Ver contexto
Él me dijo: «Hijo de hombre, éstos son los hombres que maquinan el mal, que dan malos consejos en esta ciudad. (Ezequiel  11, 2) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

וַ‎(וְ)

Hebrew|wa|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

יֹּ֖אמֶר‎(אָמַר)

Hebrew|yyˌōmer|say

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: wayyiqtol
Verbal stem: qal


[H559] [a.ea.aa] [118]
[אמר] [GES535] [BDB564] [HAL587]

אֵלָ֑י‎(אֶל)

Hebrew|ʔēlˈāy|to

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H413] [a.di.aa] [91]
[אל] [GES400] [BDB422] [HAL438]

בֶּן‎(בֵּן)

Hebrew|ben-|son

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H1121] [b.ca.aa] [254]
[בן] [GES1052] [BDB1189] [HAL1201]

אָדָ֕ם‎(אָדָם)

Hebrew|ʔāḏˈām|human, mankind

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H120] [a.bc.ab] [25a]
[אדם] [GES123] [BDB134] [HAL135]

אֵ֣לֶּה‎(אֵלֶּה)

Hebrew|ʔˈēlleh|these

Part-of-speech: demonstrative pronoun
Gender: unknown
Number: plural
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H428] [a.dk.aa] [92]
[אלה] [GES409] [BDB429] [HAL445]

הָ‎(הַ)

Hebrew|hā|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

אֲנָשִׁ֞ים‎(אִישׁ)

Hebrew|ʔᵃnāšˈîm|man

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H582] [H376] [a.ep.ab] [136a]
[איש] [GES369] [BDB392] [HAL406]

הַ‎(הַ)

Hebrew|ha|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

חֹשְׁבִ֥ים‎(חָשַׁב)

Hebrew|ḥōšᵊvˌîm|account

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: plural
Person: unknown
State: absolute
Verbal tense: participle
Verbal stem: qal


[H2803] [h.gr.aa] [767]
[חשב] [GES2696] [BDB3038] [HAL3009]

אָ֛וֶן‎(אָוֶן)

Hebrew|ʔˈāwen|wickedness

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H205] [a.ca.ab] [48a]
[און] [GES201] [BDB216] [HAL225]

וְ‎(וְ)

Hebrew|wᵊ|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

הַ‎(הַ)

Hebrew|ha|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

יֹּעֲצִ֥ים‎(יָעַץ)

Hebrew|yyōʕᵃṣˌîm|advise

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: plural
Person: unknown
State: absolute
Verbal tense: participle
Verbal stem: qal


[H3289] [j.ck.aa] [887]
[יעץ] [GES3181] [BDB3552] [HAL3518]

עֲצַת‎(עֵצָה)

Hebrew|ʕᵃṣaṯ-|counsel

Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H6098] [j.ck.ab] [887a]
[עצה] [GES6025] [BDB6659] [HAL6598]

רָ֖ע‎(רַע)

Hebrew|rˌāʕ|evil

Part-of-speech: adjective
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H7451] [t.dq.ad] [t.dq.ac] [2191a]
[רע] [GES7408] [BDB8163] [HAL8079]

בָּ‎(בְּ)

Hebrew|bā|in

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[b.ab.aa] [193]
[ב] [GES855] [BDB923] [HAL939]

‎(הַ)

Hebrew||the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

עִ֥יר‎(עִיר)

Hebrew|ʕˌîr|town

Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5892] [p.cm.ad] [1615]
[עיר] [GES5823] [BDB6439] [HAL6367]

הַ‎(הַ)

Hebrew|ha|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

זֹּֽאת‎(זֹאת)

Hebrew|zzˈōṯ|this

Part-of-speech: demonstrative pronoun
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H2063] [g.ah.aa] [528]
[זאת] [GES2005] [BDB2246] [HAL2262]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



11. Profecías contra algunos jefes de Jerusalen. Promesa de Repatriación.
Continúa el anuncio del castigo de Jerusalén, ahora en sus jefes culpables. Precisamente en la puerta oriental, donde se había parado la gloria de Yahvé en su carro triunfal, el profeta distingue a varios de los responsables de la catástrofe, al anunciar al pueblo que Jerusalén debía resistir a los babilonios, porque estaba segura con sus defensas amuralladas. Es una presunción que no tolera la omnipotencia de Yahvé, que ve en ello un desafío a sus decretos sobre Jerusalén. En una segunda parte del capítulo se anuncia una restauración del pueblo a base de un resto disperso entre las naciones (v.14-21). Por fin, Yahvé abandona definitivamente su santuario.

