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Cara a cara os habló Yahvé en la montaña, de en medio del fuego. (Deuteronomio  5, 4) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

פָּנִ֣ים‎(פָּנֶה)

Hebrew|pānˈîm|face

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H6440] [q.bu.ab] [1782a]
[פנה] [GES6365] [BDB7019] [HAL6956]

בְּ‎(בְּ)

Hebrew|bᵊ|in

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[b.ab.aa] [193]
[ב] [GES855] [BDB923] [HAL939]

פָנִ֗ים‎(פָּנֶה)

Hebrew|fānˈîm|face

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H6440] [q.bu.ab] [1782a]
[פנה] [GES6365] [BDB7019] [HAL6956]

דִּבֶּ֨ר‎(דָּבַר)

Hebrew|dibbˌer|speak

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: pi“el


[H1696] [d.ai.aa] [399]
[דבר] [GES1602] [BDB1811] [HAL1822]

יְהוָ֧ה‎(יהוה)

Hebrew|[yᵊhwˈāh]|YHWH

Part-of-speech: proper noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3068] [e.az.ae] [484a]
[יהוה] [GES2969] [BDB3312] [HAL3292]

עִמָּכֶ֛ם‎(עִם)

Hebrew|ʕimmāḵˈem|with

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5973] [p.dj.aa] [1640b]
[עם] [GES5903] [BDB6525] [HAL6448]

בָּ‎(בְּ)

Hebrew|bā|in

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[b.ab.aa] [193]
[ב] [GES855] [BDB923] [HAL939]

‎(הַ)

Hebrew||the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

הָ֖ר‎(הַר)

Hebrew|hˌār|mountain

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H2022] [e.cf.ab] [517a]
[הר] [GES1956] [BDB2186] [HAL2187]

מִ‎(מִן)

Hebrew|mi|from

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4480] [m.cl.aa] [1212]
[מן] [GES4398] [BDB4898] [HAL4822]

תֹּ֥וךְ‎(תָּוֶךְ)

Hebrew|ttˌôḵ|midst

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H8432] [w.aj.ae] [2498]
[תוך] [GES8399] [BDB9245] [HAL9163]

הָ‎(הַ)

Hebrew|hā|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

אֵֽשׁ‎(אֵשׁ)

Hebrew|ʔˈēš|fire

Part-of-speech: noun
Gender: unknown
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H784] [a.gb.aa] [172]
[אש] [GES763] [BDB815] [HAL840]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



5. Recapitulación de la Ley.

El Decálogo (1-22).
1Oye, Israel, las leyes y los mandamientos que hoy voy a hacer resonar en tus oídos; apréndetelos y pon mucho cuidado en guardarlos. 2Yahvé, nuestro Dios, hizo con vosotros una alianza en Horeb. 3No hizo Yahvé esta alianza con nuestros padres; la hizo con nosotros, que hoy vivimos todavía todos. 4Yahvé nos habló cara a cara sobre la montaña en medio del fuego. 5Yo estaba entonces entre Yahvé y vosotros para traeros sus palabras, pues vosotros teníais miedo del fuego, y no subisteis a la cumbre de la montaña. El dijo: 6Yo soy Yahvé, tu Dios, que te ha sacado de la tierra de Egipto, de la casa de la servidumbre. 7No tendrás mas Dios que a mí. 8No te harás imagen esculpida de cuanto hay arriba en los cielos, ni abajo sobre la tierra, ni de cuanto hay en las aguas, más abajo de la tierra. 9No las adorarás ni las darás culto, porque yo, Yahvé, tu Dios, soy tu Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen 10 y hago misericordia por mil (generaciones) a los que me aman y guardan mis mandamientos, 11No tomarás el nombre de Yahvé, tu Dios, en falso, porque Yahvé no dejará impune al que tome en falso su nombre. 12 Guarda el sábado para santificarlo, como te lo ha mandado Yahvé, tu Dios. 13Seis días trabajarás y harás tus obras, 14 pero el séptimo es sábado de Yahvé, tu Dios. No harás en él trabajo alguno ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu buey, ni tu asno, ni ninguna de tus bestias, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que tu siervo y tu sierva descansen como descansas tú. 15 Acuérdate de que siervo fuiste en la tierra de Egipto, y de que Yahvé, tu Dios, te sacó de allí con mano fuerte y brazo tendido; y por eso, Yahvé, tu Dios, te manda guardar el sábado. 16Honra a tu padre y a tu madre, como Yahvé, tu Dios, te lo ha mandado, para que vivas largos años y seas feliz en la tierra que Yahvé, tu Dios, te dará.17No matarás.18No adulterarás.19No robarás. 20No dirás falso testimonio contra tu prójimo. 21No desearás a la mujer de tu prójimo, ni desearás su casa, ni su campo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada de cuanto a tu prójimo pertenece. 22 Estas son las palabras que Yahvé dirigió a toda vuestra comunidad desde la montaña, en medio de fuego, de nube y de tinieblas, con fuerte voz, y no añadió más. Las escribió sobre dos tablas ¿le piedra que él me dio.

