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Y con él a Onésimo, el hermano fiel y querido, que es uno de los vuestros. Ellos os informarán de todo cuanto aquí sucede. (Colosenses 4, 9) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



Espíritu apostólico, 4:1-6.
1 Amos, proveed a vuestros siervos de lo que es justo y equitativo, mirando a que también vosotros tenéis Amo en los cielos. 2 Perseverad constantemente en la oración, velando en ella con nacimiento de gracias, 3 orando a una también por nosotros, para que Dios nos abra puerta para la palabra, para anunciar el misterio de Cristo, por amor del cual estoy preso, 4 a fin de que lo pregone según conviene que yo hable. 5 Portaos discretamente con los de fuera, rescatando el tiempo. 6 Sea vuestra conversación agradable, salpicada de sal, de manera que sepáis cómo os convenga responder a cada uno.

Comenzamos haciendo notar que el v.1 forma parte de la última perícopa del capítulo anterior, del que, por tanto, no debía haber sido separado. En el comentario ya lo tuvimos así en cuenta.
El Apóstol vuelve luego a los consejos de carácter general y, pensando que está ya al final de la carta, da estas dos últimas recomendaciones a los colosenses: que perseveren constantes en la oración (v.2-4), y que se conduzcan con sabia discreción en sus relaciones con los no cristianos (v.5-6). De esta constancia en la oración, que debe mantener nuestra alma en orientación habitual hacia Dios, habla con frecuencia San Pablo (cf. Rom_12:12; Efe_6:18; 1Te_5:17; 1Ti_5:5). Aquí pide a los colosenses que rueguen de modo particular por él, a fin de que Dios le abra puerta a su predicación, es decir, abra campo a su apostolado (v.3; cf. 1Co_16:9; 2Co_2:12), de modo que pueda anunciar el misterio de Cristo o plan divino de salud (cf. 1:26) en la forma que conviene que lo haga (v.4), es a saber, con aquella osadía y libertad que debe hacerlo un apóstol (cf. Efe_6:19-20). Propiamente, pues, no pide que rueguen para que el Señor le libre de la prisión, sino para que pueda ejercer el apostolado de manera conveniente y eficaz, lo cual de suyo puede también realizarse estando en prisión (cf. Flp_1:12-20).
Referente al trato con los no cristianos, a quienes denomina los de fuera (cf. 1Co_5:12; 1Te_4:12), pide (v.? ) que se porten discretamente (?? ????? ??????????? ) con ellos rescatando el tiempo (??? ?????? ?????????????? ). Luego, en el v.6, se explica más y habla de que su conversación con ellos sea siempre agradable (?? ?????? ), salpicada de sal (????? ????????? ), de modo que sepan cómo les conviene responder a cada uno, es decir, la medida de gracia y de sal que deben aplicar en cada caso. La idea general que en estos dos versículos pretende inculcar San Pablo es manifiesta: la causa del Evangelio, aunque incumbe de modo particular a los apóstoles o predicadores evangélicos, a todos los cristianos afecta de alguna manera y nadie puede desinteresarse de ella. Pero las dificultades empiezan, si tratamos de concretar más. ¿Trátase de una recomendación de carácter negativo o de carácter positivo? Es decir, ¿les pide simplemente que no pongan obstáculos a la difusión del Evangelio con su comportamiento adusto e improcedente, o les pide que colaboren en forma positiva a esa difusión del Evangelio? En este último caso, tendríamos aquí una clara recomendación al apostolado seglar. De hecho, así interpretan muchos autores estos versículos, insistiendo particularmente en las expresiones rescatando el tiempo, que parece ser equivalente de aprovechar las ocasiones para atraer a la fe a los de fuera, y salpicada de sal, que es de creer se refiera, en conformidad con el mandato de Jesucristo (cf. Mat_5:13; Mar_9:50), al sabor religioso y moral de que ha de estar penetrada la conversación de los cristianos con los no cristianos. Sin embargo, otros autores no ven aquí tal recomendación positiva al apostolado directo. La expresión rescatando el tiempo, igual que en Efe_5:16, aludiría a que no debemos desperdiciar ningún momento de esta breve vida para ir conquistando nuestra salud; y en cuanto a que la conversación debe estar salpicada de sal, no significaría sino que debe ser una conversación con gracia y donaire, de modo que no repela al interlocutor. Por nuestra parte, dado el contexto, nos inclinamos a la primera interpretación.




Epilogo,Efe_4:7-18.

Noticias personales,Efe_4:7-9.
7 De mis cosas os informará Tíquico, el hermano amado, fiel ministro y consiervo en el Señor, 8 a quien os envío con este fin, para que tengáis noticias nuestras y lleve el consuelo a vuestros corazones, 9 junto con Onésimo, el hermano fiel y querido, que es de los vuestros. Ellos os informarán de lo que aquí pasa.

San Pablo ha llegado al final de su carta y, antes de los acostumbrados saludos y despedida, quiere decirles algo de sus cosas (v.7).
En realidad, es muy poco lo que les cuenta. Prácticamente se limita a decirles que ya les informará Tíquico (v.7-8), que sin duda es el portador de la carta, el mismo que lleva también la de los efesios (cf. Efe_6:21-22), y del que ya hablamos al comentar ese pasaje. Pero Tíquico no va solo. Le acompaña Onésimo, un esclavo fugitivo que Pablo había convertido al cristianismo en su prisión y que envía a su amo de Colosas, Filemón (v.g; cf. Flm v.1.10).

Saludos,Efe_4:10-17.
10 Os saluda Aristarco, mi compañero de cautiverio, y Marcos, primo hermano de Bernabé, acerca del cual habéis recibido algunos avisos; si llega a vosotros, acogedle, 11 y Jesús, llamado Justo, que son de la circuncisión y mis únicos colaboradores en el reino de Dios, habiéndome sido de gran consuelo. 12 Os saluda Epafras, que es de los vuestros, siervo de Cristo Jesús, que en todo momento combate por vosotros en sus oraciones, a fin de que perseveréis perfectos y cumplidos en todo lo que Dios quiere de vosotros 13 Yo le rindo testimonio de que se toma mucho trabajo por vosotros y por los de Laodicea y Hierápolis.14 Os saluda Lucas, el médico amado, y Demás. 15 Saludad a los hermanos de Laodicea y a Ninfas, y a la iglesia de su casa. 16 Y cuando hayáis leído esta epístola, haced que sea también leída en la iglesia de Laodicea, y la que recibiréis de Laodicea, leedla también vosotros. 17 Decid a Arquipo: Atiende al ministerio que en el Señor has recibido, para ver de cumplirlo bien.
Comienza con los saludos de parte de los compañeros que se hallaban entonces con él (v. 10-14), Y luego los de parte suya personal (v.15-17).
De los seis personajes que envían saludos (Aristarco, Marcos, Jesús el Justo, Epafras, Lucas y Demás), los tres primeros eran de la circuncisión (v.11), es decir, de procedencia judía; ello deja entender, aunque nada se diga al respecto, que los otros tres no lo eran. Aristarco nos es ya conocido por el libro de los Hechos (cf. Hec_19:29; Hec_20:4; Hec_27:2). También nos es conocido Marcos (cf. Hec_12:12; Hec_13:13), el autor del segundo Evangelio, del que aquí San Pablo nos da el interesante dato de que era primo hermano de Bernabé, cosa que explica el interés especial que Bernabé sentía por él (cf. Hec_15:37-40). Aunque por algún tiempo estuviese separado de Pablo, pronto se reconcilió con él, figurando entre sus colaboradores (Flm_1:24), y diciendo de él que le era muy útil para el ministerio (2Ti_4:11). En cambio, de Jesús llamado Justo (v.11) no tenemos dato alguno, sino esta simple mención que aquí hace de él el Apóstol; tener dos nombres, uno de origen judío y otro de origen latino, era entonces bastante frecuente (cf. Hec_12:12; Hec_13:9). Por lo que toca a Epafras, del que hace cálidos elogios (v.12-13), el Apóstol ya había hablado en 1:7. De Lucas, el autor del tercer Evangelio y del libro de los Hechos, nos da el interesante dato de que era médico (v.14). En cuanto a Demás, en estas fechas colaborador de Pablo (v.14; cf. Flm v.24), sabemos que más tarde le abandonó por amor de este siglo (cf. 2Ti_4:10).
Después de los saludos de sus colaboradores, Pablo no omite sus propios saludos a la iglesia de Colosas y comunidades vecinas a ella (v.15-17). Hace mención especial de Ninfas, de quien no tenemos dato alguno, y ni siquiera sabemos si es hombre (Nym-phas) o mujer (Nympha); sólo sabemos que en su casa se reunían los fieles para los actos de culto (v.15; cf. Rom_16:5; 1Co_16:19; Flm_1:2). Es interesante la noticia que nos da sobre la lectura de la carta, que los colosenses, una vez leída, deben hacer que la lean también los de Laodicea; y, a su vez, leer ellos la que recibirán de los de Laodicea (v.16). ¿Cuál es esta carta proveniente de Laodicea? Sabemos que en la antigüedad circuló una carta atribuida a San Pablo con el título ad Laodicenses; su texto todavía se conserva, pero ciertamente es apócrifa, como ya en su tiempo afirmaba San Jerónimo 293. Hay autores que creen que se trata de una carta escrita efectivamente a los fieles de Laodicea por San Pablo, y que se habría perdido, igual que sucedió con otras (cf. 1Co_5:9; 2 Cor 2:4); sin embargo, lo más probable es que se trate de la carta a los efesios, de carácter circular, que pasaría antes por Laodicea, y proveniente de allí la recibirían los de Colosas. El nombre de Arquipo, mencionado en el v.17, aparece también en Flm_1:2, y probablemente se trata de un hijo de Filemón. No es claro cuál es ese ministerio (???????? ) de que estaba encargado Arquipo. Parece que debía ser algo más que el de simple diácono (cf. Hec_3:1-6). Suponen muchos que fuese Arquipo el encargado de la comunidad de Colosas en ausencia de Epafras; pero hemos de confesar que no tenemos datos que nos permitan formar un juicio seguro.

