de profeta (v.14), es decir, perteneciente a las asociaciones de profetas. El tenía su modo de vivir asegurado como boyero y cultivador de higos de sicómoros, especie de higuera salvaje, que abunda en las zonas semidesérticas6. Amos, pues, al mismo tiempo que cuidaba de sus rebaños, se dedicaba a recoger y preparar los higos de los sicómoros para venderlos después en las localidades inmediatas, como Belén y Hebrón. Pero por inspiración divina dejó su negocio y se fue a predicar al reino del norte, en contra de sus intereses materiales: Yahvé me tomo detrás del ganado y me dijo: Ve a profetizar a mi pueblo, Israel (v.16). Su vocación profética, pues, procede exclusivamente de Dios, y se siente revestido de una autoridad especial para predicar donde Dios le manda.
Es el representante de los intereses de Yahvé, y, por tanto, oponerse a su predicación es oponerse a los designios divinos.
Y precisamente por no haberle reconocido como enviado de Dios, Amasias será el primero en sentir la prueba de la autenticidad de que Amos es profeta, ya que en nombre de Yahvé le anuncia la ruina de su posición y familia: su mujer será deshonrada; sus hijos,, pasados a la espada, y sus posesiones, repartidas a cordel a manos de los invasores asirios, y él será llevado cautivo a tierra contaminada (v.17), es decir, al país idolátrico de Asiría. En efecto, sabemos que Teglatfalasar III inició la deportación de los habitantes del reino del norte antes del 734, y, finalmente, con la ocupación de Samaría por Sargón en 721, lo más escogido de la población de Israel fue camino del destierro mesopotámico. Es el cumplimiento de la profecía de Amos.

1 Lit.: He aquí que llamaba para litigar con fuego, e.d., defender su causa, enviando fuego como castigo. 2 Sobre símiles parecidos acerca del futuro de la nación cf. Jer i,n; 24,iss. 3 Sobre los diezmos debidos al rey cf. 2Sa_8:15. 4 Condamin lee hierro en vez de plomada, y supone que se alude al hierro de la espada asiría, que caería en Israel para devastarla. Cf. RB 9 (1900) 5865. 5 Cf. 1Sa_10:3.ios; 1Sa_10:208; 1 Re 17; 2 Re 1; 2Re_3:383; 2Re_6:1; 2Re_4:8. 6 Cf. Isa_9:9; 1Re_10:27; 1Re_10:1 Grón 27:28; Sal_78:47.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

(Cap. 7:1-9:15) Visiones. La segunda parte del libro está compuesta por cinco visiones sumamente simples, pero cargadas de mucho significado. Se intercalan el incidente de Amós con el sacerdote Amasías (7,10-17) y un nuevo oráculo contra la clase poderosa del reino del Norte (8,4-14), para terminar con una especie de confesión de fe sobre el único señorío de Dios en la historia. Conviene resaltar varios elementos de esta segunda parte, organizados como las piezas de un ensamblaje que ayudan a ver la «lógica» armónica de todo el libro: 1. La visión como algo constitutivo del ministerio profético. 2. La urgencia interior del profeta, que lo obliga a hablar «a tiempo y a destiempo, con ocasión y sin ella». 3. Otro elemento constitutivo de la experiencia del profeta es la intercesión. 4. La independencia del profeta respecto al poder y al poderoso de turno. 5. La conciencia de su identificación con la causa del Señor, la cual coincide perfectamente con la causa del empobrecido, del marginado, del sin-nada. 6. La experiencia profunda de Dios, que le lleva a la firme convicción de que la palabra que anuncia es Palabra de Dios. 7. El verdadero profeta no se «gana» la vida profetizando; al profeta asalariado no le importa mucho la causa del Señor, sino la causa de su amo, que nunca coincide con la causa de los empobrecidos.

