Ver contexto
No ofrecerás la sangre de mi sacrificio junto con pan fermentado ni guardarás hasta el día siguiente la grasa de mi fiesta.
(Exodo  23, 18) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

לֹֽא‎(לֹא)

Hebrew|lˈō-|not

Part-of-speech: negative particle
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3808] [l.ab.aa] [1064]
[לא] [GES3708] [BDB4137] [HAL4092]

תִזְבַּ֥ח‎(זָבַח)

Hebrew|ṯizbˌaḥ|slaughter

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: qal


[H2076] [g.ae.aa] [525]
[זבח] [GES2021] [BDB2260] [HAL2277]

עַל‎(עַל)

Hebrew|ʕal-|upon

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5921] [k.bg.ac] [1624p]
[על] [GES5848] [BDB6471] [HAL6395]

חָמֵ֖ץ‎(חָמֵץ)

Hebrew|ḥāmˌēṣ|leaven

Part-of-speech: noun
Gender: unknown
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H2557] [h.dk.ab] [679a]
[חמץ] [GES2481] [BDB2777] [HAL2768]

דַּם‎(דָּם)

Hebrew|dam-|blood

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H1818] [d.br.aa] [436]
[דם] [GES1721] [BDB1941] [HAL1952]

זִבְחִ֑י‎(זֶבַח)

Hebrew|zivḥˈî|sacrifice

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H2077] [g.ae.ab] [525a]
[זבח] [GES2020] [BDB2259] [HAL2278]

וְ‎(וְ)

Hebrew|wᵊ|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

לֹֽא‎(לֹא)

Hebrew|lˈō-|not

Part-of-speech: negative particle
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3808] [l.ab.aa] [1064]
[לא] [GES3708] [BDB4137] [HAL4092]

יָלִ֥ין‎(לִין)

Hebrew|yālˌîn|lodge

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: qal


[H3885] [l.az.aa] [1096]
[לין] [GES3836] [BDB4271] [HAL4227]

חֵֽלֶב‎(חֵלֶב)

Hebrew|ḥˈēlev-|fat

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H2459] [h.ck.ab] [651a]
[חלב] [GES2395] [BDB2675] [HAL2673]

חַגִּ֖י‎(חַג)

Hebrew|ḥaggˌî|festival

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H2282] [h.am.ab] [602a]
[חג] [GES2226] [BDB2480] [HAL2484]

עַד‎(עַד)

Hebrew|ʕaḏ-|unto

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5704] [p.aq.ad] [1565c]
[עד] [GES5654] [BDB6249] [HAL6171]

בֹּֽקֶר‎(בֹּקֶר)

Hebrew|bˈōqer|morning

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H1242] [b.cu.ad] [274c]
[בקר] [GES1141] [BDB1308] [HAL1319]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



23. Leyes Sociales y Litúrgicas.

Preceptos de Justicia Social (1-9).
1No esparzas rumores falsos. No te unas con los impíos para testificar en falso. 2No te dejes arrastrar al mal por la muchedumbre; en las causas no respondas porque así responden otros, falseando la justicia; 3ni aun en las de los pobres mentirás por compasión de ellos. 4Si encuentras al buey o al asno de tu enemigo perdidos, llévaselos. 5Si encuentras el asno de tu enemigo caído bajo la carga, no pases de largo; ayúdale a levantarlo. 6No tuerzas el derecho del pobre en sus causas. 7Aléjale de toda mentira y no hagas morir al inocente y al justo, porque yo no absolveré al culpable de ello. 8No recibas regalos, que ciegan a los prudentes y tuercen la justicia. 9 No hagáis daño al extranjero; ya sabéis lo que es un extranjero, pues extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto.

En esta perícopa, que trata, sobre todo, de los diversos elementos que entran en la administración de la justicia, jueces y testigos, se intercalan unos preceptos relativos a la conducta que se debe guardar en las relaciones con el enemigo, mirando por su hacienda como desearía que otros mirasen por la suya.
Ya hemos visto de qué manera pasaba Moisés la jornada, ventilando las causas que el pueblo traía, y cómo, inducido por su suegro, nombró jueces inferiores, que debían ser los jefes de las tribus, familias y casas del pueblol. Igual que Moisés, juzgaban después los jueces, que, gracias a una feliz victoria, con que habían librado al pueblo de los invasores, lograron autoridad sobre una o varias tribus. Así, se dice que Otoniel juzgó cuarenta años, ochenta Ahod, y otros cuarenta Gedeón2.El pueblo se regía por sus leyes y costumbres tradicionales, y la principal labor del gobernante no era tanto dar leyes cuanto resolver los pleitos de cada día para mantener la paz en el pueblo.
En el mismo libro de los Jueces se nos cuenta cómo Débora, profetisa..., se sentaba bajo una palmera, entre Rama y Betel..., adonde acudían los hijos de Israel en demanda de justicia.3 por el mismo título de profeta (o representante de Dios) juzgaba Samuel, de quien se escribe que juzgó a Israel todo el tiempo de su vida y que cada año hacía el recorrido por Betel, Caígala y Masfa juzgando las causas del pueblo4. Guando luego se estableció la monarquía, las cosas debieron de cambiar. Por de pronto, no hallamos mención de estos jueces de nombramiento popular, y, en cambio, vemos a los reyes ejercer esta suprema función de administrar justicia. Cuando Natán quiso reprender a David, fingió que venía pidiendo justicia5. Lo mismo hizo la discreta mujer de Tecua para obtener el indulto de Absalón. Pero este tribunal no podía ser más que un tribunal supremo, el cual supone otros tribunales inferiores.
En el Deuteronomio se nos informa de la administración de la justicia de modo claro: Te constituirás jueces y escribas en todas las ciudades que Yahvé, tu Dios, te dará, según sus tribus, que juzguen al pueblo justamente.
La Ley mira mucho a que la justicia no sea falseada por causa de los testigos. El Decálogo amenaza con la sanción divina al que profane el santo nombre de Dios perjurando; luego se manda no testificar falsamente contra el prójimo. En esta perícopa de Exo_23:1 se insiste en que ni por respeto del rico ni por compasión del pobre se tuerza jamás la justicia. Sobre la prueba testifical se ordena en el Deuteronomio: Un solo testigo no es suficiente en causa alguna. Pero por la palabra de dos o tres se puede fallar una sentencia.6 Y contra el falso testigo dispone: Si surgiere contra uno un testimonio malo, acusándole de un delito, los dos interesados en la causa se presentarán ante Yahvé, ante los sacerdotes y los jueces en funciones en ese tiempo, quienes, si, después de escrupulosa investigación, averiguan que el testigo, mintiendo, había dado falso testimonio contra su hermano, le castigarán haciéndole a él lo que él pretendía hacer a su hermano; así quitarás el mal de en medio de Israel.7 El gran monarca de Babilonia, Hammurabi, empieza su código decretando la misma pena contra los falsos testigos: Si un hombre acusa a otro de homicidio, pero sin llegar a probarlo, el acusador sufrirá la pena capital.8 La misma regla se establece si la acusación fuera sobre trigo o dinero: el acusador llevará la pena que implicaba la acusación9.
A pesar de esto, no debían faltar testigos falsos en Israel, si tomamos a la letra las palabras del salmista, que más de una vez se queja de que testigos falsos le persiguen: No me entregues a la rabia de mis adversarios, que se alzan contra mí falsos testigos y gente que respira crueldad.10 Y en otro lugar: Alzáronse contra mí testigos falsos para demandarme lo que no sabía.11 Del Rey-Mesías dice el profeta Isaías que no juzgará por oídos, sino que juzgará con justicia al pobre, y con equidad a los humildes de la tierra.12. En el Sal_72:4 se pide para el rey que haga justicia a los oprimidos del pueblo, defienda a los hijos de los menesterosos y quebrante a los opresores. El libro de los Proverbios habla muchas veces contra el falso testigo, lo que arguye su frecuencia en Israel13.

