Ver contexto
Multiplicaré los frutos de los árboles y los productos de los campos, para que no sufráis más el oprobio del hambre entre las naciones. (Ezequiel  36, 30) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

וְ‎(וְ)

Hebrew|wᵊ|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

הִרְבֵּיתִי֙‎(רָבָה)

Hebrew|hirbêṯˌî|be many

Part-of-speech: verb
Gender: unknown
Number: singular
Person: first person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: hif‘il


[H7235] [t.ai.aa] [2103]
[רבה] [GES7200] [BDB7933] [HAL7847]

אֶת‎(אֵת)

Hebrew|ʔeṯ-|[object marker]

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H853] [a.gm.aa] [186]
[את] [GES828] [BDB894] [HAL913]

פְּרִ֣י‎(פְּרִי)

Hebrew|pᵊrˈî|fruit

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H6529] [q.cv.ab] [1809a]
[פרי] [GES6464] [BDB7124] [HAL7062]

הָ‎(הַ)

Hebrew|hā|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

עֵ֔ץ‎(עֵץ)

Hebrew|ʕˈēṣ|tree

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H6086] [p.em.ab] [1670a]
[עץ] [GES6015] [BDB6647] [HAL6588]

וּ‎(וְ)

Hebrew|û|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

תְנוּבַ֖ת‎(תְּנוּבָה)

Hebrew|ṯᵊnûvˌaṯ|produce

Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H8570] [n.bt.ae] [1318c]
[תנובה] [GES8534] [BDB9396] [HAL9308]

הַ‎(הַ)

Hebrew|ha|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

שָּׂדֶ֑ה‎(שָׂדֶה)

Hebrew|śśāḏˈeh|open field

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H7704] [u.ak.ac] [2236b]
[שדה] [GES7662] [BDB8438] [HAL8357]

לְמַ֗עַן‎(לְמַעַן)

Hebrew|lᵊmˈaʕan|because of

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4616] [p.dt.aj] [1650g]
[למען] [GES3856] [BDB4294] [HAL4248]

אֲ֠שֶׁר‎(אֲשֶׁר)

Hebrew|ʔᵃšˌer|[relative]

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H834] [a.gk.aa] [184]
[אשר] [GES812] [BDB872] [HAL890]

לֹ֣א‎(לֹא)

Hebrew|lˈō|not

Part-of-speech: negative particle
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3808] [l.ab.aa] [1064]
[לא] [GES3708] [BDB4137] [HAL4092]

תִקְח֥וּ‎(לָקַח)

Hebrew|ṯiqḥˌû|take

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: plural
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: qal


[H3947] [l.bx.aa] [1124]
[לקח] [GES3879] [BDB4316] [HAL4270]

עֹ֛וד‎(עֹוד)

Hebrew|ʕˈôḏ|duration

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5750] [p.bc.ab] [1576a]
[עוד] [GES5695] [BDB6301] [HAL6220]

חֶרְפַּ֥ת‎(חֶרְפָּה)

Hebrew|ḥerpˌaṯ|reproach

Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H2781] [h.fz.ab] [749a]
[חרפה] [GES2673] [BDB3009] [HAL2990]

רָעָ֖ב‎(רָעָב)

Hebrew|rāʕˌāv|hunger

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H7458] [t.di.ab] [2183a]
[רעב] [GES7411] [BDB8166] [HAL8084]

בַּ‎(בְּ)

Hebrew|ba|in

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[b.ab.aa] [193]
[ב] [GES855] [BDB923] [HAL939]

‎(הַ)

Hebrew||the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

גֹּויִֽם‎(גֹּוי)

Hebrew|ggôyˈim|people

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H1471] [c.ba.ag] [326e]
[גוי] [GES1367] [BDB1562] [HAL1569]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



36. La Restauración completa de Israel.
Después de hablar de la destrucción de los enemigos seculares de Israel como condición previa para el retorno de los israelitas a su tierra patria, el profeta habla de la restauración de la nación. El capítulo contiene dos partes: a) anuncio de la bendición de Yahvé sobre los montes de Israel, en oposición a la desolación sobre los montes de Edom (1-15); b) el castigo de Judá fue merecido; pero, por honor de su nombre, Yahvé hará retornar a los exilados, les dará un nuevo corazón, y en Palestina los colmará de todo bien. La nueva tierra de promisión se transformará en un maravilloso edén para felicidad de los repatriados (16-38).

