Ver contexto
Por eso Dios le prometió con juramento
bendecir a las naciones por su descendencia,
multiplicarle como el polvo de la tierra,
exaltar su estirpe como las estrellas,
y darle una herencia de mar a mar,
desde el Río hasta los confines de la tierra.
(Eclesiástico 44, 21) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)

Times New Roman ;;;;;;;;;;;;;;;;; Sección 2. (44:1-50:28).
Si la sabiduría y el poder de Dios resplandecen en el mundo físico y atmosférico, estos atributos divinos, y también muy en particular la providencia de Dios sobre su pueblo, se manifiestan en sus patriarcas y varones santos, que reflejaron en su vida la imagen del Santo de Israel y fueron instrumentos en la realización de sus planes de salvación de la humanidad.
Ben Sirac es, además, un buen pedagogo. A las enseñanzas morales enseñadas en las sentencias sapienciales de las primeras partes, añade la práctica de las mismas, encarnada en los grandes personajes de Israel. Los ejemplos vivos y concretos de sus antepasados, padres y forjadores del pueblo, serán el mejor estímulo que el autor pueda proponer a los israelitas para una conducta conforme a los principios de la sabiduría que, como la de ellos, glorifique a Dios.
Los datos están tomados, a veces con sus mismas expresiones, de los libros sagrados de que el autor debía tener un profundo conocimiento. La Iglesia ha tomado para su liturgia varios textos de esta parte, como en su lugar notaremos 24.

24 T. Maertens, L'éloge des Peres (Sir 44-50): Col. Lum. et Vie n.5 (Bruyes 1956); E. Jacob, L'Histoire d'hrael vue par Ben Sira: Mél. A. Robert (París 1957) 288-294; R. T. Siebeneck, May Their Bones Return to Life! Sirach's Preise ofthe Fathers: CB 9 21 (1959) 411-428.


44. Israelitas Ilustres, los Patriarcas.

Introducción (44:1-15).
Canto a la Gloria y Sabiduría de los Grandes de Israel.
1 Alabemos a los varones gloriosos, nuestros padres, que vivieron en el curso de las edades. 2 él Señor ha obrado cosas maravillosas con su grandeza desde el principio. 3 Ejercieron en sus reinos el señorío y fueron famosos por su valor. Consejeros de gran prudencia, que todo lo veían en visiones proféticas. 4 Con su consejo y prudencia guiaron al pueblo; doctores del pueblo, que lo instruyeron con sabias máximas. 5 Inventores de melodías musicales y compositores de poemas y proverbios. 6 Ricos, llenos de gran poder, que en sus moradas gozaron pacíficamente de sus bienes. 7 Fueron honrados entre sus coetáneos e ilustres en sus días. 8Muchos de ellos dejaron gran nombre para que se canten sus alabanzas. 9También hubo otros de ellos de quienes no hay memoria, que pasaron como si jamás hubieran sido, y vinieron a ser como si no hubieran nacido, y lo mismo sus hijos en pos de ellos. 10Mas los primeros fueron hombres piadosos, cuya justicia no cayó en el olvido. 11 La dicha perdura con su linaje, 12 y su heredad pasó a los hijos de sus hijos. Su linaje se mantiene fiel a la alianza. 13 y sus hijos lo fueron por amor de ellos. Por siempre permanecerá su descendencia y no se borrará su gloria. 14 Sus cuerpos fueron sepultados en paz, y su nombre vive de generación en generación. 15 Los pueblos se hacen lenguas de su sabiduría y la asamblea pregona sus alabanzas.