Principios del Derecho Penal Hebreo.
Hemos expuesto las penas que se imponen en la Ley por la infracción de los preceptos del Decálogo para mostrar el valor de dichos preceptos morales en la legislación mosaica. Vamos a completar lo dicho exponiendo más ampliamente las sanciones penales de los delitos antisociales. Ellos servirán para la mejor inteligencia de los preceptos legales que forman parte del código de la alianza.
Nótese, ante todo, que en la antigüedad, en que los vínculos familiares eran más estrechos, la responsabilidad por un delito era con frecuencia familiar. Que en Israel acaecía algo de esto, nos lo prueba el caso de los hijos y nietos de Saúl, colgados de un leño ante Yahvé por la infracción de un juramento hecho a los gabaonitas, cometida por su padre y abuelo. Contra este falso principio declara el Deuteronomio: No morirán los padres por la culpa de los hijos, ni los hijos por la culpa de los padres; cada uno será condenado por su pecado.14 Conforme a esto, se cuenta del rey Amasias que, habiendo castigado a los asesinos de su padre, dejó en paz a los hijos de éstos, según lo manda la Ley15. Y Ezequiel dedicó todo un capítulo a declarar que la misma regla seguirá en adelante el Señor en sus juicios sobre el pueblo, que no pagarán los hijos por los padres: Mías son las almas todas; lo mismo la del padre que la del hijo, mías son, y el alma que pecare, ésa perecerá.16 Ya se comprende que el Señor no cambió las normas de la justicia; lo que cambió fue más bien la mentalidad de los hombres para entenderla y expresarla. Antes la entendían según las rudas reglas de la justicia que ellos practicaban; pero ahora, que en virtud de la misma revelación han progresado, la entienden con mayor perfección.
Otro principio del Derecho penal antiguo es la pena del talión. Por dura que nos parezca, viene a ser la expresión de la justicia, mirando a lo material de las culpas; una universalización de la norma de justicia que tiene su plena aplicación en materia de indemnizaciones. Pero con ser la regla tan imperfecta, y, por tanto, injusta, todavía, según observa Agustín de Hipona, sirve para impedir otras injusticias mayores. La pasión humana que se siente herida no se contenta con devolver lo que injustamente recibió, sino que a una palabra ofensiva responde tal vez con una réplica de obra que priva de la vida al ofensor. El espíritu de venganza no siempre resulta injusto17. En el código de la alianza se anuncia el principio para restablecer la justicia quebrantada en el prójimo: Entonces se dará vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, cardenal por cardenal.18 El Levítico expresa el principio casi con más crudeza: Al que maltrata a su prójimo, se le hará como él ha hecho: fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente; se le hará lo mismo que ha hecho a su prójimo.19 El Deuteronomio, hablando del falso testigo, termina así: No tendrá tu ojo piedad: vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.20
En el código de Hammurabi vemos puesto en práctica el mismo principio: Si un hombre saca un ojo a un hombre libre, se le sacará a él un ojo. Si quiebra un miembro a un hombre libre, se le quebrará un miembro. Si uno ha hecho caer un diente a un hombre de su misma condición, se le arrancará un diente.21 Y todavía se añade con mayor crudeza: Si un hombre hiere a la hija de un hombre libre, haciéndola abortar, pagará por su fruto diez siclos de plata. Pero si la mujer muere, se le matará a él la hija.22 Como aplicaciones de la misma norma, podemos considerar otras sanciones. Para su inteligencia tengamos presente que, según el artículo 187, el hijo de un favorito (del rey), familiar del palacio, o de una mujer pública no puede ser reclamado a quienes le han recibido por hijo. Ahora bien: si éste dice al padre o a la madre, que le han criado: Tú no eres mi padre, tú no eres mi madre, se le cortará la lengua. Y si este mismo, llegando a conocer la casa de su padre, desprecia al padre y a la madre que le criaron y se va a la casa de su padre, se le arrancarán los ojos. Y si una nodriza recibe un niño para criar y, sin el permiso del padre y de la madre de este niño, la nodriza recibe otro, siendo esto causa de que el niño muera, a esa nodriza se le cortarán los pechos.23 Si un arquitecto que construyó una casa no la consolida bien y la casa se hunde, matando a su dueño, el arquitecto es reo de muerte. Y si, en vez del dueño, es un hijo suyo la víctima del accidente, morirá el hijo del arquitecto mismo24. Si un hijo hiere a su padre, se le cortarán las manos25.
La ley no se aplica así cuando se trata de personas de inferior condición social, recurriendo entonces a la compensación pecuniaria. Por ejemplo: Si un hombre libre saca un ojo a un muskinnu (clase intermedia entre el hombre libre y el esclavo) o le quiebra un miembro, pagará una mina de plata.26 Si el perjudicado es el siervo de un hombre libre, pagará éste la mitad del precio del siervo27. Si uno hiere a la hija de un muskinnu, haciéndola abortar, pagará cinco siclos de plata.28 Si la mujer muere, pagará media mina (30 siclos)29. Si es la esclava de un hombre libre, pagará dos siclos en el primer caso y un tercio de mina (20 siclos) en el segundo30. En Roma también la ley de las Doce Tablas establecía la pena del talión a menos que hubiera arreglo entre las partes, como lo prueba este lacónico texto: Si membrum rupit, ni cum eo pacit, talio esto. Y la misma ley señala la forma de compensación por la fractura de un hueso, 300 ases, si se trata de una persona libre; la mitad, si de un siervo31. Pero, sobre todo, nos resulta instructiva la forma como este principio se aplica entre los árabes beduinos de Trans-Jordania. Entre éstos, el espíritu de venganza reviste caracteres trágicos, pero el deseo de paz y de poner fin a los males de la guerra los obliga a venir a un arreglo. Cuando se trata de causas de sangre, muerte, herida, etc., el juez es un especialista que lleva por nombre qassas. Este empieza por exigir fiadores de que su sentencia se cumplirá, luego pide sus honorarios. Para apreciar la indemnización, si se trata de heridas, examina bien la herida, mide su longitud, su anchura y profundidad, y considera la parte del cuerpo en que está. Si se trata de heridas en el rostro, se sirve para apreciarla del siguiente modo: pone al herido en pie, y el juez se va alejando de él caminando hacia atrás y sin perderlo de vista. Cuando no percibe la herida, cuenta los pasos hasta el herido, y a cada paso corresponden tantas piastras ... Cuando se trata de heridas más graves, se toma por unidad la muddah, o sea la indemnización debida por la vida de un hombre, que no es igual en todas las tribus, pero que puede ser de unas 2.000 pesetas de plata. Por la vida de la mujer la indemnización será cuádruple. Si la mujer estaba encinta, habrá que contar la vida de la madre y la del hijo. Y aquí se revela la nobleza del árabe, que considera un deshonor habérselas con una mujer débil. Por los dos ojos perdidos se pagará lo mismo que por la vida. Por un solo ojo, la mitad... Por un dedo, un camello de dos años. De esta manera, el qassas determina, según la jurisprudencia del desierto, la manera de aplicar la ley del talión con más provecho del perjudicado. Además de realizar la justicia, estos hijos del desierto armonizan su honor, que es muy delicado y exigente, con la utilidad32. En el código hitita, las penas por muerte o heridas son pecuniarias33.
Que estas o semejantes normas no eran desconocidas en Israel, nos lo indican algunas frases de la Ley, tales como estas del código de la alianza, el más antiguo del pueblo hebreo: Si un buey bravo, por negligencia culpable del amo, mata a un hombre o a una mujer, el buey será apedreado, pero el amo será reo de muerte; si en vez de la muerte le pidieran al dueño el precio como rescate de la vida, pagará lo que se le imponga.34 El que hiriere a una mujer encinta, acelerando el parto, pero sin mayor perjuicio, pagará lo que exija el marido de la mujer y decidan los jueces35. La insistencia con que la Ley condena a muerte al homicida, excluyendo todo arreglo, parece significar que en las causas de inferior culpa se daba lugar a algún arreglo.