7:1-9 Tres primeras visiones. En los versículos 1-6 encontramos las dos primeras visiones, que poseen, por lo menos, dos cosas en común: 1. Se trata del plan del Señor para exterminar a su pueblo valiéndose de dos catástrofes naturales: la plaga de las langostas (1-2a) y una sequía (4). 2. Del modo más natural, Amós ejercita el ministerio de la intercesión por el pueblo (2b.5), ante lo cual el Señor se arrepiente y se abstiene de destruirlo (3.5). La intercesión, como sabemos, era otro de los elementos constitutivos del ministerio profético (cfr. Jer_14:19-22; Jer_37:3; Jer_42:2). El motivo de la intercesión de Amós coincide con el motivo del arrepentimiento del Señor: la pequeñez del pueblo. Pero, ¿sabrá mantener Israel esa conciencia de ser «pequeño» y necesitado de Dios?
En los versículos 7-9 encontramos la tercera visión, que está relacionada con algo que se había convertido en escena común en Israel: la fabricación de lanzas y espadas para la guerra. Una buena cantidad de comentadores sólo ven aquí la figura de un hombre que trata de nivelar un muro con la plomada. Pero el contexto histórico y las palabras que cierran la visión nos ayudan a entender más bien la febril actividad de la industria bélica, donde se utilizaba el estaño o el mineral de donde se extrae dicho metal. Poseer esta materia prima era claro símbolo de poder militar. Pues bien, con esas mismas armas que se empeña en fabricar Israel, el Señor combatirá a Jeroboán, es decir, a todo el reino del norte.
Muy difícilmente, la imagen de un albañil que nivela un muro con su plomada suscitaría una conclusión de tipo bélico, y más difícil aún, esa misma imagen haría que Amasías enviase emisarios al rey reportando la presencia de un terrorista en el reino. En esta visión, Amós sabe que no tiene caso interceder. Israel mismo ha elegido su destino en cabeza de sus dirigentes; ni Dios mismo puede echar para atrás esa decisión. Israel va a la autodestrucción por su propia voluntad, como de hecho sucede con todos los se creen como el Israel de este período.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter VII.

1 The iudgements of the grashoppers, 4 and of the fire, are diuerted hy the prayer of Amos. 7 By the wall of a plumb-line, is signified the reiection of Israel. 10 Amaziah complaineth of Amos. 14 Amos sheweth his calling, 16 and Amaziahs iudgement.
1 Thus hath the Lord God shewed vnto me, and behold, he formed [ Or greene-wormes.] grassehoppers in the beginning of the shooting vp of the latter grouth: and loe, it was the latter grouth after the kings mowings.
2 And it came to passe, that when they had made an ende of eating the grasse of the land, then I said; O Lord God, forgiue, I beseech thee, [ Or, who of (or for) Iacob shall stand?] by whom shal Iacob arise? for he is small.
3 The Lord repented for this. It shall not be, saith the Lord.
4 Thus hath the Lord God shewed vnto me; and behold, the Lord God called to contend by fire, and it deuoured the great deepe, and did eate vp a part.
5 Then said I, O Lord God , cease, I beseech thee, by whom shal Iacob arise? for he is small.
6 The Lord repented for this. This also shall not bee, saith the Lord God.
7 Thus hee shewed mee, and behold, the Lord stood vpon a wall made by a plumbline, with a plumbline in his hand.
8 And the Lord said vnto mee, Amos, what seest thou? And I sayd, A plumb-line. Then sayd the Lord,

[Amos is accused.]

