Ver contexto
Así pues, vete, que yo estaré en tu boca y te enseñaré lo que debes decir.»
(Exodo  4, 12) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

וְ‎(וְ)

Hebrew|wᵊ|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

עַתָּ֖ה‎(עַתָּה)

Hebrew|ʕattˌā|now

Part-of-speech: adverb
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H6258] [p.dt.ae] [1650c]
[עתה] [GES6168] [BDB6825] [HAL6757]

לֵ֑ךְ‎(הָלַךְ)

Hebrew|lˈēḵ|walk

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: imperative
Verbal stem: qal


[H1980] [e.bn.aa] [498]
[הלך] [GES1914] [BDB2139] [HAL2130]

וְ‎(וְ)

Hebrew|wᵊ|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

אָנֹכִי֙‎(אָנֹכִי)

Hebrew|ʔānōḵˌî|i

Part-of-speech: personal pronoun
Gender: unknown
Number: singular
Person: first person
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H595] [a.ei.aa] [130]
[אנכי] [GES573] [BDB606] [HAL626]

אֶֽהְיֶ֣ה‎(הָיָה)

Hebrew|ʔˈehyˈeh|be

Part-of-speech: verb
Gender: unknown
Number: singular
Person: first person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: qal


[H1961] [e.bf.aa] [491]
[היה] [GES1888] [BDB2113] [HAL2109]

עִם‎(עִם)

Hebrew|ʕim-|with

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5973] [p.dj.aa] [1640b]
[עם] [GES5903] [BDB6525] [HAL6448]

פִּ֔יךָ‎(פֶּה)

Hebrew|pˈîḵā|mouth

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H6310] [q.al.aa] [1738]
[פה] [GES6231] [BDB6883] [HAL6822]

וְ‎(וְ)

Hebrew|wᵊ|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

הֹורֵיתִ֖יךָ‎(יָרָה)

Hebrew|hôrêṯˌîḵā|teach

Part-of-speech: verb
Gender: unknown
Number: singular
Person: first person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: hif‘il


[H3384] [j.di.aa] [910]
[ירה] [GES3268] [BDB3652] [HAL3617]

אֲשֶׁ֥ר‎(אֲשֶׁר)

Hebrew|ʔᵃšˌer|[relative]

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H834] [a.gk.aa] [184]
[אשר] [GES812] [BDB872] [HAL890]

תְּדַבֵּֽר‎(דָּבַר)

Hebrew|tᵊḏabbˈēr|speak

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: pi“el


[H1696] [d.ai.aa] [399]
[דבר] [GES1602] [BDB1811] [HAL1822]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



4. La Obstinación de Moisés.
L os críticos no convienen al dividir el capítulo y distinguen diversas fuentes que se interfieren mutuamente en la narración. En general se caracteriza por su índole descriptiva y popular1.

Las Señales Dadas a Moisés (1-9).
1Moisés respondió: No van a creerme, no van a escucharme; me dirán que no se me ha aparecido Yahvé. 2Yahvé le dijo: ¿Qué es lo que tienes en la mano? El respondió: Un cayado. 3Tíralo a tierra, le dijo Yahvé. El lo tiró, y el cayado se convirtió en serpiente, y Moisés echó a correr, huyendo de ella. 4Yahvé dijo a Moisés: Extiende la mano y agárrala por la cola. Moisés extendió la mano y la tomó, y la serpiente volvió a ser cayado en su mano. 5Para que crean que se te ha aparecido Yahvé, el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. 6Díjole, además, Yahvé: Mete tu mano en el seno. Metióla él, y cuando la sacó estaba cubierta de lepra, como la nieve. 7Yahvé le dijo: Vuelve a meterla. El volvió a meterla, y, cuando después la sacó, estaba la mano como toda su carne. 8Si no te creen a la primera señal, te creerán a la segunda, 9y si aún a esta segunda no creyeran, coges agua del río y la derramas en el suelo, y el agua que cojas se volverá en el suelo sangre.

