Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
13. Contra los falsos Profetas.
Los semitas, conscientes de la intervención directa de Dios en todos los acontecimientos de la vida humana, eran propensos a consultar la voluntad de los dioses. En Israel pulularon, al lado de los verdaderos profetas suscitados por Yahvé para transmitir sus mensajes al pueblo 1,
falsos profetas, que pretendían tener comunicaciones especiales de Dios, explotando así la credulidad de las masas.
Eran yahvistas, pero se apropiaban la vocación de profeta a imitación de los verdaderos enviados de Yahvé. Contra éstos se levantaron constantemente los verdaderos profetas, representantes de la intransigencia religiosa yahvista 2. Además de estos
falsos profetas, existían los adivinos, que, con falsos augurios y con observaciones de acontecimientos externos, anunciaban hechos futuros. Este capítulo puede dividirse en dos partes:
a) contra los falsos profetas (v.1-16);
b) contra los hechiceros y pitonisas (v.17-23).
Contra los falsos profetas (1-16).
1 Fueme dirigida la palabra de Yahvé, diciendo: 2 Hijo de hombre, profetiza contra los profetas de Israel, profetiza, y di a esos que profetizan a capricho suyo: Oíd la palabra de Yahvé. 3 Así dice el Señor, Yahvé: ¡Ay de los profetas insensatos que andan en su propio capricho, sin haber visto nada! 4 Fueron, Israel, tus profetas como zorras entre ruinas. 5 No habéis subido a las brechas, no habéis amurallado la casa de Israel para que resistiera en el combate en el día de Yahvé. 6 Vieron vanidad y adivinación mentirosa. Dicen: Ha dicho Yahvé, y no los envió Yahvé, y hacen esperar que se cumplirán sus palabras. 7 ¿No habéis visto visiones vanas? ¿No habéis anunciado adivinaciones mentirosas, diciendo: Ha dicho Yahvé, no habiéndolo dicho yo? 8 Por tanto, así dice el Señor, Yahvé: Por haber hablado vosotros vanidad y haber visto mentiras, aquí estoy yo contra vosotros, dice el Señor, Yahvé. 9 Y será mi mano contra los profetas que ven vanidad y adivinan mentira. No formarán en la asamblea de mi pueblo, ni serán inscritos en el libro de la casa de Israel, ni volverán a la tierra de Israel, y sabréis que yo soy el Señor, Yahvé. 10Por tanto, por haber engañado a mi pueblo, diciendo: Paz, no habiendo paz, y porque, mientras mi pueblo alzaba una pared, ellos la jarreaban con barro, 11 di a esos jarreadores con barro que se caerá, que vendrán aguaceros, y mandaré granizadas que la derribarán y viento impetuoso que la deshará. 12 Y cuando caiga la pared, no os dirán: ¿Dónde está la argamasa con que la cubristeis? 13 Y, por tanto, así dice el Señor, Yahvé: Yo, en mi furor, desencadenaré la tempestad, y vendrá en mi ira un aguacero impetuoso, y caerá furioso el granizo para destruir.14 Y derribaré la pared que vosotros revocasteis, la echaré a tierra, y quedarán al descubierto sus cimientos. Jerusalén caerá, y vosotros pereceréis en medio de sus escombros y sabréis que yo soy Yahvé. 15 Yo saciaré mi furor contra la pared y contra los que la revocaron de argamasa, y se dirá: Ya no hay pared, y se acabaron los que la revocaban, 16 los profetas de Israel que profetizan a Jerusalén y tienen para ella visiones de paz, no habiendo paz, dice el Señor, Yahvé. Ezequiel echa en cara a los presuntos profetas que no hablan en nombre de Dios, sino lo que les sugiere su capricho. La expresión
profetas de Israel en el contexto parece referirse a los que estaban con los exilados en Mesopotamia, no los que quedaban en Palestina 3. La labor de ellos entre los exilados es como la de las
zorras entre ruinas (v.4), porque, haciendo madrigueras entre las ruinas, las zorras descomponen más lo que aún queda en pie. Es justamente lo que hacen estos falsos profetas entre los exilados de Babilonia^ arruinando lo poco que aún queda en pie de
firmeza moral y confianza en Yahvé. Anuncian cosas falsas que no se cumplirán. Con una nueva metáfora describe su labor desmoralizadora. En lugar de tapar las brechas en los muros, hechas por el ejército asediador, trabajando por fortificar la
casa de Israel para que resistiera (v.5), se dedican a sembrar vanas ilusiones. Debieran restañar las heridas morales de los pobres exilados, haciéndoles ver la justicia divina en el castigo.
Pero su labor es contraproducente, ya que alientan vanas ilusiones y no fomentan el retorno a Yahvé para conseguir perdón. Con sus supuestas
visiones no hacen sino desorientarlos (v.6). Pero sus visiones son
vanidad y no tienen consistencia alguna. Por ello, Yahvé los castigará inexorablemente4. No
formarán parte de la asamblea de Israel cuando éste vuelva a organizarse como nación, ni siquiera
serán inscritos en el libro de la casa de Israel (v.9), es decir, en los registros de la Providencia divina, en los que están consignados los que van a sobrevivir al exilio para constituir de nuevo la
casa de Israel 5. No
volverán a la tierra de Israel por haber contribuido de modo especial con sus oráculos falsos a la consumación de la ruina de la nación, anunciando
paz próxima, o liberación de los babilonios, cuando en realidad esa
paz no había de venir (v.10).