Como conclusión de las posibles relaciones, influencias e interferencias de las legislaciones orientales en la legislación mosaica, podemos decir:
a) Algunas leyes mosaicas son más crueles, y otras, en cambio, más humanitarias, que las de los diversos códigos orientales, pero la legislación mosaica suele tener más preocupación moral y religiosa que aquéllos.
b) La dependencia y concomitancia que puede haber entre las legislaciones mosaica y oriental no es tanto directa o literal cuanto que todas ellas reflejan un fondo consuetudinario común, en consonancia con un ambiente social semejante en gran parte. Respecto de las posibles concomitancias entre la ley mosaica y el código de Hammurabi, no debemos olvidar que el antepasado de los hebreos, Abraham, procedía de Mesopotamia, y, naturalmente, con sus costumbres debió de dejar huella no sólo en la vida jurídico-social de la época patriarcal, sino aun después en Egipto y en el Sinaí.
c) Las leyes solían darse en nombre de la divinidad. El código de Hammurabi es un regalo del dios dolar Samas al gran monarca babilonio. Este no es sino intérprete de la voluntad de su dios principal. En una concepción teocrática, la divinidad es el centro y motor de toda la vida social de su pueblo. En el caso del pueblo de Israel, Yahvé es el creador y plasmador de la nueva conciencia social, nacional y religiosa de su pueblo, libertado milagrosamente de Egipto. Su representante caudillo y profeta es Moisés; por eso las ordenaciones y palabras de éste aparecen como intimaciones del mismo Yahvé; de ahí que las frases harás esto..., dirás al pueblo... hay que entenderlas en el sentido amplio de ordenaciones que tienen autoridad divina, pero no siempre son manifestaciones expresas reveladas del mismo Yahvé. No debemos perder de vista que los autores sagrados suelen prescindir de las causas segundas, para atribuir los hechos y las leyes directamente a Dios. Respecto de la legislación, pues, podemos suponer que Moisés recogió leyes y costumbres y las adaptó y modernizó conforme a la nueva concepción teocrática. Otras las dictaminó él mismo conforme a su prudencia, y las menos pueden ser dictados directos divinos. Con todo, aunque el conglomerado de leyes sea heterogéneo y proceda de diversas fuentes, el sello personal del gran genio creador de Moisés quedó marcado indeleblemente, de forma que la legislación posterior no hizo sino adaptarse y seguir las líneas generales del legislador-libertador, primer profeta de Israel. Moisés es el mayor de los profetas... Dios quiere hacer un pacto con Israel, pero esto exige condiciones: Dios es santo, y no puede morar en un pueblo que no lo sea. De ahí el primer principio de la Ley. Dios es justo, y no puede hacer pacto con la iniquidad ni dejar sin castigo pecado alguno. He ahí el principio del derecho penal. Dios es misericordioso y largo en perdonar, y ésta es la razón del perdón con que invita a Israel. Dios es bueno, fiel y veraz, y esto es el fundamento de todas las promesas que se hacen en la Ley, y que luego ampliarán los profetas. Estos son los principios de la legislación mosaica. Todo lo que hay de grande en ella dimana de estos principios. Pero en lo concreto, el legislador tendrá en cuenta las costumbres del pueblo en lo civil y en lo religioso y tolerará, en atención a la dureza de Israel, cosas que fuera deseo corregir. Pero, infundiendo la idea de Yahvé justo, santo, bueno, fiel a sus promesas, se pondrá la base para su futuro perfeccionamiento, conforme evolucionen las costumbres y cambien las circunstancias36.
La ley mosaica es imperfecta, y, en comparación con el ideal evangélico. Los Santos Padres recalcan esta idea para explicar el carácter imperfecto y terrenal de muchas leyes del Pentateuco, y así dicen que las sanciones son temporales, porque las leyes estaban destinadas a un pueblo de mentalidad ruda. Si estas leyes eran imperfectas en el orden religioso, mucho más lo eran en el orden civil: disponebat populum ad iustitiam et aequitatem secundum quod conveniebat illo statui.38 Los Padres dan por supuesto que antes de la legislación mosaica hubo en el pueblo hebreo cierta legislación rudimentaria en el orden civil y religioso: fuerunt igitur ante legem quaedam ceremonia legis,39 prescritas por la ley natural. Como dice el P. Lagrange, el mérito de Moisés consistió en grabar en todos los corazones el recuerdo de los beneficios de Yahvé, Dios del pueblo israelita y del universo. Y, al formar con este Dios una alianza solemne, pasó por la criba de este deber los usos y costumbres antiguos. Lo que era contrario a la fidelidad a Yahvé era eliminado, lo que estaba conforme con su culto y veneración venía a ser ipso facto su ley.40 El color religioso de la obra (codificación mosaica) brilla de un modo particular. No sólo el autor da amplitud a la vida religiosa, por las peregrinaciones, la ley del asilo, la prestación de juramentos, la incorporación del esclavo a una nueva familia, sino que subordina todo este conjunto jurídico al fin religioso... Subordina las costumbres a los mandamientos imperativos de la divinidad... y subordina todo a reglas cultuales muy precisas sobre la manera de adorar y respetar a la divinidad. La religión no interviene sólo como garantía de la buena marcha de la vida pública, sino que es la vida pública entera la que esta sometida a la orientación religiosa. El autor ha tenido cuidado en eliminar todo politeísmo, aun cuando respetaba viejas costumbres religiosas que se habían desarrollado en un clima politeísta. Lo esencial para nuestro autor es asegurar en la vida de Israel el culto á Yahvé y de El solo en conformidad con sus exigencias morales. Si esta obra tiene un fin religioso, es que nuestro autor tiene una teología especial dentro del conjunto del antiguo Oriente... No se reconoce más divinidad que Yahvé; no se puede pronunciar el nombre de otros dioses en los juramentos, y hacerles sacrificio es un crimen castigado con la pena de muerte (Sal_22:19). Es un Dios moral que reprueba la injusticia y castiga, es también un Dios misericordioso y benevolente... La legislación es puesta en boca de la divinidad..., que asume la responsabilidad de todas las costumbres, redactadas de modo impersonal, al estilo del derecho en el antiguo Oriente; por eso interviene para dar leyes en estilo directo, sus mandamientos; habla en primera persona, lo que parece único en los documentos jurídicos. Es la divinidad la que da leyes y mandatos, al mismo tiempo que encarga a Moisés mediador exponer las costumbres que quiere se observen (Exo_21:1). Aunque no encontramos las expresiones del Deuteronomio: mis leyes, mis mandatos, sin embargo, encontramos la frase al fin del código (de la alianza): Guardad todo lo que yo os he dicho. El autor concibe, pues, a Dios interviniendo directamente en la vida de su pueblo para dar leyes... El código de la alianza, pues, se presenta con carácter excepcional. Quiere establecer una teocracia directa, en la que se aplican las últimas consecuencias de la idea de la alianza. El pueblo es el pueblo de Dios, y la divinidad es concebida como pariente por la sangre de los miembros de esta comunidad41, pues la alianza se cierra con la sangre (Exo_24:8), creando un parentesco ficticio por la sangre. La divinidad no sólo ha puesto las condiciones del pacto por las reglas generales del Decálogo, sino que ha ido hasta aplicar los principios al detalle... Yahvé ha sacado a su pueblo de un país extranjero, y ha mostrado así su poder frente al faraón y a los dioses de Egipto, y quiere dirigir El mismo la actividad colectiva del pueblo. El jefe visible de Israel (Moisés) no es más que un mediador, cuya única misión es hablar al pueblo en nombre de Dios y exponer las costumbres que Dios toma a su cuenta, función difuminada que no es obstáculo a las relaciones directas entre Yahvé y los israelitas. Si éstos son fieles y observan las directivas de su jefe, que es su Dios, los protegerá, los bendecirá y los liberará de todos los males42.