Esta perícopa sirve de introducción a los capítulos siguientes. Ben Sirac indica el propósito de la misma: tributar un cálido elogio a los varones ilustres de Israel, a quienes Dios concedió una gran gloria, manifestando en ellos su poder, su sabiduría y su bondad más todavía que en la naturaleza inanimada, y de quienes descienden los israelitas a quienes Ben Sirac escribe. En seguida presenta sus títulos de gloria, enumerando a la vez doce clases de hombres distinguidos de Israel. Guerreros y reyes notables por su valor, como Josué y los jueces; por la extensión de su reino, como David y Salomón; consejeros en las cortes de los reyes y profetas, que en sus visiones descubrieron el porvenir, como Josué y Daniel, Elíseo y Elias; directores y príncipes del pueblo, que lo instruyeron con sus consejos y sentencias llenas de sabiduría, como los escribas y doctores de la Ley; compositores de salmos conforme a las reglas de la poesía métrica y de melodías musicales para ser cantados en el culto de Yahvé, como David, Asaf, los hijos de Coré; autores de proverbios llenos de sabiduría práctica, como Salomón y los autores sapienciales; finalmente, hombres bendecidos por Dios con muchas riquezas y poder, de las que, como don de Dios, pudieron gozar felices, como David y Salomón, Ezequías y Josías, el paciente Job.
Todos los grandes personajes israelitas fueron en sus días honrados por sus contemporáneos, pero no todos corrieron la misma suerte en el decurso de la historia. Unos - siempre se trata de ellos, no de los paganos - fueron relegados al olvido y sólo sus nombres quedaron consignados en los libros santos. El recuerdo de otros, por el contrario, ha permanecido de generación en generación hasta los días de Ben Sirac; son aquellos de quienes él hará una alabanza particular. La razón por la que su recuerdo persevera vivo y palpitante es su piedad 1. Su dicha y heredad, que comprende no sólo la prosperidad material, sino también los valores espirituales religiosos, pasó a sus hijos, que fueron por ellos objeto de misericordia por parte de Dios, que bendice hasta mil generaciones 2. Su linaje se mantuvo fiel a la alianza de Dios, conservando intacta la fe de sus antepasados y caminando por los senderos de justicia que ellos trazaron, lo que le aseguró la supervivencia a través de los siglos. A su muerte, sus cuerpos tuvieron una honrosa sepultura, lo que era entre los antiguos, especialmente entre los hebreos, señal de protección y bendición divinas, mientras su buen nombre continúa viviendo de generación en generación, siendo objeto de alabanza en Israel y entre las naciones a quienes llegó la noticia de los patriarcas bíblicos. La liturgia aplica el v.14 a los mártires que derramaron su sangre por Cristo; sus cuerpos yacen en la paz y silencio de una iglesia, mientras que su nombie ha pasado a la posteridad como gloriosos atletas de Cristo. Y el v. 15 a los confesores, cuya memoria es celebrada por los fieles de todo el mundo, y sus alabanzas cantadas por la Iglesia.

Henoc y Noé (44:16-19).
16 Henoc fue grato a Dios y trasladado, ejemplo de piedad para las generaciones venideras. 17 Noé fue hallado enteramente justo, y en tiempo de la cólera fue ministro de reconciliación. 18 Por él se conservó un resto en la tierra cuando ocurrió el diluvio; 19 y mediante una señal eterna, Dios hizo con él alianza de no borrar con diluvio la humanidad.

Encabeza la lista de hombres ilustres mencionados por Ben Sirac el patriarca Henoc, padre de Matusalén, que anduvo constantemente en la presencia de Dios 3, lo que hizo de él un ejemplo de hombre fiel a Dios para las generaciones que le sucedieron. También el Libro de Henoc lo presenta como amigo y confidente de Dios y ejemplar de sabiduría y piedad. Siguiendo la afirmación del Génesis 4, dice Ben Sirac que fue trasladado, sin descorrer el velo que cubre su desaparición misteriosa, como tampoco aclaró el misterio el autor de la Sabiduría5. Ignoramos a qué alude el autor del Génesis. Quizá del deseo de explicar la desaparición misteriosa de Henoc nació la creencia de que al fin de los tiempos volvería, juntamente con Elias, que desapareció también de una manera misteriosa6, a predicar la penitencia a los gentiles; tradición antiquísima que aparece ya en San Ireneo7, Tertuliano 8 y San Jerónimo 9. Y se encuentra en los libros apócrifos de Henoc 10 y de los jubileos 11. No aparece en el Nuevo Testamento, ya que no se prueba que los dos testigos del Rev_11:3 sean Elias y Henoc.
Noé pasó a la posteridad como un hombre justo y santo, en medio de una generación corrompida que mereció el castigo del diluvio. Por eso Dios, cuando determinó castigar a los hijos de Set y los hijos de Caín con el exterminio por medio de las aguas, lo hizo ministro de reconciliación con los pecadores, o, como puede significar el hebreo, el sobreviviente que salvó del exterminio total a la descendencia de Set, de la que provendría el pueblo hebreo. Por lo cual recibió de Dios el encargo dado a Adán y Eva en el paraíso: Creced y multiplicaos y llenad la tierra12, y la promesa de que no habría en adelante diluvio que destruyese la humanidad 13.

