Ver contexto
Júntalos el uno con el otro de suerte que formen un solo leño, que sean una sola cosa en tu mano. (Ezequiel  37, 17) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

וְ‎(וְ)

Hebrew|wᵊ|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

קָרַ֨ב‎(קָרַב)

Hebrew|qārˌav|approach

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: imperative
Verbal stem: pi“el


[H7126] [s.da.aa] [2065]
[קרב] [GES7093] [BDB7793] [HAL7723]

אֹתָ֜ם‎(אֵת)

Hebrew|ʔōṯˈām|[object marker]

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H853] [a.gm.aa] [186]
[את] [GES828] [BDB894] [HAL913]

אֶחָ֧ד‎(אֶחָד)

Hebrew|ʔeḥˈāḏ|one

Part-of-speech: noun
Gender: unknown
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H259] [a.cj.aa] [61]
[אחד] [GES253] [BDB270] [HAL282]

אֶל‎(אֶל)

Hebrew|ʔel-|to

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H413] [a.di.aa] [91]
[אל] [GES400] [BDB422] [HAL438]

אֶחָ֛ד‎(אֶחָד)

Hebrew|ʔeḥˈāḏ|one

Part-of-speech: noun
Gender: unknown
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H259] [a.cj.aa] [61]
[אחד] [GES253] [BDB270] [HAL282]

לְךָ֖‎(לְ)

Hebrew|lᵊḵˌā|to

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[l.aa.ab] [1063]
[ל] [GES3706] [BDB4135] [HAL4089]

לְ‎(לְ)

Hebrew|lᵊ|to

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[l.aa.ab] [1063]
[ל] [GES3706] [BDB4135] [HAL4089]

עֵ֣ץ‎(עֵץ)

Hebrew|ʕˈēṣ|tree

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H6086] [p.em.ab] [1670a]
[עץ] [GES6015] [BDB6647] [HAL6588]

אֶחָ֑ד‎(אֶחָד)

Hebrew|ʔeḥˈāḏ|one

Part-of-speech: noun
Gender: unknown
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H259] [a.cj.aa] [61]
[אחד] [GES253] [BDB270] [HAL282]

וְ‎(וְ)

Hebrew|wᵊ|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

הָי֥וּ‎(הָיָה)

Hebrew|hāyˌû|be

Part-of-speech: verb
Gender: unknown
Number: plural
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: qal


[H1961] [e.bf.aa] [491]
[היה] [GES1888] [BDB2113] [HAL2109]

לַ‎(לְ)

Hebrew|la|to

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[l.aa.ab] [1063]
[ל] [GES3706] [BDB4135] [HAL4089]

אֲחָדִ֖ים‎(אֶחָד)

Hebrew|ʔᵃḥāḏˌîm|one

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H259] [a.cj.aa] [61]
[אחד] [GES253] [BDB270] [HAL282]

בְּ‎(בְּ)

Hebrew|bᵊ|in

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[b.ab.aa] [193]
[ב] [GES855] [BDB923] [HAL939]

יָדֶֽךָ‎(יָד)

Hebrew|yāḏˈeḵā|hand

Part-of-speech: noun
Gender: unknown
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3027] [j.aq.aa] [844]
[יד] [GES2931] [BDB3271] [HAL3251]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



37. Resurrección de la Nación Israelita.
Las afirmaciones precedentes de Ezequiel, sin duda que suscitaban en la mayor parte de los oyentes escepticismo. ¿Cómo Judá habrá de verse algún día restaurada en su patria con plena libertad? El imperio de Nabucodonosor parecía omnipotente, y, por tanto, su opresión habría de permanecer por siglos. El profeta, para realzar más sus promesas, les comunica una visión que ha tenido sobre la restauración de Israel. Cierto que el pueblo israelita había sido reducido a un estado esquelético, pero la omnipotencia divina puede de nuevo reanimar estos huesos disecados. Israel será restaurado como nación, y de nuevo todos los israelitas, dejando sus anteriores tradiciones cismáticas, se unirán para formar un solo reino futuro. El capítulo se divide netamente en dos partes: a) visión sobre la restauración de la comunidad israelita (1-14); b) acción simbólica sobre la unión de los dos reinos israelitas, Judá y Efraím (15-28).