Tabla Sinóptica Comparativa Entre la Legislación Mosaica y la de los Códigos Orientales.
Siglas: CH, código de Hammurabi; LA, leyes asirias; LN, leyes neo-babilónicas; FS, fragmentos sumerios; LH, leyes hititas.

Manumisión de los siervos. Exo_21:2.5-11. CH 117; 282.
Homicidio involuntario.Exo_21:13. CH 206-207.
Pegar a los padres. Exo_21:16; Deu_24:7. CH 195.
Pegar a una mujer encinta. Exo_21:22-23. CH 209-210.
Ley del tallón. Exo_21:24. CH 196.197. LH I,7.8.
Pegar a los siervos. Exo_21:26-27. CH 199 (?). LH I, 8 (?).
Buey cornúpeta. Exo_21:28-30; Exo_21:32. CH 250.251.262.
Robo de una res. Exo_22:1-4.
Daño. Exo_22:2. CH 21.
Daño de los campos. Exo_22:5. CH 57.
Pérdida del depósito. Exo_22:7-9. CH 125-126.
Pérdida de una res en depósito. Exo_22:10-13. CH 263; 266; 267.
Seducción de una virgen.Exo_22:16-17. LA 54a.
Maleficio. Exo_22:18. CH 2.
Incesto con la madre Exo_18:8; Exo_18:20; Exo_18:11. CH 157.
Adulterio. Lev_20:11; Deu_22:2. CH 129.
Incesto con la nuera. Lev_20:13. CH 155.
Pederastía. Lev_20:13. LA 20.
Sospecha de adulterio. Num_5:22-28. CH 131.132.
Falso testimonio. Deu_19:16-19. CH 3,4.
Partición de la herencia. Deu_21:15-17. CH 165.167.
Hijo contumaz. Deu_21:18-21. CH 169.
Opresión de virgen desposada.Deu_22:26-27. CH 130.
Siervo fugitivo. Deu_23:15-16. CH 16.
Repudio. Deu_24:1. CH 138.139.
Flagelación. Deu_25:3. CH 202.
Levirato. Deu_25:5-10. LH 11; 79;LA 30; 31,4343·


Diversas Leyes Ceremoniales (10-19).
10Sembrarás tu tierra seis años y recogerás sus cosechas; 11al séptimo la dejarás descansar, que coman los pobres de tu pueblo, y lo que queda, lo coman las bestias del campo. Eso harás también con las viñas y los olivares. 12Seis días trabajarás, y descansarás al séptimo, para que descansen tu buey y tu asno y se recobre el hijo de tu esclava y el extranjero. 13Guardad cuanto os he mandado. No te acuerdes del nombre de dioses extraños ni se oiga en tus labios. 14Tres veces cada año celebraréis fiesta solemne en mi honor. 15Guardad la fiesta de los ázimos comiendo ázimo siete días, como os he mandado, en el mes de Abib, pues en ese mes saliste de Egipto. No te presentarás ante mí con las manos vacías. 16También la solemnidad de la recolección, de las primicias de tu trabajo, de cuanto hayas sembrado en tus campos. También la solemnidad del fin de año y de la recolección, cuando hubieres recogido del campo todos sus frutos. 17Tres veces en el año comparecerá todo varón ante Yahvé, tu Dios. 18No acompañarás de pan fermentado la sangre de tu víctima ni dejarás la carne de ésta para el día siguiente. 19Llevarás a la casa de Yahvé, tu Dios, las primicias de los frutos de tu suelo. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.

El precepto sabático, que es el cuarto del Decálogo, se extiende también aquí a los campos y a los árboles. Ni los primeros serán sembrados el año séptimo, ni los segundos podados y cuidados; lo que de suyo produjere será para los pobres (v.10-11). Pero en Lev_25:4 se dice que en ese año séptimo los dueños de los campos y de los árboles comerán lo que unos y otros espontáneamente produjeran. Parece una tentación a Dios esto de dejar en barbecho todos los campos al mismo tiempo. En Lev_25:21 se sale al paso a esta objeción con la promesa de una cosecha más abundante al año sexto. Sin embargo, en 1Ma_6:49 se hace mención de la carestía sufrida por la observancia del año sabático.
La razón del año sabático para los campos era la misma que la impuesta para el descanso del hombre. No sólo para dejar en barbecho, de modo que así la tierra descansara y se enriqueciera para mejores cosechas, sino que hay una razón de orden religioso: el reconocimiento de la propiedad de Yahvé sobre los campos, y, por otra parte, el abandono a su providencia, que no olvidará a su pueblo. La formulación de la ley aquí no permite saber si habían de descansar todos los campos en todo el territorio o sólo parcialmente, es decir, los campos que llevaban seis años consecutivos de cultivo. Por razones obvias, este descanso sabático de los campos no fue siempre cumplido44. En la época anterior al exilio no se alude a esta ley. A pesar del carácter religioso de la ley, es de suponer que el descanso periódico de los campos obedece a costumbres anteriores a la misma legislación mosaica. En terrenos pobres y de secano hay que dejar descansar las tierras para que puedan rendir algo de tiempo en tiempo; de lo contrario, es empeñarse en un trabajo estéril todos los años. A esta razón práctica, el legislador hebreo añadió la razón religiosa de reconocer la soberanía de Dios.
En el v.12 se alude de nuevo a la observancia del sábado para los hombres, y se da una razón de orden práctico: dejar descansar a los esclavos y a los animales.
El v.13 estaría mejor, como conclusión del código de la alianza, en 23:19. No debía nombrarse a los dioses, para no caer en la idolatría. En tiempos posteriores se sustituyó el nombre de baal (señor), de procedencia cananea, por el de boseth (vergüenza).

