Ver contexto
derribó sus palacios,
devastó sus ciudades;
la tierra y sus habitantes
estaban aterrados
por la voz de su rugido.
(Ezequiel  19, 7) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

וַ‎(וְ)

Hebrew|wa|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

יֵּ֨דַע֙‎(יָדַע)

Hebrew|yyˈēḏaʕ|know

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: wayyiqtol
Verbal stem: qal


[H3045] [j.au.aa] [848]
[ידע] [GES2952] [BDB3292] [HAL3272]

אַלְמְנֹותָ֔יו‎(אַלְמָנָה)

Hebrew|ʔalmᵊnôṯˈāʸw|widow

Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H490] [a.dr.aj] [105]
[אלמנה] [GES471] [BDB498] [HAL517]

וְ‎(וְ)

Hebrew|wᵊ|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

עָרֵיהֶ֖ם‎(עִיר)

Hebrew|ʕārêhˌem|town

Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5892] [p.cm.ad] [1615]
[עיר] [GES5823] [BDB6439] [HAL6367]

הֶחֱרִ֑יב‎(חָרֵב)

Hebrew|heḥᵉrˈîv|be dry

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: hif‘il


[H2717] [h.fi.aa] [731]
[חרב] [GES2621] [BDB2942] [HAL2926]

וַ‎(וְ)

Hebrew|wa|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

תֵּ֤שַׁם‎(יָשַׁם)

Hebrew|ttˈēšam|be desolate

Part-of-speech: verb
Gender: feminine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: wayyiqtol
Verbal stem: qal


[H3456] [j.dw.aa] [927]
[ישם] [GES3341] [BDB3730] [HAL3703]

אֶ֨רֶץ֙‎(אֶרֶץ)

Hebrew|ʔˈereṣ|earth

Part-of-speech: noun
Gender: unknown
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H776] [a.fx.aa] [167]
[ארץ] [GES751] [BDB802] [HAL824]

וּ‎(וְ)

Hebrew|û|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

מְלֹאָ֔הּ‎(מְלֹא)

Hebrew|mᵊlōʔˈāh|fullness

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4393] [m.bz.ac] [1195b]
[מלא] [GES4310] [BDB4809] [HAL4726]

מִ‎(מִן)

Hebrew|mi|from

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4480] [m.cl.aa] [1212]
[מן] [GES4398] [BDB4898] [HAL4822]

קֹּ֖ול‎(קֹול)

Hebrew|qqˌôl|sound

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H6963] [s.au.ab] [1998a]
[קול] [GES6920] [BDB7616] [HAL7550]

שַׁאֲגָתֹֽו‎(שְׁאָגָה)

Hebrew|šaʔᵃḡāṯˈô|roaring

Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H7581] [v.ad.ab] [2300a]
[שאגה] [GES7536] [BDB8307] [HAL8227]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



19. Canto fúnebre sobre los Príncipes de Israel.
Esta bellísima elegía puede dividirse en tres partes: a) llanto por la suerte de Joacaz y Jeconías (v.2-9); b) desolación de Judá bajo Sedecías (v. 10-12); c) exilio del pueblo (v. 13-14). El ritmo poético externo es el característico de la elegía, o qinah, que hemos visto en las Lamentaciones atribuidas a Jeremías l.

Desgraciada suerte de Joacaz y Jeconías (1-9).
1 Canta una elegía sobre los príncipes de Israel, 2 y di: ¿Qué fue tu madre? Una leona entre leones, agazapada en medio de leoncillos, crió sus cachorros. 3 Levantó a uno de sus cachorros, que llegó a ser león joven, y aprendió a tomar la presa y a devorar hombres. 4 Dieron voces contra él las gentes, y le apresaron en sus trampas, y con anillos le llevaron a la tierra de Egipto. 5 Y viendo ella, después de esperar mucho tiempo 2, que se desvanecía su esperanza, tomó a otro de sus cachorros y le convirtió en león adulto. 6 Andaba entre leones, y vino también a ser león joven, y aprendió a arrebatar la presa y a devorar hombres. 7 Rugiendo en su altanería, devastó ciudades 3, y se desvaneció el país y cuanto había a la voz de su rugido. 8 Dieron sobre él las gentes de las regiones del contorno, tendieron redes contra él 1 y le cazaron en su fosa. 9 Encerráronle en una jaula con anillos y le llevaron al rey de Babilonia, para que no se oyesen más sus rugidos en los montes de Israel.