No tenían otra obsesión que secundar lo que halagaba al pueblo, el cual
alzaba una pared, es decir, un edificio de ilusiones patrioteras, y ellos
la jarreaban con barro o revocaban exteriormente, dando pábulo a tales ilusiones sin fundamento (v.10). Con ello no hacían sino confirmar los puntos de vista falsos del pueblo, cuando debieran abrirle los ojos' y echar por tierra esa falsa
pared que habían edificado. Pero Dios se encargará de que ese falso edificio edificado con su concurso se venga abajo. Toda su labor de revoque desaparecerá ante la primera tormenta (v.11). Cuando llegue la hora de la ruina, les pedirán cuenta por su labor ficticia:
¿Dónde está la argamasa con que la cubristeis? (v.12). Toda su labor no pasó de ser una superficial
argamasa, que pierde su consistencia con los primeros aguaceros. En la hora de la manifestación de la justicia divina, su obra quedará descubierta hasta los cimientos. Jerusalén caerá, y en ella perecerán. La suerte de la Ciudad Santa está echada, y, por tanto, no deben los exilados hacerse ilusiones con las falsas promesas de los profetas aprovechados (v.14).
Contra las profetisas y adivinos (17-23).
17 Y tú, hijo de hombre, pon tus ojos en las hijas de tu pueblo que profetizan a capricho suyo, y profetiza contra ellas. 18 Di: Así habla el Señor, Yahvé: ¡Ay de las que se hacen cintajos para todas las articulaciones de las manos, y lazos sobre la cabeza de toda talla para cazar las almas! ¿Creéis que cazando las almas de mi pueblo mantendréis las vuestras? 19 Vosotras, por dos puñados de cebada o dos pedazos de pan, me deshonráis ante mi pueblo, predicando la muerte de quien no ha de morir, y prometiendo la vida a quien no vivirá, y engañando así a mí pueblo, que se cree las mentiras. 20 Por tanto, así dice el Señor, Yahvé: Heme aquí contra esos vuestros cintajos con que cazáis las almas; yo los arrancaré de vuestros brazos y dejaré volar libres a las almas que con ellos cazáis. 2lYo arrancaré también vuestros lazos y libraré de vuestras manos a mi pueblo. No os servirán ya más de red en vuestras manos, y sabréis que yo soy Yahvé. 22 Por haber entristecido con vuestras mentiras el corazón del justo, cuando yo no quería entristecerle, y haber confortado las manos del impío para que no se volviese de su mal camino y viviese, 23 ya no tendréis más vanas visiones ni pronunciaréis más oráculos. Libraré cíe vuestras manos a mi pueblo y sabréis que yo soy Yahvé. Por la tradición bíblica conocemos algunas mujeres que tuvieron el don de profecía y con sus oráculos amonestaban al pueblo, como Débora6 y Julda7. Al lado de estas verdaderas mensajeras de Dios había otras que, con amuletos y prácticas adivinatorias, se dedicaban a atraerse al pueblo, viviendo de sus aportaciones. Por lo que dice Ezequiel, parece que también entre los exilados de Babilonia había pitonisas que halagaban las vanas ilusiones de aquéllos. Las falsas profetisas daban respuestas adaptadas a los diferentes tipos de consultantes:
se hacen cintajos para todas las articulaciones, y lazos sobre la cabeza de toda talla para cazar las almas (v. 18). Como la mujer sabe hacerse prendas ajustadas a su estatura y a sus articulaciones y miembros, así estas falsas profetisas saben adaptarse a las exigencias de sus clientes, cortándoles un traje a medida, es decir, dándoles la respuesta que desean. Algunos autores han querido ver en este verso alusiones a prácticas mágicas 8; pero parece mejor entenderlo en el contexto en sentido metafórico, como hemos ya explicado.
Las falsas profetisas, con sus falsos oráculos, quieren
cazar las almas de los exilados, es decir, ganarles a su partido para obtener un descarado lucro. Por dos
puñados de cebada deshonran a Yahvé (v.19), presentando como oráculos de Dios cosas que son de la imaginación de ellas, ya que sus vaticinios no se cumplen, pues predican
la muerte de quien no ha de morir, y prometiendo la vida a quien no vivirá (v.19). Con sus seducciones y engaños han logrado dar caza a muchos incautos, pero Yahvé se encargará de que se les terminen sus medios de caza:
yo arrancaré (vuestros cintajos) de vuestros brazos. (v.20). Aquí el
lazo se refiere al empleado por el pajarero para coger a las aves incautas. El símil se presta bien para expresar la idea: Yahvé les quitará todos los medios de atraer a los exilados israelitas, de modo que sus
almas o personas queden libres. Con sus mentiras han afligido
el corazón del justo (v.22), anunciando cosas desagradables a su sensibilidad religiosa yahvista, cuando en los planes de Dios no estaba el
entristecerle; y, en cambio, han dado pábulo a la pésima conducta de los impíos, pues han
confortado las manos del impío (v.22) aprobando su proceder. Por todo esto vendrá la hora de exterminio para todas estas falsas profetisas, de forma que no volverán a tener
mas vanas visiones. 1 Cf. Dt 18-22. 2 Cf.
Jer_14:133;
Jer_23:1-40;
Jer_26:73.11.16;
Jer_27:145;
Jer_29:21-32. Sobre los adivinos:
Num_22:58;
1Re_18:19-40;
2Re_3:13. 3 Cf. Ez 4:5- 4 Cf.
Eze_5:8;
Eze_21:3;
Eze_28:22;
Eze_29:3;
Eze_29:30,
Eze_29:22. 5 Cf.
Exo_32:325;
Isa_4:3;
Isa_65:6;
Mal_3:16;
Dan_12:1;
Neh_13:14;
Sal_69:29;
Rev_3:5;
Rev_3:11·8·'
Rev_17:8. 6 Cf.
Jue_4:4. 7 Cf.
2Re_22:14. 8 Spadafora,
Ezequiele p.iog.