Ver contexto
Yo le había embellecido
con follaje abundante,
y le envidiaban
todos los árboles de Edén,
los del jardín de Dios.
(Ezequiel  31, 9) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

יָפֶ֣ה‎(יָפֶה)

Hebrew|yāfˈeh|beautiful

Part-of-speech: adjective
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3303] [j.cn.ab] [890a]
[יפה] [GES3194] [BDB3566] [HAL3534]

עֲשִׂיתִ֔יו‎(עָשָׂה)

Hebrew|ʕᵃśîṯˈiʸw|make

Part-of-speech: verb
Gender: unknown
Number: singular
Person: first person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: qal


[H6213] [p.fy.aa] [1708]
[עשה] [GES6129] [BDB6780] [HAL6711]

בְּ‎(בְּ)

Hebrew|bᵊ|in

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[b.ab.aa] [193]
[ב] [GES855] [BDB923] [HAL939]

רֹ֖ב‎(רֹב)

Hebrew|rˌōv|multitude

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H7230] [t.ae.ae] [2099c]
[רב] [GES7194] [BDB7922] [HAL7839]

דָּֽלִיֹּותָ֑יו‎(דָּלִית)

Hebrew|dˈāliyyôṯˈāʸw|foliage

Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H1808] [d.bm.ae] [431d]
[דלית] [GES1711] [BDB1930] [HAL1942]

וַ‎(וְ)

Hebrew|wa|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

יְקַנְאֻ֨הוּ֙‎(קָנָא)

Hebrew|yᵊqanʔˈuhû|be jealous

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: plural
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: wayyiqtol
Verbal stem: pi“el


[H7065] [s.ca.ac] [2038]
[קנא] [GES7025] [BDB7722] [HAL7655]

כָּל‎(כֹּל)

Hebrew|kol-|whole

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3605] [k.bn.ab] [985a]
[כל] [GES3499] [BDB3904] [HAL3872]

עֲצֵי‎(עֵץ)

Hebrew|ʕᵃṣê-|tree

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H6086] [p.em.ab] [1670a]
[עץ] [GES6015] [BDB6647] [HAL6588]

עֵ֔דֶן‎(עֵדֶן)

Hebrew|ʕˈēḏen|Eden

Part-of-speech: proper noun
Gender: unknown
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5731] [p.av.ab] [1568]
[עדן] [GES5674] [BDB6276] [HAL6200]

אֲשֶׁ֖ר‎(אֲשֶׁר)

Hebrew|ʔᵃšˌer|[relative]

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H834] [a.gk.aa] [184]
[אשר] [GES812] [BDB872] [HAL890]

בְּ‎(בְּ)

Hebrew|bᵊ|in

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[b.ab.aa] [193]
[ב] [GES855] [BDB923] [HAL939]

גַ֥ן‎(גַּן)

Hebrew|ḡˌan|garden

Part-of-speech: noun
Gender: unknown
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H1588] [c.cp.ab] [367a]
[גן] [GES1488] [BDB1691] [HAL1709]

הָ‎(הַ)

Hebrew|hā|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

אֱלֹהִֽים‎(אֱלֹהִים)

Hebrew|ʔᵉlōhˈîm|god(s)

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H430] [a.dl.ad] [93c]
[אלהים] [GES407] [BDB437] [HAL452]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



31. Nuevo anuncio de la ruina de Egipto.
Ezequiel quiere probar sus oráculos contra el país del Nilo acudiendo a la historia de Asiría. En 612 cayó Nínive, la capital de aquel gran imperio. En la memoria de muchos exilados debía de estar aún el recuerdo de aquella fecha. El poderío asirio era inmenso, y sucumbió estrepitosamente ante el empuje del nuevo imperio babilónico con Nabopolasar, padre de Nabucodonosor, al frente. Asiría parecía omnipotente y, sin embargo, cayó y desapareció. Es lo que sucederá a Egipto. El profeta expresa su pensamiento en una bellísima alegoría, que podemos dividir del modo siguiente: a) descripción de Asiría como un árbol frondoso (1-9); b) su destrucción (10-14); c) impresión por el desastre (15-18). La primera parte está en verso. Por razones internas, algunos autores creen que las dos últimas partes son de un redactor posterior a Ezequiel.

