Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
14. Incursión de los Reyes Orientales.
Liberación de Lot (1-16).
1Sucedió que en tiempo de Amrafel, rey de Senaar; Arioc, rey de Elasar; Codorlaomer, rey de Elam, y Tadal, rey de Goyim, 2hicieron guerra a Bara, rey de Sodoma; a Birsa, rey de Gomorra; a Sinab, rey de Adama; a Seméber, rey de Seboyim, y al rey de Bela, que es Sohar. 3Todos estos se concentraron en el valle de Sidim, que es el mar de la Sal. 4Por doce años habían estado sometidos a Codorlaomer, pero el año trece se rebelaron. 5El catorce vino Codorlaomer y los reyes con él coligados, y derrotaron a los Refaim en Astarot-Qarnayim, y a los Zuzim en Ham, a los Enim en el llano de Quiryatayim, y a los joritas en los montes de Seir hasta El-Parán, que está junto al desierto; 7 y, volviéndose, vinieron a la fuente de Mispat Juicio, que es Qades, y talaron todos los campos de los amalecitas y los de los amorreos que habitaban en Jasesón-Tamar. 8Saliéronles al encuentro el rey de Sodoma, el de Gomorra, el de Adama, el de Seboyim y el de Bela, que es Sohar, y presentaron batalla en el valle de Sidim 9contra Codorlaomer, rey de Elam; Tadal, rey de Goyim; Amrafel, rey de Senaar, y Arioc, rey de Elasar, cuatro reyes contra cinco 10Había en el valle de Sidim muchos pozos de betún. Los reyes de Sodoma y de Gomorra se dieron a la fuga, y cayeron allí muchos, y los que se salvaron huyeron al monte. 11Saquearon todas las haciendas de Sodoma y de Gomorra y todas sus provisiones y se retiraron. 12Llevábanse también, con toda su hacienda, a Lot, hijo del hermano de Abram, pues moraba en Sodoma; 13y fue uno de los fugitivos a decírselo a Abram el hebreo, que habitaba en el encinar deMambré, amorreo, hermano de Escol y de Aner, que habían hecho alianza con Abram; 14y como supo Abram que había sido hecho cautivo su hermano, reunió los capaces de llevar armas de entre sus domésticos, trescientos dieciocho, y persiguió a los aprehensores hasta Dan, 15y, dividiendo su tropa, cayó sobre ellos por la noche, él y sus siervos, y los derrotaron, persiguiéndolos hasta Jobá, que está a la izquierda de Damasco, 16y recobró todo el botín, y a Lot, su hermano, con toda su hacienda, mujeres y pueblo.
Este episodio es totalmente diferente a las narraciones anteriores sobre el patriarca, ya que nos presenta a Abraham como un guerrero que vence a una coalición de reyes extranjeros, o al menos que cae sobre su retaguardia, y les arrebata el botín y a su hermano Lot.
El estilo es el de una crónica antigua, que es remozada con explicaciones para sus lectores. Así, al mencionar ciertas ciudades, se dice el nombre antiguo y el actual1.
Hay expresiones arcaicas, y los nombres geográficos corresponden bien a los de la ruta caravanera que bordea el mar Muerto y sube por Transjordania hacia Damasco. Y, por otra parte, la enumeración de reyes diversos coincide con el tipo onomástico de cada grupo étnico.
El relato bíblico nos presenta a cuatro reyes orientales (un elamita, dos mesopotámicos y un hitita) coligados, haciendo una incursión contra la Pentápolis de la orilla oriental del mar Muerto. La expedición no es inverosímil teniendo en cuenta que se trataba de asegurar la ruta comercial con Arabia, la cual pasaba por esa zona de Transjordania. El jefe de la coalición es
Codorlaomer, rey de Elam. El nombre entra perfectamente dentro de la onomástica elamita; parece ser una pronunciación dialectal de
Kudur-Lagamal (siervo de Lagamal). La primera parte del nombre aparece en la onomástica elamita, y
Lagamal era una diosa elamita. Aunque no se ha encontrado el nombre de este rey en las listas reales elamitas, debemos tener en cuenta que son incompletas, precisamente en esta época que precede a la afirmación de la hegemonía de la primera dinastía babilónica2.
