Ver contexto
y le dijo: «Por mí mismo juro, oráculo de Yahvé, que por haber hecho esto, por no haberme negado tu hijo, tu único, (Genesis 22, 16) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

וַ‎(וְ)

Hebrew|wa|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

יֹּ֕אמֶר‎(אָמַר)

Hebrew|yyˈōmer|say

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: wayyiqtol
Verbal stem: qal


[H559] [a.ea.aa] [118]
[אמר] [GES535] [BDB564] [HAL587]

בִּ֥י‎(בְּ)

Hebrew|bˌî|in

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[b.ab.aa] [193]
[ב] [GES855] [BDB923] [HAL939]

נִשְׁבַּ֖עְתִּי‎(שָׁבַע)

Hebrew|nišbˌaʕtî|swear

Part-of-speech: verb
Gender: unknown
Number: singular
Person: first person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: nif‘al


[H7650] [v.av.ah] [2319]
[שבע] [GES7615] [BDB8387] [HAL8302]

נְאֻם‎(נְאֻם)

Hebrew|nᵊʔum-|speech

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5002] [n.ad.ab] [1272a]
[נאם] [GES4913] [BDB5499] [HAL5384]

יְהוָ֑ה‎(יהוה)

Hebrew|[yᵊhwˈāh]|YHWH

Part-of-speech: proper noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3068] [e.az.ae] [484a]
[יהוה] [GES2969] [BDB3312] [HAL3292]

כִּ֗י‎(כִּי)

Hebrew|kˈî|that

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3588] [k.bg.aa] [976]
[כי] [GES3481] [BDB3883] [HAL3852]

יַ֚עַן‎(יַעַן)

Hebrew|ˈyaʕan|motive

Part-of-speech: noun
Gender: unknown
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3282] [p.dt.ah] [1650e]
[יען] [GES3173] [BDB3543] [HAL3511]

אֲשֶׁ֤ר‎(אֲשֶׁר)

Hebrew|ʔᵃšˈer|[relative]

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H834] [a.gk.aa] [184]
[אשר] [GES812] [BDB872] [HAL890]

עָשִׂ֨יתָ֙‎(עָשָׂה)

Hebrew|ʕāśˈîṯā|make

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: qal


[H6213] [p.fy.aa] [1708]
[עשה] [GES6129] [BDB6780] [HAL6711]

אֶת‎(אֵת)

Hebrew|ʔeṯ-|[object marker]

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H853] [a.gm.aa] [186]
[את] [GES828] [BDB894] [HAL913]

הַ‎(הַ)

Hebrew|ha|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

דָּבָ֣ר‎(דָּבָר)

Hebrew|ddāvˈār|word

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H1697] [d.ai.ab] [399a]
[דבר] [GES1603] [BDB1811] [HAL1822]

הַ‎(הַ)

Hebrew|ha|the

Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ab.aa] [459]
[ה] [GES1804] [BDB2019] [HAL2031]

זֶּ֔ה‎(זֶה)

Hebrew|zzˈeh|this

Part-of-speech: demonstrative pronoun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H2088] [g.ah.aa] [528]
[זה] [GES2033] [BDB2271] [HAL2289]

וְ‎(וְ)

Hebrew|wᵊ|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

לֹ֥א‎(לֹא)

Hebrew|lˌō|not

Part-of-speech: negative particle
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3808] [l.ab.aa] [1064]
[לא] [GES3708] [BDB4137] [HAL4092]

חָשַׂ֖כְתָּ‎(חָשַׂךְ)

Hebrew|ḥāśˌaḵtā|withhold

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: qal


[H2820] [h.gp.aa] [765]
[חשך] [GES2715] [BDB3060] [HAL3031]

אֶת‎(אֵת)

Hebrew|ʔeṯ-|[object marker]

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H853] [a.gm.aa] [186]
[את] [GES828] [BDB894] [HAL913]

בִּנְךָ֥‎(בֵּן)

Hebrew|binᵊḵˌā|son

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H1121] [b.ca.aa] [254]
[בן] [GES1052] [BDB1189] [HAL1201]

אֶת‎(אֵת)

Hebrew|ʔeṯ-|[object marker]

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H853] [a.gm.aa] [186]
[את] [GES828] [BDB894] [HAL913]

יְחִידֶֽךָ‎(יָחִיד)

Hebrew|yᵊḥîḏˈeḵā|only one

Part-of-speech: adjective
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3173] [j.be.ab] [858a]
[יחיד] [GES3068] [BDB3425] [HAL3402]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



22. El Sacrificio de Isaac.
A braham había mostrado su obediencia a Dios al abandonar su parentela de Jarrán para andar errante por tierra hostil. Ahora este espíritu de obediencia llegará al colmo al acatar la orden divina de sacrificar a su propio hijo, como se hacía a las divinidades cananeas. La descripción es emocionante y grandiosa, y pertenece al documento elohísta, siendo su joya literaria.