Visión de los huesos secos (1-10).
1 Fue sobre mí la mano de Yahvé, y llevóme Yahvé fuera y me puso en medio de un campo que estaba lleno de huesos. 2 Hízome pasar por cerca de ellos todo en derredor, y vi que eran sobremanera numerosos sobre la haz del campo y enteramente secos. 3 Y me dijo: Hijo de hombre, ¿revivirán estos huesos? Y yo respondí: Señor, Yahvé, tú lo sabes. 4 Y él me dijo: Hijo de hombre, profetiza sobre estos huesos y diles: Huesos secos, oíd la palabra de Yahvé. 5 Así dice el Señor, Yahvé, a estos huesos: Voy a hacer entrar en vosotros el espíritu y viviréis, 6 y pondré sobre vosotros nervios, y os cubriré de carne, y extenderé sobre vosotros piel, y os infundiré espíritu, y viviréis y sabréis que yo soy Yahvé. 7 Entonces profeticé yo como me mandaba, y a mi profetizar se oyó un ruido, y hubo un agitarse y un acercarse huesos a huesos. 8 Miré y vi que vinieron nervios sobre ellos, y creció la carne y los cubrió la piel, pero no había en ellos espíritu. 9 Díjome entonces: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así habla el Señor, Yahvé: Ven, ¡oh espíritu! ven de los cuatro vientos y sopla sobre estos huesos muertos, y vivirán. 10 Profeticé yo como se me mandaba, y entró en ellos el espíritu, y revivieron y se pusieron en pie, un ejército grande en extremo.

El cuadro que presenta el profeta es espeluznante: un campo lleno de huesos secos. En nombre de Dios proclama un nuevo oráculo a los exilados. La expresión fue sobre mí la mano de Yahvé indica en la literatura profética un influjo divino especial irresistible sobre el vidente ! La visión aparece perfectamente escenificada. El profeta da vueltas al campo apocalíptico de esqueletos humanos expuestos a la intemperie. Todo era impresión de muerte. De un lado, Ezequiel ve que estos huesos eran incalculables, y por otro sabe que están completamente secos, sin nervaduras ni carne. Ya hacía tiempo que el soplo vital había partido de ellos. El Señor le interroga sobre la posibilidad de que estos esqueletos sean de nuevo reanimados por la vida (v.3). El profeta no niega la posibilidad de la resurrección de estos huesos 2, pues sabe que Dios es omnipotente: Señor, tú lo sabes, es la respuesta prudente de Ezequiel (v.3).
Sin duda que en la visión el profeta nota que Yahvé quiere hacer algo excepcional. Por orden suya profetiza sobre los huesos secos. Ezequiel aparece como instrumento de esta resurrección, en cuanto que será el paladín de la esperanza de la resurrección nacional de Israel en el cautiverio. La palabra profetiza indica que Ezequiel debe conducirse como profeta, es decir, transmisor de un designio divino. La vivificación de los huesos aparece altamente dramatizada: primero se juntan los nervios, después se llenan de carne y, por fin, son vivificados por el hálito vital (v.6). Según la mentalidad popular, la vida venía directamente de Dios, quien infundía a cada ser el soplo vital 3.
Aquí este espíritu es lo último que sobreviene al esqueleto ya articulado con los nervios y la carne. En la formación del primer hombre se sigue el mismo orden, pues el hálito vital es infundido después que ha sido configurado el hombre en lo material externo. En la visión de Ezequiel, el hálito vital o espíritu (rúaj) ha de venir de los cuatro vientos (v.9), porque debía informar a todos los huesos que en el campo estaban esparcidos en las cuatro direcciones. Ninguno debe quedar sin ser vivificado. Como consecuencia de la invocación del profeta al espíritu sobre aquellos huesos secos, éstos se vivificaron, y ante los ojos atónitos del vidente había allí un ejército inmenso de hombres resucitados (v.10).