Moisés no cree que su misión sea factible, pues, entre otras cosas, tiene que probar que realmente le ha enviado Dios, y para ello insinúa la necesidad de ciertos prodigios que convenzan a los ancianos y al pueblo y que sean como testimoniales de su misión de mandatario de Yahvé. Por ello, Dios le da un gran poder taumatúrgico, ante el que no pueden resistir los más incrédulos Para reforzar la fe vacilante del propio Moisés, le ordena realizar dos prodigios inauditos. El primero de ellos consiste en convertir el cayado en serpiente (v.4). Entre los magos egipcios, uno de los trucos consistía precisamente en hacer ver que cambiaban el cayado ó varita mágica en serpiente. Los hebreos podían estar seguros que su taumaturgo hará otro tanto ante el faraón, y de hecho Moisés y Aarón, hermano de Moisés, lo realizaron2. El segundo prodigio de la mano leprosa también era demasiado manifiesto para que no se rindieran a la evidencia. Uno de los grandes problemas entonces era el de los leprosos, considerados como incurables3. Una curación de la lepra era signo evidente de la omnipotencia divina. El tercer prodigio ofrecido para los recalcitrantes es el cambio del agua del Nilo en sangre. Es el portento más espectacular, y, según la narración bíblica, fue una de las históricas plagas de Egipto4.

Aarón, Intérprete de Moisés ante el Faraón (10-17).
10Moisés dijo a Yahvé: Pero, Señor, yo no soy hombre de palabra fácil, y esto no es ya de ayer ni de anteayer, y aun ahora que te habla tu siervo soy torpe de boca y de lengua. 11Yahvé le respondió: Y ¿quién ha dado al hombre la boca? Y ¿quién hace al sordo y al mudo, al que ve y al ciego? ¿No soy por ventura yo, Yahvé? 12Ve, pues; yo estaré en tu boca y te enseñaré lo que has de decir. 13Moisés replicó: ¡Ah Señor!, manda tu mensaje, te lo pido, por mano del que debas enviar. 14Encendióse entonces en cólera Yahvé contra Moisés y le dijo: ¿No tienes a tu hermano Aarón el levita? El es de fácil palabra. Al encuentro te sale, y al verte se alegrará su corazón. 15Habíale a él y pon en su boca las palabras, y yo estaré en tu boca y en la suya, y os mostraré lo que habéis de hacer. 16El hablará por ti al pueblo y te servirá de boca, y tú serás Dios para él. 17El cayado que tienes en la mano llévalo, y con él harás los prodigios.

Moisés, que a toda costa no quiere ir a Egipto, expone una nueva dificultad: no es fácil de palabra para presentarse ante el faraón. ¿Cómo va a exponer sus proyectos y convencerle? Por otra parte, apenas si se acuerda de la lengua de los egipcios. Dios resuelve la cuestión recordándole que estará con él y le sugerirá lo necesario (v. 12). Pero Moisés, recalcitrante, pide que por favor envíe a otro más capacitado para tan difícil e ingrata misión (v.13). Quizá él se considere desprestigiado ante sus compatriotas por los sucesos pasados, ya sea por haber estado en la corte del faraón o por haber huido al desierto, desconectándose de los problemas de sus compatriotas, y por eso cree que no es el más indicado para llevar a cabo su cometido. Siempre habla en el supuesto de hallarse solo, sin los auxilios divinos ofrecidos. Por eso Yahvé se encoleriza (v.14), y le ofrece a su hermano Aarón como portador del mensaje liberador ante el faraón. El calificativo de levita puede ser una adición posterior para justificar su facilidad de hablar, como habituado a explicar la Ley5; pero puede ser una simple determinación étnica para recordar su vinculación a la tribu de Leví, a la que pertenecía el mismo Moisés6. Y como prueba de que su hermano le ayudará, le anuncia que Aarón le saldrá al encuentro por inspiración suya (v.27). Sin embargo, ante el pueblo, aunque Aarón sea el portavoz, hablará por ti al pueblo (v.16), Moisés será el auténtico enviado de Yahvé, y como tal debe sugerir a su hermano lo que debe transmitir como intérprete de sus pensamientos: te servirá de boca, y serás Dios para él (v.16). La expresión hay que entenderla en el contexto: Dios habla ahora a Moisés comunicándole sus designios salvadores sobre su pueblo, y Moisés debe comunicarlos a su hermano para que éste los transmita al pueblo. En ese caso hace las veces Moisés de Dios, en cuanto que comunica a su hermano los designios salvadores divinos. Los LXX y la Vg encuentran la expresión demasiado dura, y la atenúan: Tú serás para él (¿un intérprete?) en lo concerniente a Dios.
Por fin, Dios, vencida la obstinación de Moisés, le ordena que se lleve su cayado, que va a ser instrumento de prodigios ante el faraón7. En todo este diálogo hay un sello marcado de tradiciones populares, en las que se destaca lo taumatúrgico y prodigioso, que es lo que más impresión hace a los pueblos de mentalidad poco desarrollada.
En el libro de la Sabiduría se hace un comentario teológico-midrásico a este relato: La Sabiduría libró de la nación opresora al pueblo santo, al pueblo puro, a la descendencia irreprochable..., porque entró en el alma del servidor de Dios e hizo frente a reyes temibles con prodigios y señales... Porque la Sabiduría abrió la boca de los mudos e hizo elocuentes las lenguas de los niños.8

