Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
Venganza de los judíos (9:1-19).
Los judíos, en situación ventajosa (9:1-4).
1
Al duodécimo mes, que es el mes de Adar, el día trece del mes, el día en que debía cumplirse el edicto del rey y en que los enemigos de los judíos habían pensado dominarlos, fue lo contrario lo que sucedió, y los judíos dominaron a sus enemigos. 2
Reuniéronse los judíos en sus ciudades, en todas las provincias del rey Asuero, para poner la mano sobre todos aquellos que buscaban su perdición; y nadie pudo resistirlos, porque el temor de ellos se había apoderado de todos los pueblos. 3
Y todos los jefes de las provincias, los sátrapas, los gobernadores y los funcionarios del rey, apoyaron a los judíos, por el temor que les inspiraba Mardoqueo; 4
pues era Mardoqueo poderoso en la casa del rey, y su fama se esparció por todas las provincias, porque se hacía de día en día más poderoso. A consecuencia de la carta de Mardoqueo cambió totalmente el cariz de los acontecimientos señalados para el 13 del mes de Adar (3:12). Desde el edicto de Mardoqueo hasta el citado día transcurrieron, según 8:9, nueve meses, durante los cuales pudieron los judíos reunirse (8:11), organizarse para mejor repeler la agresión, ¿Atreviéronse los persas a molestar a los judíos? Conociendo el contenido del decreto real y sabiendo que Mardoqueo era poderoso en palacio, que su fama iba en aumento, no es probable que los persas atacaran a los judíos, salvo pocas excepciones.
Matanzas en Susa (9:5-10).
5
Los judíos hirieron a espada a todos sus enemigos, los mataron y los hicieron perecer, y trataron como quisieron a los que les eran hostiles. 6
En Susa, la ciudadela, mataron los judíos, haciéndolos perecer, a quinientos hombres, 7
y degollaron a Parsandata, Dalfón, Asfata, 8
Porata, Adalía, Arudata, 9
Par-masta, Arisai, Aridai y Baizata, 10
los diez hijos de Aman, hijo de Hamedata, el enemigo de los judíos; pero éstos no se dieron al pillaje. Los términos del texto sugieren claramente que había algo más que una defensa. Todos los que se habían mostrado contrarios a los judíos eran víctimas de los mismos. Aquellos que les resistieron fueron objeto de malos tratos: trataron como quisieron a los que les eran hostiles. ¿Hubo víctimas de parte de los judíos? Sin duda (9:16), porque no todos se resignaron a morir pasivamente.
Ansiedad del rey (9:11-16).
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Llegó aquel día a conocimiento del rey el número de los muertos en la ciudadela de Susa, 12
y el rey dijo a Ester: Los judíos han matado y hecho perecer en Susa, la ciudadela, a quinientos hombres y a diez hijos de Aman. ¿Qué habrán hecho en el resto de las provincias del rey? ¿Qué más pides? ¿Qué más quieres? Se te concederá, lo tendrás. 13
Ester respondió: Si al rey le parece bien, que les sea permitido a los judíos de Susa obrar también mañana conforme al edicto de hoy, Y Que se cuelgue en la horca a los diez hijos de Aman. 14
El rey mandó que así se hiciera, y se publicó el edicto en Susa. 15
Los judíos de Susa se reunieron de nuevo el día catorce del mes de Adar, y mataron en Susa a trescientos hombres; pero tampoco se dieron al pillaje. 16
Los otros judíos que había en las provincias del rey se reunieron y defendieron su vida, y se procuraron reposo librándose de sus enemigos, y mataron a setenta y cinco mil, pero no se dieron al pillaje. Llegó la noticia de la hecatombe a oídos del rey, quien se alarmó por las proporciones que tomaba la reacción judía. Llevado por dos sentimientos, de ansiedad uno y de satisfacción el otro, se dirigió a la reina, diciéndole: ¿Qué más pides? esperando que Ester le manifestara su gratitud y satisfacción por haber escuchado su ruego. Pero ¡cuál no fue su asombro al escuchar de labios de Ester la petición de prórroga de la matanza por espacio de otro día! Pero no quiso contrariarla y accedió a su ruego. La ansiedad del rey estaba muy justificada por las noticias alarmantes sobre la gran cantidad de víctimas. El texto hebraico habla de setenta y cinco mil muertos; los LXX los reducen a quince mil, y Luciano a diez mil ciento siete. Como hemos anotado, se exageran extraordinariamente las cifras con el fin de demostrar a los pueblos e individuos que, en caso de molestar a los judíos, se exponen a sufrir un castigo ejemplar.
Día conmemorativo (9:17-19).