Bendición final,Hec_4:18.
18 El saludo es de mi mano, Pablo, Acordaos de mis cadenas. La gracia sea con vosotros.

Hasta aquí Pablo había dictado su carta, como de costumbre (cf. Rom_16:22). Ahora va a poner algo de su puño y letra, que era como la garantía de la autenticidad de la carta, igual que hacemos nosotros con la firma a mano, al final de una carta escrita a máquina (cf. 1Co_16:21; Gal_6:11; 2Te_3:17).
La frase acordaos de mis cadenas, condensando ante los colosenses sus sentimientos de ese momento, no puede estar mejor escogida. Vale por toda una larga exhortación. Luego, la acostumbrada despedida o bendición final, augurando a los destinatarios la gracia (????? ), término en que resume cuantos favores y beneficios concede Dios a las almas en su amistad (cf. Rom_1:7).

274 Cf. Herod., Hist. 7:30; jenof., Anab. 1:2. 275 Cf. Estrabón, Geogr. 12:8; Plinio, Hist. Nat. 5:41 276 Cf. Ñ. Âåíïéô, art. Paul (Ep. aux Coloss): Dict. Bibl-Suppl., vol. 7, col. 157-170; E. Percy, Die Probleme der Kol. und Eph. Briefe (Lund 1946); G. Bornkamm, Die Ç uresis des Kol: Theol. Literaturz. (1948) 11-20. 277 Cf. S. Zedda, // carattere gnóstico e giudaico dell'errore colossese nella luce dei manos-critti del Mar Morto: Riv. Bibl. 5 (1957) 31-56; K. G. Kuhn, Der Epheserbrief im Uchte der Qumrantexte: New Test. Stud. 7 (1960-61) 334-346. 278 Cf. Jos., Antiq. 12, 3:4; Cíe., Pro Placeo, 28, 68. 279 Cf. L. Cerfaux, El cristiano en San Pablo (Bilbao 1965) p.40O-2 y 422. 280 Hablando en general, podemos definir el gnosticismo como un esfuerzo del pensamiento humano por dar una explicación filosófica a las verdades de la religión. Decían que la gnosis debía sustituir a la fe, que da a veces soluciones demasiado simplistas. Partían los gnósticos de este principio: una idea muy elevada de Dios, al que solían designar con los términos de Abismo o gran Silencio, y una idea muy baja de la materia, concebida como algo en sí malo, que inducía al hombre a alejarse de Dios. ¿De dónde había procedido la materia? No es posible que del Dios trascendente y bueno. Por eso, a fin de dar una explicación, suponían, entre Dios y la materia, una serie de seres intermediarios o eones, de los que los primeros emanaron directamente de Dios, y de ésos, otros, y así sucesivamente, cada vez menos perfectos. La serie total de esos eones formaba el pleroma divino. En un determinado momento de la serie, uno de esos eones prevaricó y fue excluido del pleroma de Dios, produciendo él a su vez nueva serie de eones, malos como él e inferiores a los eones de la otra serie. Este eón prevaricador, al que los gnósticos suelen designar con el término de Demiurgo, habría sido el que creó el mundo material y al hombre, y se correspondería con el Dios de los judíos, de que se habla en el Antiguo Testamento. Sin embargo, para los gnósticos el hombre no es enteramente malo. Un eón de la primera serie habría colocado en la materia un germen divino, que se halla en ella prisionero y perseguido por el Demiurgo. 281 Gf. L. cerfaux, Jesucristo en S. Pablo (Bilbao 1963) 337. 282 Cf. O. everling, Die paulinische Angelologie und Damonologie (Gottingen 1888); B. rey, Creados en Cristo Jesús (Madrid 1968) 102-109; G. B. cairo, Principalities and Sabemos que para muchos críticos modernos resulta desfasado seguir creyendo en el mundo de los ángeles y de los demonios. Sin embargo, como muy bien dice Schlier: Es un hecho que el Nuevo Testamento afirma la existencia de potencias demoníacas. Hay variedad de nombres: principados, dominaciones, espíritus, demonios., nombres más bien simbólicos, y presentados siempre como subordinados a Satán, que a su vez aparece también con diversos nombres y sobrenombres. Es una como potencia satánica única, perp difusa, que los autores bíblicos presentan como residiendo en los cielos, es decir, más allá de las fronteras del dominio del hombre, sobre el que hacen a veces irrupción para volver luego a sus dominios en el espacio. Su acción sobre los hombres es la propia de una voluntad inteligente, con libertad para tomar decisiones de carácter personal (cf. H. Schlier, Essais sur le Nouveau Testament [París 1968] p.173). En el mismo sentido se expresa O. Cull-Mann, art. autoridades: Vocab. Bibl. de von Allmenn, p.39-43. 283 En este sentido encontramos usado frecuentemente el plural ???????? para designar, por ejemplo, las letras del alfabeto, en cuanto primeros elementos constitutivos de sílabas y palabras. También se usa para designar los primeros elementos de la materia (agua, tierra, fuego, aire, según los antiguos) de que se componía el mundo visible (cf. 2 Pe 3, ??? ? ), ? los primeros elementos de una ciencia, tales como los puntos y líneas en geometría, los nombres y verbos en gramática, las ideas fundamentales en lógica, etc. (cf. Heb Si12)· 284 cf. G. Delling, art. ???????? : Theol. Wort. zum N.T., VII, p.óyo-Sy; J. Huby, Stoicheia dans Bardesane et dans Sí. Paul: Bibl. 15 (1934) 365-368; A. W. Cramer, Stoicheia tou kosmou (Nienvvkoop 1961); A. J. Bandstra, The Law and the elements of the World (Kampen 1964). 285 io es fácil saber si Pablo reproduce, aunque sea con variantes, un himno ya existente, o es todo obra suya en el momento de escribir la carta, habiendo buscado cierto ritmo y divisiones con ese estilo característico de los himnos. Muchos críticos se inclinan a lo primero. Algunos, como R. Bultmann y E. Kásemann, van todavía más lejos y hablan concretamente de un himno precristiano que desarrollaba el mito del Urmensch, y habría sido adaptado a la liturgia cristiana ya antes de la carta de Pablo, añadiendo en especial los incisos: . que es la Iglesia (v.18) y . por la sangre de su cruz (v.20). Son hipótesis fundadas en consideraciones que distan mucho de ser convincentes. Sobre este himno, cf. ch. Masson, L'hymne christologique de l'Epítre aux Col.: Rev. de Theol. et Phil. 36 (1949) 138-142; J. M. Robinson, A Formal Analysis of Colossians 1:15-20: Journ. Bibl. Liter. 76 (1957) 270-287; C. De Villapadierna, Cristo, principio y fin del cosmos: Natur. y Gracia 5 (1958) 169-186; S. Lyonnet, L'hymne christologique de l'Epítre aux Col. et la fete juive du Nouvel An: Rech. Se. Relig. 48 (1960) 93-100; L. Cerfaux, Jesucristo en S. Pablo (Bilbao 1963) 330-333; N. Kehi , Der Christushymnus im Kolosserbrief (Stutt-gart 1967); J. T. sanders, The New Testament Christological Hymns (Cambridge 1971). 