Moisés, Camino de Egipto (18-26).
18Fuese Moisés, y, de vuelta a casa de su suegro, le dijo: Hazme el favor de dejarme partir a ver a mis hermanos de Egipto, si viven todavía. Jetro dijo a Moisés: Vete en paz. 19En tierra de Madián dijo Yahvé a Moisés: Ve, retorna a Egipto, pues han muerto ya los que buscaban tu vida. 20Tomó, pues, Moisés a su mujer y a su hijo y montándolos sobre un asno, volvió a Egipto, llevando en sus manos el cayado de Dios. 21Yahvé le dijo: Partido para volver a Egipto, ten cuenta de hacer delante del faraón los prodigios que yo he puesto en tu mano; pero yo endureceré su corazón y no dejará salir al pueblo; 22pero tú le dirás: Así habla Yahvé: Israel es mi hijo, mi primogénito. 23Yo te mando que dejes a mi hijo ir a servirme, y si te niegas a dejarle ir, yo mataré a tu hijo, a tu primogénito. 24Por el camino, en un lugar donde pasaba la noche, salióle Yahvé al encuentro, y quería matarle; 25pero Séfora, agarrando en seguida un cuchillo de piedra, circuncidó a su hijo, y tocó sus pies diciendo: Esposo de sangre eres para mí, 26y le dejó, diciendo ella lo de esposo de sangre por la circuncisión.