La bendición sobre los montes de Israel (1-15).
1 Y ahora, hijo de hombre, profetiza a los montes de Israel y di: Oíd, montes de Israel, la palabra de Yahvé: 2 Así habla el Señor, Yahvé: Pues que el enemigo dijo de vosotros: ¡Ea! Son ruinas perpetuas, se nos dan en posesión a nosotros. 3 Habla y di: Así habla el Señor, Yahvé: Por eso, porque os asolaron y tragaron de todas las partes, dándoos por heredad a las gentes y haciéndoos objeto de habladurías y de escarnios, 4 por eso, ¡oh montes de Israel! oíd la palabra de Yahvé: Así dice el Señor, Yahvé, a los montes y a los collados, a los lechos de los torrentes y a los valles, a las ruinas desoladas y a las ciudades desiertas que fueron la presa y el sarcasmo de los que de los pueblos circunvecinos quedaban. 5 Por eso, así habla el Señor, Yahvé: Sí, en mi celo y en mi furor hablé contra los escapados de los pueblos, y contra Idumea toda entera, que se apropiaron mi tierra con corazón alegre y el desprecio en el alma para despoblarla y depredarla. 6 Por eso, profetiza a la tierra de Israel, y di a los montes y a los collados, a los lechos de los torrentes y a los valles: Así habla el Señor, Yahvé: Heme aquí, en mi celo y en mi furor lo digo: Ya que habéis soportado el escarnio de las gentes, 7 así habla el Señor, Yahvé: Alzo mi mano y juro que las gentes que os rodean soportarán vuestro escarnio, 8 y vosotros, montes de Israel, germinaréis, daréis ramas y frutos a mi pueblo Israel, que va a volver. 9Porque heme aquí, a vosotros me acerco, a vosotros me vuelvo. Todavía seréis labrados y sembrados, 10 multiplicaré en vosotros a los hombres, la casa de Israel toda entera, y serán repobladas las ciudades y reconstruidas las ruinas. 11Multiplicaré en vosotros a los hombres, y se multiplicarán los ganados, y estaréis poblados como antiguamente, y más todavía que al principio, y sabréis que yo soy Yahvé. 12 Haré volver a vosotros a los hombres, mi pueblo Israel, que os poseerá, y les seréis en heredad, y no volveréis a devorarlos. 13 Así dice Yahvé: Pues que andan diciendo de ti: Eres una devoradora de hombres y has privado a tu nación de tus hijos, 14 no devorarás ya más a los hombres, ni a tu nación privarás de hijos, dice el Señor, Yahvé, 15 y nunca más te haré oír los insultos de las gentes, ni tendrás que oír los escarnios de los pueblos, y no quedarán los tuyos privados de hijos, dice el Señor, Yahvé.

