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Entonces Moisés se volvió a Yahvé y le dijo: «Señor, ¿por qué maltratas a este pueblo?, ¿por qué me has enviado? (Exodo  5, 22) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

וַ‎(וְ)

Hebrew|wa|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

יָּ֧שָׁב‎(שׁוּב)

Hebrew|yyˈāšov|return

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: wayyiqtol
Verbal stem: qal


[H7725] [v.bn.aa] [2340]
[שוב] [GES7693] [BDB8470] [HAL8388]

מֹשֶׁ֛ה‎(מֹשֶׁה)

Hebrew|mōšˈeh|Moses

Part-of-speech: proper noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4872] [m.ds.ab] [1254]
[משה] [GES4779] [BDB5350] [HAL5232]

אֶל‎(אֶל)

Hebrew|ʔel-|to

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H413] [a.di.aa] [91]
[אל] [GES400] [BDB422] [HAL438]

יְהוָ֖ה‎(יהוה)

Hebrew|[yᵊhwˌāh]|YHWH

Part-of-speech: proper noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3068] [e.az.ae] [484a]
[יהוה] [GES2969] [BDB3312] [HAL3292]

וַ‎(וְ)

Hebrew|wa|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

יֹּאמַ֑ר‎(אָמַר)

Hebrew|yyōmˈar|say

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: wayyiqtol
Verbal stem: qal


[H559] [a.ea.aa] [118]
[אמר] [GES535] [BDB564] [HAL587]

אֲדֹנָ֗י‎(אֲדֹנָי)

Hebrew|ʔᵃḏōnˈāy|Lord

Part-of-speech: proper noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H136] [a.be.ac] [27b]
[אדני] [GES136] [BDB145] [HAL149]

לָמָ֤ה‎(לָמָה)

Hebrew|lāmˈā|why

Part-of-speech: interrogative particle
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4100] [m.an.aa] [1149]
[למה] [GES3848] [BDB4286] [HAL4241]

הֲרֵעֹ֨תָה֙‎(רָעַע)

Hebrew|hᵃrēʕˈōṯā|be evil

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: hif‘il


[H7489] [t.dq.af] [2191]
[רעע] [GES7438] [BDB8201] [HAL8116]

לָ‎(לְ)

Hebrew|lā|to

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[l.aa.ab] [1063]
[ל] [GES3706] [BDB4135] [HAL4089]

‎(הַ)

Hebrew||the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

עָ֣ם‎(עַם)

Hebrew|ʕˈām|people

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5971] [p.di.ab] [1640a]
[עם] [GES5904] [BDB6526] [HAL6449]

הַ‎(הַ)

Hebrew|ha|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

זֶּ֔ה‎(זֶה)

Hebrew|zzˈeh|this

Part-of-speech: demonstrative pronoun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H2088] [g.ah.aa] [528]
[זה] [GES2033] [BDB2271] [HAL2289]

לָ֥מָּה‎(לָמָה)

Hebrew|lˌāmmā|why

Part-of-speech: interrogative particle
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4100] [m.an.aa] [1149]
[למה] [GES3848] [BDB4286] [HAL4241]

זֶּ֖ה‎(זֶה)

Hebrew|zzˌeh|this

Part-of-speech: demonstrative pronoun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H2088] [g.ah.aa] [528]
[זה] [GES2033] [BDB2271] [HAL2289]

שְׁלַחְתָּֽנִי‎(שָׁלַח)

Hebrew|šᵊlaḥtˈānî|send

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: qal


[H7971] [v.dl.aa] [2394]
[שלח] [GES7935] [BDB8729] [HAL8661]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



5. Retorno de Moisés a Egipto.

Moisés y Aarón Ante el Faraón (1-5).
1Presentáronse Moisés y Aarón al faraón y le dijeron: He aquí lo que dice Yahvé, Dios de Israel: Deja ir a mi pueblo para que me celebren fiesta en el desierto. 2Pero el faraón respondió: ¿Y quién es Yahvé para que yo le obedezca, dejando ir a Israel? No conozco a Yahvé y no dejaré ir a Israel. 3Ellos le dijeron: El Dios de los hebreos se nos ha mostrado. Deja, pues, que vayamos al desierto, tres jornadas de camino, y ofrezcamos sacrificios a Yahvé, para que no venga sobre nosotros peste ni espada. 4Pero el rey de Egipto les dijo: ¿Por qué vosotros, Moisés y Aarón, distraéis al pueblo de sus trabajos? Idos al trabajo que os hayan impuesto. 5Y se dijo: Ese pueblo es ya más numeroso que el de la región; ¿qué será si se le deja holgar, relevándole de sus trabajos forzados?