Asiría, árbol frondoso (1-9).
1 El año undécimo, el tercer mes, el primero del mes, fueme dirigida la palabra de Yahvé, diciendo: 2Hijo de hombre, di al faraón, rey de Egipto, y a su multitud: ¿A quién te igualaste en tu grandeza? 3 He aquí que Asur era un cedro del Líbano de bello ramaje, frondoso y de sublime estatura, que mecía su copa entre las nubes. 4 Las aguas le hicieron crecer, el abismo le encumbró; hizo correr ríos en torno al lugar en que estaba plantado, y mandaba sus acequias a todos los árboles del campo. 5 Por eso se encumbró sobre todos los árboles del campo y se multiplicaron sus ramas, y su fronda se extendió por la abundancia de aguas. 6 Anidaban en sus ramas todas las aves del cielo, y parían bajo su copa todas las bestias del campo, y eran muchos los pueblos que habitaban a su sombra. 7 Era hermoso por su grandeza, por la extensión de sus ramas, por tener sus raíces metidas en abundantes aguas. 8 No le sobrepujaban los cedros del jardín de Dios, no se le asemejaban en la fronda los cipreses, no eran los plátanos comparables en su fronda, ningún árbol del jardín de Dios le igualaba en hermosura. 9 Yo le había hecho hermoso y frondoso, y todos los árboles del Edén que había en el jardín de Dios le miraban con envidia.

Este vaticinio contra Egipto fue proferido en mayo-junio del 586, dos meses antes de la destrucción de Jerusalén. El profeta se encara con el faraón y su multitud, o pueblo de Egipto. El faraón ha tenido los mismos sentimientos de soberbia por los que fue castigada Asiría: ¿a quién te igualaste.? (v.2). Ante su insolencia, Ezequiel no hace sino recordar la historia de Asiría: era un cedro del Líbano (v-3). El profeta escoge la imagen apropiada según el país: a Israel la compara a una vid 1, que abunda en Palestina; a Tiro, a una nave, por ser ciudad eminentemente marítima 2, y a Egipto, a un cocodrilo 3, animal característico de esa región; y ahora Asiría es comparada a un cedro del Líbano 4, que formaba parte de su vasto imperio. La majestad del cedro del Líbano es proverbial en la Biblia. Asiría se desarrolló como un cedro inmenso, porque estaba plantado junto a abundantes aguas: el abismo le encumbró. (v.4). Según la mentalidad semítica, la tierra descansaba sobre las aguas del abismo 5, y de él provenían los diferentes ríos que la regaban. El gran cedro está plantado junto al gran depósito del abismo, mientras que los otros árboles (pequeñas naciones) son regadas por pequeñas acequias, que no pueden competir con aquél. Ningún árbol podía hacer competencia con él, ni los cipreses, ni los plátanos, ni los cedros del jardín de Dios (v.8). La frase es enfática para encarecer las proporciones del gran árbol, Asiría, entre las otras naciones. A su sombra habitaban muchos pueblos (v.6). Los pequeños reinos integrados en el gran imperio asirio se recogían a su sombra contra las incursiones de otros pequeños estados. Nadie podía medirse con el gran coloso asirio. El majestuoso árbol había crecido sobremanera, de forma que los árboles del Edén le miraban con envidia (v.8). La descripción no puede ser más hiperbólica y florida. El profeta recarga las tintas para después medir la magnitud de la catástrofe.