Explicación de la visión (11-14).
11 Díjome entonces: Hijo de hombre, esos huesos son la entera casa de Israel. Andan diciendo: Se han secado nuestros huesos, ha fallado nuestra esperanza, estamos perdidos. 12 Por eso profetiza y diles: Así habla el Señor, Yahvé: Yo abriré vuestros sepulcros y os sacaré de vuestras sepulturas, pueblo mío, y os llevaré a la tierra de Israel, 13 y sabréis que yo soy Yahvé cuando abra vuestros sepulcros y os saque de vuestras sepulturas, pueblo mío, 14 y ponga en vosotros mi espíritu y viváis, y os dé reposo en vuestra tierra, y sabréis que yo soy Yahvé, lo dije y lo hice, oráculo de Yahvé.

La explicación de la apocalíptica visión es clara en el contexto y la declaración subsiguiente: los huesos resucitados son los exilados de Israel, que se creen ya sin esperanza de resurrección nacional: estamos perdidos. (v.11). La desesperación era la característica de los exilados después de la ruina definitiva de Jerusalén. Se creen totalmente abandonados de su Dios. Ezequiel quiere levantar los ánimos. La visión que acaba de exponer es el mejor símbolo de lo que va a suceder en el futuro, pues Israel será de nuevo reanimado, con la ayuda de Dios, y reintegrado a su patria. Los israelitas exilados están como muertos en sus sepulcros, pero Yahvé los va a sacar de este estado, vivificándoles para hacerlos volver a la tierra de Palestina (v.14). Nada en el contexto favorece la opinión de que aquí se trata de la resurrección de los muertos, aun limitada al pueblo israelita como en Dan_12:24.

Un solo reino bajo el cetro único del nuevo David (15-28).
15 Fueme dirigida la palabra de Yahvé, diciendo: 16 Hijo de hombre, toma un palo y escribe en él: Judá y los hijos de Israel que le están unidos. Toma luego otro y escribe en él: José, el báculo de Efraím y de toda la casa de Israel que le está unida. 17 Júntalos luego el uno con el otro, para que sean uno solo, y uno solo hagan en tu mano. 18 Y cuando te pregunten los hijos de Israel: ¿No nos enseñarás qué es eso? 19 Diles: Así habla el Señor, Yahvé: He aquí que yo tomaré el báculo de José, que está en manos de Efraím y de las tribus de Israel que le están unidas, y lo pondré sobre el báculo de Judá, haciendo un solo báculo, y será uno solo en mi mano. 20 Que estén a sus ojos los palos en que escribas, y diles: 21 Así dice el Señor, Yahvé: He aquí que yo tomaré a los hijos de Israel de entre las gentes a que han ido, juntándolos de todas las partes, y los traeré a su tierra. 22 Y haré de ellos en la tierra, en los montes de Israel, un solo pueblo, y todos tendrán un solo rey; nunca más serán dos naciones, nunca más estarán divididos en dos reinos, 23 nunca más se contaminarán con sus ídolos; los libraré de todas las rebeliones con que pecaron y los purificaré, y serán mi pueblo, y yo seré su Dios. 24 Mi siervo David será su rey, y tendrán todos un solo pastor, y caminarán por las sendas de mis mandamientos, y guardarán mis preceptos, poniéndolos por obra. 25 Y habitarán la tierra que yo di a mi siervo Jacob, en que habitaron vuestros padres. Ellos la habitarán y los hijos de sus hijos por los siglos de los siglos, y por los siglos será su príncipe David, mi siervo. 26 Estableceré con ellos un pacto de paz que será pacto eterno; los asentaré, los acrecentaré y pondré mi santuario en medio de ellos por los siglos. 27 Pondré en medio de ellos mi morada, y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. 28 Y sabrán las gentes que yo, Yahvé, santifico a Israel, cuando esté mi santuario en medio de ellos por los siglos.