Amrafel, rey de Senaar: se le ha identificado con el Hammurabi de Babilonia (s.XVIII a.C.).
Senaar es la designación genérica de Mesopotamia, y en concreto de Babilonia3. Los lexicólogos consideran posible la identificación de
Amrafel y
Hammurabi, teniendo en cuenta la plurivalencia de los signos silábicos babilonios. Así, dándole al último signo
bi el valor de
bil o pil, tenemos
Hammurabil o
Hammurapil, que en una pronunciación dialectal defectuosa puede convertirse fácilmente en
Amrafel4. No obstante, hoy día se desconfía de esta posible identificación lexicográfica, y se supone que el Amrafel es un rey del norte de Mesopotamia, de una localidad llamada Singar5.
Arioc, rey de Elasar: también, acudiendo a la plurivalencia de los valores silábicos cuneiformes, se le ha pretendido identificar con
Rim-Sin de Larsa. Pero encontramos el nombre de
A-ri-wu-uk, hijo de Zimri-Lim de Mari. Es nombre de tipo jurrita.
Elasar puede ser
Ilanzura de los textos hititas y de Mari, situada entre Carquemis y Mari6.
Tadal, rey de los Goyim: se le ha relacionado con los nombres hititas llamados
Tudjalias, y el primero de ellos es contemporáneo de Hammurabi (s.XVIII a.C.).
Goyim significa naciones gentiles en general, y puede ser una denominación genérica (equivalente a
bárbaro o
umman manda de los textos cuneiformes) para designar a los extranjeros, escogida por el hagiógrafo para llenar el vacío del nombre de un país que aparecía ininteligible en el original. Como Elam ejercía cierta hegemonía en Mesopotamia antes de surgir el imperio de Hammurabi, haciendo incursiones militares hasta el Asia Menor7, bien podemos poner esta expedición a fines del siglo XIX o principios del XVIII a.C. Por otra parte, sabemos que Transjordania fue arrasada en esta época, quedando su cultura ahogada hasta el siglo XIII a.C. Así podemos situar la vida de Abraham entre los siglos XIX-XVIII a.C8 Luego no podemos poner más tarde esta incursión contra las ciudades del sur del mar Muerto9. Los reyes de estas ciudades, después de doce años de sumisión, se insurreccionaron, comprometiendo así la ruta comercial hacia Arabia. Por ello, los reyes orientales, heridos en sus intereses comerciales, mandaron unos destacamentos para someter a los rebeldes. La Biblia no dice que los reyes dirigieran en persona la campaña. Los anales de los antiguos reyes orientales suelen atribuir directamente a los reyes las expediciones militares victoriosas de sus generales, representantes suyos. Es el género literario militar
áulico. Antes de atacar a las ciudades de las orillas del mar Muerto, sometieron a otras poblaciones situadas en la ruta real a través de Edom y Moab, que iba de Siria hacia el mar Rojo, la que quisieron tomar los israelitas al entrar en Edom10. Primeramente vencieron a los
refaim en
Astarot-Qarnayim, el
Tell Astara al este del lago de Genesaret11. Los
refaim eran una raza de gigantes12, cuyos descendientes fueron el espanto de los exploradores israelitas al entrar en Canaán13. Ellos, con los
enaquim, zumzumim, emim y
zuzim son los restos de la edad de piedra, anteriores a la oleada semítica. A ellos se atribuían los monumentos megalíticos, tan abundantes en Transjordania, y la imaginación popular los mitologizó, considerándolos como raza ciclópea14. Los
zuzim parecen ser idénticos a los
zumzumim15, habitantes en esta zona del norte de Transjordania.
Ham: es el actual
Ham, al sur de Irbid, en el Adjlum.
Emim: habitan el territorio de Moab. Eran de la raza ciclópea de los enaquim.
Quiriatayim es el actual
Jirbet Quiryatein o
Jirbet-Qureyat16.