En estilo enfático de predicador, el profeta exhorta a Israel a ser fiel a los compromisos del Sinaí-Horeb. Es un pueblo privilegiado, ya que esta alianza es superior a la de sus antepasados los patriarcas1. Moisés supone que subsisten algunos que han sido testigos de las grandiosas escenas de la promulgación de la Ley (v.3). Aunque la mayor parte habían perecido, sin embargo quedaban muchos de la tribu de Leví, y otros que, por haber alcanzado los veinte años de edad cuando se hizo el censo, quedaban libres del decreto de muerte en el desierto. Moisés les recuerda que Yahvé les habló cara a cara en su teofanía majestuosa en medio del fuego (v.4). Y como intermediario estaba Moisés, que explicaba las leyes de Yahvé (v.5) por estar más cerca de El en la montaña sagrada. El hagiógrafo quiere, por un lado, destacar el hecho de que Yahvé es un Dios excepcional, que ha tenido comunicaciones con Israel, su pueblo, pero al mismo tiempo quiere salvar la trascendencia divina y el papel preponderante de Moisés en la promulgación del Decálogo, que es la carta magna de la organización teocrática del pueblo hebreo.
El Decálogo2 es substancialmente igual al relatado en Ex 20, salvo el precepto de la observancia del sábado y la prohibición de los malos deseos. Así, además de las razones de tipo religioso para observar el descanso sabático, se da una de tipo humanitario: dar descanso a los siervos (v.14). También se da más realce a la prohibición de los malos deseos hacia la mujer del prójimo, frente a la redacción de Exo_20:17, en que la mujer aparece entre las cosas del prójimo y citada después de su casa. Esta versión del Decálogo según el deuteronomista representa un progreso de puntualización moral sobre la radacción de Ex 20. Con todo, ambos textos parecen depender de un texto primitivo más conciso que el actual, en el que se exponían los preceptos sin explicaciones de los mismos. El hallazgo del papiro Nash confirma esta suposición3. El contenido del Decálogo representa ya un sentido moral de la vida muy elevado, y la mayor parte de los preceptos (excepto la observancia del sábado y la prohibición de imágenes representativas de la divinidad) son comunes a otros códigos morales de la antigüedad4.

Moisés, Intermediario entre Yahvé y el Pueblo (23-33).
23Cuando oísteis su voz de en medio de las tinieblas estando la montaña toda en fuego, os acercasteis luego a mí todos los jefes de las tribus y todos los ancianos 24y me dijisteis: Yahvé, nuestro Dios, nos ha hecho ver su gloria y su grandeza, y oír su voz en medio del fuego; hoy hemos visto a Dios hablar al hombre y quedar éste con vida. 25¿Por qué, pues, morir devorados por ese gran fuego si seguimos oyendo la voz de Yahvé, nuestro Dios? 26Porque de toda carne, ¿quién como nosotros ha oído la voz del Dios vivo hablando de en medio del fuego y ha quedado con vida? 27Acércate tú y oye lo que te diga Yahvé, nuestro Dios, y transmítenos a nosotros cuanto Yahvé, nuestro Dios, te diga, y nosotros le escucharemos y lo haremos. 28Yahvé escuchó vuestras palabras cuando me hablabais y me dijo: He oído las palabras que el pueblo te ha dirigido; está bien lo que dicen. 29¡Oh si tuvieran siempre ese mismo corazón y siempre me temieran y guardaran mis mandamientos para ser por siempre felices, ellos y sus hijos! 30Ve y diles: Volveos a vuestras tiendas. 31Pero tú quédate aquí conmigo, y yo te diré todas las leyes, mandamientos y preceptos que tú les has de enseñar para que los pongan por obra en la tierra que yo les voy a dar en posesión. 32Poned, pues, mucho cuidado en hacer cuanto Yahvé, vuestro Dios, os manda; 33seguid en todo los caminos que Yahvé, vuestro Dios, os prescribe, para que viváis y seáis dichosos y duréis largos años en la tierra que vais a poseer.