Después de anunciar solemnemente, en la explicación de la visión anterior, la repatriación de los exilados, el profeta anuncia que en el futuro desaparecerá la tradicional división de las diez tribus del norte, con Efraím a la cabeza, y las dos del sur, con Judá por capital. Esta unión de las doce tribus la expresa Ezequiel con una acción simbólica para llamar más la atención de los oyentes. Por orden divina, el profeta toma dos palos; en uno debe escribir: Judá y los israelitas que le están unidos; y en otro: José y la casa de Israel que le esta unida (v.16). El primer palo, pues, simbolizaba el reino del sur, y el segundo el reino del norte, en el que descollaba la tribu de Efraím, hijo de José. En efecto, por su belicosidad y los muchos caudillos que dio, Efraím se constituyó en cabeza moral de las tribus cismáticas del norte después de la muerte de Salomón 5. En lo futuro, las doce tribus volverán a reunirse bajo un solo rey. El profeta, para significar esto, junta un palo al otro (v.17). Días llegarán en que Yahvé reunirá a todos los componentes de todas las tribus dispersas entre las gentes y las volverá a su tierra (v.21). Juntas constituirán un solo pueblo, bajo un solo rey, al que se le llama mi siervo David (v.24). De nuevo se repite que la futura teocracia estará calcada sobre la añorada época de David. El profeta une siempre la repatriación de los exilados a la inauguración de los tiempos mesiánicos. De hecho, el retorno de los exilados fue el principio de la nueva comunidad nacional, en la que había de aparecer el Mesías. En los profetas suele faltar la perspectiva histórica, y viven de la esperanza mesiánica. En sus ansias de realización, la presentan como próxima para reavivar las esperanzas en el pueblo, decaído de ánimos. Es justamente lo que hace Ezequiel entre sus compañeros de destierro. Con estas ansias de levantar los ánimos, el profeta idealiza el futuro, y piensa en la nueva era, en que reinará la paz y equidad como consecuencia de una nueva alianza (v.26), que será definitiva por los siglos. Dios volverá a ser el centro de los corazones de los israelitas 6, pues volverá a establecer su morada entre ellos en su santuario cíe Jerusalén. Entonces sabrán las gentes que Yahvé ha santificado a Israel (v.28), es decir, lo ha separado de entre las naciones para ser pueblo suyo y entrar en la atmósfera de santidad e incontaminación que exige la presencia divina. El cumplimiento de este vaticinio se da en la Iglesia como Israel espiritual, heredero de las promesas del antiguo Israel histórico. El profeta, pues, entrevé la gran realización, si bien la condiciona a la mentalidad viejotestamentaria de su tiempo.

1 Cf. Eze_1:3; Eze_8:1. 2 En la tradición bíblica hay casos de resurrecciones individuales (cf. 1Re_17:175; 2Re_4:18s). Pero se trataba de individuos recién fallecidos. Pero aquí se trata ya de huesos secos. Desde luego, no se plantea aquí el problema de la resurrección universal. En el contexto se trata de una visión simbólica sobre la resurrección colectiva de Israel como nación. 3 Cf. Sal_104:2955; Job_32:45; Job_34:14s; Exo_15:8; 2Sa_22:16; Sal_18:16. Véase P. Van Imschoot, L'esprit de Yahvé, source de vie dans l'A.T.: RB 44 (193S) 481-501. 4 Cf. D. Buzy, O.C., p.200-210. 5 Cf. Sal_78:67; Ose_4:17; Ose_5:9; 6 Cf. Jer 31:31-1:21 5:8.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter XXXVII.