Destrucción de Asiría (10-14).
10 Por eso, así dice el Señor, Yahvé: Ya que por ser encumbrado en altura, alzando su cima hasta las nubes, se embriagó su corazón de la propia alteza, n le he dado yo en las manos de un fuerte de las gentes, que le tratará según su maldad; le he desechado por su impiedad. 12 Extranjeros, los más feroces de los pueblos, le abatieron; cayeron sus ramas por los montes y por todos los valles, quedó destrozada su fronda por todas las pendientes de la tierra, y, esquivando su sombra, todos los pueblos de la tierra le abandonaron.13 Posáronse sobre sus restos todas las aves del cielo, y en sus ramas hicieron sus yacijas todas las bestias del campo, 14 para que no se exalten todos los árboles de junto a las aguas, y no lancen su cima hasta las nubes, y no confíen en su altura cuantos son regados por las aguas, porque todos están destinados a morir, a ir a la morada subterránea entre los hijos de los hombres que bajan a la fosa.

El orgullo fue la perdición del majestuoso árbol. Se creyó Asiría que lo que tenía lo había adquirido por sus propias fuerzas, y no había pensado que su situación privilegiada junto a las aguas era una situación transitoria en la que Yahvé le había colocado. Se había encumbrado hasta las nubes, y ahora va a bajar hasta las profundidades de la fosa o seol, región subterránea, morada de los muertos.
El instrumento para abatir este árbol descomunal fue un fuerte de las gentes con los más feroces de los pueblos (v.12), alusión al nuevo coloso babilonio. Sobre sus ramas abatidas posáronse las aves e hicieron yacijas las bestias del campo (v.13). Todos los pueblos antes sometidos a su sombra se volvieron contra el árbol caído, aprovechándose de sus ruinas. Y el profeta declara abiertamente que todo esto sucedió para que otros pueblos prósperos, plantados junto a las aguas (v.14), no levanten demasiado la cabeza ni confíen demasiado en su situación privilegiada, porque todos están destinados a morir. El Seol, o morada subterránea, será el gran punto de cita de todos los hombres y pueblos.

Descenso de Asar al seol (15-18).
15 Así dice el Señor, Yahvé: El día en que bajó al seol enluté el abismo, retuve el curso de los ríos y se estancaron las aguas caudalosas; entristecí al Líbano por él y se secaron todos los árboles del campo. l6 Con fragor de su ruina hice temblar a las gentes. Cuando le hice bajar al Seol entre aquellos que bajan a la fosa, se consolaron en la morada subterránea todos los árboles del Edén, y los más hermosos y selectos del Líbano, todos regados por las aguas. 17 También bajaron ellos al Seol junto a los muertos a la espada, los que fueron su brazo y se acogieron a su sombra en medio de las gentes. 18 ¿A quién te asemejas tú por gloria y por grandeza entre los árboles del Edén? Pues también serás llevado con los árboles del Edén a la morada subterránea. Yacerás entre los incircuncisos, con los traspasados por la espada. Eso será del faraón y de toda su gente, dice el Señor, Yahvé.