286 Entre los textos citados por Dupont, señalamos éste: Comenzaré mi discurso por una invocación a Dios., quien, siendo uno, es todas las cosas y, siendo todas las cosas, es uno; pues el pleroma de todas las cosas es uno y está en uno, sin que por eso el uno se desdoble, sino que ambos permanecen uno. Es necesario que todo sea uno, si es que existe un Uno; ahora bien, existe de hecho y no deja nunca de ser uno, para que no se desintegre el pleroma (Corp. Herm., tract. XVI, 3). Vemos claramente, en este pasaje hermético, que el Universo es considerado como una totalidad, pero no en sentido pluralístico y multitudinario, sino en sentido de una unidad cerrada o pleroma. Añade Dupont que esta terminología está estrechamente unida a las concepciones estoicas según las cuales el cosmos, pluralidad y unidad al mismo tiempo, es la totalidad de las cosas penetrada por un principio divino. Lleno del principio divino que lo unifica, el cosmos no es ya simple pluralidad, sino que se convierte en un pleroma; y, viceversa, Dios es igualmente un pleroma, porque, en su unidad, contiene todas las cosas (p-459)· De entre los textos de autores estoicos citados por Dupont, señalamos éste de Séneca: Quocumque te flexeris, ibi illum (Deum) videbis occurrentem tibi; nihil ab illo vacat, opus suum ipse tmpíet. Nec natura sine Deo est, nec Deus sine natura, sed ídem est utrumque (Benef. IV, 8:2). Cf. J. Dupont, Gnost's. Le connaissance religieuse dans les Epíties de S. Paul (Louvain-París 1949) 420-493. Otros estudios sobre pleroma: J. M. A. Vallisoleto, Christz pleroma juxta Pauli conceptionem: Verb. Dom. 14 (1934) 4955; J. M. González Ruiz, Función plero-mática de la Iglesia según S. Pablo: XIII Semana Bíbl. española (1953) 71-109; ?· ??????, Corps, tete et plerome dans les építres de la captivité: Rev. Bibl. 63 (1956) I-44í A. Feuillet, L'église plerome du Christ d'aprés Eph. 1:23: Nouv. Theol. 78 (1956) óoóss; L. Cerfaux, Jesucristo en San Pablo (Bilbao 1963) 354-357- 287 La expresión Hijo de su amor es un hebraísmo, que equivale a Hijo amado·, fórmula mucho más corriente (cf. Me 1:11; 9:7; Lev_20:13). 288 Cf. K. G. Kuhn, Die in Palastina gefundenen hebraischen Texte und das Neue Testament: Zeitschrift für Th. und Kirche n (1950) 192-211. 289 Cf. L. Cerfaux, Jesucristo en San Pablo (Bilbao 1963) p.359-364. 290 Cuando dice San Pablo que todo ha sido creado en El (v.16), es decir, en Cristo, ¿qué quiere significar? Hay autores que ven ahí una alusión a la causalidad ejemplar de Cristo, en el sentido de que todas las cosas creadas, antes que en la realidad, tuvieron existencia en el Verbo, como la tiene un palacio, antes de ser construido, en la mente del arquitecto. Sin embargo, no consta que esa doctrina ejemplariza, tan cara a la filosofía platónica, esté en el pensamiento del Apóstol. Más bien parece que la expresión en El, equivalente prácticamente de subsiste en El del v.17, significa que Cristo es centro de unidad y cohesión de todas las cosas creadas, que están como suspendidas ontológicamente de El. Ya no se trata de la creación (v.16), sino de la conservación, que es relación permanente. En realidad vendría a ser la misma idea de recapitulación de Efe_1:10. En cuanto a la expresión por El (?? ' ????? ), también es discutida su interpretación. Para algunos autores se trataría de causalidad eficiente primaria, que compete a Cristo como Dios, sin que se incluya para nada la idea de instrumentalidad o mediación. Sin embargo, hemos de reconocer que la preposición ??? , aunque pueda tener ese valor (cf. Rom_11:36; 1Co_1:9), suele indicar mediación, es decir, algo intermedio a través del cual obra otro agente primario (cf. Rom_15:18; Gal_3:19; Tit_3:5). Creemos que también aquí puede retener ese sentido; no en cuanto que Cristo sea causa instrumental de la creación en sentido estricto, cosa incompatible con su condición de verdadero Dios, afirmada claramente en otros lugares, sino en cuanto que obra como agente que recibe del Padre toda su actividad, lo mismo que todo su ser, pudiendo ser considerado, según nuestra manera humana de ver, como algo intermedio entre las cosas creadas y el Padre, a quien la Escritura desLna como fuente o principio primero en la obra de la creación (cf. 1Co_8:6; Heb_1:2).Por lo que respecta a la expresión para El, no parece ofrecer duda su sentido: Cristo es considerado como causa final de la creación. Esto en otros lugares suele decirse del Padre (cf. Rom_11:36; 1Co_8:6; Efe_1:14); pero no hay que olvidar que Cristo y el Padre están íntimamente compenetrados (cf. Jua_5:19; Jua_14:10). Es siempre la misma idea, aunque bajo aspectos diversos. Si Dios Padre, principio y fuente primera de todo, es considerado como culminación y fin supremo en el reino escatológico (cf. 1Co_15:28), eso no excluye que también Jesucristo, con especial relación al mundo creado en virtud de la encarnación, sea considerado como fin de la creación. Toda la creación, que ahora gime y sufre dolores de parto (Rom_8:22), camin hacia el Cristo eterno y glorioso, al que formarán corona sus elegidos (cf. 2Te_1:10). 291 S. Ign., Epíst. ad Smyrn. 6:1. 292 Nada decimos de otra opinión, muy del gusto de algunos autores modernos, para quienes la expresión tribulaciones de Cristo aludiría, no a los padecimientos de Cristo, sino a los padecimientos de Pablo soportados a semejanza e imitación de Cristo. El genitivo de Cristo sería un genitivo de semejanza o, como algunos gustan de llamarle, genitivo místico, dado que el cristiano, según la concepción de San Pablo, es una reproducción mística del Cristo físico. Cf. J. M. González Ruiz, Lo que falta a las tribulaciones de Cristo: Anthologica Annua II (Roma 1954) 179-206. 292* cf. S. Lyonnet, L'építre aux Colossieus (Col_2:18) et les mysteres d'ApollonClarien: Bibl. 43 (1962) 417-435. 293 Cf. De vir. ill. ? : Legunt quídam et ad Laodicenses, sed ab ómnibus exploditur.

Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)



CAPÍTULO 4

f) Los amos (4,1).

1 Amos, proporcionad a los esclavos lo justo y lo equitativo, teniendo en cuenta que también vosotros tenéis un amo en el cielo.

También el amo tiene obligaciones para con el esclavo; tiene que cuidarse de su bienestar corporal y psíquico. De ello tendrá que dar cuenta ante el divino juez. Esta exhortación doméstica del Apóstol sobrepasa con mucho a las que proponían los antiguos moralistas. El Evangelio tiene consecuencias para toda la vida, aunque deje en vigor las ordenaciones naturales.

7. ADVERTENCIAS FINALES (4/02-06).

a) La oración y la súplica (4,2-4).

2 Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias.