Behold, I will set a plumb-line in the midst of my people Israel, I will not againe passe by them any more.
9 And the high places of Isaac shall be desolate, and the Sanctuaries of Israel shalbe laide waste: and I will rise against the house of Ieroboam with the sword.
10 Then Amaziah the Priest of Beth-el sent to Ieroboam king of Israel, saying; Amos hath conspired against thee in the midst of the house of Israel: the land is not able to beare all his words.
11 For thus Amos saith, Ieroboam shall die by the sword, and Israel shall surely be led away captiue, out of their owne land.
12 Also Amaziah said vnto Amos, O thou Seer, goe, flee thee away into the land of Iudah, and there eate bread, and prophecie there.
13 But prophecie not againe any more at Beth-el: for it is the Kings [ Or, Sanctuarie.] Chappell, and it is the [ Hebrew: house of the kingdome.] Kings Court.
14 Then answered Amos, and sayde to Amaziah; I was no Prophet, neither was I a Prophets sonne, but I was an heardman, and a gatherer of [ Or, wilde figges.] Sycomore fruit.
15 And the Lord tooke me [ Hebrew: from behind.] as I followed the flocke, and the Lord said vnto me, Goe, prophecie vnto my people Israel.
16 Now therefore heare thou the worde of the Lord; Thou sayest, Prophecie not against Israel, and [ Eze_21:2 .] drop not thy word against the house of Isaac.
17 Therfore thus sayth the Lord; Thy wife shall be an harlot in the city, and thy sonnes and thy daughters shall fall by the sword, and thy land shall be diuided by line: and thou shalt die in a polluted land, and Israel shall surely goe into captiuitie foorth of his land.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



El juicio discriminatorio

Amós no ofrece una oración contra la tercera visión descrita en este capítulo. El Señor viene como un maestro-constructor a inspeccionar el muro terminado. El hebreo no dice que el muro había sido hecho a plomo (7) sino sencillamente que había sido construido con plomada de albañil. En otras palabras, las normas aplicadas al final habían estado allí al principio y desde el principio. El pueblo del Señor había sido construido de acuerdo con la doble especificación de la ley y de la gracia: como sus redimidos ellos debían obedecer la ley (Exo. 20:2 ss.), pero de la misma manera, como sus redimidos, estaban bajo la sangre (Exo. 24:8) y habían recibido todo el código de sacrificios de modo que, aun con fracasos en la tarea de la obediencia, todavía podían vivir en la presencia del Santo. Es la posesión de esas dos en equilibrio (ver 5:25) que constituye la verdadera vida del pue blo de Dios y los distingue de los legalistas (para los que el obedecer la ley es todo) por una parte, y de los ritualistas (para los que el ofrecer los sacrificios es todo) por la otra. Por eso es que Amós aquí no hace una súplica: la plomada de albañil, las normas dobles de la ley y la gracia, son la esencia misma del pueblo redimido; solamente pueden evitar esta prueba dejando de ser lo que son.

8 ¡No lo soportaré más! (no pasaré sobre), en la noche de la Pascua ellos se refugiaron bajo la sangre (Exo. 12:7), comiendo el cordero, vestidos para peregrinar (Exo. 12:11), vivos por gracia, vivos para caminar en el camino del Señor. Pero el pueblo de Amós no fue fiel a la doble norma de su constitución y no pudieron recibir bendiciones de Pascua. 9 El Señor procede a especificar lo que perecerá en su juicio, porque el juicio con el uso de la plomada de albañil es discriminatorio. Siempre hay un pueblo verdadero dentro de un pueblo profesante, una compañía creyente dentre de una agrupación formal, una iglesia dentro de una iglesia. La plomada de albañil soportará a los tales (cf. 9:8-10), pero destruirá los altares ... y los santuarios que eran puntos de encono y error, y la casa de Jeroboam que hizo lo malo ante los ojos de Jehovah. ... quien hizo pecar a Israel (2 Rey. 14:24). Los altares eran centros de religión falsa (Baal) hechos por el hombre, donde Jehovah era adorado con ritos de Baal como si fuera un dios cananeo. El nombre Isaac se usa aquí solamente como un sinónimo de Israel. Estaba vinculado con Beerseba (Gén. 26:33; 28:10). Tal vez en el tiempo de Amós intentaban legitimar los ritos en Beerseba (5:5) por apelar al patronato de Isaac.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



2-3. Ver Exo_32:11-14; Num_14:13-20; Dan_9:15-19.