En toda esta sección, como en la que precede, el autor supone que la corte faraónica tenía en este tiempo su residencia en el Delta y no lejos de la región habitada por los hebreos. Suponiendo que los faraones, el perseguidor y el del éxodo, son de la dinastía XIX (Ramsés II y Merneptah respectivamente), es perfectamente inteligible el relato bíblico, ya que, en efecto, estos faraones tenían la residencia real en esta zona oriental del Delta, donde se construía la ciudad de Pi-Rameses. En el Sal_78:12 se dice que los prodigios de Moisés tuvieron lugar en el campo de Tanis, que es la designación bíblica de esta parte nordeste del delta del Nilo. El autor sagrado no detalla las dificultades que debieron de tener Moisés y Aarón para obtener audiencia del faraón. Con toda naturalidad, el hagiógrafo narra que ambos se presentaron ante el faraón para hacerle presente la exigencia del Dios de los hebreos de que les permitiera celebrar una fiesta solemne en el desierto (v.1)1. Siendo el pueblo hebreo un pueblo de pastores y medio nómada, era natural que el santuario de su Dios y su morada estuviera en el desierto. Allí, pues, deben acudir para ofrecerle sacrificios y verse libres por ello de la peste y la espada (v.4). Este proyectado viaje al desierto tiene, pues, el carácter de una peregrinación (al estilo del hadg de los musulmanes a la Meca). La peregrinación, pues, tiene hondas raíces en la vida de los nómadas del desierto2. El faraón se siente sorprendido por la demanda, y no se considera obligado a seguir las órdenes del Dios de los hebreos. Como politeísta, es de suponer que admitiera la existencia del Dios de Moisés y Aarón; pero ¿qué obligación tenía él de obedecerle? Para él tiene que ser un Dios modesto, como corresponde a un clan seminómada asiático. No debe, pues, inquietarse por sus demandas, ya que no puede parangonarse con el dios Ra de los egipcios. El faraón acaba de decir que no sabe quién es Yahvé, y los dos interlocutores le concretan que es el Dios de los hebreos. Pero el faraón empieza a ver aquí un pretexto para escapar, o al menos para librarse de los duros trabajos a que estaban condenados los israelitas. Cree que ese afán inesperado de peregrinaciones al desierto nace de la ociosidad: ¿Por qué distraéis al pueblo de sus trabajos? (v.4). El mejor medio de tener a raya al pueblo hebreo es someterle a duros trabajos hasta la extenuación, pues, a pesar de éstos, cada día es más vigoroso y se multiplica más: Es ya mas numeroso que el de la región; ¿qué sera si se le deja holgar...? (v.5). El diálogo es sumamente pintoresco y muy verosímil en las reacciones psicológicas de los interlocutores.

La Servidumbre de Israel se Agrava (6-19).
6Aquel mismo día dio el faraón a los capataces del pueblo y a los escribas la orden 7de no facilitar, como hasta entonces, la paja para hacer los adobes, sino que fueran ellos a recogerla. 8Pero exigíales la misma cantidad de adobes que antes, sin quitar ni uno, 9pues huelgan, y por eso gritan: Tenemos que ir a sacrificar a nuestro Dios. Cargadlos de trabajos, que estén ocupados y no den oídos a los embustes. 10Fueron, pues, los capataces y los escribas, y dijeron al pueblo: Oíd lo que dice el faraón: No os daré en adelante la paja, 11id vosotros a recogerla donde podáis; pero no se os disminuirá en nada la tarea impuesta. 12El pueblo se dispersó por toda la tierra de Egipto en busca de paja. 13Los capataces los apremiaban: Acabad la tarea impuesta para cada día, como cuando se os daba la paja. 14Fueron castigados los escribas de los hijos de Israel que habían puesto sobre ellos los exactores del faraón, diciéndoles: ¿Por qué ni anteayer, ni ayer, ni hoy habéis completado la tarea de adobes como antes? 15Fueron los escribas de los hijos de Israel a quejarse al faraón, diciendo: ¿Cómo haces así con tus siervos? 16A tus siervos no se les da paja y se nos dice: Haced los mismos adobes, y azotan a tus siervos como si la culpa fuera de tu pueblo. 17El faraón respondió: Es que holgáis, holgáis, y por eso decís: Queremos ir a sacrificar a Yahvé. 18Id, pues, a trabajar; no se os dará la paja, y habéis de hacer la misma cantidad de adobes.