Pablo es un hombre que ora (1,3.9), y quiere que también lo sean los miembros de la comunidad cristiana. «No dejéis nunca de orar», (1Th_5:17). «Con toda clase de oraciones y súplicas, orad en toda ocasión en el Espíritu y velad unánimemente con toda constancia y súplica por todo el pueblo santo» (Eph_6:18). La constante oración de la comunidad cristiana es expresión de su vigilancia, que espera el próximo «día malo» (Eph_6:13), en el que el poder de Satán se concentrará contra los elegidos del Señor (cf. 2Th_2:3-12); pero esta vigilancia aguarda también el día de la salvación, en que ha de volver el Señor para liberar a su comunidad y entregarlo todo al Padre 51. Por esta causa los cristianos viven «aguardando la bienaventurada esperanza, o sea, la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro Cristo Jesús» (Tit_2:13). Por eso, no pueden dormir como los demás, antes bien tienen que estar en vela y ser sobrios (1Th_5:6), porque el día del Señor vendrá como el ladrón durante la noche. Por eso, la oración de la comunidad cristiana es ante todo una oración que implora que el Señor venga pronto: «Señor nuestro, ven» (1Co_16:22). Precisamente porque la oración cristiana anticipa lo que ha de suceder, debe siempre estar unida con la acción de gracias. El cristiano no sólo da gracias por la salvación ya otorgada (1Co_1:12-14), sino también porque Dios le hace conocer lo que ha de ocurrir: la victoria del Señor y la salvación definitiva. El lugar preferido para esta acción de gracias es la celebración de la eucaristía.

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51.Cf. 1Th_1:10; 1Th_4:13-19; 1Ch_15:28; 1Ch_15:51-53; Phi_3:20 s; Col_3:4; 1Ti_6:14 s.

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3 Rogad al mismo tiempo por nosotros, para que Dios nos abra una puerta a la palabra, y así poder anunciar el misterio de Cristo -misterio por cuya causa estoy en cadenas-, 4 y para que yo lo manifieste predicando como es mi deber.

Como el Apóstol ruega a Dios por su comunidad (1Ti_1:3b), así «ayudadnos vosotros también con vuestras oraciones» (2Co_1:11), especialmente ahora, cuando Pablo está en la cárcel. Aunque esté en la prisión, no se resigna a la inactividad. En cualquier situación de su vida procura, en la medida de lo posible, anunciar el misterio de Cristo, que no es sino «el misterio del Evangelio» (Eph_6:19). Pablo considera que ésta es la mayor obligación que le ha impuesto el Señor. «Quiero que sepáis, hermanos, que mis asuntos han resultado más bien un progreso del Evangelio, hasta tal punto, que en todo el pretorio y entre todos los demás se ha hecho patente que mis cadenas son por Cristo, y la mayor parte de los hermanos, cobrando confianza en el Señor a causa de mis cadenas, han redoblado su audacia para predicar sin miedo, la palabra de Dios» (Phi_1:12-14). Pero el misionero necesita para este fin las súplicas de la comunidad cristiana.

b) La conducta con los de fuera (Phi_4:5-6).

5 Caminad con sabia discreción por lo que respecta a los de fuera, aprovechando el tiempo.

Las comunidades cristianas que Pablo y sus colaboradores han fundado, viven en un ambiente pagano, «en medio de una generación desviada y pervertida», en la que deben resplandecer «como antorchas en el mundo» (Phi_2:15). La mirada de los paganos se dirige a los cristianos con recelo y con ánimo de criticar. La reforma de su vida tiene que ser tal, que actúe como una predicación conmovedora y sobre todo tiene que abrirse al mensaje de salvación de Cristo como una delicada invitación. Jesús ha ordenado a sus discípulos: «Alumbre así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos» (Mat_5:16). Y Pedro advierte a los cristianos: «Estad siempre dispuestos a responder a cualquiera... con mansedumbre y respeto, como quien tiene buena conciencia. Así los que difaman vuestra conducta en Cristo, quedarán confundidos» (1Pe_3:15 s). La reforma de vida del cristiano tiene que actuar en sentido misionero.

Además, es preciso aprovechar el tiempo. «El tiempo» sólo es un breve plazo, que termina con la parusía del Señor. La misión, que es la tarea más importante de este tiempo, no puede ser privada de su éxito por la conducta pecaminosa de la comunidad cristiana. Cada uno de los momentos de este tiempo es valioso y tiene que ser aprovechado para el Evangelio.

6 Que vuestra palabra sea siempre amable, sazonada con sal, sabiendo cómo tenéis que dirigiros a cada uno en particular.

«Vuestra palabra» es la palabra misionera. En primer lugar es una palabra anunciadora de salvación y sólo en segundo lugar es judicial (cf. también Mar_1:15). Por eso ha de ser «amable». La expresión griega, que hemos traducido por «amable» es en khariti. Kharis, significa también «gracia». El Evangelio es un mensaje de la gracia de Dios. Pero la palabra misionera también tiene que estar sazonada con sal: tiene que ser una palabra en que haya penetrado la fuerza y el aroma del Evangelio, con el que puede curarse la corrupción del mundo. Una palabra halagadora, no puede ser una palabra misionera. «Mi palabra y mi predicación no consistían en hábiles discursos de sabiduría, sino en demostración de espíritu y de poder; de suerte que vuestra fe se base, no en sabiduría de hombres, sino en el poder de Dios» (1Co_2:4 s).

Muchas personas con quienes se encuentra el cristiano, buscan sinceramente la verdad, y esperan del Evangelio y de la Iglesia una respuesta a sus preguntas. Sólo si la respuesta que da el cristiano es «amable y sazonada con sal», como es propio de la palabra de Dios, convencerá al que inquiere y pregunta.

Así concluye el Apóstol sus exhortaciones a los colosenses.

CONCLUSIÓN 4,7-18

1. TIQUICO Y ONéSIMO INFORMARAN (4/07-09).

7 De todo lo referente a mí os informarán Tíquico, el querido hermano y servidor fiel y consiervo en el Señor.

Ahora Pablo pasa a hablar de su situación personal. Porque la situación espiritual de los colosenses es mucho más importante para él, que es un auténtico Apóstol de Jesucristo. Sin embargo, el estado actual del Apóstol no carece de importancia para la comunidad de Colosas, pues también es una lucha por los fieles.

Tíquico, quizá natural de éfeso (cf. Act_20:4; 2Ti_4:12), juntamente con otros, había acompañado a Pablo en su último viaje a Jerusalén, quizá para entregar conjuntamente con el Apóstol la colecta de los etnicocristianos a la comunidad primitiva, como delegado de una comunidad. Ahora Tíquico regresa al Asia Menor y va a Colosas con noticias del Apóstol. Pablo le llama «querido hermano», ya que todos los cristianos entre sí son hermanos en Cristo; le llama también «servidor fiel», que está al servicio del Señor, y en él se ha acreditado; y, finalmente, «consiervo en el Señor», que como épafras (2Ti_1:7) está dedicado a la evangelización, por lo cual es compañero del Apóstol. La fe común y la tarea común en el servicio del Señor crean una estrecha solidaridad fraterna.

8 Os lo envío para eso mismo, para que sepáis nuestros asuntos y para que conforte nuestros corazones.

Los informes de Tíquico sobre la situación del Apóstol deben confortar los corazones de los colosenses. Así puede decirlo Pablo con la firme confianza de que los colosenses, por medio de los informes sobre el estado de Pablo, serán confortados en la fidelidad a él y, por tanto, también al Evangelio, lo cual por otra parte los corroborará de nuevo contra la herejía.

9 Juntamente os envío con él a Onésimo, el fiel y querido hermano, que es uno de vosotros. Ellos os pondrán al corriente de todo lo que pasa por aquí.

Onésimo es el esclavo que se había evadido de Filemón, y había recurrido a Pablo (cf. la carta a Filemón). El Apóstol le llama su «fiel y querido hermano»; para él, Onésimo no es un esclavo. Parece que los colosenses lo conocen («es uno de vosotros»). Ahora Pablo se lo envía juntamente con Tíquico para informarlos por medio de ambos sobre su situación en el cautiverio, lo cual no es solamente una prueba de la gran confianza que Pablo tiene en Onésimo. Es una acción ejemplar, que puede hacer que los colosenses caigan en la cuenta de que todos los bautizados son hermanos en Cristo y de que, por el bautismo, las antiguas diferencias de condición social han perdido su importancia.

