Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
29. El Orgullo de Egipto.
En este capítulo se inauguran una serie de oráculos (siete en total) contra Egipto. El gran pecado de Egipto para el profeta es haber instigado a Judá a levantarse contra Babilonia, comprometiendo así su vida nacional. El c.29 puede dividirse en las siguientes secciones:
a) oráculo contra el faraón (1-6a);
b) anuncio de la devastación de Egipto (6b-12);
c) promesa de restauración de Egipto (13-16);
d) promesa a Nabucodonosor de que le será entregado Egipto (17-21).
Oráculo contra el faraón (1-12).
1 El año décimo, el décimo mes, a doce del mes, fue me dirigida la palabra de Yahvé, diciendo: 2 Hijo de hombre, vuelve tu rostro hacia el faraón, rey de Egipto, y profetiza contra él y contra Egipto entero; 3 habla y di: Así dice el Señor, Yahvé: Heme aquí contra ti, ¡oh faraón! rey de Egipto. Cocodrilo gigantesco echado en medio de tus ríos, te dijiste: Míos son los ríos, yo mismo los he excavado. 4 Yo pondré un aro en tus quijadas, y pegaré los peces de tus ríos a tus escamas, y te sacaré de en medio de tus ríos con los peces de tus ríos adheridos a tus escamas, 5 y te arrojaré al desierto a ti y a todos los peces de tus ríos, y caerás en la superficie del campo; no serás recogido ni sepultado, y te daré en pasto a las fieras de la tierra y a las aves del cielo. 6 Y todos los habitantes de Egipto sabrán que yo soy Yahvé, por haber sido báculo de caña para la casa de Israel, 7 que te quebraste cuando te tomaron con la mano, traspasando su costado. Y cuando en ti se apoyaron te quebraste, deslomándolos enteramente. 8 Por eso así dice el Señor, Yahvé: Yo haré venir la espada sobre ti y exterminaré hombres y bestias, 9 y la tierra de Egipto se tornará soledad y desierto, y sabrán que yo soy Yahvé. Por haber dicho: Míos son los ríos, yo los he excavado, 10 por eso heme aquí contra ti y contra tus ríos, y yo haré de Egipto desierto y soledad desde Migdol hasta Siene, hasta las fronteras de Etiopía. 11 No pasará por él pie de hombre, ni pie de animal pasará por allí, y quedará por cuarenta años deshabitado. 12 Yo haré de Egipto tierra desierta entre las desiertas, y serán sus ciudades entre las ciudades desiertas durante cuarenta años, y diseminaré a los egipcios entre las naciones y los dispersaré por las tierras. La datación de este oráculo tomando como punto de partida la deportación de Jeconías en 598 nos lleva al año 587 (diciembre-enero). En esa época, las tropas de Nabucodonosor llevan ya asediando a Jerusalén durante un año largo. Sabemos por Jeremías que, durante este tiempo, las esperanzas de los habitantes de Jerusalén estaban puestas en el auxilio prometido de Egipto. Decepcionados en esta esperanza 2, los judíos creen que todo está perdido. En efecto, derrotado el faraón por Nabucodonosor, vuelve éste a reanudar el cerco de Jerusalén.