La consecuencia de la petición de Moisés y Aarón no pudo ser más desafortunada, ya que los trabajos penosos sobre los israelitas se recrudecieron. El faraón dio orden a los capataces o supervigilantes de que no se les proveyera a los hebreos de la materia prima de paja, para que tuvieran que ir a buscarla. Los adobes eran fabricados de arcilla fangosa del Nilo y de paja para dar consistencia, como aún hoy día se fabrican por aquellas regiones. Los israelitas, por esta nueva orden, tenían que internarse en los campos a recoger la paja necesaria que antes se les administraba. Esto suponía duplicar el trabajo para los pobres hebreos. Los capataces, o noguesim, aparecen en los monumentos egipcios con el bastón en la mano para estimular a los trabajadores poco laboriosos. Los escribas son otra institución clásica de Egipto, que en el caso concreto tenían que llevar la contabilidad de la producción. Por el contexto se desprende que los escribas eran hebreos, pues salieron por los intereses de éstos, y fueron azotados por los capataces egipcios por no lograr la cantidad debida de adobes3. Los escribas se presentaron al faraón por esta manera injusta de obrar4, pidiendo más clemencia. Sabemos por ciertos textos egipcios que estas quejas y aun insubordinaciones de los obreros no eran raras en los trabajos públicos5. Muchas veces pedían un trabajo más justo. En toda esta narración bíblica hay un sello egipcio perfectamente verosímil, y demuestra que el redactor conoce perfectamente el ambiente de la tierra de los faraones. La tarea de fabricar ladrillos era muy dura: Era un trabajo fastidioso, pero no muy difícil. Se tomaba arcilla del Nilo, que se mezclaba con arena y paja. Para que la mezcla fuera buena, había que humedecer estos ingredientes, pisarlos a lo largo y removerlos de tiempo en tiempo. El obrero, con el molde cerca de él, echa esta mezcla húmeda, lo llena exactamente, quita lo que sobra con una pala de madera y después quita el molde, sin perjudicar al adobe. Se le deja secar durante ocho días y después es ya utilizable.6

Queja de los Escribas ante Moisés y Aarón (19-23).
19Los escribas de Israel viéronse angustiados por decírseles que no se disminuiría en nada la cantidad de adobes y que habían de hacer cada día la misma tarea. 20Encontráronse con Moisés y Aarón, que estaban esperando a que saliesen de la casa del faraón, 21y les dijeron: Que vea Yahvé y juzgue, pues vosotros habéis sido causa de que el faraón no pueda vernos, y habéis puesto la espada en sus manos para que nos mate. 22Entonces Moisés se volvió a Yahvé, diciendo: Señor, ¿por qué castigas a este pueblo? ¿Para qué me has enviado? 23Desde que fui al faraón para hablarle en tu nombre, maltrata al pueblo, y tú no haces nada por librarle.

El faraón, al recargar a los hebreos, pensaba hacer odioso al propio Moisés, al que achacarían el recrudecimiento de la servidumbre, como así sucedió. Los escribas hebreos se quejaron a Moisés, pues su intervención no sirvió sino para hacerles llevar una vida más insoportable. Moisés, sin excusarse ante ellos, se queja ante su propio Dios: ¿por qué le ha confiado una tarea tan ingrata y ha permitido que su petición haya servido para esclavizar más a sus compatriotas? ¿No le había prometido la liberación de su pueblo? ¿Por qué no interviene moviendo el corazón del faraón a su favor? (v.23). Los israelitas, creyendo en los portentos de Moisés, habían supuesto que la liberación era próxima, y así se sobreexcitaron sus esperanzas; pero ahora han quedado decepcionados y han caído en un estado de rencor y apatía.