2. LOS QUE SALUDAN JUNTAMENTE CON PABLO (4/10-14).

Ahora Pablo da los saludos que concluyen su carta. Antes de saludar personalmente a los colosenses, nombra a los que saludan juntamente con él, y encarga a los colosenses que saluden a personas conocidas (4,10-15). Los seis que saludan juntamente con Pablo son sin excepción colaboradores en la apostólica obra misionera. Estas listas de saludos en las cartas de Pablo (cf. particularmente Rom 16) tienen un sentido profundo: en ellas se muestra la conciencia de una solidaridad fraterna y cordial, que llena y debe llenar las comunidades cristianas, pero también se muestra la conciencia de la gran responsabilidad de todos por todos.

10 Os saluda Aristarco, mi compañero de prisión, y Marcos, el primo de Bernabé, sobre el cual habéis recibido instrucciones; así, que, si va por ahí, acogedlo, 11 y Jesús, que también se llama Justo. éstos son los únicos de la circuncisión que han trabajado conmigo por el reino de Dios, constituyendo para mí un verdadero consuelo.

Aristarco es un macedonio (Act_19:29) de Tesalónica (Act_27:2), que comparte voluntariamente la cautividad de Pablo. Marcos, un jerosolimitano, acompañó a Pablo y a Bernabé en su primer viaje misional, pero por el camino se separó de los dos, lo cual condujo a una desavenencia temporal con Pablo (cf. Act_13:5.13; Act_15:37-39). Ahora Pablo lo recomienda a los colosenses, a quienes se dirige para cumplir algunos encargos. Finalmente, hay todavía un tal Jesús, que por lo demás nos es desconocido, y a quien llaman Justo.

Marcos y Jesús Justo son actualmente los únicos colaboradores del Apóstol en la obra misional (cf. también Phm_1:24) que proceden del judaísmo. Cuando a Pablo le eran suscitadas muchas dificultades por parte de los judeocristianos 52, los dos judeocristianos Marcos y Jesús Justo apoyaron su actividad misionera. Para Pablo constituyen «un verdadero consuelo», no solamente en su presente situación personal, sino porque ellos manteniéndose fieles al Apóstol, cuidan de que haya paz y concordia en la Iglesia. No buscan sus propios intereses, sino los de Jesucristo (cf. Phi_2:21).

12 Os saluda épafras, vuestro paisano, siervo de Cristo Jesús, que siempre está luchando por vosotros en las oraciones, para que permanezcáis perfectos y cabales en toda voluntad de Dios. 13 Pues yo declaro en su favor que se toma mucho trabajo por vosotros y por los de Laodicea y los de Hierápolis.

épafras ha instruido a los colosenses en el Evangelio (Phi_1:7) y ha puesto al Apóstol en antecedentes sobre la situación de la comunidad (Phi_1:8). Como fiel «siervo de Cristo» comparte con Pablo la gran solicitud misionera por los colosenses y en sus oraciones lucha juntamente con él (Phi_1:9.29) por conseguir el provecho espiritual de aquéllos. El objetivo de épafras es el mismo que el del Apóstol: lograr que los colosenses sean perfectos cristianos (cf. 1,28). Para este fin han de ser «perfectos y cabales en toda voluntad de Dios». Eso no solamente se refiere a su vida moral, sino al conocimiento de la voluntad salvífica de Dios, a las grandes cosas que Dios se propone hacer con ellos (cf. 1,9; Eph_1:9).

Pero la solicitud de épafras también se dirige a las comunidades cristianas de Laodicea y de Hierápolis. Se puede decir que sufre por ellas, como Pablo puede testificar de él. Es posible que, en las comunidades, épafras haya encontrado dificultades, quizá por parte de los herejes. El Apóstol le justifica ante las comunidades con estas referencias a su conducta verdaderamente pastoral, que le acredita como misionero de los más acendrados sentimientos. Así es como Pablo aboga por su colaborador.

...............

59.Cf. por ejemplo 2Co_11:21 ss; Gál 1.7.

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14 Os saludan Lucas, el médico querido, y Demas.

Lucas, el evangelista y autor de los Hechos de los apóstoles, había acompañado al Apóstol en su último viaje a Jerusalén y más tarde a Roma (Act_21:1 s; Act_27:1 ss). Probablemente también había compartido la cautividad de Pablo en Cesarea. Era médico de profesión, y también asistía médicamente al Apóstol, que no era de complexión fuerte. De este modo puso Lucas todas sus dotes al servicio del Evangelio. De Demas no tenemos datos, pero lo debían conocer los colosenses.

Por medio de todos estos que saludan juntamente con Pablo, existe y se forma un lazo de cordial fraternidad entre las comunidades y los misioneros, según requiere la índole de la Iglesia.

3. SALUDO A LOS HERMANOS Y HERMANAS, Y ÚLTIMOS ENCARGOS (4/15-18).

15 Saludad a los hermanos de Laodicea, y a Ninfas y a la Iglesia que se reúne en su casa.

Ahora siguen los saludos que encarga Pablo, en primer lugar a la comunidad de Laodicea. A continuación sigue un nombre, que puede designar a un hombre o a una mujer; probablemente se hace referencia a un matrimonio, en cuya casa la comunidad cristiana o una parte de ella se reunía para los actos de culto. Para ello se requería ánimo, amor y desinterés, en lo que se denota la conciencia de responsabilidad por los hermanos y las hermanas que viven en la misma comunidad.

16 Y cuando se haya leído entre vosotros esta carta, haced que se lea también en la Iglesia de los laodicenses, y vosotros leed también la de Laodicea.

Pablo aún les da una orden importante: los colosenses han de cuidar de que la carta que Pablo les ha dirigido, se lea también en la comunidad de Laodicea, y de que la carta de Pablo (que pronto se perdió) a los laodicenses se lea también en Colosas. Así, pues, el Apóstol considera sus cartas no como correspondencia particular sino oficial, que no solamente se refiere a una comunidad. Las cuestiones de que Pablo trata en estas cartas, surgen siempre de nuevo de una u otra forma, y las respuestas del Apóstol a estas cuestiones sirven de norma para todos los tiempos. Sus advertencias apostólicas tienen validez imperecedera.

El lugar de la lectura de sus cartas era evidentemente la asamblea litúrgica de la comunidad. Esta circunstancia hizo que se impusiera el carácter oficial de sus cartas, lo que pronto condujo a que fueran coleccionadas en distintas comunidades y que paulatinamente alcanzaran una categoría similar a los que tenían los escritos del Antiguo Testamento, que de ordinario eran leídos y expuestos en los actos de culto. Así fue como las cartas de Pablo, junto con los Evangelios, pasaron a ser, en la Iglesia, Sagrada Escritura.

Las cartas de Pablo también son Sagrada Escritura para nosotros, a quienes todavía se nos lee en los actos de culto lo que el Apóstol escribió en otro tiempo a los colosenses. En las cartas de Pablo nos habla el mismo Espíritu de Dios, que guió al Apóstol en la redacción de sus cartas.

17 Y decid a Arquipo: Atiende a la misión de servicio que recibiste en el Señor, y procura cumplirla.

No sabemos quién era Arquipo ni qué «misión de servicio» tenía que cumplir. Pero por esta advertencia del Apóstol sabemos que cualquier «misión de servicio» en la Iglesia es «recibida en el Señor», es decir que está respaldada por el mismo Cristo, que es quien confiere todas las misiones y cargos en la Iglesia (cf. Eph_4:11-16), y ante quien tienen que justificarse dichas misiones y cargos. Por eso, Arquipo y todos los que tienen una misión de servicio en la comunidad cristiana han de cumplirla cabalmente.

4. SALUDO MANUSCRITO DEL APÓSTOL (Eph_4:18a).

18 El saludo va de mi puño y letra: Pablo. Acordaos de mis cadenas.

Como en otras cartas 53, Pablo añade en la carta a los colosenses un saludo escrito de su puño y letra, mientras que el texto restante fue escrito por un secretario. La comunidad ha de ver los rasgos de su propia escritura y reconocer en ellos una señal muy personal de la unión íntima de Pablo con la comunidad. Su último ruego: Acordaos de mis cadenas, debe recordar una vez más los padecimientos que Pablo soporta por el Evangelio. Mediante sus cadenas, el Apóstol, en último término, permanece vinculado a sus comunidades, y éstas quedan vinculadas al Apóstol, cuando le recuerdan. Cuando después se recuerde en la Iglesia a todos los que están en cadenas, se seguirá cumpliendo el último ruego del Apóstol a los colosenses.