1Después de todo esto, quiso probar Dios a Abraham, y, llamándole, dijo: ¡Abraham! Y éste contestó: Heme aquí. 2Y le dijo Dios: Anda, toma a tu hijo, a tu unigénito, a quien tanto amas, a Isaac, y ve a la tierra de Moriah y ofrécemelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te indicaré. 3Se levantó, pues, Abraham de mañana, aparejó su asno y, tomando consigo dos mozos y a Isaac, su hijo, partió la leña para el holocausto y se puso en camino para el lugar que le había dicho Dios. 4Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio de lejos el lugar. 5Dijo a sus dos mozos: Quedaos aquí con el asno; yo y el niño iremos hasta allí, y, después de haber adorado, volveremos a vosotros. 6Y tomando Abraham la leña para el holocausto, se la cargó a Isaac, su hijo; tomó él en su mano el fuego y el cuchillo, y siguieron ambos juntos. 7Dijo Isaac a Abraham: Padre mío ¿Qué quieres, hijo mío?, le contestó. Y él dijo: Aquí llevamos el fuego y la leña; pero la res para el holocausto, ¿dónde está? 8Y Abraham le contestó: Dios se proveerá de res para el holocausto, hijo mío; y siguieron juntos los dos. 9Llegados al lugar que le dijo Dios, alzó Abraham el altar y dispuso sobre él la leña, ató a su hijo y le puso sobre el altar, encima de la leña. 10Agarró el cuchillo y tendió luego su brazo para degollar a su hijo. 11Pero le gritó desde los cielos el ángel de Yahvé, diciéndole: ¡Abraham, Abraham! Y éste contestó: Heme aquí. 12No extiendas tu brazo sobre el niño le dijo y no le hagas nada, porque ahora he visto que en verdad temes a Dios, pues por mí no has perdonado a tu hijo, a tu unigénito. 13Alzó Abraham los ojos, y vio tras sí un carnero enredado por los cuernos en la espesura, y cogió el carnero y lo ofreció en holocausto en vez de su hijo. 14Llamó Abraham a aquel lugar Yahvé-yire Yahvé ve; por lo que todavía se dice: En el monte de Yahvé se proveerá. 15Llamó el ángel de Yahvé a Abraham por segunda vez desde los cielos, 16y le dijo: Por mí mismo juro, palabra de Yahvé, que por haber tú hecho cosa tal, de no perdonar a tu hijo, a tu unigénito, 17te bendeciré largamente, y multiplicaré grandemente tu descendencia, como las estrellas del cielo o como las arenas de la orilla del mar, y se adueñará tu descendencia de las puertas de tus enemigos, 18y la bendecirán todos los pueblos de la tierra, por haberme tú obedecido. 19Volvióse Abraham a los mozos, y, levantándose, fueron juntos a Bersabé, y habitó Abraham en Bersabé.