El profeta es invitado a componer una elegía sobre la triste suerte de los príncipes de Israel4, en el sentido de descendientes de Jacob, representados ahora en Judá como único reino superviviente después de la desaparición del reino de Samaría en 721. El pueblo de Judá es personificado en una leona majestuosa y señorial. La frase es irónica en labios del profeta. Los reyes de Judá han querido parangonarse con los príncipes de los pueblos paganos y aun con los colosos egipcios y babilonios, verdaderos leones por su poder. En su estulticia se han creído capaces de alternar con las grandes potencias. Así, la nación israelita crió sus cachorros (v.2b) o reyes con pretensiones belicosas. En vez de confiar en Yahvé, quiso confiar en sus jefes y en sus propias fuerzas, creyéndose señora en medio de los leoncillos o pequeños estados palestinos circunvecinos de menor fuerza que Israel. En un momento de euforia levantó a uno de sus cachorros, constituyéndole en rey o león joven, con pretensiones de ataque: aprendió a coger la presa y a devorar hombres (v.3). El profeta alude aquí a la entronización del rey Joacaz después de la muerte de Josías en la batalla de Megiddo contra el faraón Necao II (609 a.C.). Conocido el fin trágico del piadoso rey Josías en Jerusalén, fue nombrado rey Joacaz, segundo hijo de Josías. El nuevo rey fue violento y cruel. La Biblia dice de él que hizo el mal ante el Señor en todo, como lo habían hecho sus padres 5. Es la frase estereotipada del cronista bíblico para condenar la conducta de un rey. Por eso se concibe bien la frase de Ezequiel: aprendió a coger presa. Después de tres meses de reinado fue depuesto por el faraón Necao II, que había establecido su cuartel general en Ribla (Alta Siria), y llevado prisionero a Egipto: con anillos lo llevaron a la tierra de Egipto (v.4). El profeta expresa todo esto de modo metafórico: supuesta el símil del león para designar a Joacaz, se presenta a sus enemigos, los egipcios, como cazadores que dan voces contra él para asustarle y hacerle caer en las trampas puestas de antemano, llevándoselo, como a una fiera, con anillos en la nariz.
El símil sigue, pero adaptado a otro personaje. Judá, después de la deposición de Joacaz, soportó por mucho tiempo (v.5) el yugo extranjero egipcio y babilónico, y, viendo que se desvanecía su esperanza de volver a ser un reino independiente y libre como en tiempos anteriores, tomó a otro de sus cachorros y le convirtió en león adulto (v.5b); es decir, entronizó como rey a Jeconías (598) en sustitución del fallecido Joaquín, impuesto por Necao. El nuevo rey, con pretensiones de gran soberano (andaba entre leones, v.6), se mostró también cruel e impío: aprendió a arrebatar presa. El cronista del libro de los Reyes dice de él: se portó mal a los ojos del Señor, como habían hecho sus padres6. En su altanería devastó ciudades.: supuesto que esta traducción sea correcta, pues el original está muy confuso, con esta frase se aludiría quizá a incursiones devastadoras que habría hecho a la desesperada cuando estaba sitiado en Jerusalén por las tropas de Nabucodonosor. El profeta quiere destacar su carácter altanero e insolente, con pretensiones de monarca poderoso, cuando no era sino un minúsculo rey, virtualmente preso por los babilonios. Las gentes del contorno, en cuanto pudieron, se alzaron contra él (v.8). Sabemos, en efecto, que, juntamente con los babilonios, intervinieron en el asedio de Jerusalén los sirios, amonitas y moabitas, enemigos tradicionales de Israel7. Lograron cazar al insolente Jeconías como a una fiera, y en una jaula con anillos le llevaron al rey de Babilonia (v.9). El cautiverio fue el triste destino de este joven rey. Sabemos que permaneció prisionero en Babilonia hasta la muerte de Nabucodonosor en 562 a.C. 8, siendo libertado por el sucesor de éste, Evil-Marduk 9.

Suerte de Judá y de Sedecías (10-14).
10 Tu madre fue como una vid plantada cerca de las aguas, vigorosa de fruto y de follaje por la abundancia de las aguas. 11 Echó robustos sarmientos, propios para cetros de soberanos. Su tronco se alzaba por entre las nubes 10, vistoso por su altura y por sus numerosos sarmientos. 12 Pero fue arrancada con furor y echada a tierra, y el viento solano la agostó, quemó sus frutos. Secáronse sus robustos sarmientos, el fuego los devoró. 13Y ahora está plantada en el desierto, en tie rra sedienta y árida. 14 Y ha salido de uno de sus sarmientos un fuego que ha consumido su fruto, y no queda en ella rama alguna fuerte, ni un solo cetro de dominio. Elegía es ésta, y de elegía servirá.