...............

53.Cf. 2Th_3:17; 1Co_16:21; Gal_6:11.

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5. BENDICIÓN (Gal_4:18b).

18b La gracia sea con vosotros.

La bendición, a pesar de su brevedad, nombra de una forma muy concisa lo que es decisivo: la gracia de Dios, sin la cual no puede subsistir la comunidad cristiana. La palabra «gracia» en labios del Apóstol tiene un gran significado: Bendición, ayuda y toda salvación, que Dios otorga a su comunidad en Jesucristo, tanto a los colosenses como a los cristianos de nuestro tiempo.



Comentario de Santo Toms de Aquino

Capítulo 4 Lección 1: Colossenses 4,1-17
Les manda San Pablo que rueguen por él, quiere que los de la iglesia de Laodicea lean esta carta y termina, según su costumbre, sellándola con la gracia de CristoTraducción:2 Perseverad en la oración, velando en ella y acompañándola con acciones de gracias;3 orando juntamente por nosotros, para que Dios nos abra la puerta de la predicación, a fin de anunciar el misterio de Cristo (por cuya causa estoy todavía preso),4 y para que yo le manifieste de la manera con que debo hablar de. El.5 Portaos sabiamente con aquellos que están fuera de la Iglesia, resarciendo el tiempo perdido.6 Vuestra conversación sea siempre con agrado, sazonada con la sal de la discreción, de suerte que acertéis a responder a cada uno como conviene.7 De todas mis cosas os informará Tíquico, mi carísimo hermano, y fiel ministro, y consiervo en el Señor,8 al cual he enviado a vosotros expresamente para que se informe de vuestras cosas, y consuele vuestros corazones,9 juntamente con Onésimo, mi muy amado y fiel hermano, el cual es vuestro compatriota. Estos os contarán todo lo que aquí pasa.10 Salúdaos Aristarco, mi compañero en la pñsión,y-Marcos, primo de Bernabé, acerca del cual os tengo ya hechos mis encargos; si fuere a vosotros recibidle bien; os saluda también Jesús, por sobrenombre Justo: éstos son de los circuncisos, y ellos son los que me ayudan a anunciar el reino de Dios, y me han servido de consuelo.12 Salúdaos Epafras, el cual es de los vuestros, siervo fiel de Jesucristo, siempre solícito en rogar por vosotros en sus oraciones, para que seáis perfectos, y conozcáis bien todo lo que Dios quiere.13 Pues yo soy testigo de lo mucho que se afana por vosotros, y por los de Laodicea y de Hierápolis.14 Salúdaos el muy amado Lucas, médico, y también De-mas.15 Saludad vosotros a los hermanos de, Laodicea, y a Nim-fas, y a la iglesia que tiene en su casa.16 Leída que sea esta carta entre vosotros, haced que lo sea también en la iglesia de Laodicea; como el que vosotros asimismo leáis la de los laodicenses.17 Finalmente decid a Arquipo: considera bien el ministerio que has recibido en nombre del Señor, a fin de desempeñar todos sus cargos.18 La salutación va de mi propia mano. Pablo. Acordaos de mis cadenas. La gracia sea con vosotros. Amén.Arriba dio especiales enseñanzas para cada estado; aquí para todos pero a visos diferentes; y muestra respectivamente cómo han de portarse ellos con otros, mayormente infieles, y otros con ellos, y para con él, su apóstol y prelado. Cuanto a lo primero los incita univer-salmente a orar y a que oren por él. La oración ha de tener 3 cualidades: que sea asidua, agradecida, vigilante, a) Asidua, como dice: "insistid en la oración", esto es, orad con perseverancia (I Ts. V; Lc. 18). b) Vigilante, para que el alma no se sienta oprimida; como Jesucristo que "pasó toda la noche haciendo oración a Dios" (Lc. 6, 12); 1Pe 4) c) Agradecida, esto es, en hacimiento de gracias; de otra suerte no merece se le hagan nuevos beneficios, si fuese ingrato a ios recibidos. De donde: "en hacimiento de gracias" (Fil. 4; I Ts. V).Por consiguiente, les ruega pidan por él: "orando juntamente por nosotros" por ser cosa debida *que los subditos oren por los prelados, ya que ellos los guardan y el bien de ellos es común a todos (II Ts. 3). Y esto "para que Dios nos abra la puerta", esto es, la boca, por donde sale la palabra del corazón, y que Dios dé gracia de anunciar dignamente su 'palabra. También con la operación algo grande se significa (Mt. V). Por eso añade: "a fin de anunciar". - "El espíritu es el que habla cosas misteriosas" (I Co. 14, 2). También necesito las oraciones, por requerirlo la palabra de Cristo; y padezco tribulaciones. Por eso hay que orar para que pueda hacerlo con libertad (I1Tim 2); y de esta manera "para que abra", esto es, para que manifieste. 3 impedimentos puede tener la palabra: el temor; por eso dice: "por cuya causa estoy todavía preso". Lo subido del discurso, de suerte que los subditos no entiendan cosa; por eso dice: "para que yo le manifieste". Lo desacomodado del tiempo o modo; por eso dice: "como conviene" (I Co. 3; Lc. 12).Por consiguiente, cuando dice: "sabiamente", muestra cómo han de portarse con los extraños en el trato y conversación. Dice pues: "portaos sabiamente con aquellos que están fuera", esto es, los infieles; con sabiduría, esto es, sabiamente; "porque Dios solamente ama al que mora con la sabiduría" (Sb. 7, 28). Y la causa es "resarcir el tiempo perdido". Resarce uno o redime su vejación cuando, para evitarla, renuncia a lo que le toca de derecho. Estos padecían vejaciones de los infieles; por eso quiere que sabiamente renuncien a defenderse de ellas, "ilevando una vida ajustada entre los gentiles". Asimismo les enseña cómo han de hablar: que su palabra sea agradable; de donde dice: "vuestra conversación sea siempre con agrado". - "La palabra dulce vale mucho en un hombre virtuoso" (Sir 6, 5). Que sea discreta: "sazonada con la sa! de la discreción". Por la sal entiéndase la discreción, porque sazonado con elia todo manjar es sabroso; y así toda acción indiscreta es insípida y desordenada (Mt. 9). Y esto "para que acertéis a responder a cada uno como conviene"; pues no se ha de responder del mismo modo a los sabios que a los necios. "No respondas al necio imitando su necedad, para que no te hagas semejante a él" (Pr. 26, 4). "Prontos siempre a dar satisfacción a cualquiera que os pida razón de la esperanza en que vivís" (1Pe 3, 15).Trata luego de lo que otros hacen con ellos: "de mis cosas": sus enviados y los que con él se quedan. Y el legado que les envía es descrito por 3 notas: el amor, "queridísimo hermano", es a saber, por la caridad, que hace a un hombre más precioso que el oro (Is. 13); la fe: "fiel en el ministerio" (I Co. 4); la humildad: "consiervo", a saber, en la ejecución del ministerio; pero "en el Señor"; porque el prelado ha de buscar el provecho de los que tiene a su cargo y de Dios la honra. Y ¿para qué és enviado? Para conocer en qué estado se hallan los subditos (Gn. 37; I S. 17), y para consolarlos. "Tengo muchos deseos de veros, a fin de comunicaros alguna gracia espiritual, con la que seáis fortalecidos" (Ro. I, II), esto es, para al mismo tiempo consolarme con vosotros. Con la misma comisión fue enviado el Señor por el Padre: "para consolar a todos los que lloran" (Is. 61). Asimismo les comunica que ya acompañado de Onésimo: "éstos os contarán todo lo que aquí pasa": lo vuestro para corregirlo, lo mío para ejemplo vuestro.Luego les dice que los saludan los que están con él, y por la carta está bastante claro. "Acerca del cual os tengo ya hechos mis encargos". En Hechos 13 se cuenta que, habiéndose embarcado para Chipre, un cierto Juan Marcos se les agregó, pero de suerte que se apartó y nuevamente se les volvió a ¡untar. Mas Pablo no lo quiso recibir, sí Bernabé, y esto fue causa de que se apartasen uno de otro. Por eso escribió el Apóstol a los Colosenses que no recibiesen a Marcos; pero ahora les escribe que lo reciban, porque ya estaba convertido. A eso se refiere "acerca del cual os tengo hechos mis encargos", o a Bernabé."Y Jesús, por sobrenombre Justo", que era un varón de santa vida y por eso le dicen justo. "Estos son de los circuncisos", enviados a predicar el Evangelio de Cristo. "Mas ¿qué importa? Con tal que de cualquier modo Cristo sea anunciado" (Fil. I, 18). Y así primero pone a los Gentiles, luego a los judíos. "Epafras, que es de los vuestros", porque era de Asia. Y para esto os saludan, "para que seáis perfectos" "y llenos", esto es, de todo lo concerniente al conocimiento de la voluntad de Dios. Asimismo pone a Lucas, que no fue judío de nacimiento, como parece, porque fue Antioqueno, médico de profesión, a quien nombra especialmente, porque gozaba de buena fama en la Iglesia, por el Evangelio que escribió, cuando aún vivía el Apóstol.Dice por último: "saludad"; les indica a quién han de saludar, y primero a los de otra iglesia, luego a los de la suya. De donde consta que escribió otras cartas: ésta que aquí se menciona, de los Laodicenses, y una tercera a los Corintios, porque en la I, V, dice así: "os tengo escrito en una carta: no tratéis con los deshonestos". Si no están en el Canon es por 2 razones: porque no constaba de su autoridad', que acaso estaban adulteradas y habían perecido en las iglesias; o porque su contenido no era diferente del de éstas."Y decid a Arquipo". Era prelado suyo y manda lo amonesten y le digan: "considera bien el ministerio que has recibido, a fin de desempeñar todos sus cargos"(I1Tim 4); que entonces cumple uno con él cuando lleva a efecto el encargo para que lo recibió. Mas parece que no toca al subdito amonestar al prelado (Ex. 19). Digamos que reprender y vituperar sin el debido respeto está prohibido, mas amonestar con caridad puede hacerse, como lo hizo Pablo con Pedro. Pero ¿por qué no le escribió al prelado? Porque a! prelado lo ordenan para servir a la Iglesia, y no al contrario."La salutación va de mi propia mano". Era costumbre del Apóstol hacer que otro escribiese toda la carta; pero al fin ponía algo de su puño y letra, como en II Ts. 3, y aquí, para que no fuesen engañados. Y dice: "acordaos de mis cadenas", porque estaba preso en Roma y porque Santiago dice: "tomad, hermanos, por ejemplo de paciencia en los malos sucesos y desastres a los profetas, que hablaron en el nombre del Señor" (V, 10); y en He. 13, 7: "acordaos de vuestros prelados, los cuales os han predicado la palabra de Dios, cuya fe habéis de ¡mirar, considerando el fin dichoso de su vida". Y concluye deseándoles todo bien: "la gracia de Nuestro Señor Jesucristo", a quien sea la alabanza y !a gloria, ahora y por siempre. Amén.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Saludos Personales e Instrucciones