Jorritas: son los jurritas del norte de Siria, que descendieron hacia Palestina en el siglo XIX a.C.17 Por ellos, los egipcios designaron a Palestina con el nombre de
Ham18. Los
montes de Seir (v.6) es la cadena de montañas desde el sur del mar Muerto hasta el golfo de Elán. Es el futuro territorio de los edomitas19.
El-Parán: está al oeste del W. el Aris20.
Fuente de Mispat o del juicio, identificada con
Qades, la actual
Ain Qedeis, al sur del Negueb. Allí los reyes vencieron a los
amalecitas21.
Jasasón-Tamar: cerca de
Kurnub, entre Qades y el mar Muerto. Una vez vencidos estos enemigos, los reyes coligados se concentraron sobre la Pentápolis del mar Muerto. Los cinco reyes de ésta salieron a dar la batalla, pero fueron derrotados en el
valle de Sidim (v.8), donde había
pozos de betún. Todos los bordes del mar Muerto y su fondo son bituminosos, y sobre todo con ocasión de los terremotos hay emanaciones de asfalto. Por eso, el mar Muerto es llamado lago
Asfaltites por los griegos. Los nabateos explotaban este asfalto, vendiéndolo a los egipcios para embalsamar a los muertos22. El
valle de Sidim debe de ser la parte que rodea el mar Muerto por el sur, inundada con ocasión del terremoto que anegó a las cinco ciudades del litoral.
Los vencedores saquearon Sodoma y Gomorra y se llevaron prisionero al sobrino de Abraham, Lot (v.12). Un fugitivo llevó a Abraham la noticia de la captura de Lot. Es curioso que a Abraham se le dé el nombre de
el hebreo, como si fuera desconocido, designación arcaica despectiva que las poblaciones no israelitas daban al pueblo hebreo23. Es otro indicio del arcaísmo del documento utilizado por el redactor. El patriarca tenía sus
aliados de raza amorrea, sin duda para defenderse mutuamente en un ambiente hostil y mantener sus derechos de pastos. Abraham tomó sus siervos24 y los de sus aliados, reuniendo 318 hombres25, con los que se apresuró a rescatar a su sobrino (v.14). Al acercarse a la retaguardia del ejército invasor, dividió sus mercenarios y cayó de noche inesperadamente sobre la sección que guardaba el botín y los prisioneros. Es una obra maestra de
razzia beduina. Así fue persiguiendo en plan de guerrillas al invasor hasta
Jobá, la actual
Ube, no lejos de Damasco.
Dan es la antigua
Lais26. La victoria de Abraham se reduce a una
razzia contra la columna de prisioneros y del botín, que era la retaguardia de la columna victoriosa.27 No se trata, pues, de una victoria abierta contra el invasor, lo que es inverosímil, sino de una escaramuza particular, que le valió a Abraham el rescate de su sobrino y no poco botín. Sin duda que esta victoria de Abraham formó parte de la épica popular, y así el relato habla ampulosamente de una victoria sobre los cuatro reyes de Oriente. Es el género literario épico ampuloso e hiperbólico, tan utilizado en las historias de los pueblos pequeños.
Melquisedec Bendice a Abraham (17-24).
17Después que volvió de derrotar a Codorlaomer y a los reyes que con él estaban, salióle al encuentro el rey de Sodoma en el valle de Save, que es el valle del rey; 18y Melquisedec, rey de Salem, sacando pan y vino, como era sacerdote del Altísimo, 19bendijo a Abram, diciendo: Bendito Abram del Dios Altísimo, el dueño de los cielos y la tierra. 20Y bendito el Dios Altísimo, que ha puesto a tus enemigos en tus manos. Y le dio a Abram el diezmo de todo. 21Dijo el rey de Sodoma a Abram: Dame las personas; la hacienda tómala para ti; 22pero Abram dijo al rey de Sodoma: Alzo mi mano a Yahvé, el Dios Altísimo, el dueño de cielos y tierra, 23si desde un hilo hasta una correa de zapato tomare yo nada de cuanto es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Abram, 24salvo lo que han comido los mozos y la parte de los que me han acompañado, Aner, Escol y Mambré. Estos cogerán sus partes.