1 El verbo hebreo empleado es hagag, e incluye la idea de una fiesta con peregrinación. Según la Ley, había tres haggim o peregrinaciones en el año: Exo_23:14-17. La raíz hebrea es idéntica a la árabe hadg (peregrinación a la Meca). 2 Cf, M. J. Lagrange, études sur les religions sémitiques (París 1903) p.297s. 3 Sobre el oficio de escriba véase la bella descripción que hace uno del gremio: gh. Jean, Le Milieu Biblique II 1585. 4 El TM dice literalmente: tu pueblo es culpable, lo que no es verosímil en el contexto. Los LXX: tú obras injustamente hacia tu pueblo. Peshitta: tú tienes la culpa. 5 Así aparece en el Papiro de Turín, pl.XLVIII y XLII. Véase art. Egypte: DVS II 789. 6 P. Montet, La vie quotidienne en égypte au temps des Ramsés (París 1946) p.159.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter V.

1 Pharaoh chideth Moses and Aaron for their message. 5 Hee encreaseth the Israelites taske. 15 Hee checketh their complaints. 19 They cry out vpon Moses and Aaron. 22 Moses complaineth to God.
1 And afterward Moses and Aaron went in, and tolde Pharaoh, Thus saith the Lord God of Israel, Let my people goe, that they may holde a feast vnto mee in the wildernesse.
2 And Pharaoh said, Who is the Lord, that I should obey his voyce to let Israel goe? I know not the Lord, neither will I let Israel goe.
3 And they said, [ Exo_3:18.] The God of the Hebrewes hath met with vs: let vs goe, we pray thee, three dayes iourney into the desert, and sacrifice vnto the Lord our God, lest hee fall vpon vs with pestilence, or with the sword.
4 And the King of Egypt said vnto them, Wherfore doe ye, Moses and Aaron, let the people from their workes? get you vnto your burdens.
5 And Pharaoh said, Behold, the people of the land now are many, & you make them rest from their burdens.
6 And Pharaoh commanded the

[Israel oppressed.]

same day the taske-masters of the people, and their officers, saying;
7 Yee shall no more giue the people straw to make bricke, as heretofore: let them goe and gather straw for themselues.
8 And the tale of the brickes which they did make heretofore, you shall lay vpon them: you shall not diminish ought thereof: for they be idle; therefore they cry, saying, Let us goe and sacrifice to our God.
9 [ Hebrew: let the worke be heauy vpon the men.] Let there more worke be layde vpon the men, that they may labour therein, and let them not regard vaine wordes.
10 And the taske-masters of the people went out, and their officers, and they spake to the people, saying, Thus saith Pharaoh, I will not giue you straw.
11 Goe ye, get you straw where you can find it: yet not ought of your worke shall be diminished.
12 So the people were scattered abroad throughout al the land of Egypt, to gather stubble in stead of straw.
13 And the taske-masters hasted them, saying; Fulfill your workes, your [ Hebrew: a matter of a day in his day.] dayly taskes, as when there was straw.
14 And the officers of the children of Israel, which Pharaohs task-masters had set ouer them, were beaten, and demanded, Wherefore haue ye not fulfilled your taske, in making bricke, both yesterday and to day, as heretofore?
15 Then the officers of the children of Israel came and cryed vnto Pharaoh, saying, Wherefore dealest thou thus with thy seruants?
16 There is no straw giuen vnto thy seruants, and they say to vs, Make bricke: and beholde, thy seruants are beaten; but the fault is in thine owne people.
17 But he said, Ye are idle, ye are idle: therefore ye say, Let vs goe and doe sacrifice to the Lord.
18 Goe therefore now and worke: for there shall no straw bee giuen you, yet shall ye deliuer the tale of brickes.
19 And the officers of the children of Israel did see that they were in euill case, after it was said, Yee shall not minish ought from your brickes of your dayly taske.
20 And they met Moses and Aaron, who stood in the way, as they

[Gods promise.]