1 By the resurrection of dry bones, 11 the dead hope of Israel is reuiued, 15 by the vniting of two stickes, 18 is shewed the incorporation of Israel into Iudah. 20 The promises of Christs kingdome.
1 The hand of the Lord was vpon mee, and caried mee out in the Spirit of the Lord, and set mee downe in the middest of the valley which was full of bones,
2 And caused mee to passe by them round about, and beholde, there were very many in the open [ Or, champian.] valley, and loe, they were very drie.
3 And hee said vnto mee, Sonne of man, can these bones liue? and I answered, O Lord God, thou knowest.
4 Againe he said vnto me, Prophecie vpon these bones, and say vnto them; O yee drie bones, heare the word of the Lord.
5 Thus saith the Lord God vnto these bones, Behold, I wil cause breath to enter into you, and ye shall liue.
6 And I wil lay sinewes vpon you, and wil bring vp flesh vpon you, and couer you with skinne, and put breath in you, and ye shall liue, and ye shall know that I am the Lord.
7 So I prophecied as I was commanded: and as I prophecied, there was a noise, and beholde a shaking, and the bones came together, bone to his bone.
8 And when I beheld, loe, the sinews and the flesh came vp vpon them, and the skin couered them aboue; but there was no breath in them.
9 Then said he vnto mee, Prophecie vnto the [ Or, breath.] winde, prophecie sonne of man, and say to the winde, Thus saith the Lord God; Come from the foure windes, O breath, and breathe vpon these slaine, that they may liue.
10 So I prophecied as he commanded mee, and the breath came into them, and they liued, and stood vp vpon their feet, an exceeding great armie.
11 Then he said vnto me, Sonne of man, these bones are the whole house of Israel: behold, they say; Our bones

[The vnitie of all the tribes.]

are dried, and our hope is lost, wee are cut off for our parts.
12 Therefore prophecie and say vnto them, Thus saith the Lord God, Behold, O my people, I wil open your graues, and cause you to come vp out of your graues, and bring you into the land of Israel.
13 And ye shall know that I am the Lord, when I haue opened your graues, O my people, and brought you vp out of your graues,
14 And shall put my spirit in you, and yee shall liue, and I shall place you in your owne land: then shall ye know that I the Lord haue spoken it, and perfourmed it, saith the Lord.
15 The word of the Lord came againe vnto me, saying;
16 Moreouer thou sonne of man, take thee one sticke, and write vpon it, For Iudah and for the children of Israel his companions: then take another sticke, and write vpon it; For Ioseph the sticke of Ephraim, and for all the house of Israel his companions.
17 And ioyne them one to another into one sticke, and they shall become one in thine hand.
18 And when the children of thy people shall speake vnto thee, saying, Wilt thou not shew vs what thou meanest by these?
19 Say vnto them, Thus saith the Lord God, Behold, I will take the sticke of Ioseph which is in the hand of Ephraim, and the tribes of Israel his fellowes, and will put them with him, euen with the sticke of Iudah, and make them one sticke, and they shall be one in mine hand.
20 And the stickes whereon thou writest, shalbe in thine hand before their eyes.
21 And say vnto them, Thus saith the Lord God, Behold, I will take the children of Israel from among the heathen whither they be gone, and will gather them on euery side, and bring them into their owne land.
22 And I will make them one nation in the land vpon the mountaines of Israel, and [ Joh_10:16 .] one King shall be king to them all: and they shalbe no more two nations, neither shall they bee diuided into two kingdomes any more at all.
23 Neither shall they defile themselues any more with their idoles, nor with their detestable things, nor with

[The vnitie of all the tribes.]

any of their transgressions: but I will saue them out of all their dwelling places, wherein they haue sinned, and will cleanse them: so shall they be my people, and I will be their God.
24 And [ Isa_40:11 ; Jer_23:5 ; Jer_30:9 ; Eze_34:23 .] Dauid my seruant shall be King ouer them, and they all shall haue one shepheard: they shall also walke in my iudgements, and obserue my statutes, and doe them.
25 And they shall dwell in the land that I haue giuen vnto Iacob my seruant, wherin your fathers haue dwelt, and they shall dwell therein, euen they and their children, and their childrens children for euer, and my seruant Dauid shalbe their prince for euer.
26 Moreouer I will make a [ Psa_89:4 ; Eze_34:25 .] couenant of peace with them, it shall be an euerlasting couenant wich them, and I will place them and multiply them, and will set my [ 2Co_6:16 .] Sanctuary in the middest of them for euermore.
27 My Tabernacle also shalbe with them: yea, I will be [ Eze_11:20 ; Eze_14:11 .] their God, and they shalbe my people.
28 And the heathen shal know that I the Lord doe sanctifie Israel, when my Sanctuarie shalbe in the middest of them for euermore.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



La reunión de Israel

El pueblo de Israel se había separado en dos reinos, Israel y Judá, desde el fin del reinado de Salomón casi tres siglos antes. No sólo ellos serían restaurados, como se prometió en el oráculo anterior, sino que además llegarían nuevamente a ser una nación.