Abraham, Isaac y Jacob (Rev_44:20-27).
20 Abraham fue padre de multitud de naciones, y no hay semejante a él en la gloria, que guardó la ley del Altísimo y mediante un pacto vino a unirse con él. 21 En su carne llevó la señal del pacto y en la prueba fue hallado fiel. 22 Por eso le confirmó con juramento que los pueblos serían bendecidos en su descendencia y que le multiplicaría como el polvo de la tierra. 23 Y como los astros sería levantado su linaje, y que los heredaría desde un mar al otro mar y desde el río hasta el cabo de la tierra. 24 También a Isaac le confirmó por Abraham, su padre, 25 el pacto y la bendición de todos los hombres, que él hizo descender sobre la cabeza de Israel. 26 En su bendición le prefirió y le asignó la herencia de la tierra, que dividió en porciones y la repartió entre las doce tribus. 27 E hizo descender de él un varón piadoso que halló gracia ante todos los hombres.

Abraham, el más ilustre de los patriarcas por su fe y santidad, fue elegido por Dios para padre de muchas gentes, como su mismo nombre indica 14. Fiel cumplidor de la ley del Altísimo, que le mandó salir de su patria y emigrar a Palestina 15. Dios hizo una alianza o pacto unilateral, en el que se comprometió a dar el país de Canaán a su descendencia, que permanecería primero durante cuatrocientos años en Egipto 16. La señal del pacto fue la circuncisión, a que habría de someterse todo israelita bajo pena de quedar excluido del pueblo escogido 17. La prueba en que Abraham permaneció fiel fue el sacrificio de Isaac, hijo de la promesa, en que aparece en su punto álgido la fe y obediencia del santo patriarca 18. En atención a su fidelidad, Dios le prometió con juramento que lo bendeciría largamente, multiplicaría su descendencia grandemente y que los pueblos todos de la tierra serían bendecidos en su descendencia 19. La extensión de los dominios prometidos son los comprendidos entre el Mediterráneo y el mar Rojo, el Eufrates y las fronteras de Egipto.
Isaac fue el heredero de las promesas hechas por Dios a Abraham, que Dios, en atención a su padre, le reiteró en términos idénticos 20, quedando excluido de ella Ismael, hijo de Agar, la esclava. Y de él pasaron, por designio de Dios, a Jacob, que suplantó a su hermano Esaú, que era el primogénito 21. Dios bendijo repetidas veces y reiteró las promesas a Jacob 22 sobre la tierra prometida, que sería distribuida entre las doce tribus que descenderían de sus doce hijos, y que sería llamada por lo mismo heredad de Dios o heredad de Jacob 23.
¿Quién es el varón piadoso, descendiente de Jacob, a que alude el v.27? Algunos lo han referido a José, que, si bien no halló gracia ante Putifar y en un principio ante sus hermanos, la halló después ante ellos y ante los egipcios; además, es raro que no se haga de él otra mención que la Deu_49:17. Otros lo refieren a Moisés, de quien se habla en seguida, quien, si bien no halló gracia ante el faraón cuando pidió la libertad de los egipcios, la había hallado ante la hija del faraón24, ante Ragüel 25, ante Aarón y los ancianos de Israel 26, ante el pueblo y, al fin, ante los mismos egipcios 27. La liturgia ha tomado para misa de confesores pontífices el v.20, omitido el in gloria, y el 22 y 25, como también los 8:19 y 20 del capítulo siguiente.