17
Esto sucedió el día trece del mes de Adar. Los judíos se aquietaron el catorce, haciendo de él un día de banquetes y regocijo. 18
Los que había en Susa, que se habían reunido el trece y el catorce, se aquietaron el quince, haciendo de él un día de banquetes y regocijo. 19
Por eso los judíos del campo, que habitan ciudades no amuralladas, hacen del día catorce del mes de Adar un día de banquete y de fiesta, en que se mandan presentes los unos a los otros. Señala el autor las razones históricas que dieron origen a la fiesta de Purim. Los judíos cumplieron matemáticamente la orden contenida en la carta de Mardoqueo. El 13 de Adar, los judíos de las provincias se vengaron a placer de sus enemigos, apoyados por las autoridades, exterminando a cuantos se habían mostrado contrarios a ellos. La petición de Ester hizo que se prorrogara otro día la matanza en Susa, destinando uno a los antijudíos de la ciudadela y otro a los de la población de Susa. Con ello se explica el porqué, en tiempos del autor, las gentes de provincia anticipaban en un día la fiesta de la liberación. Acaso se trata de una explicación popular de un hecho que no tiene justificación histórica.
Institución de la fiesta de Purim (9:20-22).
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Mardoqueo escribió estas cosas y envió cartas a los judíos de todas las provincias del rey Asuero, cercanas y lejanas, 21
mandándoles celebrar todos los años el día catorce y el quince del mes de Adar, 22
como días en que habían obtenido el reposo, librándose de sus enemigos, y celebrar el mes en que su tristeza habíase convertido en alegría, y su desolación en regocijo; y de hacer de estos días días de festín y de alegría, en que se mandan presentes los unos a los otros y se distribuyen dones a los indigentes. Nos hallamos en la parte jurídica del libro de Ester. Algunos creen que la sección 9:20-32 procede de una fuente distinta de la del resto del libro, presentando un estilo propio, que se caracteriza por las repeticiones e insistencia en los mismos temas. Según Patón, pudo el autor encontrar esta sección en una antigua historia judía.
Mardoqueo, en su calidad de jefe religioso, se dirige a todos los judíos de cerca y de lejos (
Isa_57:19;
Jer_25:26;
Dan_9:7), encareciéndoles la celebración de la fiesta de la liberación. El día del triunfo de los judíos se celebrará con ruidosos banquetes (
Dan_16:22;
Dan_9:17), en los cuales se beberá vino en abundancia, permitiéndose la bebida hasta el límite de no poder distinguir entre las palabras maldito sea Aman y bendito sea Mardoqueo. La fiesta tuvo siempre un carácter profano, alcanzando proporciones comparables a la de los carnavales, vistiendo las mujeres trajes de hombre y adoptando éstos la indumentaria femenina. En un principio prescribía el Talmud (
Meg. 2a) que en los pueblos se leyera el libro de Ester el día 14 de Adar, y en ningún caso antes del 11 ni después del 14. La lectura en las sinagogas era interrumpida con imprecaciones contra los enemigos del pueblo judaico. En conmemoración del ayuno de Ester (
Dan_4:3-16) se observó un día de ayuno.
Adopción oficial de la fiesta (Dan_9:23-28).
23
Los judíos se comprometieron a hacer lo que ya habían comenzado y les mandaba Mardoqueo; 24
porque Aman, hijo de Hamedata, agagita, enemigo de todos los judíos, había concebido el proyecto de exterminarlos y había echado el pur, es decir, la suerte, para matarlos y exterminarlos; 25
pero, habiéndose presentado Ester al rey, mandó el rey por escrito hacer recaer sobre la cabeza de Aman el maligno proyecto que él había hecho contra los judíos, y le colgó de la horca a él y a sus hijos.26
Por eso se llaman estos días purim, del nombre de pur. Conforme al contenido de esta carta, según lo que ellos mismos habían visto y les había sucedido, 27
los judíos tomaron por ellos, por su descendencia y por todos aquellos que a ellos se unieron, la resolución y el compromiso irrevocable de celebrar cada año estos dos días al modo y al tiempo prescritos. 28
Estos días habían de ser celebrados y recordados de generación en generación, en cada familia, en cada provincia y en cada ciudad, y estos días de purim no habían de ser jamás abolidos entre los judíos, ni borrado su recuerdo entre sus descendientes. Los judíos se habían adelantado a los deseos de Mardoqueo, ya que celebraban la fiesta con anterioridad y conforme a lo que se les dijo en la carta (
Dan_16:22). Pero, al recibir el nuevo escrito de Mardoqueo, determinaron prorrogar la fiesta un día más,
Intervención de Ester en favor de la fiesta (Dan_9:29-32).