Al volver victorioso, los pueblos liberados le salieron al encuentro, y en primer lugar el rey de Sodoma, que había escapado a la muerte28. El lugar del encuentro es el valle de Save, que es localizado en el valle del rey (v.17). Se ha relacionado con los jardines del rey,29 y así se propone como escenario del encuentro el torrente Cedrón, que debía atravesar Abraham al volver de Transjordania.
Entre los que sin haber perdido nada salen a felicitar a los vencedores está
Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Altísimo El-Elyon.
El relato (v. 17-20) parece intercalado posteriormente, ya que interrumpe la ligazón entre el v.17 y el v.21, que es continuación lógica de aquél, pues es el rey de Sodoma con el que tiene conversación Abraham. Además, en el v.20 se dice que Abraham ofreció a Melquisedec el diezmo de todo el botín que traía, mientras que en el v.24 Abraham no quiere tocar nada del botín que pudiera pertenecer al rey de Sodoma. La tradición judía ha identificado a
Salem con
Jerusalén. Así,
Sal_76:3 considera a Salem y Sión como sinónimos. En Sal. 110 se compara a Melquisedec con el rey que debe reinar en Sión, la antigua colina llamada Jerusalén. En las cartas del Tell Amarna aparece el nombre de
Urusalim aplicado a Jerusalén, el
Yerusalem del hebreo30.
Salem sería, pues, un nombre diminutivo que conserva sólo la última parte del nombre. Por otra parte, para los judíos tenía un valor simbólico teológico, pues el nombre coincidía con el sacrificio llamado
selem pacífico.
Melkisedeq es nombre cananeo, como el de
Adonisedeq, rey de Jerusalén en tiempos de Josué31. Los dos nombres son teóforos:
Melkisedeq mi rey es justo,
Adonisedeq mi dueño es justo. Por otra parte, conocemos un dios llamado
Sedeq, adorado por fenicios y sabeos32. En este supuesto, el significado de
Melkisedeq es
Sedeq es mi rey. Además,
Salem es el nombre de otro dios fenicio33, al que
Urusalim pudiera estar consagrado34. Pero, según la Biblia, Melquisedec es sacerdote de
El-Elyon. El es primitivamente un apelativo de la divinidad, que es común a todas las lenguas semíticas35. Parece que primariamente significa poder, primacía. El nombre de
Elohim es un derivado de la raíz
El, quedando
El como abreviación en los nombres teóforos36.
Elyon traducido por los LXX
Altísimo era primitivamente una divinidad fenicia, el padre de
El. En un texto fenicio del siglo VIII a.C. aparecen distinguidos: ante El y Elyon.37 Los hebreos lo adoptaron también para designar al Dios de ellos38, y en la época helenística, la traducción de õöéóôïò fue muy empleada, pues se consideraba más comprensible a los paganos que el tetragrámmaton
Yahvé39. En el caso de la entrevista de Abraham y Melquisedec, el patriarca hebreo lo considera como su Dios, pues dijo:
Alzo mi mano a Yahvé, Dios Altísimo, el dueño de cielos y tierra... (v.22). Vemos que el redactor pone en labios de Abraham el nombre de
Yahvé evitado en boca de Melquisedec, v. 19-20, identificándolo con el Dios de Melquisedec. Los LXX no traen el equivalente de
Yahvé en el v.22 como idéntico a
El-Elyon. Como el nombre de
Yahvé falta en el texto samaritano, es de suponer que ha sido añadido por un glosista. Melquisedec es rey y sacerdote, como era corriente en los reyezuelos cananeos. Abraham le ofrece, en calidad de sacerdote, parte del botín, que la costumbre reservaba a la divinidad. Melquisedec, en cambio, le bendice como sacerdote y obsequia al séquito de Abraham con un refrigerio de pan y vino. Clemente de Alejandría ve en este pan y vino un símbolo de la Eucaristía40. San Cipriano considera este ofrecimiento de pan y vino como un sacrificio hecho a Dios, figura del sacrificio eucarístico41. En el canon de la misa se menciona el sacrificio de Melquisedec en este