l El término hebreo héséd, que tiene muchos significados, en este caso, por los ejemplos que siguen, expresa que los patriarcas fueron objeto de la misericordia de Dios, y ellos, a su vez, fueron fieles a Dios y ejercitaron la misericordia. - 2 Exo_20:6. - 3 Gen_5:24. - 2 Re 2. - 7 Adv. haer. 5:5:1. - 8 De anima 50. - 9 Epist. 59:3. - 10 90:31' - 11 4:2353; 10:17. Esta lección pudo dar origen a la lección de la Vulgata: fue transportado al paraíso para predicar la penitencia a las gentes. Pero del paraíso es evidentemente una adición; y el ìåôáíïßáò una corrupción de äéáíïßáò (inteligencia), que lee el cursivo 23 y la versión copta. - 12 Gen_9:1. - 13 Gen_9:11. - 14 Gen_17:5. - 15 Los rabines pensaron que se trataba de la ley mosaica, que, según algunos, le fue dada a conocer en la visión que refiere Gen 15. - 16 Gen_15:9-18. - 17 Gen_17:9-14. - 18 Gen_22:1-12. - 19 Gen_22:16-18. - 20 Gen_26:3-6. - 22 Gen_27:27-29; ; - 21 Gen 27. -Gen_23 23:12; Gen_24:8.12; Gen_35:12; Deu_32:9; Isa_19:25; Isa_58:14; Sal_47:5; Sal_78:71, etc. - 24 Exo_2:6. - 25 Exo_19:91. - 26 Exo_4:28-31. - 27 Exo_11:3.. -Exo_28:12-15; Exo_32:28; Exo_35:9.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter XLIIII.

1 The praise of certaine holy men: 16 Of Enoch, 17 Noah, 19 Abraham, 22 Isaac, 23 and Iacob.
1 Let vs now praise famous men, and our Fathers that begat vs. [ The praise of the fathers.]