En este fragmento, el país de Judá es simbolizado metonímicamente en sus montes (v.1) 1. De hecho, el reino de Judá comprendía precisamente la zona montañosa al sur de Palestina. La expresión Israel tiene el sentido de nación israelita en general, sin contraponerlo a Judá. El profeta echa en cara a las naciones enemigas, sobre todo a Edom, que se alegraran de la desolación del país de Israel (v.2). Los pueblos vecinos de Judá creían que la situación de Palestina como tierra de nadie habría de permanecer indefinidamente, y por eso piensan instalarse en ella. Judá se había convertido en objeto de escarnio (v.3) para las otras naciones. Su supuesta superioridad religiosa de nada le sirvió en el momento del turbión de la guerra.
Yahvé, en su celo, no puede soportar la burla de su pueblo, y se propone castigar a los escapados de los pueblos (v.5), las bandas ambulantes que se habían librado de los soldados caldeos y andaban por los desiertos atacando al pueblo judío que había quedado en su tierra. Días llegarán en que los escarnecedores serán escarnecidos, mientras que los montes de Israel serán glorificados de nuevo al ser repoblados con las gentes judías repatriadas (v.8). Yahvé tendrá una particular providencia de la tierra de Palestina: á foso tros me acerco, a vosotros me vuelvo (v.8). Se había alejado momentáneamente para castigar a su pueblo por sus pecados, pero les siguió en el exilio, y volverá a protegerlos, devolviéndolos a sus hogares antiguos. Los montes volverán a ser sembrados y labrados, y las ciudades a ser repobladas (v.10). La prosperidad será la nota de la nueva situación en Palestina, de forma que se superarán los tiempos antiguos, y esa situación será definitiva, ya que Yahvé no volverá a castigarlos: no volveréis a devorarlos (v.12).
Por fin se establecerá una paz permanente en la tierra de Palestina, que, por ser una encrucijada geográfica, fue siempre lugar de lucha permanente. De ahí el título que se le da de devoradora de hombres (v.13). Siempre había sido campo de choque y de batalla entre las grandes potencias, y también objeto de incursiones y razzias de parte de las poblaciones vecinas de TransJordania. La ir ase parece calcada en la información dada por los exploradores israelitas de Canaán: Es una tierra que devora a sus habitantes. 2 El profeta Ezequiel, pues, recoge la expresión para aplicarla a la situación anterior al exilio, cuando Palestina había sido asolada y llevados cautivos sus habitantes, y contraponerla a la nueva situación. En el futuro, todo será paz, porque Yahvé tomará al país bajo su especial protección (v.14). Palestina no devorará ya mas a los hombres (v.14), sino que será el lugar edénico en el que todos vivirán en paz, sin temor a enemigos exteriores e interiores.

Yahvé salvará a Israel por el celo de su gloria (16-24).
16 Fueme dirigida la palabra de Yahvé, diciendo: 17 Hijo de hombre, cuando moró en su tierra la casa de Israel, la contaminaron con sus malas obras y sus pecados. Su obrar ante mí fue como de inmundicia de menstruada. 18 Por eso descargué yo mi ira sobre ellos, por la sangre que derramaban en la tierra y por los ídolos con que la contaminaron. 19 Y los he dispersado entre las gentes y han sido esparcidos por todas las tierras, juzgándolos conforme a sus caminos y a sus obras, 20 y, llegados a las gentes a donde fueron, éstas profanaron mi santo nombre, diciendo de ellos: Estos son el pueblo de Yahvé, han sido echados de su tierra. 21 Pero he tenido lástima de ellos al ver mi santo nombre profanado, por causa de la casa de Israel, entre las gentes a las que han sido llevados. 22 Di, pues, a la casa de Israel: Así habla el Señor, Yahvé: No lo hago por vosotros, casa de Israel, sino más bien por el honor de mi nombre, profanado por causa vuestra entre las gentes a que habéis ido. 23 Yo santificaré mi nombre grande, profanado entre las gentes a causa de vosotros en medio de ellas, y sabrán las gentes que yo soy Yahvé, dice el Señor, Yahvé, cuando yo me santificare en vosotros a sus ojos. 24 Yo os tomaré de entre las gentes, y os reuniré de todas las tierras, y os conduciré a vuestra tierra.