El profeta expone ahora la ruina de Judá bajo otro símil muy vigoroso y expresivo. El reino de Judá es comparado a una vid vigorosa de fruto y follaje, que como tal prosperó y dio ubérrimos frutos. Realmente Judá tuvo sus años de esplendor cuando vivía confiada a la protección de Yahvé. Su vitalidad fue tal, que llegó a tener soberanos no inferiores a los de otros pueblos. Sus sarmientos o retoños fueron de tal calidad, que pudieron utilizarse para ser convertidos en cetros de soberanos (v.11). El reino de Judá llegó a remontarse y crecer como tronco que se alza entre las nubes, de modo que en su esplendor resultaba vistoso por su altura. Las naciones vecinas reconocían su poder y su robustez. Pero llegaron tiempos de prueba, y la vid, en otro tiempo robusta, fue arrancada con furor ante el envite del viento solano del ejército de Nabucodonosor, que vino del desierto oriental como el simún, que lo arrastra todo, y ahora está deportada y trasladada a las arenas de la estepa en tierra sedienta y árida (v.13). El profeta piensa en los exilados del 598, a los que se unirán los de la catástrofe definitiva del 586 a.C.
Y todo esto ha sido como consecuencia de uno de sus sarmientos, de un retoño de la dinastía davídica, el rey Sedecías, que en su arrogancia se encendió como fuego contra Nabucodonosor. Su rebelión insensata acabó con todo lo que constituía el orgullo de la nación: ha consumido su fruto (v.14). La vid ha quedado totalmente destrozada y ya no queda ni un solo cetro de dominio, es decir, de sus sarmientos no hay posibilidad de sacar uno capaz de convertirse en cetro de soberano como de los anteriores. En el año 586 terminó la dinastía davídica por la insensatez del último de sus vastagos, Sedecías. Sólo en la época mesiánica volverá a retoñar la antigua vida. Mientras tanto, a los supervivientes sólo les quedará la posibilidad de entonar una elegía en recuerdo de tantas glorias pasadas. Es el supremo y único homenaje a una gran dinastía caída.

1 Según este ritmo, cada verso tiene cinco acentos, con pausa después del tercero. 2 El TM es oscuro. Nuestra traducción se basa en una corrección plausible de Bertholet. La Bible de Jérusalem traduce: ella se vio decepcionada en su esperar. 3 Así siguiendo en general al texto griego. El TM dice: y conoció (sexualmente) a sus viudas y asoló ciudades. La Bible de Jérusalem: tomó por asalto sus palacios, siguiendo una corrección del texto hebreo. 4 Elegías parecidas pueden verse en 2Sa_1:19-27; Jer_22:183. 5 Cf. 2Re_23:32. 6 Cf. 2Re_24:9. 7 Cf. 2Re_24:2. 8 Cf. 2Re_24:15; 2Re_24:27-30. 9 Cf. Jer_52:31-34- 10 Así según una ligera corrección del TM, seguida por la Bible de Jérusalem. 11 Cf. Eze_17:22-24; Isa_11:1.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter XIX.

1 A lamentation for the Princes of Israel, vnder the parable of Lyons whelpes taken in a pit, 10 and for Ierusalem, vnder the parable of a wasted vine.

[Two lyons.]

1 Moreouer, take thou vp a lamentation for the princes of Israel,
2 And say, What is thy mother? a lyonesse: shee lay downe among lions, she nourished her whelpes among yong lions.
3 And shee brought vp one of her whelps: it became a yong lion, & it learned to catch the pray, it deuoured men.
4 The nations also heard of him, hee was taken in their pit, and they brought him with chaines vnto the land of [ 2Ki_23:33 ; Jer_22:11 .] Egypt.
5 Now when she saw that shee had waited, and her hope was lost, then she tooke another of her whelps, and made him a yong lion.
6 And he went vp and downe among the lions, he became a yong lion, and learned to catch the pray, and deuoured men.
7 And he knew there [ Or, their widowes.] desolate palaces, and he laied waste their cities, and the land was desolate, and the fulnesse thereof by the noise of his roaring.
8 Then the nations set against him on euery side from the prouinces, and spread their net ouer him: he was taken in their pit.
9 And they put him in ward [ Or, in hookes.] in chaines, and brought him to the king of Babylon, they brought him into holds, that his voyce should no more be heard vpon the mountaines of Israel.
10 Thy mother is like a vine [ Or, in thy quietnesse or in thy likenesse.] in thy blood, planted by the waters, she was fruitfull and full of branches by reason of many waters,
11 And she had strong rods for the scepters of them that beare rule, and her stature was exalted among the thicke branches, & she appeared in her height with the multitude of her branches.
12 But she was plucked vp in fury: she was cast downe to the ground, and the [ Hos_13:15 .] East wind dryed vp her fruite: her strong rods were broken and withered, the fire consumed them.
13 And now she is planted in the wildernesse, in a dry and thirsty ground.
14 And fire is gone out of a rod of her branches, which hath deuoured her fruite, so that she hath no strong rod to be a scepter to rule: this is a lamentation, and shall be for a lamentation.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Lamento por los gobernantes de Israel