Este fragmento describe la desaparición del imperio asirio, causa de consternación para muchos pueblos y de alegría para otros. La caída de Asiría representó un luto general en la naturaleza: se secó el abismo de las aguas, se retuvo el curso de los ríos y, como consecuencia, vino la sequía general y el duelo para el frondoso Líbano (entristecí el Líbano por él, v.15) y se secaron los arboles del campo. Las gentes temblaron ante el fragor de su caída (v.16), y los habitantes del seol, la región subterránea, se alegraron al ver caer al gran opresor. Aquí los árboles del Edén, los más selectos del Líbano., son los otros reinos que también habían prosperado junto a las aguas, pero que les había llegado la hora de la ruina. Mientras en la tierra reina el terror por la caída del coloso asirio, en la región tenebrosa del seol todo es alegría y exultación.
En el c.14 de Isaías encontramos escenas parecidas de alegría entre los príncipes del seol al entrar en la morada subterránea el rey de Babilonia, el tirano de todos: ¿Cómo caíste del cielo, lucero brillante, hijo de la aurora? ¿Echado por tierra el dominador de las naciones? Tú que decías en tu corazón: Subiré a los cielos, en lo alto, sobre las estrellas de Dios; elevaré mi trono, me instalaré en el monte santo, en las profundidades del aquilón. Subiré sobre la cumbre de las nubes y seré igual al Altísimo. Pues bien, al sepulcro has bajado, a las profundidades del abismo. En el pasaje de Ezequiel que comentamos ocupan un lugar especial de ignominia, dentro del seol, los que fueron su brazo y se acogieron a su sombra (v.17), es decir, todos los reinos que colaboraron en las demasías de Asiría. Parece que los muertos a la espada, los asesinados o ejecutados por la justicia, ocupaban un lugar más oprobioso en el seol con los incircuncisos (v.18).
Es el lugar destinado al faraón de Egipto: ¿A quien te asemejas por tu gloria.? El profeta se encara con el faraón. Por mucho que éste quiera ser, no sobrepasará el poder y gloria de Asiría, y, como este imperio, el de Egipto está destinado a la ruina. Como el rey de Asiría, el faraón tendrá que descender a la morada subterránea. Se consideraba entre los más selectos de los arboles del Edén, entre los primeros reinos de la tierra, y en realidad no va a tener otro destino que el de ocupar un lugar triste entre los incircuncisos y traspasados por la espada.

1 Cf. Eze_10:10. 2 Cf. 27:5s. 3 Cf. 29:3; 32:2.5. 4 Algunos autores modernos han querido suprimir la palabra Asur y aplicar la alegoría directamente a Egipto. Así Heinisch, Bertholet. Pero todas las versiones lo ponen. Véase el artículo de Joüon, Notes phílolog,iques: Bíblica, éïß 1929) 309 11:1; cf. Spadafora, o.c., 235. 5 Gen_2:8.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter XXXI.

1 A relation vnto Pharaoh, 3 of the glory of Assyria, 10 and the fall thereof, for pride. 18 The like destruction of Egypt.
1 And it came to passe in the eleuenth yeere, in the third moneth, in the first day of the moneth, that the word of the Lord came vnto mee, saying;
2 Sonne of man, speake vnto Pharaoh king of Egypt, and to his multitude, Whom art thou like in thy greatnesse?
3 Behold, the Assyrian was a Cedar in Lebanon [ Hebrew: faire of branches.] with faire branches, and with a shadowing shrowd, and of an hie stature, and his top was among the thicke boughes.
4 The waters [ Or, nourished.] made him great, the deepe [ Or, brought him vp.] set him vp on high with her riuers running round about his plants, and sent out her [ Hebrew: conduits.] little riuers vnto all the trees of the field.
5 Therefore his height was exalted aboue all the trees of the field, and his boughes were multiplied, and his branches became long because of the multitude of waters, [ Or, when it sent them foorth .] when he shot foorth.
6 All the [ Dan_4:] foules of heauen made their nests in his boughes, and vnder his branches did all the beastes of the field bring foorth their yong, and vnder his shadow dwelt all great nations.
7 Thus was hee faire in his greatnesse, in the length of his branches: for his roote was by great waters.
8 The Cedars in the [ Gen_2:] garden of God could not hide him: the Firre trees were not like his boughes, and the chesnut trees were not like his branches: not any tree in the garden of God, was like vnto him in his beautie.
9 I haue made him faire by the multitude of his branches: so that all the trees of Eden, that were in the garden of God, enuied him.
10 Therefore thus saith the Lord

[The glory, and fall of Assyria.]