Ya en el c.20 el profeta había explicado claramente que Dios volvería a preocuparse de Israel por el celo de su gloria. De suyo, Israel, por sus pecados, no hubiera merecido que se acordara de él, pero su desgracia ha sido ocasión de que los enemigos paganos se burlaran, diciendo: Estos son el pueblo de Yahvé, han sido echados de su tierra (v.20). La frase es irónica y parece insinuar que el Dios de Israel ha sido impotente para salvar a su pueblo. En realidad, Yahvé expresaba rechazo hacia Israel por sus pecados tradicionales de idolatría y homicidios (v.18), y lo consideraba impuro como una mujer menstruada (v.17). La Ley declaraba impuro a todo lo que tocare a una mujer en este estado 3. Es una metáfora muy expresiva para reflejar la situación abominable en que se hallaba Israel respecto de su Dios. Nada en él había que atrajera sus miradas por sus múltiples pecados, y por eso le castigó duramente con el exilio; pero esto dio lugar a que las otras naciones profanaran el nombre de Yahvé al considerarle impotente en su protección sobre la nación vencida.
Por eso ya es cuestión de salvar el honor de su santo nombre profanado (v.21)4. Israel, con sus pecados, ha dado ocasión a esta profanación del nombre de Yahvé entre los gentiles, ya que con sus aberraciones se hizo acreedor a los mayores castigos y aun de la destrucción de la nación como tal. El exilio había desacreditado a Yahvé ante las gentes, le había profanado, y ahora Yahvé, movido de su celo, quiere santificarse ante ellos (v.23), es decir, mostrar su poder y santidad o carácter moral y trascendente; es decir, hará ver a los gentiles que, si permitió la destrucción de su pueblo, no fue por impotencia, sino por exigencias de su justicia y santidad, que reclamaban un castigo purificador. Yahvé no puede permitir impunemente el pecado, sino que en todos sus actos se mueve por sus imperativos morales intransigentes. Cuando haga retornar a los israelitas a su patria, entonces los gentiles sabrán quién es Yahvé en su omnipotencia y grandeza.

Purificación y arrepentimiento de los israelitas (25.-32)
25 Y os aspergeré con aguas puras y os purificaré de todas vuestras impurezas, de todas vuestras idolatrías. 26 Os daré un corazón nuevo y pondré en vosotros un espíritu nuevo; os arrancaré ese corazón de piedra y os daré un corazón de carne. 27 Pondré dentro de vosotros mi espíritu y os haré ir por mis mandamientos y observar mis preceptos y ponerlos por obra. 28 Entonces habitaréis la tierra que yo di a vuestros padres, y seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios. 29 Os libraré de todas vuestras impurezas, y llamaré al trigo y lo multiplicaré, y no tendréis hambre. 30 Multiplicaré los frutos de los árboles y el de los campos, para que nunca más os escarnezcan las gentes porque padezcáis hambre. 31 Vosotros, por vuestra parte, os acordaréis de vuestros malos caminos, de vuestras obras, que no fueron buenas, y sentiréis vergüenza de vosotros mismos por vuestras iniquidades y vuestras abominaciones. 32 No lo hago por vosotros, dice el Señor, Yahvé; sabedlo, confundios y avergonzaos de vuestras obras, ¡oh casa de Israel!

Yahvé, al reintegrar al pueblo israelita, quiere que constituya una nueva comunidad totalmente distinta a la anterior al destierro en cuanto a sus sentimientos religiosos internos. Los vicios tradicionales de idolatría e injusticias sociales no deben prevalecer en la nueva teocracia, y de ahí que Yahvé los someta a una purificación lustral interna (v.25) 5. Y esta purificación no será sólo negativa, haciendo desaparecer los pecados tradicionales pasados, sino que transformará interiormente a los nuevos ciudadanos de Israel: Os daré un corazón nuevo, os arrancaré ese corazón de piedra y os daré un corazón de carne (v.26). Los israelitas anteriores al exilio habían tenido un corazón de piedra, insensible a los mandatos de Yahvé. En adelante los israelitas tendrán un espíritu nuevo, proveniente de su Dios, de modo que sientan instintiva atracción hacia los caminos rectos 6.
El profeta entrevé la nueva etapa mesiánica, en que los imperativos del espíritu serán los móviles de una nueva generación: el cristianismo. De hecho sabemos que los israelitas reintegrados a su patria después del exilio no volvieron a sentir veleidades idolátricas, sino que más bien se cerraron en un sano monoteísmo intransigente. Es la primera etapa de la nueva era vislumbrada por Ezequiel. Con la aparición del Mesías vendrá el culto de Dios en espíritu y en verdad7, síntesis del mensaje evangélico. Pero el profeta en este oráculo se fija en la primera etapa, idealizándola: el Israel histórico volverá a ser realmente el pueblo de Yahvé (v.28), ya que los corazones de los israelitas vivirán centrados en torno a su Dios. La profecía es paralela a la de Jeremías: en aquel día seré el Dios de todas las tribus de Israel, y ellos serán mi pueblo. Yo pondré mi ley en ellos y la escribiré en su corazón, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo 8.
Como consecuencia de esta vinculación a Yahvé, vendrán toda clase de bendiciones sobre la nueva teocracia: en primer lugar, la purificación de todas las impurezas idolátricas pasadas, y después la fertilidad exuberante de la naturaleza: llamaré al trigo y lo multiplicaré (v.29) 9. Será entonces cuando se vean participantes de las bendiciones de Dios, cuando reconozcan plenamente sus yerros pasados 10, entrando por la vía de una conversión sincera. Pero el profeta cierra la perícopa repitiendo que la restauración de Israel no fue debida a los méritos realizados por la Nación, sino más bien al celo de Yahvé por su nombre entre los pueblos (v.32). Deben tener en cuenta que la historia de Israel es la historia de deserciones y crímenes de todo género, y, por tanto, deben sentir vergüenza del pasado: confundios y avergonzaos de vuestras obras.