sentido. Pero hemos de tener en cuenta que el autor de la Epístola a los Hebreos no menciona para nada el sentido eucarístico de la ofrenda de Melquisedec, a pesar del amplio uso que hace de la persona de éste como tipo del Sumo Sacerdote, Jesús. Tertuliano afirma que la ofrenda de Melquisedec no tiene por finalidad sino dar un refrigerio a los cansados guerreros de Abraham42. El salmista atribuye al Mesías un sacerdocio al modo de Melquisedec, el cual juntaba la dignidad real y sacerdotal43. El autor de la Epístola a los Hebreos ve en Melquisedec una figura de Cristo, por cuanto el rey de Salem, contra el uso corriente en la Escritura, se nos presenta en la historia sin padre, sin madre ni genealogía.44
Melquisedec es rey y sacerdote, lo que era corriente en la antigüedad; los reyes sumerios son llamados
patesi o
vicarios de su dios. Los reyes asirios se llamaban a sí mismos
sangu sacerdote y
saknu lugarteniente de Enlil45. En el texto bíblico aparece por primera vez el nombre de
kohen sacerdote, que parece relacionarse con el acadio
kânu inclinarse, humillarse46. Melquisedec, con la misma fórmula, bendice a Abraham y da gracias a Dios por la victoria, al que se le da el título de señor de cielos y tierra. En correspondencia, Abraham le ofrece los diezmos, reconociéndole como sacerdote.47 Los templos de Babilonia se sostenían con los diezmos
esrû de sus devotos. Este reconocimiento del sacerdocio de Melquisedec por Abraham es una prueba más de la antigüedad de la tradición sobre el encuentro entre ellos, pues no se concibe que un judío celoso posterior haya fingido a su gran patriarca humillándose ante un sacerdote cananeo, reconociéndole como sacerdote y ofreciéndole los diezmos. La escena reviste cierta grandeza: el antepasado de Israel es recibido con honor y bendecido por un rey. Generoso y piadoso, da con generosidad el diezmo del botín. El hebreo que llevaba su diezmo al templo podía recordar que el padre de su pueblo, muy cerca de la Ciudad Santa, había pagado un impuesto semejante48. Pocos personajes del A.T. han tenido en la tradición la fortuna de Melquisedec49. Este rey-sacerdote, que no hace sino atravesar el horizonte de Abraham, ha excitado la curiosidad. El misterio que le rodea le ha permitido vastos desarrollos a la exégesis alegórica, que ha sabido sacar, ya en la Escritura, magníficas enseñanzas bajo la luz del Espíritu. La Epístola a los Hebreos es el monumento capital50. Filón veía en él un símbolo del Logos, por la idea de justicia que su nombre implica y por la embriaguez que procura a las almas con el vino que les da51. Otros escritores judíos le hacen aparecer con Henoc y Elías en la inauguración mesiánica. Si nada autoriza a poner en duda la historicidad del episodio de Melquisedec, al menos se tiene derecho a acentuar el carácter misterioso del personaje; quizá su nombre y el de su ciudad se deben a la intención de proyectar hasta la época patriarcal los orígenes del culto debido a Yahvé en el lugar que consagrará más tarde el templo.52
El v.22 es continuación del v.17. El botín pertenecía al vencedor; por eso el rey de Sodoma sólo le pide que le devuelva las personas. Abraham, caballerosamente y con toda generosidad, contesta que le devolverá también el botín, pues no quiere enriquecerse con lo de los demás, y sobre todo no quiere que el rey de Sodoma diga que le ha enriquecido. El gesto del juramento, levantando la mano al cielo, es solemne. Toma como testigo al Dios de Melquisedec (El-Elyon), lo que indica que le considera como Dios suyo.
Yahvé falta en los LXX y en la versión siríaca, lo que indica que es adición de un glosista. Por otra parte, su sentido de justicia queda claro al exigir para sus siervos y aliados la parte que les corresponde.