God, Because thou hast lifted vp thy selfe in height, and hee hath shot vp his top among the thicke boughes, and his heart is lifted vp in his height;
11 I haue therefore deliuered him into the hand of the mightie one of the heathen: hee shall surely [ Hebrew: in doing hee shall doe vnto him.] deale with him, I haue driuen him out for his wickednesse.
12 And strangers, the terrible of the nations haue cut him off, and haue left him: vpon the mountaines and in all the valleys his branches are fallen, and his boughes are broken by all the riuers of the land, and all the people of the earth are gone downe from his shadow, and haue left him.
13 Upon his ruine shal all the foules of the heauen remaine, & all the beasts of the field shalbe vpon his branches,
14 To the ende that none of all the trees by the waters exalt themselues for their height, neither shoot vp their top among the thicke boughes, neither [ Or, stand vpon themselues for their height.] their trees stand vp in their height, all that drinke water: for they are all deliuered vnto death, to the nether parts of the earth in the middest of the children of men, with them that go downe to the pit.
15 Thus saith the Lord God, In the day when hee went downe to the graue, I caused a mourning, I couered the deepe for him, and I restrained the floods therof, and the great waters were stayed; and I caused Lebanon [ Hebrew: to be blacke.] to mourne for him, and all the trees of the field fainted for him.
16 I made the nations to shake at the sound of his fall, when I cast him downe to hell with them that descend into the pit: and all the trees of Eden, the choice and best of Lebanon, all that drinke water, shall be comforted in the nether parts of the earth.
17 They also went downe into hell with him vnto them that be slaine with the sword, and they that were his arme, that dwelt vnder his shadow in the middest of the heathen.
18 To whom art thou thus like in glory & in greatnesse among the trees of Eden? yet shalt thou be brought downe with the trees of Eden vnto the nether parts of the earth: thou shalt lie in the middest of the vncircumcised, with them that be slaine by the sword: this is Pharaoh and all his multitude, saith the Lord God.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



La lección para Egipto del cedro cortado

La gloria de Egipto y el grado de su caída son ilustrados por la alegoría de un cedro majestuoso que es cortado.

1-18 Se le dice a Ezequiel que proclame a Egipto, en otras palabras: Tu grandeza puede ser comparada a la de un magnífico cedro (2, 3). Este cedro tenía una abundante provisión de agua (3, 4). Se alzaba por encima de sus compañeros, y se extendía sobre una ancha área (5). Confiaban en él para protección y refugio (6). Tenía un gran esplendor (7). No tenía iguales (8). Era envidiado por los demás (9). Porque sobresalía por encima de los demás y estaba orgulloso de hacerlo, fue entregado a un gobernante para que se encargara de él (10, 11). Fue cortado. Los que confiaban en él le abandonaron (12). Ningún otro adquirirá su grandeza (14). El día de su destrucción fue un día oscuro para muchos (15, 16). Los que buscaron su protección tuvieron un fin similar (17). Tú y tu poder militar serán cortados de igual modo (18).

Notas. 3 Consideraré al cedro (ver la nota de la RVA: He aquí que Asiria era el cedro). Una leve enmienda al texto cambiaría la referencia a Asiria a la de un ciprés, como en Consideraré a un ciprés, un cedro en el Líbano. El cambio hace más directa la alegoría, aunque el sentido general permanece igual. 10 Fue el orgullo el que llevó a la caída del cedro y, por implicación, a Egipto. 12 Los más crueles de los pueblos: una frase usada antes (30:11) para los babilonios. 18 Yacerás en medio de los incircuncisos, junto con los muertos a espada. Siendo que los egipcios practicaban la circuncisión y daban gran énfasis a los ritos apropiados de sepultura, esta predicción habría sido doblemente aborrecible para ellos.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*31 Este oráculo recuerda las elegías de Eze 19:1-14 sobre Israel.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Gén_2:8

Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Gén_2:8

Biblia Hispano Americana (Sociedad Bíblica Española, 2014)

Gén 2:8-9.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



1. La fecha aquí indicada corresponde a mayo-junio del 587 a.C., o sea, dos meses antes de la caída de Jerusalén.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 31.8-9 Cf. Gn 2.8-9.

Biblia Textual IV (Sociedad Bíblica Iberoamericana, 1999)

Se sigue LXX → §194.

Torres Amat (1825)



[18] Ez 28, 10.