Prosperidad del nuevo Israel (33-38).
33 Así habla el Señor, Yahvé: El día en que os habré purificado de todas vuestras iniquidades, repoblaré las ciudades y reconstruiré las ruinas. 34 La tierra desolada en que el caminante no ve más que desolación, volverá a ser labrada, 35 y se dirá: Aquella tierra inculta se ha convertido en jardín de Edén; las ciudades arruinadas, asoladas y desiertas están fortificadas y pobladas, 36 y los pueblos que en torno vuestro han sido dejados, sabrán que yo, Yahvé, he edificado vuestras derribadas ruinas y he repoblado de árboles la tierra devastada. Yo, Yahvé, lo he dicho y lo haré. 37 Así dice el Señor, Yahvé: Aun a esto más me dejaré inducir a realizar por la casa de Israel: Multiplicaré los hombres como se multiplican los rebaños; 38 a modo de ovejas consagradas, de ovejas de Jerusalén, en sus solemnidades, así serán las ciudades arruinadas, llenas de rebaños humanos, y sabrán que yo soy Yahvé.

El profeta idealiza la situación de la tierra de promisión de los repatriados. Palestina se convertirá en un verdadero Edén, admiración de todas las gentes. En otros tiempos, Moisés había prometido al pueblo de Israel salido de Egipto una tierra que manaba leche y miel.11 La nueva reinstalación de los exilados será también en una tierra feracísima. Los campos desolados recobrarán su frondosidad perdida, y las ciudades serán repobladas en número desbordante. El cuadro presentado por el profeta es cautivador para aquellos pobres exilados, acostumbrados a trabajar en los campos e industrias de los caldeos. De nuevo tenemos que repetir que debemos distinguir en estos oráculos lo sustancial espiritual del ropaje accesorio literario.
Ezequiel no encuentra mejor modo de atraer la atención de aquellos exilados, sumidos en la desesperación, que presentarles un cuadro exuberante de restauración en la tierra ahora hollada por el enemigo. La imaginación oriental del profeta reviste la nueva realidad de la repatriación hecho sustancial de sus vaticinios con colores vivos y atrayentes, conforme a las exigencias de la mentalidad de los oyentes. En el recuerdo de todos estaban las solemnidades en el templo, con los miles de ovejas apretujándose en los atrios exteriores del templo de Jerusalén preparadas para el sacrificio: ovejas consagradas (v.38). El profeta afirma que en la repoblación humana de la actualmente deshabitada Judá se repetirá un espectáculo semejante (v.38). Los exilados creían que la nación se extinguiría como comunidad nacional, ya que la espada, el hambre y el cautiverio habían acabado casi con la población de Judá. ¿Cómo habría de repoblarse de nuevo el hogar patrio? El profeta anuncia en nombre de Dios que llegarán días en que la patria volverá a ser desbordada de gentes repatriadas con ánimos de reconstruir la nación.