1 Así:
Bila es
Soar (v.2); el valle de Sidim es el mar de la Sal (v.3); la fuente de
Mispat (del juicio) es Qades (v.7). 2 Cf. R. De Vaux, art c.: RB (1948) 334-335. 3
Gen_10:10. 4 Véase P. Dhorme,
Hammourabi-Amraphel: RB (1908) 203-226; id.,
Abraham dans le cadre de lhistoire: RB (1931) 506-514. 5 R. De Vaux, art.c., p.333. 6 Cf. De Vaux, art.c., p.334. 7 Cf. Id., p.437. 8 Cf. De Vaux,
Israel: DBS IV 732-733. 9 Sodoma es el
Dj. Usdum, al sudoeste del mar Muerto. Gomorra: hay que buscarla por esa zona. A 65 kilómetros al sur hay un
ain Ghamr. Seboyim quizá junto al W.
Sebaiye. Soar o Segor: quizá Seil Qeraji. Cf. Abel,
Géog, II 452. 10
Núm_20:17;
Núm_21:22. 11 Jos 12,4; 13,12. 12
Deu_3:11. 13
Num_13:27-33. 14 Cf. Abel,
Géog. I
328.329; M. J. Lagrange,
Eludes sur les religions sémitiques 318-319. 15
Deu_2:20-21. 16
Jos_13:19;
Jer_48:1. 17 Cf. E. Dhorme, La religión des Hébreux nómades 116s. 18 Cf. DBS IV 128-138. 19
Gen_32:4;
Gen_32:33,
Gen_32:14;
Deu_2:4;
Jue_5:4. 20 Cf. Abel,
Geog. I 434. 21 Cf.
Exo_28:8-16;
Num_13:29. 22 Abel,
Géog. I 195. 23 Cf. R. De Vaux, arte.: RB (1948) 338. 24 La palabra
heniqim es arcaica y tiene el sentido específico de vinculados a la familia en una tableta de Taanak. Cf. id., ibid. 25 Este número coincide con el valor numérico de las letras hebreas del nombre de Eliezer, siervo jefe de Abram, que aquí no es mencionado. 26
Jue_18:29;
Jos_19:47. 27 A. Clamer, o.c., p.255. 28
Gen_14:10. 29
2Sa_18:18. 30 El
Yerusalayim masorético es artificial, inventado por los rabinos para dar más amplitud a la ciudad. 31 Cf.
Jos_10:1. 32 Cf. M. J. Lagrange,
Le livre des Juges 3. 33 Dussaud, Les découvertes de Ras Samra et lAncien Testament p.89 y 141. 34 Algunos autores ven vestigios del nombre de este Dios en la composición de los nombres
Salmanasar, Salomón, Absalón. Pero en el texto no se dice que Melquisedec sea sacerdote de Salem, sino de El-Elyon. 35 Cf. M. J. Lagrange, études sur les religions sémitiques 70-83. 36 Así Ismael, Eliezer, Israel. 37 Cf. E. Dhorme, La religión des Hébreux nómades 340 38 Cf.
Num_24:16;
Deu_32:8;
Isa_14:14;
Sal_78:34;
Sal_47:3. 39 Cf. Schürer, Geschichte des Jüdischen Volkes... III 41-57-174. 40 Cf. Clem. De Alej.,
Strom. 6-161; 3. 41 San Cipr.,
Ep. 63,4. 42 Tert.,
Adv. Iudaeos III: PL 2,602. 43 Sal 110. 44
Heb_7:1-19; cf. RB (1926) 496 (1927) 25. 45 P. Dhorme, Les religions de Babylone et d'Assyrie 198-199. 46 E. Dhorme, La religión des Hébreux nomades 225. 47 Cf.
Lev_27:30;
Deu_12:6;
Deu_12:11;
Deu_12:17. 48 Cf.
Deu_12:11;
Deu_14:22-27. 49 Cf. Bardy,
Melkisedeq dans la Tradition patristique: RB (1926) 496-509; (1927) 25-45. 50 J. Chaine, o.c., p.208. 51 Filón,
Allegoriae III 79-82. 52 A. Clamer, o.c., p.259.