Castigo de los jefes culpables (1-13).
1 Me elevó el espíritu y me llevó a la puerta oriental de la casa de Yahvé, la que mira a levante, y vi que había a la puerta veinticinco hombres, entre los cuales Jezanías, hijo de Azur, y Peltías, hijo de Banayas, jefes del pueblo. 2 Y Yahvé me dijo: Hijo de hombre, éstos son los que maquinan perversidades, y dan en la ciudad perversos consejos, 3 y dicen: ¿No se han reconstruido bien pronto las casas de la ciudad? Ella será la olla, nosotros la carne. 4 Por tanto, profetiza contra ellos, profetiza, hijo de hombre. 5 Y vino sobre mí el espíritu de Yahvé, y me dijo: Di: Así habla Yahvé: Vosotros habéis dicho eso, casa de Israel, y yo sé muy bien lo que pensáis. 6 Habéis multiplicado los muertos en esta ciudad, habéis llenado sus calles de cadáveres. 7 Por tanto, así dice Yahvé: Vuestros muertos, los que habéis dejado tendidos en medio de ella, ésos son la carne, y ella es la olla; pero yo os sacaré de ella. 8 Vosotros tenéis miedo a la espada, y yo haré venir la espada sobre vosotros, dice el Señor, Yahvé. 9 Yo os sacaré de en medio de ella y os entregaré en manos de los extranjeros, y haré justicia en vosotros. 10 Pereceréis a la espada; en los términos de Israel os juzgaré, y sabréis que yo soy Yahvé. 11 No será ella para vosotros la olla, ni seréis vosotros en ella la carne; en los términos de Israel os juzgaré, 12 y sabréis que yo soy Yahvé, cuyos mandamientos no habéis seguido, cuyas leyes no habéis practicado, sino que habéis obrado siguiendo las costumbres de las gentes que os rodean. 13 Apenas había profetizado, cayó muerto Peltías, hijo de Banayas, y yo me eché rostro a tierra y grité con todas mis fuerzas: ¡Ah Señor! ¿vas a acabar del todo con lo que queda de Israel?

El profeta es transportado en fisión por el espíritu, o fuerza ca-rismática divina, a la puerta oriental del templo de Jerusalén, donde se había detenido la gloria de Yahvé antes de abandonar el santuario totalmente. Allí están veinticinco hombres partidarios de la resis tencia contra los invasores babilónicos, a pesar de las reiteradas profecías de Jeremías, en las que había comunicado de parte de Yahvé la conveniencia de entregarse a las tropas de Nabucodonosor como mal menor1. Los dos personajes que el profeta nombra no son desconocidos. Estos se sienten optimistas y pretenden animar a sus compatriotas para una desesperada resistencia, recordándoles que las antiguas ruinas del cerco anterior de 598 por los babilonios ya están restauradas (v.5); por otra parte, las defensas amuralladas de la ciudad son una garantía para organizar la resistencia. Ellos, dentro de los muros de Jerusalén, se sienten tan seguros como la carne en la olla (v.3). Por mucho que se caliente, el fuego no podrá pasar al interior 2.
Dios recoge la comparación de ellos y le da una nueva aplicación: en realidad, la carne afectada por la muerte son los muertos que ellos han hecho con sus arbitrariedades. Movidos de sentimientos ultranacionalistas, han ahogado en sangre toda voz de protesta. Y en esa situación de tragedia, la ciudad de Jerusalén ha resultado como una olla, de la que las víctimas inocentes no han podido salir para librarse del peligro (v.7). Sin embargo, Yahvé se encargará de sacar a los culpables de esta olla, para hacerlos caer bajo la espada en los términos de Israel (v.11), es decir, en los confines septentrionales de Israel, en la región siria de Ribla, donde está el cuartel general de Nabucodonosor y donde fueron matados los magnates de Judá ante los ojos del rey Sedecías 3.
Después de anunciar esto, el profeta vio en visión el cumplimiento de su profecía en la muerte de Jezonías. Ezequiel se sintió horrorizado ante la suerte de sus conciudadanos, y como antes, al contemplar la obra de los ángeles exterminadores, ahora grita angustiado: ¡Ah Señor! ¿vas a acabar del todo con la casa de Israel? (v.15). El profeta está obsesionado con el destino trágico de su amado pueblo y pide clemencia para sus compatriotas, para que no se deje llevar demasiado de su ira.