1 Ez 6:2; 35:12. 2 Núrn 13:32; Lev_18:28. 3 Cf. Lev_15:10-20. 4 Cf. Isa_43:22-25; Isa_48:11. 5 Las abluciones lústrales simbolizaban el perdón de los pecados (Gen_35:2; Exo_30:17). 6 Cf. Isa_32:5; Joe_2:28; Zac_4:6. Véase el artículo de P. Van Imschoot, L'esprit de Yahvé, principe de vie dans VA.T.: Ephem. Theol. Lovari., 16 (1939) 457-467. 7 Cf. Jua_4:14. 8 Cf. Jer_31:1.33. 9 Expresión análoga para predecir la fertilidad del campo la encontramos en Ose_2:21-22. 10 Cf. Eze_20:43; Isa_64:6; Jer_2:23. 11 Exo_3:8; Exo_17:13; Exo_33:3; Lev_20:24.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter XXXVI.

1 The land of Israel is comforted, both by destruction of the heathen, who spitefully vsed it, 8 and by the blessings of God promised vnto it. 16 Israel was reiected for their sinne, 21 and shall be restored without their desert. 25 The blessings of Christs kingdome.
1 Also thou sonne of man, prophecie vnto the mountaines of Israel, and say; Ye mountaines of Israel, Heare the word of the Lord.
2 Thus saith the Lord God,

[Comfort to the Israelites.]

[ Ezekiel 62.] Because the enemy had said against you, Aha, euen the ancient high places are ours in possession:
3 Therfore prophecie and say, Thus saith the Lord God, [ Hebrew: because for because.] Because they haue made you desolate, and swallowed you vp on euery side, that ye might be a possession vnto the residue of the heathen, and [ Or, ye are made to come vp on the lip of the tongue.] ye are taken vp in the lips of talkers, and are an infamy of the people:
4 Therefore ye mountaines of Israel, heare the word of the Lord God, Thus saith the Lord God to the mountaines and to the hilles, to the [ Or, bottomes or dales.] riuers and to the valleys, to the desolate wastes, and to the cities that are forsaken, which became a pray and derision to the residue of the heathen that are round about:
5 Therefore thus saith the Lord God, Surely in the fire of my ielousie haue I spoken against the residue of the heathen, and against al Idumea, which haue appointed my land into their possession, with the ioy of all their heart, with despitefull minds to cast it out for a praye.
6 Prophecie therefore concerning the land of Israel, and say vnto the mountaines and to the hilles, to the riuers and to the valleys, Thus saith the Lord God, Behold, I haue spoken in my iealousie and in my furie, because ye haue borne the shame of the heathen,
7 Therefore thus saith the Lord God, I haue lifted vp mine hand, Surely the heathen that are about you, they shall beare their shame.
8 But ye, O mountaines of Israel, ye shall shoot forth your branches, and yeeld your fruit to my people of Israel, for they are at hand to come.
9 For behold, I am for you, and I will turne vnto you, and ye shall be tilled and sowen.
10 And I will multiplie men vpon you, all the house of Israel, euen all of it, and the cities shall be inhabited, and the wastes shall be builded.
11 And I will multiply vpon you man and beast, and they shall increase and bring fruite, and I will settle you after your olde estates: and will doe better vnto you, then at your beginnings, and ye shall know that I am the Lord.
12 Yea I will cause men to walke vpon you, euen my people Israel, and they shall possesse thee, and thou shalt

[Comfort to the Israelites.]