Este capítulo es un lamento representando en forma alegórica la caída de la dinastía de David. Una leona (Israel) da a luz a varios cachorros (reyes) que crecen hasta ser fuertes leones. Sin embargo, uno de los reyes es capturado y llevado a Egipto. Otro es capturado y enjaulado y llevado a Babilonia (en 597 a. de J.C., cf. 2 Rey. 25:1-7).

En el v. 10 la figura cambia e Israel es comparado a una vid que, aunque antes fuerte, es arrancada de raíz y transplantada al desierto (es decir, Babilonia). De una de sus ramas ha salido fuego, consumiendo su fruto. Ninguna rama fuerte se deja. La referencia es a Nabucodonosor transportando a los príncipes de Israel a Babilonia. La rebelión por Sedequías (el fuego de una de las ramas de la vid) llevó a los babilonios a efectuar una retribución tan severa que la línea de David fue llevada a su fin.

El lamento subraya el hecho de que las glorias pasadas no son garantía para el futuro. La civilización occidental ha estado viviendo de su herencia cristiana, pero la fe verdadera ha partido. La herencia se está agotando rápidamente.

1-9 Ezequiel ha de entonar este lamento por los gobernantes de Israel, en otras palabras: Vuestra línea real produjo una vez un león que se hizo fuerte y devoraba hombres. Las naciones oyeron acerca de él, lo capturaron y arrastraron con ganchos a Egipto (2-4). Un segundo león se hizo fuerte. Devoraba hombres. Amenazaba ciudades y aterrorizaba a los habitantes de la tierra. Las naciones vinieron, lo atraparon y lo llevaron al rey de Babilonia y lo metieron en prisión (5-9).

10-14 Vuestra línea real fue una vez como una frondosa vid con muchas ramas. Entonces fue arrancada. El viento oriental la marchitó y sus ramas se secaron y ardieron. Ahora ha sido transplantada en el desierto. El fuego ha devorado sus ramas y fruto. Ya no tiene una rama adecuada para un cetro real.

Nota. 12 El viento del oriente, es decir, los babilonios.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

La leona y los cachorros - La vid arrancada. Esta lamentación evoca dos imágenes del reino de Judá hasta la llegada de Nabucodonosor, rey de Babilonia: la primera es la imagen de la leona y sus dos cachorros, que algunos interpretan como Joacaz y Sedecías; la otra imagen es la de la vid, próspera en otro tiempo, pero árida ahora y pronta para ser devorada por el fuego.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 19.3-4 Estos vv. aluden al faraón Necao y a la deportación de Joacaz a Egipto (2 R 23.33-35; Jer 22.10-12).

[2] 19.5-9 Acerca del destierro del rey Joaquín a Babilonia, cf. 2 R 24.10-15; cf. también Jer 22.24-30, donde Joaquín recibe el nombre de Jeconías.

[3] 19.10 Ez 15; 17.7-9. Cf. Is 5.1-4; Jer 2.21.

Biblia Hispano Americana (Sociedad Bíblica Española, 2014)

— arruinó sus palacios: El texto hebreo dice: violó a sus viudas. Aunque nosotros seguimos las antiguas versiones, no hay que descartar que el hebreo reproduzca la lectura original, en una atrevida imagen que se refiere a la conquista de ciudades abandonadas por sus gobernantes.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


NOTAS

19:7 «derribó sus palacios» wayyaroa` 'armenôtayw según las versiones; «conoció sus viudas» wayyeda` 'almenôtayw hebr.

Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)


NOTAS

19:7 «derribó sus palacios» wayyaroa` 'armenôtayw según las versiones; «conoció sus viudas» wayyeda` 'almenôtayw hebr.

Torres Amat (1825)



[2] La leona es símbolo de Jerusalén, que se llama madre de cada uno de los príncipes.

[3] Se habla de Joacaz, uno de los hijos del rey Josías.

Nueva Versión Internacional (SBI, 1999)

[a] Demolía palacios (lectura probable; véanse LXX y Targum); Conocía viudas (TM).

Nueva Traducción Viviente (Tyndale House, 2009)

Así aparece en la versión griega; en hebreo dice Conoció viudas.