29
La reina Ester, hija de Abigaíl, y el judío Mardoqueo escribieron con instancia a los judíos por segunda vez para confirmar su carta acerca de los purim, 30
y se mandaron cartas a todos los judíos, a las ciento veintisiete provincias del rey Asuero. Contenían palabras de paz y fidelidad, prescribiendo los días de purim al tiempo fijado, 31
como el judío Mardoqueo y la reina Ester los habían establecido, para ellos y para toda su posteridad, y añadiendo prescripciones de ayunos y lamentaciones. 32
Así, la orden de Ester confirmó la institución de los purim, y esto fue escrito en el libro. La carta escrita por Mardoqueo (v.23-24) iba refrendada por Ester con el fin de asegurar más su cumplimiento. ¿Supone esto que la primera carta de Mardoqueo (v.20-22) no consiguió la finalidad que pretendía? Como el lector puede observar, presenta el texto gran número de repeticiones, que engendran confusión. A partir
Deu_9:19 se habla de la doble manera de celebrar la fiesta de
purim. En g.26b
se la considera como de origen tradicional, y en 9:20.26a.29 como institucional. Tres cartas se mencionan: dos de Mardoqueo (9:20-22; 9:24-26) y una de Ester (9:29-32). En esta última aparece la noticia inesperada de que los judíos deben prepararse a esta fiesta con ayunos y abstinencias. La fiesta de
Purim celebróse desde muy antiguo. La recuerdan el 2
Mac 15:36-37, con el nombre de día de Mardoqueo, y Flavio Josefo (11:6:11-13). Según el Talmud, el día 13 había reunión en la sinagoga y se distribuían limosnas a los pobres.
Interpretación del sueño (10:5-13).
5
Y dijo Mardoqueo: Del Señor viene esto. Recuerdo, en efecto, el sueño que acerca de estos sucesos tuve, de los cuales ninguno ha quedado sin cumplimiento: 6
la fuentecilla que se convirtió en río de muchas aguas y la lucecita convertida en sol. El río es Ester, a quien el rey tomó por esposa, haciéndola reina. 7
Los dos dragones éramos yo y Aman, 8
y las naciones son las que se juntaron para acabar con el nombre judío. 9
Mi pueblo es este mismo Israel, los que clamaron a Dios y fueron salvos. Salvó el Señor a su pueblo y nos sacó de todos estos males, haciendo señales y prodigios grandes, cuales no se vieron entre las naciones. 10
Por esto estableció dos suertes: una para el pueblo de Dios y otra para todas las otras naciones. n Y estas dos suertes han llegado a su hora y tiempo, es decir, en el día del juicio delante de Dios. 12
Y se acordó el Señor de su pueblo y salió por la causa de su heredad. 13
Por esto serán celebrados por ellos estos días en el mes de Adar, los días catorce y quince del mes, con grande concurso, alegría y exaltación, delante de Dios, de generación en generación para siempre, en el pueblo de Israel. El redactor griego empezó el libro narrando un sueño que tuvo Mardoqueo, con lo cual quería poner de relieve
la intervención providencial de Dios en la trama de esta historia. Transcurridos aproximadamente once años, vuelve Mardoqueo su mirada hacia atrás y, después de un examen ponderado de los hechos, reconoce que todo cuanto ha acaecido
fue predicho y anunciado de antemano por Dios.
Epístola sobre los Purim.
El año cuarto del reinado de Tolomeo y Cleopatra, Dositeo, que se decía sacerdote y levita, y Tolomeo, su hijo, trajeron la presente epístola sobre los purim, que dicen ser auténtica y haber sido traducida por Lisímaco el de Tolomeo, vecino de Jerusalén. El autor del texto griego fue, probablemente, algún jefe de la comunidad judaica. Dice haber recibido la presente epístola sobre los
purim, a saber, el libro de Ester, de la comunidad de Palestina (
2Ma_2:14-16). Defiende su autenticidad, afirmando que es una traducción hecha por Lisímaco, hijo de cierto Tolomeo, perteneciente a la comunidad de Jerusalén. Una vez conocido el origen del texto, se añade que Dositeo, que se decía sacerdote y levita, lo introdujo en Egipto. Ambos, Dositeo y su hijo Tolomeo, tienen interés en hacer constar que esta traducción de Ester es la mejor y que, por lo mismo, debe recibirse. Además debe notarse la noticia de que el libro procedía de Palestina, lo cual prueba la dependencia de los judíos de la Diáspora de las autoridades de Jerusalén en cuestiones disciplinares y cultuales. ¿Cuándo el libro fue introducido en Egipto? No es posible dar una respuesta definitiva, por ser muchos los Tolomeos que reinaron en Egipto, unos trece, y ser muy común el nombre de Gleopatra. Los pareceres se inclinan preferentemente entre las dos siguientes parejas reales: 1) Tolomeo VIII, Soter II, llamado Latiré (116-80), casado sucesivamente con Cleopatra IV y V; 2) Tolomeo XIV (51-44 a.C.), que asoció al imperio a su hermana Cleopatra. Fue ésta derrotada por Octavio Augusto en la batalla de Accio el año 30.