be their inheritance, and thou shalt no more henceforth bereaue them of men.
13 Thus saith the Lord God, Because they say vnto you, Thou land deuourest vp men, and hast bereaued thy nations,
14 Therefore thou shalt deuoure men no more, neither [ Or, cause to fall.] bereaue thy nations any more, saith the Lord God.
15 Neither will I cause men to heare in thee the shame of the heathen any more, neither shalt thou beare the reproch of the people any more, neither shalt thou cause the nations to fall any more, saith the Lord God.
16 Moreouer the worde of the Lord came vnto me, saying,
17 Sonne of man, when the house of Israel dwelt in their own land, they defiled it by their owne way, and by their doings: their way was before me as the vncleannesse of a remooued woman.
18 Wherefore I powred my furie vpon them for the blood that they had shed vpon the land, and for their idoles wherewith they had polluted it.
19 And I scattered them among the heathen, and they were dispersed through the countreys: according to their way and according to their doings I iudged them.
20 And when they entred vnto the heathen whither they went, they [ Isa_52:5 ; Rom_2:24 .] prophaned my holy Name, when they said to them, These are the people of the Lord, and are gone forth out of his land.
21 But I had pitie for mine holy Name, which the house of Israel had prophaned among the heathen, whither they went.
22 Therefore say vnto the house of Israel, Thus saith the Lord God, I doe not this for your sakes, O house of Israel, but for mine holy Names sake, which ye haue prophaned among the heathen, whither ye went.
23 And I will sanctifie my great Name which was prophaned among the heathen, which ye haue prophaned in the midst of them, and the heathen shall know, that I am the Lord, saith the Lord God, when I shall be sanctified in you before [ Or, your.] their eyes.
24 For I will take you from among the heathen, and gather you out of all countreys, and will bring you into your owne land.

[A new heart.]

25 Then will I sprinckle cleane water vpon you, and ye shalbe cleane: from all your filthinesse, and from all your idoles wil I cleanse you.
26 A [ Jer_32:39 ; Eze_11:19 .] new heart also will I giue you, and a new spirit will I put within you, and I will take away the stonie heart out of your flesh, and I will giue you an heart of flesh.
27 And I wil put my [ Eze_11:19 .] Spirit within you, and cause you to walke in my Statutes, and ye shall keepe my iudgements, and doe them.
28 And ye shall dwel in the land that I gaue to your fathers, and ye shall be my people, and I wil be your God.
29 I wil also saue you from all your vncleannesses, and I will call for the corne, and will increase it, and lay no famine vpon you.
30 And I will multiply the fruit of the tree, and the increase of the field, that yee shall receiue no more reproch of famine among the heathen.
31 Then shall yee remember your owne euil waies, and your doings that were not good, and shall lothe your selues in your owne sight for your iniquities, and for your abominations.
32 Not for your sakes doe I this, saith the Lord God, be it knowen vnto you: be ashamed and confounded for your owne wayes, O house of Israel.
33 Thus saith the Lord God, In the day that I shall haue cleansed you from all your iniquities, I will also cause you to dwell in the cities, and the wastes shalbe builded.
34 And the desolate land shalbe tilled, whereas it lay desolate in the sight of all that passed by.
35 And they shall say, This land that was desolate, is become like the garden of [ Eze_28:13 .] Eden, and the waste and desolate and ruined cities, are become fenced, and are inhabited.
36 Then the heathen that are left round about you, shall know that I the Lord build the ruined places, and plant that that was desolate: I [ Eze_17:24 ; Eze_22:14 ; Eze_37:14 .] the Lord haue spoken it, and I wil doe it.
37 Thus saith the Lord God, I wil yet for this bee enquired of by the house of Israel, to doe it for them: I will increase them with men like a flocke.
38 As the [ Hebrew: flocke of holy things.] holy flocke, as the flocke of Ierusalem in her solemne feastes, so

[Drie bones.]

shal the waste cities be filled with flocks of men, and they shall know that I am the Lord.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



La restauración de Israel

Este oráculo forma el corazón del libro de Eze. Su mensaje es un resumen del libro. Israel había ofendido a Dios con derramamiento de sangre e idolatría (18). Su castigo significaba dispersión entre las naciones, es decir, exilio (19). No obstante, el Señor no les dejaría allí. Regresarían a su tierra (24). El los purificaría y transformaría, y ellos le seguirían (25-28). La tierra y su pueblo florecerían nuevamente (29-38). Las naciones vecinas sabrían que Jehovah había obrado (36).