Los israelitas exilados en Mesopotamia tenían también las esperanzas puestas en Egipto. Por eso Ezequiel, que ha anunciado reiteradamente la suerte trágica que espera a Jerusalén, lanza ahora un oráculo amenazador contra Egipto por dar falsas esperanzas de liberación a los judíos de Jerusalén. Se encara con el
faraón 3 y le llama despectivamente
cocodrilo gigantesco. El
cocodrilo aparece en las monedas de Egipto de la época de Augusto como símbolo de Egipto. La imagen buscada de
cocodrilo por Ezequiel está en relación con el Nilo, la única riqueza de Egipto. Se representa al faraón como un cocodrilo echado en el Nilo en medio de los otros ríos o bifurcaciones-canales del Delta. En un himno a Tutmosis III se le llama a éste cocodrilo.4
Ezequiel le echa en cara su orgullo al considerar el Nilo con sus canales como obra suya:
yo mismo los he excavado (v.3). En realidad, sabemos que el faraón Hofra (contra el que Ezequiel dirige el oráculo por ser su contemporáneo e instigador de la resistencia de Judá contra Babilonia) construyó nuevos canales en el Nilo y facilitó la navegación por éste. Herodoto nos dice de este faraón que se consideraba tan fuerte, que ni aun los mismos dioses podían derribarle 5. Ezequiel, despectivamente, dice que Dios le va a tratar como a un cocodrilo y sacar fuera de su río, sujetándole con anillos, como se cazaba al cocodrilo 6. Y con él, adheridos a sus
escamas, saldrán sus
peces, los habitantes de Egipto (v.4), o los soldados de su ejército. Yahvé los hará perecer a todos en el
campo sin sepultura, expuestos sus cadáveres
a las fieras de la tierra y a las aves del cielo (v.5). Era el castigo más temido de los antiguos, ya que, aparte del deshonor que esto suponía, el alma o substrato humano, que supervivía, no encontraba reposo fuera de la tumba7. Para un faraón, el quedar sin honores fúnebres era mayor castigo, pues, según la mentalidad egipcia, el cuerpo era el sustentáculo del alma, y por ello se debía procurar la no descomposición de aquél.
La razón del castigo, aparte del orgullo, está en haber dado falsas promesas de auxilio a Judá. Se ha ofrecido como un
báculo de ayuda y ha resultado un
báculo de caña frágil, que se quebró y se clavó en las manos de los que en él se apoyaron (v.7). Yahvé enviará
la espada contra Egipto, que sembrará la devastación y la ruina. Todo se convertirá en
soledad y desierto desde Migdol (frontera nororiental, junto al actual canal de Suez)
hasta Siene, la actual
Asuan, en la frontera sur con
Etiopia, Sudán y Nubia 8. Durante una amplia generación
no habrá señales de vida en todo el país: no pasara por él el pie de hombre, ni pie de animal.,, (v.11). La expresión es, naturalmente, hiperbólica para encarecer la gran devastación y soledad en que se hallará el país. Tampoco la cifra de
cuarenta años se ha de tomar al pie de la letra, sino como un largo lapso de tiempo 9. Egipto sufrirá la misma suerte que Judá: será disperso
entre las naciones (v.12). Nabucodonosor entró en Egipto en 568 a.C., y esto señaló un período de decadencia para la región del Nilo. Sustancialmente, pues,
la profecía se cumplió.
Promesa de rehabilitación para Egipto (13-16).
13 Así dice el Señor, Yahvé: Al cabo de cuarenta años reuniré a Egipto entre los pueblos a que le había dispersado, 14 y mudaré la suerte de Egipto, y le llevaré a la tierra de Patros, a la tierra de sus orígenes, y allí formará un modesto reino; 15 será el más humilde de los reinos y no volverá a lanzarse sobre las naciones. Le disminuiré para que no pueda enseñorearse de las gentes. 16 No será ya este reino para Israel apoyo de confianza, sugestión de iniquidad, a la cual se vuelva, y sabrán que yo soy Yahvé. Después de haber anunciado la devastación y la ruina, se promete a Egipto un período de rehabilitación, si bien no en las proporciones del antiguo imperio dominador, sino en plan modesto, de forma
que no vuelva a tener pretensiones de dominio sobre otros pueblos. Esta promesa de restauración
no puede compararse con el grandioso horizonte que se ofrece a Israel 10. Para que no vuelvan a inquietar a Israel, Yahvé los llevará a
Patros, en el Alto Egipto, con Tebas por capital n. Los egipcios se consideraban originarios de esta región 12, y a ella han de volver según la descripción convencional de Ezequiel. Para encarecer que Egipto no volverá a constituir peligro para Israel, coloca al nuevo reino lejos de las fronteras de éste. De hecho sabemos que en Egipto hubo siempre una lucha entre Tebas y Menfis por la hegemonía. El triunfo de aquélla suponía un descenso de la vida política y comercial en el Delta.