Sin indicar nada de lo sucedido, Moisés vuelve a su suegro para despedirse de él, pretextando la visita a sus hermanos o familiares de Egipto (v.18). Sin duda que calló su verdadera misión para que no le disuadieran de ella, poniéndole delante los peligros a los que se exponía con el retorno.
El v.19 parece una adición tomada de otra fuente, pues después de lo ocurrido no se explica esta nueva orden de retorno a Egipto, con la indicación de que ya han muerto sus perseguidores. Algunos autores creen que está fuera de lugar y que debe leerse después Deu_3:22a.
Moisés, conforme a la orden divina, se puso en camino de Egipto con su mujer e hijo9. Durante el camino le ocurrió un incidente singular: Yahvé le sale al paso en actitud amenazadora: quería matarle (v.24). ¿Por qué esto? El contexto inmediato siguiente lo insinúa: su hijo no estaba circuncidado, y, por tanto, carecía de la señal de la alianza de Abraham10, por la que formaba parte del pueblo elegido, y Dios, para resaltar la enormidad de esta falta, hace ademán de atentar contra la vida de Moisés, responsable de este inexplicable olvido en el que había de ser el padre espiritual de Israel. Tal vez los madianitas no practicaban la circuncisión, y Moisés se atuvo a esta costumbre, como veremos que hizo Israel en el desierto11. Algunos autores creen que esta amenaza de Dios contra Moisés no hay que tomarla al pie de la letra, sino como expresión de una enfermedad enviada por Dios, en la que estuvo a punto de morir. En todo caso, Séfora, la esposa de Moisés, creyó ver en ella un castigo de Dios, y suponiéndola causa de ello, circuncidó a su hijo (v.25). La cruenta operación la hizo con un cuchillo de piedra o de sílex, que aún hoy día se hallan en las estepas del Sinaí en abundancia como resto de civilizaciones primitivas. El cuchillo de piedra será el instrumento ritual de la circuncisión12, lo que indica que la práctica se remontaba a tiempos anteriores a la edad de los metales. Séfora, según el texto, circuncidó a su hijo para librar a Moisés de la muerte (v.25), y después tocó sus pies, según el TM. Aquí pies parece ser un eufemismo para designar los órganos de generación, como es usual en el lenguaje bíblico. El texto puede referirse a Moisés o al hijo. Supuesta esta versión, parece que Séfora viera un efecto mágico en la sangre del hijo para salvar la vida del padre, y por eso exclamó: Esposo de sangre eres para mi. La frase misteriosa parece aludir al hecho de que el descuido de Moisés en circuncidar a su hijo ha sido la causa del derramamiento doloroso de sangre actual que ella ha practicado. Y el precio de rescate de la vida de Moisés (amenazada por Yahvé) ha sido la sangre del hijo13. El dolor que el corazón de la madre sintió al practicar ella misma esta operación en la carne tierna de su hijo, es lo que le induce a exclamar: Esposo de sangre eres para mí, aludiendo a la sangre que había derramado al circuncidar a su querido hijo. En el texto de los LXX, el sentido es más claro: He aquí la sangre de la circuncisión de mi hijo. La circuncisión era muy usual en Egipto, y probablemente Moisés estaba circuncidado, por influencia del ambiente egipcio y aun de sus compatriotas, que la habían recibido de los antiguos patriarcas. Quizá Moisés, al no circuncidar a su hijo al octavo día de su nacimiento, como estaba ordenado en el pacto con Abraham, se conformaba con la costumbre del ambiente de los árabes, que practican la circuncisión en los varones cuando llegan a la edad viril, cuando son aptos para el matrimonio, de tal forma que en hebreo y en árabe para decir suegro y yerno se expresa con los términos el que circuncida (joten) y circuncidado (jatan)14.
Los v.21-23 parecen desplazados y han de colocarse después del v.17, y así se comprende bien la recomendación de hablar ante el faraón pidiendo la salida de Israel de Egipto, al que se le llama amorosamente mi primogénito, como pueblo elegido entre todas las naciones (v.22). La frase yo endureceré su corazón, en labios de Dios, ha de entenderse según el lenguaje bíblico, en el que se atribuyen todos los hechos directamente a Dios, prescindiendo de las causas segundas. Esta frase se repite muchas veces en el éxodo15, y ha de entenderse en el sentido de voluntad permisiva de Dios para hablar con nuestra terminología teológica. Los prodigios cumplidos por Moisés, enviado de Dios, son ocasión del endurecimiento de corazón del faraón, y en este sentido el endurecimiento se atribuye a Dios, que obra los prodigios16. Moisés debe anunciar al faraón que, si no permite al primogénito de Dios (Israel) salir, será aquél privado de su primogénito natural (v.23). La amenaza es cumplida en la última plaga, como veremos17.

Moisés y Aarón Ante el Pueblo (27-31).
27Yahvé dijo a Aarón: Ve al desierto al encuentro de Moisés. Partió Aarón, y, encontrándose con su hermano en el monte de Dios, le besó. 28Moisés dio a conocer a Aarón todo lo que Yahvé le había dicho al encomendarle la misión y los prodigios que le había mandado hacer. 29Prosiguieron Moisés y Aarón su camino, y, llegados, reunieron a los ancianos de Israel. 30Aarón refirió todo lo que Dios había dicho a Moisés, y éste hizo los prodigios a los ojos del pueblo. 31El pueblo creyó, y al ver que Yahvé había visitado a los hijos de Israel y había atendido a su aflicción, postrándose, le adoraron.

Conforme a lo que se dijo en el v.14, Aarón salió al encuentro de Moisés en el monte de Dios, Horeb. Esta indicación parece, pues, provenir de otra fuente complementaria, ya que localiza el encuentro de ambos hermanos en el lugar de las revelaciones hechas a Moisés. Puesto de acuerdo y enterado Aarón de las comunicaciones hechas a su hermano, ambos se presentaron ante los ancianos de Israel y ante el pueblo, comunicándoles el mensaje recibido, que fue confirmado por los prodigios prometidos. El resultado fue que todos adoraron a su Dios, que los había visitado con el designio salvador de dar término a su prolongada servidumbre.