Repatriación de los exilados (14-21).
14 Me fue dirigida palabra de Yahvé, diciendo: 15 Hijo de hombre, tus hermanos, los de tu parentela, la casa de Israel toda entera, son aquellos a los que dicen los habitantes de Jerusalén: Alejaos de Yahvé, tenemos la tierra en posesión4. 16 Diles, por tanto: Así habla el Señor, Yahvé: Los he alejado entre las gentes, los he dispersado en tierras extranjeras, pero yo seré para ellos santuario por el poco tiempo que estarán en las tierras a que han emigrado. 17 Diles, pues: Así habla el Señor, Yahvé: Yo os recogeré de entre las gentes, y os reuniré de entre las tierras a que habéis sido dispersados, y os daré la tierra de Israel. 18 Y entrarán en ella y quitarán de ella todos sus ídolos y todas sus abominaciones 19 Y les daré otro corazón y pondré en ellos un espíritu nuevo, quitaré de su cuerpo su corazón de piedra y les daré un corazón de carne, 20 para que sigan mis mandamientos, y observen y practiquen mis leyes, y sean mi pueblo y sea yo su Dios. 21 Pero a los que se complacen en sus ídolos, en sus abominaciones, yo les echaré sus obras sobre la cabeza, dice el Señor, Yahvé.

La respuesta del Señor es confortante en medio de la trágica suerte que espera a los judíos. El exterminio no será total, porque habrá un núcleo de restauración, un resto de bendición, que será la base de una nueva teocracia israelita. Ezequiel se halla en medio de compatriotas exilados, que son su parentela, de la que debe salir como fiador y rescatador o go'el de sus hermanos de sangre, pues tiene que dar cuenta de su suerte espiritual ante Yahvé 5. Estos se sentían alejados de su tierra como desheredados, y por ello se consideraban en plano de inferioridad respecto a los que habían quedado en Palestina, que bien podían decir de ellos: Alejaos de Yahvé, tenemos la tierra en posesión (v.15). El hecho de estar exilados parecía incluir en la mentalidad de entonces la orfandad de parte de Dios, ya que Yahvé sólo tenía especial providencia de los que habían quedado en su heredad 6.
Dios anuncia, por su parte, que el hecho de la dispersión entre las gentes no es obstáculo para que siga protegiendo a los exilados. Aunque estén lejos del templo de Jerusalén, sin embargo, Yahvé mismo será para los desterrados un santuario, al que pueden acogerse con toda confianza (v.16). Además llegará un tiempo en que serán repatriados en la tierra de Israel (v.17), inaugurando entonces una nueva vida, pues no volverán a caer en el inveterado pecado de la idolatría (v.15); para ello, Yahvé mismo les dará un nuevo corazón con un espíritu nuevo (v.19), de forma que, habiendo dejado el corazón de piedra, o rebelde y duro, serán dotados de un corazón de carne, sensible a las inspiraciones divinas. De este modo vivirán centrados en torno a los mandamientos de Yahvé. Es la misma promesa mesiánica de Jeremías: los nuevos ciudadanos tendrán escrito en sus corazones la nueva Ley, en sustitución de la antigua, esculpida en piedra 7. De este modo Yahvé volverá a ser en sentido verdadero su Dios (v.20).

La gloria de Yahvé se aleja de Jerusalén (22-25).
22 Los querubines desplegaron sus alas y les siguieron las ruedas, y la gloria del Dios de Israel estaba sobre ellos, 23 y la gloria de Yahvé se alzó de en medio de la ciudad y se posó sobre el monte que está al oriente de la ciudad. 24 Me tomó el espíritu y me llevó a Caldea entre los cautivos en visión de espíritu de Dios, y desapareció la visión que había tenido. 25 Yo dije a los cautivos todo lo que Yahvé me había mostrado.