El porqué el Señor traería a su pueblo de regreso de su exilio está expresado claramente. No tenía nada que ver con una bondad innata o mérito en el pueblo mismo. Tenía que ver más bien con el deseo de Dios de que su nombre no fuera profanado. El hecho mismo de que Israel estuviera en el exilio llevaba a otros a pensar que el Dios de Israel o era incapaz o no quería cuidar de su propio pueblo. Esta situación era denigrante para el carácter de Dios, y por esta razón Dios restauraría a su pueblo (20-23).

Este oráculo trae esperanza a todos nosotros. Dios actúa para salvar, no sobre la base de nuestra dignidad, sino por las riquezas de su misericordia.

16-38 Dios dice a Ezequiel, en otras palabras: Cuando Israel habitaba en su propia tierra, ellos la contaminaron con su iniquidad. De modo que los dispersé por otras naciones. Sin embargo, su dispersión profanó mi nombre, que es de interés para mí (16-21). Por lo tanto, la palabra de Dios para Israel es: Por causa de mi nombre mostraré mi santidad a las naciones por medio de vosotros. Entonces sabrán que yo soy Jehovah (22, 23). Os traeré de vuelta a vuestra propia tierra y os purificaré. Vuestro corazón de piedra será reemplazado por un corazón de carne. Pondré mi espíritu en vosotros y haré que guardéis mis leyes. La tierra será fructífera, y llegarás a detestar y avergonzarte de tu conducta pasada. No es por causa de vosotros que yo hago esto (24-32). Cuando os purifique de todos vuestros pecados, las ciudades serán reedificadas y la tierra cultivada nuevamente. Las naciones que quedaron alrededor sabrán entonces que la he restaurado toda (33-36). El pueblo de Israel será tan numeroso como ovejas. Entonces sabrán que yo soy Jehovah (37, 38).

Notas. 25 Esparciré ... agua pura: una acción ceremonial de limpieza. 26 Corazón de carne: el uso del término carne aquí no debe ser confundido con su uso en otras partes de la Biblia, donde a menudo denota flaqueza o corrupción. En este pasaje corazón de carne es contrastado con corazón de piedra, implicando que la naturaleza fría como la piedra y dura de corazón del pueblo sería reemplazada por una espiritualidad cálida y viva.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Castigo y reconciliación. La suerte de Israel no fue algo fortuito, sino algo que él mismo propició dada su mala conducta, con la cual no sólo se degradó en su propia calidad de vida, sino que profanó y puso en ridículo el mismo nombre de Dios entre las demás naciones (16-21). Pero Dios ha decidido reparar el ultraje de su propio Nombre santificándolo del siguiente modo: hará volver a su tierra a los israelitas debidamente purificados de sus manchas pasadas (24s); infundirá en ellos un corazón y un espíritu nuevos (27) para que sean capaces de mantener los compromisos de la nueva alianza (27s) y así puedan saborear de modo definitivo las promesas (29s). Las culpas y desviaciones del pasado serán un continuo referente para la conversión y la fidelidad (31s). Sólo entonces, una vez purificados, podrán los hijos de Israel repoblar felices y en paz la tierra de sus antepasados (33-38). Pero, eso sí, Israel nunca podrá argumentar sus propios méritos para disfrutar de todas estas bondades, pues es una «casa de rebeldía». Esta idea la va a ilustrar Ezequiel con la visión de los huesos secos.

Torres Amat (1825)



[20] Is 52, 5; Rom 2, 24.

[27] La promesa del espíritu es extendida a toda la humanidad. Su actividad no se limitará a un cambio pasajero sino que dará la capacidad de vivir según los mandamientos de Dios. Jue 6, 34; 1 Sam 10, 6; Joel 3; Jn 4, 23-24; Hech 2, 16.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*36:16-38 La razón última de la acción del Señor es la santidad de su propio nombre, que ha sido profanado. Más allá de la purificación ritual está el corazón nuevo y el espíritu nuevo.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 36.25-27 Jer 31.31-33; Ro 8.5-6; Gl 5.22-25; 1 Jn 3.24.

Biblia Latinoamericana (San Pablo, 1995)



[=] *1Re 17:1 *Os 2:11 *Jer 14:1