1 Cf. A. Clamer, o.c., p.88. 2 Cf. Exo_7:9-12. En 4:30 y en 7:9-10 se dice que es sólo Aarón el que realiza los prodigios. 3 Cf. Leve.13. 4 Cf. Exo_4:30; Exo_4:21; Exo_7:20. 5 Cf. Deu_33:10. 6 Algunos autores creen que aquí levita alude a una categoría jerárquica en relación con actos de culto, y así sería un precedente para explicar el origen del sacerdocio mosaico, cuya misión era sacrificar y enseñar al pueblo la Ley. 7 Cf. Exo_7:15. 8 Sab_10:15-21. Véase el artículo Yo soy Yahvé, que te saqué de la tierra de Egipto: CT (1915) p.ii.ii?. 9 El TM dice hijos. Hasta ahora no se ha dado más que el nombre de uno, Gersom (Exo_2:22), y, por otra parte, la operación que hace Séfora sólo tiene lugar en uno. Quizá el pl. hijos dependa de Exo_18:2-4. 10 Cf. Gen_17:10. 11 Cf. Jos 5-5. 12 Cf. Jos_5:3. 13 En las versiones de los LXX, Símaco, Teodoción y Peshitta se lee: y ella cayó a sus pies. 14 Cf. E. Dhorme, La religión des Hébreux nómades p.287-288. 15 Cf. Exo_7:3; Exo_9:12; Exo_10:1; Exo_10:20; Exo_10:27; Exo_11:10; Exo_14:4; Exo_14:8; Exo_14:17. 16 Cf. Isa_10:10; Deu_29:4; Sal_81:13; Mar_4:10-12. En todos estos textos se atribuye a Dios el designio de condenar a los pecadores. 17 Cf. Exo_11:5; Exo_12:29.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter IIII.

1 Moses rod is turned into a Serpent. 6 His hand is leprous. 10 He is loath to bee sent. 14 Aaron is appointed to assist him. 18 Moses departeth from Iethro. 21 Gods message to Pharaoh. 24 Zipporah circumciseth her sonne. 27 Aaron is sent to meet Moses. 31 The people beleeueth them.

[Moses his signes.]

1 And Moses answered, and said, But behold, they will not beleeue mee, nor hearken vnto my voice: for they will say, The Lord hath not appeared vnto thee.
2 And the Lord said vnto him, What is that in thine hand? and hee said, A rod.
3 And he said, Cast it on the ground: And he cast it on the ground, and it became a serpent: and Moses fled from before it.
4 And the Lord said vnto Moses, Put forth thine hand, and take it by the taile: And he put foorth his hand, and caught it, and it became a rod in his hand:
5 That they may beleeue that the Lord God of their fathers, the God of Abraham, the God of Isaac, and the God of Iacob hath appeared vnto thee.
6 And the Lord said furthermore vnto him, Put now thine hand into thy bosome. And he put his hand into his bosome: and when hee tooke it out, behold, his hand was leprous as snowe.
7 And he said, Put thine hand into thy bosome againe. And hee put his hand into his bosome againe, and plucked it out of his bosome, and behold, it was turned againe as his other flesh.
8 And it shall come to passe, if they wil not beleeue thee, neither hearken to the voice of the first signe, that they will beleeue the voice of the latter signe.
9 And it shall come to passe, if they will not beleeue also these two signes, neither hearken vnto thy voice, that thou shalt take of the water of the riuer, and powre it vpon the drie land: and the water which thou takest out of the riuer, [ Hebrew: shalbe and shall be.] shall become blood vpon the drie land.
10 And Moses saide vnto the Lord, O my lord, I am not [ Hebrew: a man of words.] eloquent, neither heretofore, nor [ Hebrew: since yesterday nor since the third day.] since thou hast spoken vnto thy seruant: but I am slow of speach, and of a slow tongue.
11 And the Lord said vnto him, Who hath made mans mouth? or who maketh the dumbe or deafe, or the seeing, or ye blind? haue not I the Lord ?

[Moses and Aaron goe to Pharaoh.]