Las Tres Fiestas Religiosas (14-17).
Se prescriben tres fiestas religiosas, ligadas a la vida agrícola: a) la de los ácimos, en el mes de Abib, que señala el comienzo oficial de la mies, y que ahora debe, además, tener el sentido de memorial de la salida de Egipto; b) la solemnidad de las Primicias, que marcaba el fin de la recolección; c) y la solemnidad del año agrícola, una vez recogidos todos los frutos del campo. Importaban estas fiestas una peregrinación al santuario nacional o a otros cercanos, donde no debían presentarse con las manos vacías, dejando a la devoción de cada uno lo que debían ofrecer a Dios. A estas fiestas primitivas, en Israel se les añadió luego la significación histórica, a saber, el recuerdo de la liberación de Egipto, de la promulgación de la Ley y de la estancia en el desierto. De estas tres, la primera y la última se hallan consignadas en la Escritura.
La fermentación era considerada como una corrupción; por eso no se admite el pan fermentado en los sacrificios (v.18). Ya se entiende la razón de no dejar para el día siguiente las carnes del sacrificio en un país caluroso como Palestina. Aún hoy, un jeque beduino no ofrecerá a su huésped carne que no haya sido sacrificada en honor suyo.
En el v.106 se prohibe cocer el cabrito en la leche de su madre, sin duda porque el legislador considera como demasiada crueldad la de matar el cabrito y aderezarlo en la leche de su madre45. Parece una ordenación paralela a la de prohibir poner bozal al buey que ara. Recientemente se ha propuesto una explicación erudita sobre la prohibición de cocer el cabrito en la leche de su madre.
En los textos de Ras Samra (Ugarit) parece que se da un valor supersticioso a la leche de la cabra en la que se había cocido un cabrito, en cuanto que derramada daba especial fecundidad a la tierra46. Los rabinos extendieron la prohibición a cocer carne en leche47.
a) Fiesta de los Azimos. -Debía celebrarse el mes de Abib (o de la espiga), durante la semana que sigue a la Pascua. El Deuteronomio nos declara mejor la forma de la celebración de esta fiesta: Guarda el mes de Abib (marzo-abril) celebrando la Pascua de Yahvé, porque precisamente en el mes de Abib te sacó Yahvé, tu Dios, de Egipto, de noche. Inmolarás la Pascua de Yahvé, tu Dios, de las crías de tus ovejas y de las vacas, en el lugar que Yahvé, tu Dios, haya elegido para poner en él su nombre.48 Varias cosas hemos de notar aquí: la Pascua en el mes de Abib (llamado más tarde Nisán), con el recuerdo de la salida de Egipto, de noche, porque a esta hora se celebraba la Pascua, a la luz de la luna llena. La víctima será de las crías de los rebaños, bien sea del ganado menor o del mayor. Esto sugiere la idea de un sacrificio de las primicias de los rebaños, el sacrificio propio de los pueblos pastores. Finalmente, sólo en el lugar elegido por Dios se puede celebrar este sacrificio, lo que implica una peregrinación, y para muchos, larga. Sigue el texto del Deuteronomio: No comerás con ella pan fermentado, sino que por siete días comerás pan ácimo, el pan de la aflicción, porque de prisa saliste de Egipto. No se verá levadura esos siete días en toda la extensión de tu territorio y nada de la víctima que a la tarde inmolarás quedará hasta la mañana siguiente. El sacrificio se inmola, pues, al atardecer, y la Pascua consiste en el convite sagrado que sigue durante la noche. En él no se podrá comer pan fermentado, a diferencia de los sacrificios pacíficos, en que se permite este pan. Pero el uso del pan ácimo (pan de aflicción) sin duda alude a la opresión de Egipto, lo que arguye una fiesta distinta primariamente de la Pascua, la fiesta de los ácimos, fundidas después en una. Una vez más insiste en que esta Pascua se ha de celebrar en el lugar elegido por Dios, al ponerse el sol, como el día de la salida de Egipto. El rito empleado para preparar las carnes es el más primitivo y el que todos podían haber a la mano: asar las carnes, como hacían los caudillos griegos ante los muros de Troya. Esto nos hace sospechar la alegría de la Pascua, celebrada a la clara luz de la luna llena con un banquete extraordinario y con gran reunión de gente. Terminada la fiesta a la mañana siguiente, volvían todos a sus casas, pero la fiesta de los ácimos continuaba hasta el séptimo día.
En este sentido de la liberación de Egipto se funda el de la Pascua cristiana, que recuerda, con la muerte y la resurrección de Jesucristo, el misterio de la redención. Cristo en la cruz es el verdadero Cordero, que con su sangre borra los pecados del mundo y que se da en comida en el banquete eucarístico. San Pablo nos enseña cómo hemos de celebrar esta Pascua de la inmolación de Cristo: Alejad la vieja levadura, para ser masa nueva, como sois ácimos, porque nuestra Pascua (Cordero pascual), Cristo, ha sido inmolado. Así, pues, festejémosla, no con la vieja levadura, no con la levadura de la malicia y de la maldad, sino con los ácimos de la pureza y de la verdad.49
b) Pentecostés, o Fiesta de la Siega. -Llamada también fiesta de las Semanas50, día de las Primicias51 y de Pentecostés52, porque se celebraba a las siete semanas después de los ácimos53 o porque se ofrecían las primicias en acción de gracias por la recolección del trigo54. Parece que es también una de las fiestas primitivas en Israel anteriormente al mismo Moisés. Es una fiesta de agricultores (los patriarcas eran semibeduinos, es decir, mitad pastores nómadas, mitad agricultores), a la que se le da un nuevo sentido religioso como para la de la Pascua, como hemos visto. El Deuteronomio nos declara así el sentido de la fiesta: Contarás siete semanas; desde el día en que comienza a meterse la hoz en el trigo, comenzarás a contar las siete semanas, y celebrarás la fiesta de las semanas en honor de Yahvé, tu Dios, con ofrendas voluntarias, que harás conforme Yahvé, tu Dios, te haya bendecido. Te regocijarás en la presencia de Yahvé, tu Dios, en el lugar que elija para hacer habitar en él su nombre, tú, y tu hijo, y tu hija; tu siervo, tu sierva, el levita que mora en tus ciudades, así como el extranjero, el huérfano y la viuda que habitan en medio de ti. Acuérdate de que siervo fuiste en Egipto y cuida de poner en obra estos mandamientos.55 Esta fiesta señala el fin de la siega de los cereales, significa el reconocimiento de las bendiciones de Dios y ha de ser motivo de alegría para todo el pueblo, para los agricultores y para los que viven en su derredor y trabajan con ellos. El espíritu de caridad del Deuteronomio se destaca en la redacción de este precepto.
El Pentecostés cristiano está más ligado a este sentido conmemorativo de la promulgación de la Ley, pues en este día se realizó la venida del Espíritu Santo, por lo cual la Iglesia la celebró desde principio con toda solemnidad.
c) Tabernáculos, O Fiesta se la Recolección de Frutos (v.16). -Se llama de los Tabernáculos o de las chozas de ramas56 porque para celebrarla los israelitas iban a habitar en chozas en las viñas. Es la postrera de las tres fiestas primitivas de Israel, que se celebraban con una peregrinación. En nuestra perícopa leemos: Celebrarás también la solemnidad del fin del año y de la recolección, cuando hubieres recogido del campo todos sus frutos57. En el código se lee: Celebrarás la solemnidad de la recolección al fin de año.58. Esto ya nos dice bastante sobre el sentido de la fiesta. El autor sagrado da por supuesto en este texto que el año comienza en otoño, en vez de primavera, como será más tarde por influencia mesopotámica. La fiesta de los Tabernáculos o de la recolección tenía, pues, lugar al fin del verano, después de haber recogido los últimos frutos del campo; los israelitas debían presentarse al Señor para ofrecerle las primicias de estos frutos en acción de gracias por las bendiciones recibidas y para implorar el beneficio de la lluvia para poder hacer la próxima sementera. La fiesta tiene, pues, un sentido marcadamente agrícola, como la de los ácimos y de las Primicias. El Deuteronomio, como de ordinario, es más explícito: Celebrarás la fiesta de los Tabernáculos durante siete días, una vez recogidos los frutos de tu era y de tu lagar; te regocijarás en esta fiesta tú, tu hijo, tu hija, tu siervo y tu sierva, así como el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda que habitan en tu ciudad. Celebraréis la fiesta en honor de Yahvé, tu Dios, en el lugar que haya elegido, para que Yahvé, tu Dios, te bendiga en todas tus cosechas y en todo el trabajo de tus manos, y te darás todo a la alegría.59 Y después de insistir en la celebración de la triple festividad anual en el lugar elegido por el Señor, concluye: Cada cual hará sus ofrendas conforme a las bendiciones que Yahvé, tu Dios, le haya otorgado.60 Aquí no se señala tampoco la fecha precisa, pero se indica la duración de la fiesta, que será de siete días, y se le da un nombre significativo: es la fiesta de los Tabernáculos y fiesta de la alegría para todo el pueblo trabajador de la tierra, que recoge entonces los últimos frutos de ella. El habitar en chozas de ramas tiene por fin recordar el tiempo en que los israelitas vivían en tiendas en el desierto61.