Dios entrega Egipto a Nabucodonosor (17-21).
17 El año veintisiete, el primer mes, en el primer día del mes, me fue dirigida la palabra de Yahvé, diciendo: 18 Hijo de hombre, el rey Nabucodonosor, rey de Babilonia, ha hecho prestar a su ejército un largo servicio contra Tiro. Encalveciéronse todas las cabezas, todos los hombres quedaron molidos, y no hubo ni para él ni para su ejército paga de Tiro por el servicio prestado contra ella. 19 Por tanto, así dice el Señor, Yahvé: Doy a Nabucodonosor, rey de Babilonia, la tierra de Egipto; él tomará sus riquezas y tomará sus despojos. Pillará su botín, y ésta será la paga para su ejército. 20 En pago del servicio prestado contra Tiro, yo le doy Egipto, porque fue para mí para quien trabajaron, dice el Señor, Yahvé. 2l En ese día yo haré nacer un cuerno a la casa de Israel. Y abriré en medio de ellos tu boca, y sabrán que yo soy Yahvé. Este oráculo es interesantísimo, porque en él se presenta al rey de Babilonia como bienhechor, como instrumento
de la justicia divina contra Tiro. La datación del mismo nos lleva a marzo -abril del 571 a.C. (v.1). Es probablemente el último oráculo del profeta. Nabucodonosor, después de trece años de asedio (comenzado en 587), abandona el intento de tomar la isla de Tiro en 573 a.C. Ha sido un trabajo ímprobo, en el que
encalveciéronse todas las cabezas, todos los hombres quedaron molidos, y no hubo para él ni para su ejército paga de Tiro (v.18). Los soldados babilonios no recibieron la compensación a sus trabajos ocupando la ciudad y su botín. Sin embargo, hay autores que dicen que Nabucodonosor tomó realmente la ciudad 13. En ese caso, quizá el largo asedio había acabado con todo lo que pudiera constituir botín para las tropas de Nabucodonosor. Es muy verosímil que los asediados, desesperados, hayan arrojado al mar todo su ajuar antes de dejarlo caer en manos del ejército invasor. En todo caso, el profeta constata aquí que los soldados de Nabucodonosor no recibieron un pago proporcionado a sus trabajos.
En compensación, Yahvé va a entregarles el gran país de
Egipto (v.19). Es la gran presa anhelada. Hasta fines del siglo pasado no teníamos noticias de una expedición de Nabucodonosor contra Egipto. En 1878 se publicaba un fragmento de una inscripción babilónica en la que se hablaba de una expedición de Nabucodonosor a Egipto en el año 37 de su reinado, es decir, en el 568 a.C. No están concordes los orientalistas sobre la extensión de esta expedición, pues mientras unos dicen que Nabucodonosor llegó hasta Asuán, otros creen que sólo ocupó el Delta 14. La profecía, pues, de Ezequiel, análoga a la de
Jer_43:8-13, se cumplió sustancialmente. Es interesante la afirmación puesta
en boca de Dios de que Nabucodonosor trabajó para El (v.20), y por eso, en recompensa, le entrega la tierra de Egipto. Es la afirmación constante en los profetas de que
Dios es el Señor de la historia de todos los pueblos y de que aun los grandes potentados paganos, como Nabucodonosor, son meros instrumentos de su justicia. A continuación el profeta anuncia una época de resurgimiento para Israel:
En ese día.; la expresión puede referirse simplemente al día del cumplimiento de la profecía anterior sobre la caída de Egipto; quizá mejor será la consabida fórmula para insertar un vaticinio mesiánico. En este caso, la expresión
en ese día se referiría a la inauguración de la era mesiánica, en que Yahvé daría un
cuerno a Israel, es decir, le haría resurgir con un poder especial. El
cuerno en la literatura bíblica del A.T. simboliza la fuerza y el poder 15.