Tendrían un gobernante, que se describe aquí como mi siervo David. (Ver comentario sobre 34:1-31 donde el término se utiliza también.) Al llamar al nuevo gobernante David, la profecía implica que tendría todos los dignos atributos del rey David y todos sus privilegios de linaje, derecho al trono y posición ante Dios a la luz de sus promesas. El futuro de Israel se presenta como una versión idealista de su pasado. Aun las más profundas heridas de la historia pueden ser sanadas mediante el poder de Dios.

15-23 Se le instruye a Ezequiel: Toma dos varas. Escribe sobre una: Para Judá y sus compañeros. Escribe sobre la otra: Para José (vara de Efraín) y para toda la casa de Israel, sus compañeros. Junta ambas varas en tu mano para que sean una (16, 17). Cuando alguien te pregunte, explica el significado de este acto, que es: Yo, Jehovah, juntaré las varas de Israel y de Judá para que sean una (18, 19). Muéstrales las varas (20) y proclama: Tomaré a Israel de entre las naciones de regreso a su propia tierra. Ellos tendrán un rey y nunca más estarán divididos en dos reinos. No se contaminarán más; yo los purificaré. Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios (21-23).

24-28 Mi siervo David será rey sobre ellos para siempre. Guardarán mis estatutos. Ellos y sus descendientes habitarán en su tierra ancestral para siempre (24, 25). Haré un pacto eterno con ellos. Su número se multiplicará (26). Mi santuario será colocado entre ellos para siempre. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Las naciones sabrán entonces que yo, Jehovah, santifico a Israel, porque mi santuario estará para siempre con ellos (27, 28).

Notas. 16 Vara de Efraín: el nombre Efraín era menos ambiguo que Israel. Efraín era claramente del reino del norte, en tanto que Israel podía haberse aplicado al pueblo de ambos reinos. 26 Mi santuario: la promesa concerniente al santuario es ampliada en los caps. 40-48.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 37.1-14 Esta gran visión, sin duda la más célebre de Ezequiel, es la respuesta del Señor al desaliento y a la desesperanza de los israelitas en el exilio (cf. Ez 33.10). Fuera de la Tierra prometida, los exiliados son como un montón de huesos resecos (cf. v. 11). Pero el Señor hará revivir a su pueblo con la eficacia de la palabra profética (v. 4) y con la fuerza vivificante de su espíritu (v. 5).

[2] 37.16 José, el padre de Efraín (cf. Gn 41.50-52; 48.13-14), era el antepasado de la principal entre las tribus que formaban el reino del norte (cf. Sal 80.1-2).

[3] 37.26-28 Mi santo templo: Ezequiel se refiere al nuevo templo que estará en el centro mismo del país (cf. caps. 40--44).

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Las dos varas.Mediante una nueva acción simbólica, Ezequiel ilustra a su pueblo cuál es el querer de Dios. Si en la visión de los huesos revivificados está presente la idea de la resurrección del pueblo, ese pueblo no puede revivir para seguir siendo igual. La resurrección implica la reunificación de las doce tribus de Israel, regidas ahora por una sola y única autoridad (24), con un único santuario (28), en donde el Dios de la alianza fijará su morada para quedarse con su pueblo.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*37:17 Judá y Efraín son los dos reinos que, antes de la división que la tradición bíblica sitúa en el s. ix, formaban el único reino de Israel. La promesa de la resurrección de la nación incluye la de la reunificación.

Torres Amat (1825)



[2] La resurrección de los muertos simboliza la vida o libertad que el Señor dará a su pueblo.

[17] Después de la cautividad, todas las tribus se llamaron pueblo de Judá.

[22] Jn 10, 16.

[24] Is 40, 11; Jer 23, 5.

[26] Sal 110 (109), 4; 117 (116), 2; Jn 12, 34.

Biblia Textual IV (Sociedad Bíblica Iberoamericana, 1999)

Júntalos... Los dos palos simbolizan los cetros de ambos reinos.