Yahvé, en su carro majestuoso, rodeado de una atmósfera de gloria, abandona la Ciudad Santa y se detiene al oriente sobre el monte de los Olivos. Al abandonar a Jerusalén, los enemigos caldeos podían entrar impunemente en ella, ya que el único obstáculo para ello era la presencia del Dios de Israel. Jerusalén ha quedado, pues, abandonada a su suerte. Yahvé se retira hacia oriente, donde estaban los exilados de Mesopotamia; pero antes se detiene en el monte de los Olivos, quizá para indicar la íntima pena que le produce abandonar la que por siglos había sido su morada.

1 Cf. Jer_21:8ss; 25:9; 27:6-16; 28:14. 2 En Jer_1:13 la olla es el símbolo cíe la invasión babilónica. 3 Cf. 2Re_25:63.18-21; Jer_52:933.24-27. 4 El texto hebreo puede traducirse se han alejado de Yahvé., que hace perfecto sentido, y así es entendido por muchos autores. 5 Cf. Eze_3:17-21. 6 Cf. Exo_19:5; 1Sa_26:19. 7 Cf. Jer_31:333; Ose_3:5; Arn9:9; Isa_1:26; Isa_4:4; Isa_44:3; Isa_66:9; Exo_6:7; Lev_25:18; Lev_26:16; Deu_4:5.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter XI.

1 The presumption of the Princes. 4 Their sinne and iudgement. 13 Ezekiel complaining, God sheweth him his purpose in sauing a remnant, 21 and punishing the wicked. 22 The Glory of God leaueth the Citie. 24 Ezekiel is returned to the captiuitie.
1 Moreouer the Spirit lift me vp, and brought me vnto the East gate of the Lords house, which looketh Eastward: and behold at the doore of the gate fiue and twenty men; among whom I saw Iaazaniah the sonne of Azur, and Pelatiah the sonne of Benaiah, Princes of the people.
2 Then said he vnto me; Sonne of man, these are the men that deuise mischiefe, & giue wicked counsel in this city.
3 Which say, It [ Or, it is not for vs to build houses neere .] is not [ 2Pe_3:4.] neere, let vs

[The cauldron.]

build houses: this citie is the caldron, and we be the flesh.
4 Therefore prophecie against them, prophecie, O sonne of man.
5 And the Spirit of the Lord fell vpon me, and said vnto me, Speake, thus saith the Lord; Thus haue ye said, O house of Israel: for I know the things that come into your minde, euery one of them.
6 Ye haue multiplyed your slaine in this citie, and yee haue filled the streetes thereof with the slaine.
7 Therefore thus sayth the Lord God; Your slaine whom ye haue laid in the middest of it, they are the flesh, and this citie is the cauldron: but I wil bring you foorth out of the middest of it.
8 Ye haue feared the sword, and I will bring a sword vpon you, saith the Lord God.
9 And I will bring you out of the middest thereof, and deliuer you into the hands of strangers, and will execute iudgements among you.
10 Yee shall fall by the sword, I will iudge you in the border of Israel, and ye shall know that I am the Lord.
11 This citie shall not be your cauldron, neither shall ye be the flesh in the middest thereof, but I will iudge you in the border of Israel.
12 And ye shall know that I am the Lord: for [ Or, which haue not walked.] yee haue not walked in my statutes, neither executed my iudgements, but haue done after the maners of the heathen that are round about you.
13 And it came to passe, when I prophecied, that Pelatiah the sonne of Benaiah died: then fell I downe vpon my face, and cried with a loud voice, and said; Ah Lord God, wilt thou make a full end of the remnant of Israel?
14 Againe the word of the Lord came vnto me, saying;
15 Sonne of man, thy brethren, euen thy brethren, the men of thy kinred, and all the house of Israel wholly are they, vnto whom the inhabitants of Ierusalem haue sayd; Get yee farre from the Lord: vnto vs is this land giuen in possession.
16 Therefore say, Thus sayth the Lord God; Although I haue cast them farre off among the heathen, and although I haue scattered them among the countreys, yet will I be to them as a little Sanctuarie in the countreys where they shall come.