Se ha querido relacionar este texto de Ezequiel con el del
Sal_132:17 : Aquí haré crecer altamente el
cuerno de David, y prepararé la lámpara a mi ungido, dando un sentido personal a la palabra
cuerno, como alusión a un personaje futuro, que pudiera ser Zorobabel16 o el mismo Mesías. En este caso, el texto sería paralelo al
germen justo de
Jer_23:5, o rey futuro que habría de instaurar un reinado de justicia 17, el Mesías.
El oráculo de Ezequiel se termina anunciando que Yahvé abrirá su
boca ante los exilados, de modo que se pueda confirmar después del cumplimiento de los hechos la veracidad de sus antiguos vaticinios. El profeta entonces podrá con particular autoridad predicar a los exilados, puesto que todas sus profecías se han cumplido literalmente. Con ello desaparecerá la distancia que existía entre él y ellos y
podrán dialogar en orden a las esperanzas futuras. La misión de Ezequiel en el destierro era precisamente mantener la conciencia religiosa de los desterrados
como pueblo elegido, a pesar de la catástrofe de Jerusalén. De ellos habría de surgir el futuro núcleo de restauración nacional.
1 Esta última frase,
con los peces. a tus escamas, falta en los LXX, y parece una repetición innecesaria. 2 Jer 27:1-10; 30:32-34.37-39. 3
Faraón es la traducción del hebreo
par'oh, que a su vez es una adulteración del egipcio
Par-O (gran casa, título del rey de Egipto, como el de sublime puerta lo era para el sultán turco). 4 Yo hago considerar tu majestad como un cocodrilo, el terrible dueño de las aguas, al que no se puede acercar (J. H. Breasted-Ranke,
Geschichte Aegiptiens 1910 267. Citado por Spadafora, o.c., p.225). 5 Herodoto, II 169. 6 Cf.
Job_41:2; Herodoto, II 70. 7 Cf.
Deu_28:26;
Jer_8:2;
Jer_16:4;
Jer_16:19,
Jer_16:7;
Jer_34:20. Véase M. J. lagrange,
Eludes sur
les religions sémitiques (París 1905) 325-335. 8
Migdol es^el
Magdali de las cartas de Tell-Amarna, hoy
Tell-el-Cher. Cf. Mallon,
Les hébreux en égypte 1675.
Siene es el egipcio
Swn, copto
Suan, y en árabe actual Asuán, en la orilla oriental del Nilo, frente a Elefantina, en la frontera entre Egipto y Sudán. Sobre la imagen de la caña que se quiebra aplicada a Egipto cf.
2Re_18:21;
Isa_36:6. 9 Algunos quieren computar estos años a partir del 568, en que Nabucodonosor entró en Egipto, hasta el 538, decreto de Ciro. Pero no es necesario acudir a la aritmética. Aquí tenemos más bien una cifra simbólica. 10 Cf. 16:53-63; 17:22, etc. 1l
Patros es la transcripción del egipcio
P-to-res, que significa sur, y es el Alto Egipto, con Tebas por capital, en contraposición a
Misrayim (todo Egipto) y
Kush (Etiopía). En los textos cuneiformes se llama a Asaradón rey de Ìé/sur,
Paturisi y Ktwsí. Cf. Spadafora, o.c., p.22? 12 Así lo afirma Herodoto, II 4.15. 13 Así lo sostienen Albrigh: JBL (1932) p.9S; P. Cheminant,
Les proph. d'Ez. Contre Tyr ni n.3. 14 Sobre esta expedición cf.
Keilinschriftliche Bibliothek III 2 p.140. Véase el artículo de plessis,
Babylone et la Bible: DB I (1928) 797. 15 Cf.
Jer_48:25;
Sal_75:11;
Lam_2:3. 16
Zac_6:12. 17
Jer_33:5