2 The Lorde hath wrought great glory by them, through his great power from the beginning.
3 Such as did beare rule in their kingdomes, men renowmed for their power, giuing counsell by their vnderstanding, and declaring prophecies:
4 Leaders of the people by their
counsels, and learning meet for the people, wise and eloquent in their instructions.
5 Such as found out musical tunes, and reiected [ Or, ditties.] verses in writing.
6 Rich men furnished with abilitie, liuing peaceably in their habitations.
7 All these were honoured in their generations, and were the glory of their times.
8 There be of them, that haue left a name behind them, that their praises might be reported.
9 And some there be, which haue no memorial, [ Gen_7:22.] who are perished as though they had neuer bene, and are become as though they had neuer bene borne, and their children after them.
10 But these were mercifull men, whose righteousnesse hath not beene forgotten.
11 With their seed shall continually remaine a good inheritance, and their children are within the couenant.
12 Their seed stands fast, and their children [ Or, after them.] for their sakes.
13 Their seed shall remaine for euer, and their glory shall not be blotted out.
14 Their bodies are buried in peace, but their name liueth for euermore.
15 [ Sirach 39.10.] The people will tell of their wisdome, and the congregation will shew forth their praise.
16 [ Gen_5:24 Heb_11:5.] Enoch pleased the Lord, and was translated, being an example of repentance, to all generations.
17 [ Gen_6:9; Gen_7:1; Heb_11:7.] Noah was found perfect and righteous, in the time of wrath, he was taken in exchange (for the world) therefore was he left as a remnant vnto the earth, when the flood came.
18 An [ Gen_9:11.] euerlasting Couenant was made with him, that all flesh should perish no more by the flood.
19 Abraham was a [ Gen_12:3; Gen_15:5; Gen_17:4.] great father of many people: in glory was there none like vnto him:
20 Who kept the Law of the most High, and was in couenant with him, hee established the Couenant in [ Gen_21:4.] his flesh, and when he was proued, he was found faithfull.
21 Therefore he assured him by an [ Gen_22:16-18; Gal_3:8.] othe, that he would blesse the nations in his seed, and that he would multiply him, as the dust of the earth, and exalt his seed as the starres, and cause them to inherit from Sea to Sea, & from the riuer vnto the vtmost part of the land.
22 With [ Gen_27:28; Gen_28:14.] Isaac did he establish likewise [for Abraham his fathers sake.] the blessing of all men and the couenant,
23 And made it rest vpon the head of Iacob. Hee acknowledged him in his blessing, and gaue him an heritage, and diuided his portions, among the twelue tribes did he part them.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Primeros antepasados. El encomio o elogio de los héroes de Israel comienza con Henoc (16) de quien se cuenta que fue arrebatado al cielo ( Gén_5:24); es puesto como ejemplo de religión para todos los tiempos pues trataba con Dios cara a cara. Noé (17) es visto como el origen más primitivo del pequeño «resto de Israel» ya que con él y su familia se dio inicio al nacimiento del pueblo después de la gran destrucción (cfr. Gén_9:8-17). De Abrahán (19-21) se resaltan varias cosas: cumplió la Ley del Señor -obviamente en tiempos en que no existía la Torá; ¡pero es que para el rabinismo judío, antes de la creación del mundo, Dios mismo se complacía leyendo la Torá!-; Dios sella con él un pacto y lo bendice; lo hace padre de muchos pueblos y, además, le promete un territorio. Isaac (22), heredero de su padre, de él recibe la bendición, la promesa de la descendencia numerosa lo mismo que la alianza y la promesa de un territorio. En Israel -Jacob- (23b) se perpetúa la alianza y se confirma la bendición y la promesa de la descendencia numerosa y del territorio, el cual quedó repartido entre las doce tribus. De este pueblo numeroso viene Moisés (23c) de quien el historiador dice que es la figura más amada de todo el pueblo ya que Dios lo dotó extraordinariamente para ser cabeza y guía de su pueblo en todos los aspectos. Nótese que en este primer tramo del elogio o encomio no se tienen en cuenta otras figuras tan importantes como el primogénito de Abrahán, Ismael, también por promesa divina, padre de una gran multitud: los pueblos árabes; ni al hermano mayor de Isaac, Esaú, padre de los edomitas. Ni por accidente se menciona tampoco a ninguna matriarca de Israel: Sara, Agar, Lía, Rebeca, Raquel... En y con ellos y ellas también hizo Dios historia.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



16. Ver Gen_5:24; Heb_11:5.

17-18. Ver Gen_6:9; Gen_9:8-11.

19-21. Ver Gen_12:1-3; Gen_15:1-21; Gen_17:1-27; Gen_22:1-19.

22. Ver Gen_26:3-5, Gen_26:24.

23. Ver Gen_28:13-15; Gen_49:1-27.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*44:1-50:21 Inspirándose en los textos de las Escrituras, Ben Sira presenta una galería de personajes importantes de su pueblo que va desde el patriarca antediluviano Henoc hasta su contemporáneo, el sumo sacerdote Simón. Este himno canta la sabiduría creadora de Dios que se manifiesta en la historia de Israel (véase Sir 24:1-34). Es de notar que lo más original de esta composición es su presencia en una obra típicamente sapiencial. De este modo, el sabio establece un estrecho vínculo entre sabiduría, creación e historia.

Torres Amat (1825)



[5] La música para alabar a Dios es un uso muy antiguo.

[16] Gen 5, 24: Hebr 11, 5; Ap 11, 3.

[17] Gen 9, 9.

[19] Gen 8, 21; 9, 10.

[20] De Abrahán salieron también las doce tribus en que se dividieron los descendientes de su hijo Jacob o Israel. Gen 15, 5; 17, 4.

[22] Haciendo nacer de ella al Mesías.

[23] Sal 72 (71), 8; 105 (104), 24.

[24] Gen 26, 3.

[25] En el Mesías que de él había de nacer.

Biblia Hispano Americana (Sociedad Bíblica Española, 2014)

— hacerlo... como estrellas: Inciso omitido en el texto hebreo.

— el gran Río: Se trata del Éufrates.