Pablo finaliza su carta en la forma usual con saludos personales y algunas instrucciones. El párrafo incluye una referencia a los mensajeros que llevarán la carta a Colosas (7-9), y una serie de saludos de sus asociados que estaban relacionados con la iglesia allí (10-14), junto con su propio saludo, breves instrucciones y un saludo final (15-18).

7
Té quico informará a la congregación de la situación personal del Apóstol (nótese el vocabulario similar en Ef. 6:21, 22). El es un hermano amado y colega valioso para Pablo que había brindado un servicio fiel a él, a los colosenses o a Cristo mismo (cf. 1:7 de Epafras). En el Señor podría significar en la obra del Señor, o también ser una refe rencia al hecho de que desarrolla su tarea como uno en el Señor, es decir, como un verdadero cristiano. 8 Pablo está enviando a Tíquico con este fin: dar a los colosenses todas las noticias tocantes al Apóstol, y reafirmar su enseñanza a la congregación con el fin de fortalecerlos (ver sobre 2:2).

9 OneŒsimo, un nativo de Colosas, es el mismo mencionado en la carta a Film. Sobre él, Pablo da también una calurosa recomendación: el fiel y amado hermano. Junto a Tíquico, informará a los colosenses acerca de todo lo que pasa a Pablo. (Para una descripción de las circunstancias de Onésimo, ver el comentario sobre Film.)

10, 11 Tres judíos cristianos envían sus saludos. Aristarco, un nativo de Tesalónica y compañero de viaje de Pablo (Hech. 19:29), prisionero conmigo, lo cual probablemente significa que lit. estaba prisionero con Pablo y no un prisionero de Cristo en un sentido figurado. Marcos, el primo de Bernabé, a quien Pablo se había negado a llevar en el segundo viaje misionero (Hech. 15:36-41) después que los había abandonado en el primer viaje (13:13), se encuentra en términos amigables con Pablo otra vez (cf. 2 Tim. 4:11). La mención a Bernabé sugiere que él era bien conocido allí en Colosas. No tene mos conocimiento de si las instrucciones acerca de Marcos provienen de Pablo o de algún otro (tal como Pedro o Bernabé) ni tampoco si Pablo las está confirmando. Jesús, llamado Justo, es otro descono cido para nosotros. Estos tres son los únicos cristianos judíos que permanecieron fieles como colaboradores de Pablo en el reino de Dios. A menudo en las cartas de Pablo la frase reino de Dios tiene una referencia futura (p. ej. 1 Cor. 6:9, 10; 15:50), pero Rom. 14:17 muestra el lado presente del tema (cf. Col. 1:13) y este es su significado aquí.

12-14 Otros tres, que son gentiles (ver v. 11) envían sus saludos. Epafras se menciona especialmente: Pablo subraya la cercana relación entre su propio ministerio y el de Epafras. Como un nativo de Colosas, él había sido evangelista en su propio pueblo natal (como también en Laodicea y Hierápolis) y había estado ocupado en la misma lucha por el evangelio, como Pablo (2:1; cf. Fil. 1:30). Esto encuentra particular expresión en sus urgentes oraciones por los colosenses para que ellos lit. se afirmen como maduros (toca muy de cerca un tema clave en Colosas), y sean llenos de toda la voluntad de Dios. Esta madurez se define más por ser llenos de toda la voluntad de Dios. Sólo aquí aprendemos que Lucas era un médico. Es principalmente sobre la base de este versículo, que lo separa de los judíos cristianos mencionados en el v. 11, que Lucas es considerado como un cristiano gentil. En 2 Tim. 4:10 se dice que Demas ha dejado a Pablo por este mundo.

15-18 En esta última sección se envían saludos a varias personas. Se les pide a los colosenses que lleven los saludos de Pablo a los hermanos que están en Laodicea, es decir, la iglesia que estaba allí (cf. v. 16). Quizás Pablo quiso cimentar las relaciones entre las dos congregaciones. Ninfa es probablemente una mujer y así la referencia a la iglesia que está en su casa podría ser correcta.16 Este versículo provee importante evidencia para señalar la práctica de leer públicamente las cartas de Pablo y el intercambio de ellas entre las iglesias. Si la llamada herejía colosense estaba amenazando toda el área hubiera sido particularmente útil para la iglesia de Laodicea el saber la respuesta que Pablo envió a Colosas. La carta de Laodicea se encuentra perdida, pero fue presumiblemente escrita por Pablo a esa iglesia. 17 Arquipo era un miembro de la casa de Filemón, quizás el hijo de Filemón y Apia que se dedicó a sí mismo al servicio del evangelio (ver sobre Film. 2). En cuanto al ministerio que debía cuidar no está claro cuál sería éste, pero algunos han señalado que se trata del ministerio de la predicación.

18 Habiendo terminado de dictar, Pablo toma su pluma y agrega un saludo personal de su propia mano. Acordaos de mis prisiones es una apelación a continuar orando, la cual impacta por su bre vedad y sencillez. Luego concluye con su saludo acostumbrado: La gracia sea con vosotros.