Promesas y Exhortaciones (20-33).
20He aquí que yo mandaré un ángel ante ti para que te defienda en el camino y te haga llegar al lugar que te he dispuesto. 21Acátale y escucha su voz, no le resistas, porque no perdonará vuestras rebeliones y porque lleva mi nombre. 22Pero, si le escuchas y haces cuanto él te diga, yo seré enemigo de tus enemigos y afligiré a los que te aflijan, 23pues mi ángel marchará delante de ti y te conducirá a la tierra de los amorreos, de los jéteos, de los fereceos, de los cananeos, de los jeveos y de los jebuseos, que yo exterminaré. 24No adores a sus dioses ni les sirvas; no imites sus costumbres y derriba y destruye sus cipos. 25Servirás a Yahvé, tu Dios, y El bendecirá tu pan y tu agua y alejará de en medio de vosotros las enfermedades, 26y no habrá en vuestra tierra mujer que se quede sin hijos ni sea estéril y vivirás largos años. 27Mi terror te precederá, y perturbaré a todos los pueblos a que llegues, y todos tus enemigos volverán ante ti las espaldas, 28y mandaré ante ti tábanos, que pondrán en fuga a jeveos, cananeos y jéteos delante de ti. 29No los arrojaré en un solo año, no quede la tierra desierta y se multipliquen contra ti las fieras. 30Poco a poco los haré desaparecer ante ti hasta que crezcas y poseas la tierra. 31Te doy por confines desde el mar Rojo hasta el mar de Palestina y desde el desierto hasta el río. Pondré en tus manos a los habitantes de esa tierra y los arrojarás de ante ti. 32No pactarás con ellos ni con sus dioses, 33no sea que, habitando en tu tierra, te hagan pecar contra ti y sirvas a sus dioses, que sería tu ruina.

Dios, había dado por caudillo a Moisés, que sacaría a Israel de Egipto y le introduciría en la tierra de las promesas, venciendo todos los obstáculos que a ello se opusieran, como había vencido a los que opuso el faraón. Pero, además de ese caudillo visible, iba Dios a la cabeza de su pueblo62, y Dios era el que prestaba a Moisés el poder necesario para cumplir su misión. Pues Dios aparece aquí representado por el ángel. Hay muchos textos en los que para designar a Dios se le llama ángel 63, sin duda una designación debida a retoques posteriores de copistas, conforme a concepciones teológicas en las que ante todo se busca salvar la trascendencia divina64. Así, en vez de hablar de teofanías directas de Yahvé, se habla de manifestaciones de su ángel. Y éste parece ser el caso actual del v.20. Ese ángel enviado por Yahvé para guiar a Moisés no es otro que el propio Dios, que se manifestará bajo la forma de nubes, de fuego o de ángel para hacer conocer su voluntad y encaminar a su pueblo hacia la tierra de promisión. A él debe obedecer Israel, como debía escuchar a Moisés. El ángel caminará delante de Israel, le guiará por el camino, deshará a sus enemigos hasta ponerle en posesión de la tierra ocupada por los cananeos (v.23). Las poblaciones mencionadas son las mismas de Exo_3:865. ¿Cómo se manifestará la acción de este ángel-Yahvé, al cual obedecer? Por la acción interior de Dios, que obrará en la conciencia de cada uno, y en la acción exterior de Moisés, que de continuo los instruirá y amonestará a obedecer los mandamientos del Señor. Si Israel hace todo esto, Yahvé le colmará de bendiciones, le dará pan en abundancia, alejará de él las enfermedades, multiplicará los hijos y le hará vivir largos años (v.25-26).
A pesar de la asistencia de Dios por su ángel o providencia especial sobre el pueblo elegido, la conquista total de Canaán no se realizó hasta los tiempos de David. ¿Cómo esto? El autor sagrado nos da la razón: Poco á poco haré desaparecer a los cananeos ante ti hasta que crezcas y poseas la tierra (v.80). En otros lugares hallaremos motivos algo diferentes. Pero esto nos dice algo sobre el número de los hebreos que iban a entrar en Canaán, que no era un vasto territorio, sino una provincia muy extensa. Sus límites, según el texto que tenemos delante, son: por el sur, una línea que va desde el mar Rojo hasta el mar de Palestina o Mediterráneo; al oeste, el mar; al este, el río Jordán66, y al norte, los montes del Líbano y Antelíbano (v.31). Tales límites son ideales, pues de hecho la costa mediterránea estuvo sometida a los filisteos, y en el sur hay muchas zonas desérticas, que no son habitables. La recomendación de no entrar en relaciones con los cananeos por razones religiosas se repite varias veces67, clara señal de que no se observaba, y de ello dan prueba muchos textos históricos.
Para conseguir el triunfo sobre los enemigos precederá a Israel el terror de Yahvé (v.27), es decir, su manifestación omnipotente y arrolladura, que siembra el terror entre los enemigos. En Gen_35:5 se dice que se extendió el terror de Dios por las ciudades del contorno, y no les persiguieron (a la familia de Jacob). Dios es valedor de los derechos de sus protegidos, y, como Dios de los ejércitos, siembra la ruina y el pánico entre sus enemigos. Es una concepción épica de la providencia de Yahvé en la historia de Israel. Para ello enviará tábanos para perseguir a sus enemigos (v.27b). De hecho no sabemos que haya enviado esta plaga contra los cananeos, como lo hizo contra los egipcios, pero puede ser un símbolo de los castigos en tromba que han de caer contra los enemigos de Israel cuando éstos irrumpan en Canaán. En correspondencia a esta especial protección de Yahvé, los israelitas deberán abstenerse de participar en el culto idolátrico de los cananeos (v.24). No sólo no deben adoptar esos cultos, sino que deben derribar los cipos o estelas (masseboth) piedras verticales que se erigían en honor de las divinidades cana-neas, consagradas a los baales, pues los santuarios cananeos eran al aire libre, en recintos con piedras verticales o troncos de árboles, símbolo de bosques sagrados, que aludían a la fecundidad procurada por Astarté68.
Por el carácter antológico y misceláneo de esta perícopa, la mayor parte de los comentaristas consideran los v.20-33 como desplazados y obra de un autor posterior. Así, se habla del mar de los filisteos en una época en que aún éstos no se habían establecido en Palestina, lo que es un claro anacronismo en nuestro contexto69. Parece, pues, una adición posterior al código de la alianza.