Con la partida de Ismael y de su madre debió de quedar tranquila la tienda de Abraham, aunque el corazón del patriarca estaría lacerado por la violenta despedida de su primer hijo. Isaac crecía rodeado de las caricias de sus padres; pero Dios tenía decretado valerse de él para someter al patriarca a la más dura prueba que corazón de padre pudo jamás sufrir. Los dioses cananeos tenían exigencias bárbaras, pues pedían a sus adoradores el sacrificio de sus propios hijos como las víctimas más apreciadas1. Mesa, rey de Moab, inmoló a su hijo heredero sobre las murallas para conseguir de su dios la liberación de la ciudad, asediada por los israelitas2. Esta costumbre la encontramos también entre los fenicios y cartagineses. En las ciudades cananeas de Megido, Gezer y Jericó se han encontrado restos de niños inmolados como sacrificio de fundación3. Entre los israelitas tenemos el caso de Jefté, inmolando a su hija para cumplir un voto4. Estas costumbres bárbaras han sido siempre proscritas por el legislador hebreo5. El autor sagrado, en el caso del sacrificio de Isaac, tiene cuidado en decir de antemano al lector que la orden extraña dada por Dios a Abraham es una prueba (v.1) para aquilatar su fe y su obediencia. Estaba habituado a otras ordenaciones divinas mucho más familiares y benevolentes. Sin duda que el patriarca sabía que los cananeos hacían sacrificios de sus hijos por exigencia de sus divinidades. En su mentalidad, influida por el ambiente, no le pareció injusta la exigencia divina. En toda su vida no había hecho sino caminar errante por orden de su Dios, llevado de misteriosos designios y lejanas promesas. Una vez más se entrega ciegamente en manos de su Dios.
La orden divina es tajante y, además, parece que se complace en herir al patriarca en lo más íntimo de su corazón al recordarle que debe sacrificar a su hijo unigénito, a quien tanto ama (v.2). Era el hijo legítimo de su verdadera esposa, el único hijo que le quedaba después de la partida de Ismael, sin esperanza humana de tener otro, el hijo que debía ser heredero de sus promesas divinas. No sabemos cuáles eran los pensamientos íntimos del patriarca ante esta perspectiva; pero sin duda que él, que sabía que su hijo había nacido en condiciones excepcionales, pensaría que el omnipotente Dios arbitraría el modo de que las promesas se cumplieran. Con la mayor naturalidad, el padre acepta la orden divina, y se dispone a ofrecer a su hijo en sacrificio de holocausto, que era el más perfecto y acepto a la divinidad, pues en él se quema toda la víctima6. Era por ello la expresión más completa del abandono del don ofrecido a la divinidad, excluyendo todo propio provecho, como sucederá en los sacrificios pacíficos.7 El lugar del sacrificio es la tierra de Moriah (v.2), zona montañosa por lo que a continuación dice. Las versiones suelen traducir el nombre de Moriah8. El nombre aparece en la Biblia nada más que aquí y en 2Cr_3:1, donde designa el lugar del emplazamiento del templo de Salomón. Los israelitas, pues, asociaron el lugar del sacrificio de Isaac con la colina donde se elevaba el templo de Jerusalén9. Los samaritanos localizaban la escena en el Garizim. La indicación bíblica de que estaba sobre una montaña y a tres días de Bersabé no sirve para buscar su localización, pero se ajusta bien a la distancia entre Bersabé y Jerusalén.
Con la mayor naturalidad y sin explicaciones sobre el estado de ánimo del patriarca, el autor nos dice que el patriarca se puso en camino, levantándose de mañana, lo que supone que la orden divina fue recibida en sueños durante la noche, según es costumbre en el estilo narrativo de este documento. El patriarca, pues, se puso en camino, preparó la leña, aparejó el asno y, acompañado de dos criados y de su hijo, que será la víctima, se dirigió hacia el lugar indicado por Dios. Allí llegó al tercer día. Supuesto que el lugar señalado sea Jerusalén, la distancia es de unos 70 kilómetros. Llegados al pie del monte, el padre cargó la leña sobre los hombros del hijo y emprendió la subida, llevando él el fuego y el cuchillo10. Caminaban juntos padre e hijo, éste tranquilo, y el padre con el corazón oprimido por el dolor. En un momento, el hijo rompe el silencio, preguntándole por la víctima del sacrificio que van a ofrecer, y el padre responde con una evasiva: Dios proveerá (v.8). Por delicadeza había dejado el patriarca a sus dos criados lejos, para que no fueran testigos de tan terrible escena. Llegados al lugar convenido, preparan el altar, disponen sobre él la leña, y entonces debió de ser cuando el padre declaró al hijo cuál era la víctima que Dios se había escogido. Sin oposición alguna, el hijo se deja atar y colocar sobre la leña que ha de recibir su sangre11. En el momento solemne en que Abraham va a descargar el golpe mortal sobre el cuello de su hijo y sobre su propio corazón, el ángel del Señor interviene, declarando que Dios se da por satisfecho con la prueba12: Por mí no has perdonado a tu hijo unigénito (v.12). Y, en efecto, Dios proveyó de víctima adecuada para el sacrificio: un carnero enredado por los cuernos en la espesura (v.13). Por eso llamó Abraham a aquel lugar Yahvé-yire (Yahvé verá o proveerá) (v.14). Esta sustitución de la víctima humana por un carnero está en armonía con la legislación mosaica, que ordena sacrificar una víctima animal en sustitución del primogénito13. Con esta idea de sustitución fueron desapareciendo los sacrificios humanos en el mundo semítico14.
El profeta Samuel dirá más tarde: Mejor es la obediencia que las víctimas.15 Esta obediencia es la que Dios pedía a su amigo, y cuando la hubo mostrado, se dio por satisfecho. Era ésta una lección para los israelitas, que con tanta facilidad se dejaban llevar de las costumbres cananeas, y algunas veces ofrecieron sus propios hijos en los altares de los ídolos o aun de su Dios, que abominaba de tales sacrificios humanos16.
En este relato nos enseña, además, el autor sagrado que el valor del sacrificio está en la devoción del oferente más que en la calidad de las víctimas. Sacrificio grato al Señor es el espíritu contrito y atribulado.17 Y en otro lugar: Ofrece a Dios sacrificios de alabanza y cumple al Altísimo tus votos.18 Cuando la devoción falta y el sacrificio se reduce a derramar la sangre de las víctimas, uno y otros son abominables al Señor, según declara Isaías19. En la Epístola a los Hebreos se pondera la fe de Abraham, que ofreció a Isaac cuando fue puesto a prueba, y ofreció a su unigénito, el que había recibido la promesa y de quien se había dicho: Por Isaac tendrás tu descendencia, pensando que hasta de entre los muertos podría Dios resucitarle.20 Con este mismo hecho confirma el apóstol Santiago su doctrina de la justificación obtenida por las obras, única expresión sincera de la fe: ¿Quieres saber, hombre vano, que es estéril la fe sin las obras? Abraham, nuestro padre, ¿no fue justificado por las obras cuando ofreció sobre el altar a Isaac, su hijo? ¿Ves cómo la fe cooperaba con sus obras y que por las obras se hizo perfecta?21 De todos los sacrificios de la antigua Ley es, sin duda, éste el tipo más expresivo del sacrificio del Calvario, en que Jesucristo fue a la vez víctima y sacerdote, por cuanto se dejó sacrificar voluntariamente.
Cuánto haya agradado a Dios esta obediencia del padre y del hijo, nos lo muestra la solemnidad con que ratificó sus anteriores promesas mesiánicas: Por mí mismo juro... te bendeciré largamente y multiplicaré grandemente tu descendencia, como las estrellas del cielo y como las arenas de la orilla del mar... (v.17). Es la primera vez que en la Biblia se menciona un juramento divino (El ángel de Yahvé es probablemente adición de un redactor preocupado de salvar la trascendencia divina). En Heb_6:13 se dice que Dios, no encontrando nada superior a El, jura por sí mismo22. La numerosa posteridad de Abraham se adueñará de las puertas de tus enemigos (v.17). Someterá a sus enemigos, cuya fuerza de resistencia está en las puertas de sus ciudades amuralladas23. Y en su nombre glorioso le bendecirán todos los pueblos de la tierra (v. 18)24; es decir, todos los pueblos se considerarán benditos por influencia del gran antepasado Abraham25.
Una vez cumplido el sacrificio, Abraham volvió con su hijo y sus criados a Bersabé, donde habitualmente moraba (v.19),