came foorth from Pharaoh.
21 And they said vnto them; The Lord looke vpon you, and iudge, because you haue made our sauour [ Hebrew: to stinke.] to be abhorred in the eyes of Pharaoh, and in the eyes of his seruants, to put a sword in their hand to slay vs.
22 And Moses returned vnto the Lord, and said, Lord, Wherefore hast thou so euill intreated this people? Why is it that thou hast sent me?
23 For since I came to Pharaoh to speake in thy Name, he hath done euill to this people, neither hast thou [ Hebrew: deliuering thou hast not deliuered.] deliuered thy people at all.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Con este éxito inicial para animarles, Moisés y Aarón procedieron para encontrarse con el faraón. Sin embargo, él manifestó desprecio absoluto hacia ellos y especialmente hacia Dios: ¿Quién es Jehovah para que yo escuche su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehovah, ni tampoco dejaré ir a Israel (2). Si bien en el momento faraón no tenía un conocimiento personal de Dios, esto cambiaría dramáticamente muy pronto. Significativamente, el tema de conocer a Jehovah con frecuencia ocurre a través de los siguientes capítulos (cf., p. ej. 6:7; 9:14, 16, 29; 10:2). Habiéndose revelado ya a Moisés, Aarón y a los ancianos de Israel, ahora Dios se revelaría poderosamente al faraón y a los egipcios.

Como le fuera ordenado por Dios (3:18), Moisés y Aarón solicitaron a faraón que permitiera a los israelitas hacer ese viaje de tres días al desierto para ofrecer sacrificios a su Dios. Es interesante que Moisés haya llamado la atención al hecho de que desobedecer podía causar el castigo de Dios sobre los israelitas con peste o con espada (3). Implícito en esto hubo una advertencia a faraón de que Dios debía ser tratado con reverencia. La respuesta del faraón a su solicitud parece excesiva. Dio órdenes de que las tareas de los israelitas de hacer adobes deberían ser más pesadas; ya no se les proveería de la paja necesaria para fabricarlos (cf. 1:14). A los capataces hebreos esto les pareció como que Moisés y Aarón estaban proveyendo de una oportunidad ideal al faraón para seguir con su campaña de genocidio en contra de los israelitas. Como resultado, vieron a Moisés y Aarón con total desprecio. En vista de este rechazo Moisés se volvió a Dios con desesperación. ¿Por qué había permitido que las cosas se desarrollaran de esta forma?

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Moisés y Aarón ante el faraón. Comienza la aventura con la necesaria entrevista con el faraón. Para los egipcios y seguramente para muchos extranjeros, entre ellos quizás algunos israelitas, el faraón era algo así como un dios. El hecho de que recibiera a estos «mortales» era ya una gran «bondad» de su parte. La situación se pone tensa cuando se le da la noticia de que el Señor, el Dios de Israel (1) quiere que su pueblo salga de Egipto. La reacción del faraón es normal: ¿Quién es ese Dios? ¿Es que puede tener más poder que el mismo faraón? ¿Podrá el Dios de unos esclavos atreverse a dar órdenes al faraón y a la divinidad que él mismo representa? La respuesta es un «no» contundente y la reacción, la intensificación de las tareas, con lo cual el faraón busca demostrar su poder sobre los israelitas y sobre su Dios (4-18). Los intentos de negociación de los inspectores israelitas también son fallidos, sólo consiguen que se endurezca más la política represiva. Pero esto sólo es el marco literario para la constatación de un hecho que se repite permanentemente en la historia de nuestros pueblos: desanimarse ante la primera dificultad en los trabajos de concienciación y liberación, y dejar como responsabilidad exclusiva del líder o líderes la tarea que en realidad es de todos.
De nuevo hay que subrayar la idea: si no hay conciencia de opresión no puede haber motivo de liberación. Siempre se verá como algo «peligroso» y «problemático» para la estabilidad (21). Esta actitud mueve a Moisés a una oración de intercesión (22s).

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*5 Moisés y Aarón se entrevistan por primera vez con el faraón y le piden, en nombre de Dios, que deje salir a los israelitas para celebrar una fiesta en su honor. Pero el faraón dice no conocerlo, por lo que no ve razón para obedecerle (Éxo 5:1-5). Así, lejos de ceder a sus peticiones, endurece los trabajos de los israelitas en la construcción (Éxo 5:6-21). Moisés se queja al Señor (Éxo 5:22 s).

Torres Amat (1825)



[7] La paja podía servir para cocer los ladrillos o para mezclarla con el barro y darles consistencia.

[14] Además de los sobrestantes egipcios, había algunos hebreos que dirigían los trabajos. Estos fueron los azotados.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 5.1 Deja ir a mi pueblo: Este es el tema predominante en los relatos siguientes. Cf. Ex 6.11; 7.2,16; 8.1; 8.20; 9.1,13; 10.3.

Biblia Textual IV (Sociedad Bíblica Iberoamericana, 1999)

YHVH... → §302.