1 Cf. Exo_18:13s; Deu_1:13s. 2 Cf. Jue 3. 3 Cf. Jue_4:4s. 4 Cf. 1Sa_7:15s. 5 Cf. 2 Sam 12:1s. 6 Deu_19:15; Deu_17:6s. 7 Deu_19:16-20. 8 Cód. de Ham. art.I. 9 Ibid., art.4. 10 Sal_27:12. 11 Sal 35:11. 12 Isa_11:4. 13 Cf. Pro_6:19; Pro_14:25; Pro_19:5-9; Pro_21:28. 14 Deu_24:16. 15 Cf. 2Re_14:16. 16 Eze_18:4. 17 Cf. A. Jaussen, o.c., p.228. 18 Exo_21:23-25. 19 Lev_24:195. 20 Deu_19:21. 21 Cód. de Ham. art. 196.197.200. 22 Ibid., art.108.110. 23 Ibid., art.194. 24 Ibid., art.129s. 25 Ibid., art.195. 26 Ibid., art.198. 27 Ibid., art.199. 28 Ibid., art.211. 29 Ibid., art.212. 30 Ibid., art.213s. 31 Cf. Gaio, Institutiones III 223. 32 Cf. A. Jaussen, o.c., p.225. 33 Cód. hit. art. 1-20. 34 Exo_21:275. 35 Exo_21:22. 36 Cf. Ciencia Tomista t.35 p.s8. 37 Cf. 1-2 q.99 a.6. 38 Cf. 1-2 q.104 a.3 ad 3. 39 1-2 q.103 a.1 11 c. 40 Cf. RB (1901) p.6i6. 41 Sobre esta idea véase E. Dhorme, Religión des Hébreux nómades (Bruselas 1937) p.313s. 42 H. Cazelles, o.c., p.184-187. 43 Los textos en H Gressmann, Altorientalishe Texte und Bilder 380-410-423-431. 44 Cf. 2Cr_36:21; Neh_10:32. FL. Josefo, Ant. lud. XII 9,5; 8,1; XIV 10,6. 45 Cf. éxo_34:26; Deu_14:21. 46 Cf. RB (1937) P-550; R. Dussaud, Les découvertes de Ras Sham,a et l'Ancien Testa-ment (París 1941) p.152. 47 Cf. Mhhna, tr. Jullin VIII. 48 Dt 16:1s. 49 1Co_5:7-8 50 Exo_34:22; Deu_16:10; Deu_16:16. 51 Num_28:26. 52 Lev_23:16. 53 Deu_16:16. 54 Num_28:26. El vocablo griego Pentecostés aparece en Hch_2:1, en Filón, Fl. Josefo y 2Ma_12:32. 55 Deu_16:9-12. 56 Lev_23:345; Deu_26:13.16. 57 Exo_23:16. 58 Exo_34:22. 59 Deu_16:13-15. 60 Deu_16:17. 61 Lev_23:33-43; DBS II 174-176. 62 Ex 33:1s. 63 Cf. Gen_16:7-14; Gen_21:14-21; Gen_48:15-16; Ex 3. 64 Sobre el ángel de Yahvé véanse los siguientes trabajos: M. J. Lagrange, L'Ange de Jahve: RB 12 (1903) 215; B. Stein, Der Engel des Auszugs: Bi 19 (1938) p.29i; J. Rubinsky, Der Mal' ak Jahwe (Paderborn 1930); D. Stier, Gott und sein Engel im A.T. (Münster 1934),' D. Legeay, L'ange et les Théophanies dans la S. écriture d'aprés la doctrine des Peres: RTh 10 (1902) 138-158.405-420 (1903) 46-69.125-154; J. Touzard, Ange de Jahweh: DBS I 242-255; F. Ceuppens, Theologia Bíblica II (1949) 10s. 65 Para su identificación véase el comentario a este lugar. 66 Algunos autores, ro lo entienden del Eufrates, frontera que jamás fue alcanzada. En tiempos de David, por el norte se llegó a Siria (1Re_4:21), y por el sur, al golfo de Aqabah (1Re_9:26; 1Re_22:49). De estos amplios límites se habla ya en las promesas de Gen_15:18; Dt II, 24; Núm 24. 67 Cf. Exo_34:12 16; Deu_7:2-5; Jos_23:12-13. 68 Cf. Lev_26:1; Deu_7:5; Deu_12:3. 69 Véase A. Clamer, o.c., p.210, y P. Heinisch, o.c., p.161.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter XXIII.

1 Of slander and false witnesse. 3.6 Of iustice. 4 Of charitablenesse. 10 Of the yeere of rest. 12 Of the Sabbath. 13 Of idolatrie. 14 Of the three feasts. 18 Of the blood and the fat of the sacrifice. 20 An Angel is promised, with a blessing, if they obey him.
1 Thou shalt not [ Or, receiue.] raise a false report: put not thine hand with the wicked to bee an vnrighteous witnesse.
2 Thou shalt not follow a multitude to doe euill: neither shalt thou [ Hebrew: answere.] speake in a cause, to decline after many, to wrest iudgement:
3 Neither shalt thou countenance a poore man in his cause.
4 If thou meete thine enemies oxe or his asse going astray, thou shalt surely bring it backe to him againe.
5 [ Deu_22:4.] If thou see the asse of him that hateth thee, lying vnder his burden, [ Or, wilt thou cease to helpe him? or, & wouldest cease to leaue thy businesse for him: thou shalt surely leaue it to ioyne with him .] and wouldest forbeare to helpe him, thou shalt surely helpe with him.
6 Thou shalt not wrest the iudgement of thy poore in his cause.
7 Keepe thee farre from a false matter: and the innocent and righteous slay thou not: for I will not iustifie the wicked.
8 And [ Deu_16:19; Sir_20:28.] thou shalt take no gift: for the gift blindeth [ Hebrew: the seeing.] the wise, and peruerteth the words of the righteous.
9 Also thou shalt not oppresse a stranger: for yee know the [ Hebrew: soule.] heart of a stranger, seeing yee were strangers in the land of Egypt.
10 And [ Lev_25:3.] sixe yeres thou shalt sow thy land, and shalt gather in the fruites thereof:
11 But the seuenth yeere thou shalt let it rest, and lie still, that the poore of thy people may eate, and what they leaue, the beasts of the field shall eate. In like maner thou shalt deale with thy vineyard, and with thy [ Or, oliue trees.] oliue yard.
12 [ Lev_20:8; Deu_5:13; Luk_13:14.] Sixe dayes thou shalt doe thy worke, and on the seuenth day thou shalt rest: that thine oxe and thine asse may rest, and the sonne of thy handmayd, & the stranger may be refreshed.
13 And in all things that I haue said vnto you, be circumspect: and make no mention of the names of other gods, neither let it be heard out of thy mouth.

[Three solemne feasts.]

14 [ Deu_16:16 .] Three times thou shalt keepe a feast vnto me in the yeere.
15 [ Lev_13:3 ; Leviticus 34.18.] Thou shalt keepe the feast of vnleauened bread: thou shalt eate vnleauened bread seuen daies, as I commanded thee in the time appointed of the moneth Abib: for in it thou camest out from Egypt: [ Deu_16:16 Sir_35:4 .] and none shall appeare before me emptie:
16 And the feast of haruest, the first fruits of thy labours, which thou hast sowen in the field: and the feast of ingathering which is in the end of the yeere, when thou hast gathered in thy labours out of the field.
17 Three times in the yeere all thy males shall appeare before the Lord God.
18 Thou shalt not offer the blood of my sacrifice with leauened bread, neither shall the fat of my [ Or, feast.] sacrifice remaine vntill the morning.
19 [ Leviticus 34.26; Deu_14:22 .] The first of the first fruits of thy land thou shalt bring into the house of the Lord thy God: thou shalt not seethe a kid in his mothers milke.
20 [ Leviticus 33.2.] Behold, I send an Angel before thee to keepe thee in the way, and to bring thee into the place which I haue prepared.
21 Beware of him, and obey his voice, prouoke him not: for he will not pardon your transgressions: for my name is in him.
22 But if thou shalt indeed obey his voice, and doe all that I speake, then I wil be an enemie vnto thine enemies, and [ Or, I will afflict them that afflict thee .] an aduersarie vnto thine aduersaries.
23 [ Leviticus 33.2.] For mine Angel shall goe before thee, and [ Jos_24:11 .] bring thee in vnto the Amorites, and the Hittites, and the Perizzites, and the Canaanites, the Hiuites, and the Iebusites: and I will cut them off.
24 Thou shalt not bow downe to their gods, nor serue them, nor doe after their workes: [ Deu_7:25 .] but thou shalt vtterly ouerthrowe them, and quite breake downe their images.
25 And yee shall serue the Lord your God, and he shall blesse thy bread, and thy water: and I will take sicknes away from the midst of thee.
26 [ Deu_7:14 .] There shall nothing cast their yong, nor bee barren in thy land: the number of thy dayes I will fulfill.
27 I will send my feare before thee, and will destroy all the people to whom

[Gods promise.]

thou shalt come, and I will make all thine enemies turne their [ Hebrew: necks.] backes vnto thee.
28 And [ Jos_24:12 .] I will send hornets before thee, which shall driue out the Hiuite, the Canaanite, and the Hittite from before thee.
29 I will not driue them out from before thee in one yeere, lest the land become desolate, and the beast of the field multiply against thee.
30 By little and little I will driue them out from before thee, vntill thou be increased and inherit the land.
31 And I will set thy bounds from the Red sea, euen vnto the sea of the Philistines, and from the desert vnto the riuer: for I will deliuer the inhabitants of the land into your hand: and thou shalt driue them out before thee.
32 [ Leviticus 34.15; Deu_7:2 .] Thou shalt make no couenant with them, nor with their gods.
33 They shall not dwell in thy land, lest they make thee sinne against me: for if thou serue their gods, [ Deu_7:16 ; Jos_23:13 ; Jdg_2:3 .] it will surely be a snare vnto thee.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Instrucciones con respecto al sábado y las festividades religiosas. El material en esta sección está cuidadosamente estructurado, dividido en dos mitades teniendo como centro el v. 13, y donde cada mitad está subdividida en dos partes. La primera mitad trata con el séptimo año (23:10, 11) y el séptimo día (23:12). Los vv. 14-19 se refieren a las tres festividades más importantes que los israelitas celebraban anualmente: La fiesta de los panes sin levadura, la de la siega y los primeros frutos, y la de la cosecha. Las instrucciones en 23:17-19 corresponden a las tres fiestas bosquejadas en los vv. 14-16 (nótese en particular el paralelo entre el v. 17 y el v. 14).

