Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
6. El Amor de Dios y la Observancia de la Ley.
1
Esta es la Ley los mandatos, los preceptos que Yahvé vuestro Dios, me mandó que os enseñase, para que la cumpláis en la tierra en que vais a entrar y vais a poseer; 2
para que temáis a Yahvé, tu Dios, tú y tus hijos y los hijos de tus hijos, y, guardando todos los días de tu vida todas sus leyes y todos sus mandamientos que yo te inculco, vivas largos años. 3
Escúchalos, Israel, y ten sumo cuidado en ponerlos por obra, para que seas dichoso y os multipliquéis grandemente, según lo que ha dicho Yahvé, el Dios de tus padres, de darles la tierra que mana leche y miel. 4
Oye, Israel: Yahvé, nuestro Dios, es él solo Yahvé. 5
Amarás a Yahvé, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu poder, 6
y llevarás muy dentro del corazón todos estos mandamientos que yo te doy. 7
Incúlcaselos a tus hijos, y, cuando estés en tu casa, cuando viajes, cuando te acuestes, cuando te levantes, habla siempre de ellos. 8
átatelos a tus manos para que te sirvan de señal; póntelos en la frente, entre tus ojos; 9
escríbelos en los postes de tu casa y en tus puertas. 10
Cuando Yahvé, tu Dios, te introduzca en la tierra que a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, juró darte, ciudades grandes y hermosas que tú no has edificado, 11casas llenas de toda suerte de bienes que tú no has llenado, cisternas que tú no has excavado, viñas y olivares que tú no has plantado; cuando comas y te hartes, 12
guárdate de olvidarte de Yahvé, que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de la servidumbre. 13
Teme a Yahvé, tu Dios; sírvele a él y jura por su nombre. 14
No te vayas tras otros dioses, de los dioses de los pueblos que te rodean; 15
porque Yahvé, tu Dios, que está en medio de ti, es un Dios celoso, y la cólera de Yahvé, tu Dios, se encendería contra ti y te exterminaría de sobre la tierra. 16
No tentéis a Yahvé, vuestro Dios, como le tentasteis en Masa. 17
Guardad con gran cuidado los mandamientos de Yahvé, vuestro Dios; los preceptos y las leyes que él os da. 18
Haz lo que es recto y bueno a los ojos de Yahvé, para que seas dichoso 19
y entres, para poseerla, en la buena tierra que Yahvé con juramento prometió a tus padres, cuando ante ti arrojé a todos tus enemigos, como él lo ha dicho. 20
Cuando un día te pregunte tu hijo, diciendo: ¿Qué son estos mandamientos, estas leyes y preceptos que Yahvé, nuestro Dios, os ha prescrito?, 21
tú responderás a tu hijo: Nosotros éramos en Egipto esclavos del faraón, y Yahvé nos sacó de allí con su potente mano. 22
Yahvé hizo a nuestros ojos grandes milagros y prodigios terribles contra Egipto, contra el faraón y contra toda su casa, 23
y nos sacó de allí para conducirnos a la tierra que con juramento había prometido a nuestros padres. 24
Yahvé nos ha mandado poner por obra sus leyes y temer a Yahvé, nuestro Dios, para que seamos dichosos siempre y El nos conserve la vida, como hasta ahora ha hecho; 25
y es para nosotros la justicia guardar sus mandamientos y ponerlos por obra ante Yahvé, nuestro Dios, como El nos lo ha mandado.
Es de notar la insistencia del profeta en repetir las mismas ideas y el uso de los sinónimos. El fundamento de la religión de Israel está en el amor de Yahvé hacia los patriarcas y en la libre elección de su descendencia. En virtud de este amor sacó a Israel de Egipto con muchos prodigios y le condujo por el desierto hacia la tierra de promisión. Todo esto exige correspondencia por parte de Israel, observando sus preceptos. En esto se resume toda la Ley:
Amarás a tu Dios, Yahvé, con todo tu corazón, toda tu alma y todas tus fuerzas (v.5), como condición para disfrutar de su protección en la tierra prometida. Todo israelita debía recitar la
sema, u oración, que empezaba con el v.4.:
Oye (sema'),
Israel: Yahvé, nuestro Dios, es él solo Yahve1
. Es la afirmación categórica de un monoteísmo estricto: no hay más Dios que Yahvé. Por eso el israelita debe amarle sin reserva
(con todo su corazón..., con todas sus fuerzas)
. No se trata sólo de un sentimiento de terror ante la fuerza
numérica de Yahvé, sino una entrega amorosa de todo su ser en correspondencia al
amor que ha mostrado por su pueblo. Es el reflejo de la doctrina profética sobre el amor mutuo entre Dios e Israel. Jesucristo declarará esta fórmula la fundamental de la nueva ley2. Prueba de ese amor a Dios es el cumplimiento de sus mandamientos con toda fidelidad. Por eso debe tenerlos siempre presentes en los viajes, en la casa, al levantarse y ponerlos en el frontispicio de sus moradas
y en sus manos como señal de pertenencia a Yahvé. En la época del judaismo rabínico se tomaba al pie de la letra esta ordenación, y se ponía a la entrada de todas las casas en una cajita (
mezuza)
un trozo de pergamino con este texto del
Deu_6:4-9 y
Deu_11:13-21. Y aun llevaban en la frente y en las manos fragmentos de la Ley3. El legislador hebreo insiste en esto porque conoce la volubilidad de su pueblo, y teme que cuando se instalen en Canaán se olviden de su Dios, que los ha llevado a tierra que
mana leche y miel (v.12). Yahvé es un Dios celoso, que no permite competidores; por eso deben abstenerse del culto a los ídolos (v.14). Israel debe confiar en sus promesas y no tentarle como en
Masa (v. 16)4, pero tiene que cumplir fielmente sus preceptos si ha de disfrutar de la tierra prometida. En el reconocimiento de los derechos divinos y el cumplimiento fiel a sus preceptos consistirá la
justicia de los israelitas (v.25). De ese modo serán reconocidos justos y aceptables a los ojos divinos y dignos de su protección.
1 Como en hebreo no hay cópula verbal, el sentido puede ser triple: Yahyé, nuestro Dios, es uno, Yahvé
es nuestro Dios único, Yahvé es nuestro Dios, Yahvé es único. Véase F. Ceuppens,
Theologia bíblica I (Roma 1938) 108s. Se ha querido desvirtuar la fuerza del texto suponiendo que se trata sólo de una afirmación monolátrica (Yahvé es el único de los hebreos, sin negar que haya otros dioses fuera de Israel), pero en el contexto gen< del Pentateuco se considera como el único Dios
viviente al Dios de Israel. 2 Mt 22:37-38;
Mar_12:29-30;
Luc_10:27-28. 3
Exo_13:1-10;
Exo_13:11-16;
Deu_6:4-9;
Deu_11:13-21. 4
Exo_17:1-7.