El pueblo, sobrecogido por la teofanía majestuosa de Yahvé, acompañada de truenos y relámpagos, se maravilla de haber salido con vida de aquel espectáculo, pero no quiere que se repita el hecho, y ruega a Moisés que se comunique directamente con Yahvé en lugar de ellos, trayendo luego sus disposiciones5. A Dios le agrada este temor reverencial hacia lo divino, y accede a comunicar sus leyes al profeta.

1 Gen_15:18. 2 Véase comentario a Exo_20:1; Exo_34:28. 3 Cf. RB (1904) 242-250. 4 Sobre el sentido e interpretación de los distintos preceptos del Decálogo y sus paralelos paganos véase comentario a Ex 20. 5 Exo_20:18s.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter V.

1 The Couenant in Horeb. 6 The ten Commandements. 22 At the peoples request Moses receiueth the Law from God.
1 And Moses called all Israel, and sayd vnto them, Heare, O Israel, the Statutes and Iudgements which I speake in your eares this day, that ye may learne them, and [ Hebrew: keepe to doe them.] keepe and doe them.
2 [ Exo_19:5.] The Lord our God made a couenant with vs in Horeb.
3 The Lord made not this couenant with our fathers, but with vs: euen vs, who are all of vs here aliue this day.
4 The Lord talked with you, face to face, in the mount, out of the midst of the fire,
5 (I stood betweene the Lord and you, at that time, to shew you the word of the Lord: for ye were afraid by reason of the fire, and went not vp into the mount,) saying,
6 [ Exo_20:2, etc.; Lev_26:1; Psa_81:10.] I am the Lord thy God, which brought thee out of the lande of Egypt, from the house of [ Hebrew: seruants.] bondage.
7 Thou shalt haue none other gods before me.
8 Thou shalt not make thee any grauen image, or any likenesse of any thing that is in heauen aboue, or that is in the earth beneath, or that is in the waters beneath the earth.
9 Thou shalt not bow downe thy selfe vnto them, nor serue them: for [ Exo_34:7.] I the Lord thy God am a ielous God, visiting the iniquity of the fathers vpon the children, vnto the third and fourth generation of them that hate me,
10 And [ Jer_32:18.] shewing mercy vnto thousands, of them that loue me, and keepe my commandements.
11 Thou shalt not take the name of the Lord thy God in vaine: for the Lord will not holde him guiltlesse that taketh his name in vaine.

[The Law is repeated. The people is afraid.]

12 Keepe the Sabbath day to sanctifie it, as the Lord thy God hath commanded thee.
13 Sixe dayes thou shalt labour, and doe all thy worke.
14 But the seuenth day is the [ Gen_2:2 ; Heb_4:4 .] Sabbath of the Lord thy God: in it thou shalt not doe any worke, thou, nor thy sonne, nor thy daughter, nor thy man seruant, nor thy maid seruant, nor thine oxe, nor thine asse, nor any of thy cattel, nor thy stranger that is within thy gates, that thy man seruant and thy maid seruant may rest as well as thou.
15 And remember that thou wast a seruant in the land of Egypt, and that the Lord thy God brought thee out thence, through a mightie hand, and by a stretched out arme: Therefore the Lord thy God commaunded thee to keepe the Sabbath day.
16 Honour thy father and thy mother, as the Lord thy God hath commanded thee, that thy daies may be prolonged, and that it may goe well with thee, in the land which the Lord thy God giueth thee.
17 [ Mat_5:21 .] Thou shalt not kill.
18 [ Luk_18:20 .] Neither shalt thou commit adulterie.
19 [ Rom_13:9 .] Neither shalt thou steale.
20 Neither shalt thou beare false witnesse against thy neighbour.
21 [ Rom_7:7 .] Neither shalt thou desire thy neighbours wife, neither shalt thou couet thy neighbours house, his field, or his man seruant, or his maide seruant, his oxe, or his asse, or any thing that is thy neighbours.
22 These wordes the Lord spake vnto all your assembly in the mount out of the midst of the fire, of the cloud, and of the thicke darkenesse, with a great voice, and he added no more, and he wrote them in two Tables of stone, and deliuered them vnto me.
23 And it came to passe when yee heard the voice out of the midst of the darkenes (for the mountaine did burne with fire) that ye came neere vnto mee, euen all the heads of your tribes, and your elders.
24 And ye said, Behold, the Lord our God hath shewed vs his glory, and his greatnesse, and [ Exo_19:19 .] we haue heard his voice out of the midst of the fire: wee haue seene this day that God doth talke with man, and [ Deu_4:33 .] he liueth.
25 Now therefore why should wee