[A new spirit.]

17 Therefore say, Thus saith the Lord God; I will euen gather you from the people, and assemble you out of the countreys where ye haue beene scattered, and I will giue you the land of Israel.
18 And they shall come thither, and they shall take away all the detestable things thereof, and all the abominations thereof from thence.
19 And [ Jer_31:39 ; Eze_36:26 .] I wil giue them one heart, and I wil put a new spirit within you: and I will take the stonie heart out of their flesh, and will giue them an heart of flesh,
20 That they may walke in my statutes, and keepe mine ordinances, and doe them: and they shall be my people, and I will be their God.
21 But as for them whose heart walketh after the heart of their detestable things, and their abominations, I wil recompense their way vpon their owne heads, saith the Lord God.
22 Then did the Cherubims lift vp their wings, and the wheeles besides them, and the glory of the God of Israel was ouer them aboue.
23 And the glory of the Lord went vp from the middest of the citie, and stood vpon the mountaine, which is on the East side of the citie.
24 Afterwards the spirit tooke me vp, and brought me in vision by the spirit of God into Caldea to them of the captiuity: so the vision that I had seene, went vp from me.
25 Then I spake vnto them of the captiuity, all the things that the Lord had shewed me.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



3. Este versículo parece referirse a la mezcla de incertidumbre y de confiada seguridad en que vivían los habitantes de Jerusalén. Por una parte, veían que el peligro todavía persistía y que no había llegado el momento de reconstruir la ciudad, parcialmente destruida en la invasión del 597 a. C. Por otra, se sentían bien resguardados dentro de sus muros, como la carne dentro de la olla.

13. "Pelatías" significa en hebreo "librado por el Señor". Quizá el profeta interpreta esta muerte como un sombrío presagio para los que se habían librado de la primera deportación a Babilonia.

14-21. Este pasaje contrasta con el tono amenazador que tienen los oráculos de Ezequiel antes de la caída de Jerusalén.

19. Ver 36. 26; Jer_32:39.

23. La "montaña" situada al este de la ciudad es el monte de los Olivos ( Zac_14:4). Al verse privada de la presencia del Señor, Jerusalén queda librada a su propia suerte.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

El resto. Este capítulo refleja con 33,3-29 la problemática que surge una vez realizados los destierros selectivos por parte de los babilonios. El problema tiene dos puntos de vista: 1. El de los que no fueron al destierro: la tierra pertenece a los que se quedaron. El Señor está con ellos y los defiende, como la olla evita que el fuego devore la carne (1-3). La respuesta del profeta, puesta bajo la autoridad del Señor, es: No, no será así (cfr. 33,23-29). 2. El punto de vista de los que fueron desterrados: ellos están cumpliendo un castigo purificador; ese castigo será temporal. Con ellos está el Señor, Él se ha convertido para ellos en un «santuario pasajero en los países adonde fueron» (16), pero con ellos reconstruirá su pueblo Ésta es la posición del profeta «aprobada» por el Señor (17-21). Así, para refrendar los dos oráculos anteriores, Ezequiel cierra su visión con la partida de la Gloria del Señor del país del Israel (22-25).

Torres Amat (1825)



[1] Estos veinticinco varones que componían el senado eran los jueces o alcaldes de los veinticuatro carteles en que estaba dividida la ciudad. Con su presidente se reunían en la puerta del templo. Jer 26, 10.

[3] Jer 1, 13.

[7] 2 Re 25, 21; Jer 39, 6; 52, 9.

[16] El castigo o los trabajos que Dios les envía.

[19] Ez 36, 26; Jer 31, 33.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



El Espíritu lleva a Ezequiel a la puerta oriental del templo. El Señor le muestra un grupo de 25 hombres que están tramando el mal y dando consejos impíos. Se ordena a Ezequiel profetizarles.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 11.3 Ez 24.1-14.

[2] 11.19-20 Ez 36.26-28.

[3] 11.22-23 Ez 10.1-22; 43.2-5.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


NOTAS

11:2 Yahvé, como precisan griego y sir.

Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)


NOTAS

11:2 Yahvé, como precisan griego y sir.