Tres hechos son dignos de destacar. Primero, casi todo el material de esta sección anticipó que los israelitas disfrutarían de una permanente existencia agrícola en la tierra de Canaán. Para un esclavo fugitivo estas instrucciones habrían implicado tiempos prósperos por delante. Segundo, la observancia del sábado fue excepcionalmente importante por cuanto era la señal del pacto que fue establecido entre Dios e Israel (31:12-17). Cualquiera que profanara el sábado era culpable de renunciar a esta relación especial con Dios; la consecuencia era la muerte (31:14, 15). Tercero, los israelitas recordaron sus obligaciones de adorar sólo a Dios: No mencionaréis los nombres de otros dioses, ni se los oiga en vuestros labios (23:13). Tal adoración descansa en el corazón mismo de las tres fiestas anuales que celebraban la bondad de Dios para con Israel.

Notas. 15 La fiesta de los panes sin levadura se celebraba al comienzo de la siega de la cebada (entre la mitad de mayo y la mitad de junio) para conmemorar la Pascua (véase 12:14-20). 16 La fiesta de la siega también fue conocida como la fiesta de las semanas por cuanto se celebraba siete semanas después de la fiesta de los panes sin levadura. En los tiempos del NT esta fiesta se conocía como Pentecostés (lit. 50) porque se celebraba 50 días después de los panes sin levadura (cf. Hech. 2:1; 20:16; 1 Cor. 16:8). La fiesta de la cosecha también se conocía como la fiesta de los tabernáculos o de las tiendas. 19 La prohibición: No cocerás el cabrito en la leche de su madre es la base de la práctica judía de no comer leche y carne al mismo tiempo. Probablemente esto se relacionaba originalmente con la fiesta de la cosecha y puede haber sido destinada para distinguir las celebraciones de los israelitas de aquellas de sus vecinos. Alternativamente, esto puede reflejar el principio de que lo que está destinado para dar vida no debe llegar a ser un medio de muerte.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



14. Las cuatro tradiciones del Pentateuco contienen un calendario de las grandes fiestas religiosas de Israel: 23. 14-17 ("elohísta"); 34.18-23 ("yahvista"); Deu_16:1-17 ("deuteronomista"); Lev_5:23 ("sacerdotal"). En relación con estos calendarios, ver las reglas litúrgicas de Núm.28-29. El ritual se va precisando de un texto a otro, pero todos concuerdan en señalar tres fiestas principales:

a) La Fiesta de los Ácimos, que incluye la Pascua. Ver 12. 1-20; 13. 3-10.

b) La "Fiesta de la Cosecha", llamada Fiesta de las Semanas en 34. 22, porque se celebraba siete semanas ( Deu_16:9), es decir cincuenta días ( Lev_23:16), después de la Pascua. De allí el nombre griego "Pentecostés", que significa "quincuagésimo" (día). Posteriormente se convirtió en fiesta de la Alianza y de la promulgación de la Ley.

c) La "Fiesta de la Recolección", celebrada en otoño, después de la vendimia y la recolección de los frutos. En Deu_16:13 y Lev_23:34 se la llama "Fiesta de las Chozas", porque durante esos días los israelitas vivían en chozas hechas con ramas como las que se usaban durante la recolección. Así se evocaban los campamentos en que había vivido Israel cuando peregrinaba por el desierto.

19. La prohibición de cocer un cabrito en la leche de su madre condena un rito mágico practicado por los cananeos.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Prescripciones cúlticas. Este calendario de fiestas, todavía incompleto, posee dos características: 1. Son las fiestas que implican peregrinación, desplazamiento hasta el Santuario. Antes de la reforma de Josías el 622 a.C., estas fiestas se celebraban en los santuarios locales, y la gente peregrinaba al santuario más cercano. Después de la reforma, todo el mundo tenía que peregrinar hasta Jerusalén, único Santuario válido para la celebración de las festividades. 2. La fiesta exigía la presencia de los varones. Es probable que se trate de la misma realidad de patriarcalismo que atraviesa toda la Biblia y que llega a asumir que el varón santifica a la mujer -como padre o como esposo-; pero también es posible que se busque corregir lo que nosotros estamos acostumbrados a ver en nuestras propias comunidades: cuando se convoca a eventos religiosos, la asistencia es mayoritariamente femenina. Muchos hombres creen que pierden varonilidad al acudir a tales actividades; tal vez ya se viera en Israel, y por eso se subraya la presencia de los varones, sin que ello implique la ausencia de las mujeres y los niños. Concluye esta sección con varios mandatos sacrificiales (18s) típicos de la corriente sacerdotal (P). Es evidente que estas fiestas -de carácter agrícola- y la manera de realizarlas suponen que el pueblo ya está asentado en la tierra.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Éxo_34:25

NOTAS

23:18 Éxo_34:25 dice explícitamente que se trata de la Pascua, pero en ambos casos la prescripción se da sin conexión con el calendario religioso, Éxo_23:14-17 y Éxo_34:18-23, que no abarca la Pascua. Ésta se vino celebrando en familia hasta la reforma deuteronomista, ver Deu_16:5-6.

Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Éxo_34:25

NOTAS

23:18 Éxo_34:25 dice explícitamente que se trata de la Pascua, pero en ambos casos la prescripción se da sin conexión con el calendario religioso, Éxo_23:14-17 y Éxo_34:18-23, que no abarca la Pascua. Ésta se vino celebrando en familia hasta la reforma deuteronomista, ver Deu_16:5-6.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*20:22-24:11 El Código de la alianza recibe su nombre de Éxo 24:7. Comienza y termina con leyes religioso-cultuales (Éxo 21:22-26 y Éxo 23:12-19), entre las que se insertan otras de tipo humanitario y social. Esta disposición da a entender que las relaciones con Dios deben orientar las que se tienen con los demás.

Torres Amat (1825)



[4] Deut 22, 1.

[7] Dan 13, 53.

[8] Deut 16, 19; Eclo 20, 31.

[9] Gen 46, 6.

[11] El día séptimo era el descanso o sábado para los hombres y el año séptimo era descanso para la tierra. Ese año no se sembraba.

[15] Ex 13, 3-4; 34, 22; Deut 16, 6; Eclo 35, 6.

[17] Ex 34, 23; Deut 16, 16.

[19] Cuando aún está mamando. Ex 34, 26; Deut 14, 21.

[20] Por este ángel se entiende, por lo general, el Hijo de Dios. [ 21] El habla y obra en mi nombre y autoridad.

[22] Deut 7, 11.

[23] Ex 33, 2; Deut 7, 22; Jos 24, 11.

[28] Deut 7, 20.

[32] Ex 34, 15; Deut 7, 2.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 23.15 Ex 12.14-20; Lv 23.6-8; Nm 28.17-25. Fiesta del pan sin levadura, o de los panes ácimos, celebrada a continuación de la Pascua.

[2] 23.16 Esta primera fiesta de la cosecha, o fiesta de las semanas, se realizaba en el mes de junio para celebrar la cosecha del trigo (Lv 23.15-21; Nm 28.26-31). Más tarde se la llamó fiesta de Pentecostés (Hch 2.1).

[3] 23.16 La fiesta de la cosecha de fin de año también se llamaba fiesta de las Enramadas. Cf. Lv 23.33-43.