[The people is afraid.]


ie? for this great fire will consume vs. If we
[ Hebrew: adde to heare.] heare the voyce of the Lord our God any more, then we shall die.
26 For who is there of all flesh that hath heard the voice of the liuing God, speaking out of the midst of the fire (as we haue) and liued?
27 Goe thou neere, and heare all that the Lord our God shall say; and speake thou vnto vs all that the Lord our God shall speake vnto thee, and [ Exo_20:19 .] we will heare it, and doe it.
28 And the Lord heard the voice of your words, when ye spake vnto me, and the Lord said vnto me, I haue heard the voice of the wordes of this people, which they haue spoken vnto thee: they haue well said, all that they haue spoken.
29 O that there were such an heart in them, that they would feare me, and keepe my commandements alwayes, that it might bee well with them, and with their children for euer.
30 Goe, say to them, Get you into your tents againe.
31 But as for thee, stand thou here by me, and I will speake vnto thee all the Commandements, and the Statutes, and the Iudgements, which thou shalt teach them, that they may doe them in the land which I giue them to possesse it.
32 Ye shall obserue to doe therefore, as the Lord your God hath commanded you: you shall not turne aside to the right hand, or to the left.
33 You shall walke in all the wayes which the Lord your God hath commanded you, that ye may liue, and that it may be well with you, and that ye may prolong your dayes in the land which ye shall possesse.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Los diez mandamientos. Los versículos 1-5 actualizan el compromiso del pueblo con las normas y mandatos del Señor, en el sentido de que es una Ley que el Señor «hizo con nosotros, con los que estamos vivos hoy, aquí» (3). De este modo, el auditorio real del s. VIII a.C. se apresta para renovar la Alianza con Dios haciéndola completamente actual. Los versículos 6-21, con algunas leves variaciones, son el mismo decálogo que encontramos en Éxo_20:1-17. Se inicia con la autorrevelación de Dios que contiene dos elementos importantes: «yo soy el Señor», para establecer un rasgo de identidad personal, y «tu Dios», para fijar el aspecto relacional con el pueblo. La identidad de Dios y la relación con el pueblo se concretan en el máximo acto de liberación y redención: la salida de Egipto (6). La respuesta del pueblo a este Dios que se autorrevela como «el Señor» y «el liberador», y por tanto como alguien que invita a construir un proyecto distinto fuera de Egipto, queda fijada en el siguiente decálogo.
El primer mandamiento, «no tendrás otros dioses rivales míos» (7), reclama la primacía absoluta del único que puede salvar, liberar y dar vida. Cualquier otro dios a quien el pueblo intente servirle le quitará la vida y la libertad y le dará a cambio destrucción y muerte. La segunda parte del primer mandamiento establece los efectos negativos de tener dioses frente al Dios único y la representación material de dichas divinidades. Ésta era una práctica común y corriente entre los pueblos vecinos de Israel, pero los israelitas no podrán hacer lo mismo para no hacer del culto a Dios una cuestión íntima, doméstica; personal, sí, pero abierta a la comunidad.
El segundo mandamiento, todavía en relación con el mismo Dios, completa lo anterior. El Nombre de Dios no ha de ser usado de modo abusivo; el ambiente donde se corría el riesgo de hacer mal uso del Nombre de Dios era en el tribunal. Sin embargo, ese aspecto lo toca el octavo mandamiento, por lo que hemos de pensar que aquí se trataría de corregir una tendencia a utilizar el Nombre de Dios en sentido «mágico», riesgo que existe también hoy.
Los demás mandamientos, del tercero al décimo, giran en torno al ideal de comportamiento ético y moral del pueblo. El tercer mandamiento (12-15), que aparentemente es de orden religioso, tiene en realidad un sentido de justicia social consigo mismo, con los demás y hasta con los animales de trabajo (14b); la motivación para el descanso sabático es la esclavitud en Egipto, lo que equivale a decir que la experiencia de Egipto es un verdadero obstáculo para la auténtica realización de las personas y de la comunidad. En efecto: Israel en Egipto no es un pueblo, es un colectivo de esclavos que comienzan a tener identidad como individuos y como pueblo sólo después de salir de la esclavitud. Por tanto, este mandato es, junto con los dos anteriores, el punto de partida, la base fundamental para construir una sociedad donde se respeta y se defiende la vida en todas sus formas: primero que todo, de los más próximos a nosotros, como son nuestros padres (16), y luego de quienes forman parte de nuestra comunidad y sociedad (17-21).