12 Now therefore goe, and I will be [ Mat_10:19 ; Mar_13:11 ; Luk_12:11 .] with thy mouth, and teach thee what thou shalt say.
13 And he said, O my Lord, send, I pray thee, by the hand of him whom thou [ Or, shouldest.] wilt send.
14 And the anger of the Lord was kindled against Moses, and hee said, Is not Aaron the Leuite thy brother? I know that he can speake well. And also behold, he commeth foorth to meet thee: and when he seeth thee, hee will be glad in his heart.
15 And thou shalt speake vnto him, and put words in his mouth, and I wil be with thy mouth, & with his mouth, and will teach you what ye shall doe.
16 And he shal be thy spokesman vnto the people: and he shall be, euen hee shall be to thee in stead of a mouth, and [ Exo_7:1 .] thou shalt be to him in stead of God.
17 And thou shalt take this rod in thine hand, wherewith thou shalt doe signes.
18 And Moses went and returned to Iethro his father in law, and said vnto him, Let me goe, I pray thee, and returne vnto my brethren, which are in Egypt, and see whether they bee yet aliue. And Iethro said to Moses, Goe in peace.
19 And the Lord said vnto Moses in Midian, Goe, returne into Egypt: for all the men are dead which sought thy life.
20 And Moses tooke his wife, and his sonnes, and set them vpon an asse, and he returned to the land of Egypt. And Moses tooke the rod of God in his hand.
21 And the Lord said vnto Moses, When thou goest to returne into Egypt, see that thou doe all those wonders before Pharaoh, which I haue put in thine hand: but I wil harden his heart, that hee shall not let the people goe.
22 And thou shalt say vnto Pharaoh, Thus saith the Lord, Israel is my sonne, euen my first borne.
23 And I say vnto thee, let my sonne goe, that he may serue mee: and if thou refuse to let him goe, behold, I will slay thy sonne, euen thy first borne.
24 And it came to passe by the way in the Inne, that the Lord met him, and sought to kill him.
25 Then Zipporah tooke a sharpe [ Or, knife .] stone, and cut off the foreskinne of her

[Moses and Aaron goe to Pharaoh.]

sonne, and [ Hebrew: made it touch.] cast it at his feete, and said, Surely a bloody husband art thou to mee.
26 So he let him goe: then she said, A bloody husband thou art, because of the Circumcision.
27 And the Lord said to Aaron, Goe into the wildernesse to meete Moses. And hee went and met him in the mount of God, and kissed him.
28 And Moses tolde Aaron all the wordes of the Lord, who had sent him, and all the signes which hee had commanded him.
29 And Moses and Aaron went, and gathered together all the elders of the children of Israel.
30 And Aaron spake all the wordes which the Lord had spoken vnto Moses, and did the signes in the sight of the people.
31 And the people beleeued: And when they heard that the Lord had visited the children of Israel, and that he had looked vpon their affliction, then they bowed their heads and worshipped.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Vocación de Moisés. Este largo episodio del encuentro y diálogo entre Dios y Moisés encierra una gran riqueza de contenido y, por tanto, refleja una variada intencionalidad de los redactores del libro. El Dios que se revela a Moisés es el mismo Dios de los patriarcas (3,6.13.15); se trata de un Dios que se interesa por la situación del débil y marginado sin perder su trascendencia, trascendencia que podemos deducir de su manifestación a través del fuego, y del carácter sagrado que adquiere el lugar. El acercamiento de Moisés -y del ser humano- no es de cualquier modo, debe quitarse las sandalias y cubrirse el rostro en gesto de respeto y veneración. Los versículos 7-15 describen la vocación de Moisés y la misión a la que es llamado. Vocación y misión conforman una única realidad, pero dan cuenta, además, de la revelación completa de parte de Dios, de su esencia más íntima (7s). En medio del gran número de divinidades que seguramente se conocían en aquellos lugares, ninguna ha manifestado su esencia ni su interés por un puñado de esclavos, de desheredados.
Esta revelación de la identidad divina y de su compromiso total y eterno con el oprimido adquiere un nuevo sentido en la época del exilio israelita en Babilonia (587-534 a.C.). Ésta es la Buena Noticia: el dios o los dioses que justifican la opresión y las políticas del faraón no tienen nada que ver con el Dios de la justicia y de la libertad; «Yo soy» es el Dios que rescata, el Dios que se lo juega todo a favor de la vida y de la libertad del oprimido.
Quizá Moisés, igual que nosotros, ve demasiado compleja la situación y una competencia demasiado desigual, pues el referente grabado en su conciencia y en la conciencia de su pueblo es que el dios o los dioses del faraón bendicen y acompañan la política opresora egipcia; ésa es la voluntad divina y por lo tanto inmodificable. El diálogo de Dios y Moisés y las inquietudes que Moisés dirige a Dios reflejan ese esquema mental que nosotros aún manejamos. Las palabras de Dios son ese rasgo de la conciencia de Moisés que se rebela contra una supuesta voluntad divina que aniquila poco a poco la vida humana y la existencia del pueblo.
Es fundamental que siempre que haya dudas sobre la auténtica identidad de Dios, sobre su genuina voluntad y sobre el sentido de cualquier texto de la Escritura, se vuelva a este pasaje 3,7-15. Es el criterio máximo que no puede ser derogado por ningún otro. Ni siquiera Jesús lo derogó, sino que lo ratificó y lo llevó a la máxima plenitud.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