Peter T. OBrien

Nuevo Comentario Bíblico San Jerónimo. Nuevo Testamento (Verbo Divino, 2004)



26 (C) Código familiar (3,18-4,1).
Como las listas de vicios y virtudes, el código fami(-)liar es un tipo genérico de exhortación e ins(-)trucción que se puede encontrar en la filosofía helenística popular. El NT lo ha incorporado en varios lugares (Ef 5,22-6,9; 1 Pe 2,13-3,7; Tit 2,1-10; 1 Tim 2,8-15; 6,1-2; véase también 1 Clem 21,6-9; Teología paulina, 82:145), don(-)de se le ha dado una perspectiva ética cristia(-)na. El código refleja las usanzas sociales de la época y no va dirigido a la situación concreta de Colosas. En él se habla a tres pares de per(-)sonajes: esposas y maridos, hijos y padres, y esclavos y amos. Primero se aconseja al miem(-)bro subordinado de cada par que se «someta», y luego se encomienda al otro una responsabi(-)lidad. Todas estas costumbres se han de prac(-)ticar «como pide el Señor» (3,18), «pues esto agrada al Señor» (3,20), «por respeto al Se(-)ñor» (3,22), «sirviendo al Señor» (3,24). W. A. Meeks ve la inclusión de tales códigos en los escritos tardíos del NT como prueba de que la parénesis deuteropaulina estaba interesada en la estructura de los grupos cristianos dentro de una sociedad ordenada, y en la casa como célula básica de la misión paulina (The First Urban Christians [New Haven 1983] 76-77, 106 [trad. esp.: Los primeros cristianos urba(-)nos, Salamanca 1974]).
(Blach, D., «Let Wives Be Submissive» [SBLMS 26, Chicago 1981]. Crouch, J. E., The Origin and Intention of the Colossian Haustafel [FRLANT 109, Go(-)tinga 1972]. Miiller, K., «Die Haustafel des Kolosser-briefes und das antike Frauenthema», Die Frau im Urchristentum [Friburgo 1983] 263-65. Verner, D. C., The Household of God [SBLDS 71, Chicago 1983].)
27 (D) Aplicación y transición (4,2-6). La exhortación final invita a orar y a estar vigilantes. En la transición a los mensajes fi(-)nales, el autor de Col, adoptando la identidad de Pablo, pide oraciones, hace de nuevo refe(-)rencia a su ministerio de exponer el misterio de Cristo y menciona su encarcelamiento (4,3).
28 (VI) Mensajes y conclusión (4,7-18). 7-9. Tíquico y Onésimo son enviados a los co(-)losenses para dar noticias y animar a la comu(-)nidad. 10-14. Se mandan saludos de Aristarco, Marcos el primo de Bernabé, Jesús de sobre(-)nombre Justo, Epafras, Lucas el médico ama(-)do y Dimas. 15-16. Se envían también saludos a Laodicea con la indicación de que ambas Iglesias intercambien las cartas. 17. Se manda un mensaje específico a Arquipo. 18. El autor deuteropaulino concluye con una nota final de autenticidad (cf. Gál 6,11; 2 Tes 2,2; 1 Cor 16,21; --> Cartas del NT, 45:8D). Las semejanzas entre estos mensajes y los del final de Flm su(-)gieren que, en esta sección conclusiva, el autor de Col tal vez imitara esa carta auténtica.

[Traducido por José Pedro Tosaus Abadía]


King James Version (KJVO) (1611)



Chapter IIII.

1 Hee exhorteth them to bee feruent in prayer, 5 to walke wisely toward them that are not yet come to the true knowledge of Christ. 10 Hee saluteth them, and wisheth them all prosperitie.
1 Masters, giue vnto your seruants that which is iust and equall, knowing that yee also haue a Master in heauen.
2 Continue in prayer, and watch in the same with thankesgiuing:
3 Withall, praying also for vs, that God would open vnto vs a doore of vtterance, to speake the mystery of Christ, for which I am also in bonds:
4 That I may make it manifest, as I ought to speake.
5 Walke in wisdome toward them that are without, redeeming the time.
6 Let your speech bee alway with

[Salutations.]

grace, seasoned with salt, that you may know how yee ought to answere euery man.
7 All my state shall Tychicus declare vnto you, who is a beloued brother, and a faithfull minister, and fellow seruant in the Lord:
8 Whom I haue sent vnto you for the same purpose, that hee might know your estate, and comfort your hearts.
9 With Onesimus a faithfull and beloued brother, who is one of you. They shall make knowen vnto you all things which are done here.
10 Aristarchus my fellow prisoner saluteth you, and Marcus sisters sonne to Barnabas, (touching whome yee receiued commandements; if he come vnto you, receiue him:)
11 And Iesus, which is called Iustus, who are of the circumcision. These onely are my fellow workers vnto the kingdome of God, which haue beene a comfort vnto me.
12 Epaphras, who is one of you, a seruant of Christ, saluteth you, alwaies [ Or, striuing.] labouring feruently for you in praiers,

[Effectual faith.]

that ye may stand perfect, and [ Or, filled.] complete in all the will of God.
13 For I beare him record, that hee hath a great zeale for you, and them that are in Laodicea, and them in Hierapolis.
14 Luke the beloued physician, and Demas greet you.
15 Salute the brethren which are in Laodicea, and Nymphas, & the church which is in his house.
16 And when this Epistle is read amongst you, cause that it be read also in the church of the Laodiceans: and that ye likewise reade the Epistle from Laodicea,
17 And say to Archippus, Take heede to the ministerie, which thou hast receiued in the Lord, that thou fulfill it.
18 The salutation by the hand of me Paul. Remember my bonds. Grace be with you. Amen.

Written from Rome to the Colossians, by Tychicus and Onesimus.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Saludos finales. La lista de colaboradores y compañeros, hombres y mujeres, es larga y detallada. Para todos tiene Pablo un recuerdo y una palabra de cariño, de alabanza y de aliento. Hay algo entrañable que los une a todos y los fundamenta en una amistad indestructible: la misión compartida de anunciar el Misterio de Cristo que llevó a cada uno, por diversos caminos, a dar testimonio del Señor, muchos de ellos con su sangre. Y por último, de nuevo la comunión en una misma Palabra de Dios: «Una vez que hayan leído esta carta, hagan que la lean en la comunidad de Laodicea, y ustedes, a su vez lean la carta que ellos recibieron» (16).

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



9. "Onésimo" es el esclavo fugitivo de quien se habla en la Carta a Filemón. 10. "Marcos" es el autor del segundo Evangelio.

14. "Lucas" es el autor del tercer Evangelio.

16. Las Cartas de Pablo debían ser leídas públicamente ( 1Te_5:27), y luego comunicadas a las regiones vecinas. La carta a los cristianos de Loadicea se identifica, sin duda, con la que ahora se denomina "a los Efesios".

Biblia Hispano Americana (Sociedad Bíblica Española, 2014)

— Onésimo: En la carta a Filemón es, junto con el destinatario, el otro protagonista de dicha carta (Flm 1:10; Flm 1:15).

Reina Valera (Sociedades Bíblicas Unidas, 1960)

con Onésimo,e amado y fiel hermano, que es uno de vosotros. Todo lo que acá pasa, os lo harán saber.

e Flm 1:10-12.

Comentario al Nuevo Testamento (EUNSA, 2008)

Esta carta, como la escrita a los efesios, la lleva Tíquico. Con él va Onésimo, el esclavo fugitivo, convertido después a la fe y que San Pablo envía a su amo Filemón (cfr Flm 22,25).


Biblia Textual IV (Sociedad Bíblica Iberoamericana, 1999)

Onésimo...Flm 1:10-12.

iNT-CEVALLOS+ Interlineal Académico Del Nuevo Testamento Por Cevallos, Juan Carlos

[I πάντα I] todas

[I τὰ ὧδε I] las cosas de aquí.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 4.3 Preso: Véase Introducción.

Torres Amat (1825)



[1] Que os tratará como los tratéis a ellos.

[5] Para atraerlos a la fe con vuestra conducta.

Biblia Latinoamericana (San Pablo, 1995)



[=] *Flm 10:1