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Los Diez Mandamientos

De manera apropiada, el segundo discurso de Moisés se inicia con un llamado básico a prestar atención a la ley (v. 1). El subraya la necesidad de que el pacto sea algo real en el aquí y ahora. Lo hace de manera exagerada para aclarar el punto (vv. 2, 3). El pacto, por supuesto, había sido hecho con la generación previa, la misma que fue condenada a vagar por el desierto y a no ver la tierra prometida (1:35). Sin embargo, era de vital importancia que se tratara como un asunto nuevo con cada generación. La palabra hoy (v. 1) resume la necesidad de este nuevo compromiso. Es como si esta nueva generación hubiera estado en Horeb (v. 4).

Las palabras cara a cara parecieran un tanto extrañas después de lo expresado en 4:12, 15. Pero no contradicen estos otros versículos sino que apuntan a la manera directa en que Dios se comunicó con ellos. Aun así, Moisés estuvo entre Dios y el pueblo como un tipo de mediador, a causa del temor de ellos (v. 5), y debido a su relación especial con Dios (ver Exo. 33:11).

Los Diez Mandamientos, o Decálogo, se encuentran por primera vez en Exo. 20:2-17. (Para una completa exposición de ellos véase el comentario en su lugar correspondiente.) Ahora aparecen nuevamente en esta posición prominente en Deut., porque son, ni más ni menos, la base de la relación de pacto. También están a la cabeza de todos los mandamientos en Deut. debido a que son la fuente de los otros. Todo lo demás surge de ellos.

Aquí se observan dos pequeñas diferencias en relación con la forma que tiene el Decálogo en Exo., lo cual permite comprender el interés especial de Deut. En el cuarto mandamiento se subraya el hecho de que el descanso del sábado era para el beneficio de los siervos en una familia, tanto como de los amos (v. 14; cf. Exo. 20:10). Esto simplemente subraya la importancia del mandamiento, y está de acuerdo con la insistencia que hace Deut. sobre la igualdad de derechos de todos en Israel, a fin de gozar las bendiciones del pacto. Además, el día de reposo se basaba en la liberación de Egipto y no en la creación, otra vez haciendo hincapié sobre la relación especial de Dios con su pueblo (v. 15; cf. Exo. 20:11).

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*5:1-21 Hacer alianza con el Señor significa entrar en comunión con él y participar de su misma vida. El objetivo primario del decálogo consiste en salvaguardar la vida y mantener la libertad. Los mandamientos son cauces de vida y libertad. Detrás de cada uno de ellos se esconden valores fundamentales, como el amor y la fidelidad a Dios, la vida, la propiedad, el honor debido a los padres, el matrimonio, la verdad. El éxodo, como acto salvífico por excelencia, fundamenta e ilumina todo el decálogo (Deu 5:6). Israel debe observar los mandamientos porque el Señor lo ha liberado de la tierra de Egipto.

Biblia Peshitta en Español (Holman, 2015)

a Núm 14:14; Deu 34:10

Torres Amat (1825)



[6] Ex 20, 2; Lev 26, 1; Sal 81 (80), 11.

[7] Ex 20, 3; Sal 81 (80), 10.

[8] Ex 20, 4; Lev 26, 1; Sal 97 (96), 7.

[9] Ex 34, 7-14.

[9] Ex 34, 14.

[11] Ex 20, 7; Lev 19, 12; Mat 5, 33.

[14] Gen 2, 2; Ex 20, 10; Hebr 4, 4.

[16] Ex 20, 12. Eclo 3, 9; Mat 15, 4; Mar 7, 10; Ef 6, 2.

[21] Mat 5, 28; Rom 7, 7.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



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