14. Aarón es llamado "el levita" no tanto por pertenecer a la tribu de Leví, cuanto por la función sacerdotal que iba a desempeñar más tarde (ver 29. 1-9; Lev_8:1-13).

21. "Yo voy a endurecer el corazón del Faraón": esta frase anticipa el tema que reaparecerá en el relato de cada una de las plagas de Egipto. La obstinación y la mala voluntad del Faraón se opondrán al pedido que Moisés le hará en nombre de su Dios, y a los signos que realizará para legitimar su misión. Para describir este hecho, la Biblia yuxtapone, sin tratar de conciliarlas, dos series de expresiones. La primera afirma que el Faraón se obstinó o endureció su corazón (7. 13; 9. 34-35). La otra dice que Dios endureció el corazón del Faraón e hizo que se obstinara (7. 3). Una afirmación insiste en la libertad del hombre y lo hace responsable de su pecado; la otra hace resaltar la presencia de Dios en todos los acontecimientos humanos, incluso en aquellos que aparentemente se oponen a los planes divinos.

25-26. "Esposo de sangre": con esta expresión se designaba a la persona que había recibido la circuncisión, y su significado original era probablemente "protegido por la sangre". La extrema brevedad de todo este pasaje hace que su interpretación resulte particularmente difícil. Pero se pueden señalar, al menos, dos aspectos: la "prueba" a que fue sometido Moisés antes de iniciar su misión -semejante a la prueba que debió afrontar Jacob en Gen_32:25-33- y la liberación por la "sangre" de la circuncisión, que anticipa el tema de la liberación por la "sangre" del cordero pascual.

Biblia Peshitta en Español (Holman, 2015)

a Éxo 4:15; Deu 18:18; Isa 50:4; Jer 1:9; Mat 10:19-20; Mar 13:11; Luc 12:11-12

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*3:1-4:17 En este conjunto destacan la revelación del nombre de Dios y la vocación de Moisés. Ante las resistencias y objeciones iniciales de Moisés, Dios le promete su asistencia (véase Éxo 3:11 s; Éxo 4:10-17). El Dios de los patriarcas, que no ha querido revelar su nombre a Jacob (Gén 32:26-31), se revela ahora a Moisés como YHWH (las cuatro letras sagradas: el original hebreo está escrito sin vocales), un nombre que los judíos no pronuncian y que, entre otras formas de referencia, traducen por «el Señor».

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 4.14 Aarón es llamado el levita para indicar su condición de sacerdote levítico. Una de las funciones del sacerdote era enseñar (Lv 10.11; Dt 33.10) y esto supone la aptitud para hablar.

[2] 4.20 Su hijo: texto probable. Heb. sus hijos.

[3] 4.22-23 En la sociedad israelita, el hijo mayor o primogénito tenía privilegios y derechos especiales en cuanto a la herencia; al propio tiempo, este hijo primero pertenecía al Señor (Ex 13.2; 19.5-6; cf. 12.19).

[4] 4.24-25 Según parece, el relato quiere destacar la importancia de la circuncisión. Hay, probablemente, una alusión anticipada a la salvación de los primogénitos israelitas gracias al signo de la sangre (Ex 12.13).

[5] 4.27 El monte Sinaí, también llamado Horeb.

Torres Amat (1825)



[12] Mat 10, 20.

[13] Los padres generalmente entienden que Moisés pide la venida del Mesías, llamado en la Escritura Enviado o Embajador de Dios.

[15] Ex 7, 2.

[20] Era el mismo bastón que usaba Moisés por su oficio de pastor; y se llama vara de Dios, por los prodigios que había de obrar.

[21] San Agustíndice que Dios no endurece jamás dando la malicia; sino meramente negando la misericordia, esto es, la gracia que ablande el corazón del pecador y lo convierta.