4. El "gran océano" es la masa de aguas subterráneas de la que brotaban las fuentes y los rios ( Gen_7:11).

7. La imagen de la "plomada" parece sugerir que el muro -representación simbólica de Israel- comienza a inclinarse y está a punto de caer.

14. Amós se niega rotundamente a que lo confundan con un profeta profesional ( Miq_3:5) o con un miembro de las comunidades proféticas que solían agruparse en torno a los santuarios ( 1Re_20:35; 2Re_2:3; 2Re_4:1).

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


NOTAS

7:7 «el Señor Yahvé» añadido según Amó_7:1, Amó_7:4 y Amó_8:1; falta en hebr. -«una pared» conj.; «una pared de plomada» hebr. -El término 'anak traducido por plomada no aparece más que aquí en la Biblia y su sentido no es seguro; la palabra de la misma raíz en acádico, siríaco y árabe significa estaño o plomo. La plomada permite poner en su sitio un objeto vertical o (con una escuadra) horizontal. A esta segunda operación parece que se alude aquí. Yahvé va a destruirlo todo hasta ras del suelo, ver 2Re_21:13; Isa_34:11; Lam_2:8. Pero el significado de la visión sigue siendo dudoso.

Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)


NOTAS

7:7 «el Señor Yahvé» añadido según Amó_7:1, Amó_7:4 y Amó_8:1; falta en hebr. -«una pared» conj.; «una pared de plomada» hebr. -El término 'anak traducido por plomada no aparece más que aquí en la Biblia y su sentido no es seguro; la palabra de la misma raíz en acádico, siríaco y árabe significa estaño o plomo. La plomada permite poner en su sitio un objeto vertical o (con una escuadra) horizontal. A esta segunda operación parece que se alude aquí. Yahvé va a destruirlo todo hasta ras del suelo, ver 2Re_21:13; Isa_34:11; Lam_2:8. Pero el significado de la visión sigue siendo dudoso.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 7.2 El nombre de Jacob se emplea aquí para designar a las diez tribus que formaban el pueblo de Israel.

[2] 7.4 El gran mar profundo: Según un concepto antiguo, la tierra estaba asentada sobre un enorme mar subterráneo, cuyas aguas brotaban a veces a la superficie. Cf. Sal 18.15.

[3] 7.14 Ni pretendo serlo: lit. ni hijo de profeta, es decir, miembro de un grupo o corporación de profetas (cf. 1 S 10.5,10; 19.20; 2 R 2.3).

[4] 7.14 Recogiendo: lit. picando. A los frutos verdes del sicómoro, que tienen el aspecto de higos silvestres, les hacían un pequeño corte -es decir, los picaban- cuando todavía estaban en el árbol, porque de lo contrario no serían comestibles.

Biblia Hispano Americana (Sociedad Bíblica Española, 2014)

— una plomada: El correspondiente vocablo hebreo (que sólo aquí aparece en la Biblia) significaría “estaño” o “plomo” (y así traducen algunos); pero precisamente con este material se fabricaba la plomada, instrumento de albañilería para precisar la verticalidad de un muro. En el presente pasaje, podría ser una imagen de Israel en cuanto muro que se desploma.

Torres Amat (1825)



[4] El fuego fue la guerra que hizo Teglatfalasar. Las aguas simbolizan el pueblo que se llevó cautivo. 2 Re 15.

[11] La predicción de Amós no se refería a Jeroboam, sino a su hijo.

[14] No soy profeta por interés o por familia.

[17] Descripción típica de la invasión y del destierro.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*7:7 La presencia del Señor junto al muro de la ciudad, que evoca la imagen del centinela que protege, se convierte en la del enemigo que se prepara para asestar el golpe final contra aquellos muros.

Jünemann (1992)


7 e. Hele.
f. Imagen de que él había sido un muro de acero para Israel.


Biblia Textual IV (Sociedad Bíblica Iberoamericana, 1999)

muro... Lit. muro de plomada.