La Familia de Abraham en Aram (20-24).
20Después de todo esto recibió Abraham noticia, diciéndole: También Melca ha dado hijos a Najor, tu hermano; 21Hus es el primogénito, Buz su hermano, y Camuel, padre de Aram; 22Quesed, Jazó, Pildas, Yidlaf y Batuel. 23Batuel fue el padre de Rebeca. Estos son los ocho hijos que dio Melca a Najor, hermano de Abraham. 24También su concubina, de nombre Reumá, le parió a Tebaj, Gajam, Tajas y Maaca.

La Ley mosaica prohibía con insistencia las relaciones matrimoniales con los pueblos cananeos, a fin de evitar el contagio de la idolatría y de la inmoralidad de los cananeos. Mirando a esto, el autor sagrado nos muestra la conducta de los patriarcas, que evitan tomar esposas de entre los pueblos de Canaán y van a buscarlas a la tierra que consideraban como solar común de la familia. Pues, preparando estos relatos, el autor sagrado nos cuenta el desarrollo de la familia de Teraj en Siria, continuando lo dicho en 11:27s. El autor sagrado parece presentarnos la noticia llegada a Abraham sobre el desarrollo de su parentela en Siria, como si fuera traída por las caravanas de mercaderes que desde Mesopotamia pasaban por Siria y Palestina camino de Egipto. Era la via maris de que nos hablará Isaías26. Ciertos nombres de la familia de Najor aparecen en otros lugares de la Biblia como nombres geográficos. Esta genealogía está insertada para preparar el relato sobre el viaje de Eliecer, siervo de Abraham, para buscar esposa para Isaac. Como en otras tablas etnográficas, las relaciones entre tribus se explican por procedencias de personajes que dan nombre a las mismas. Muchas veces las relaciones entre estas tribus no son siempre de parentesco, sino de vecindad en el presente o pasado o aun de simples relaciones comerciales.27 El carácter artificial de estas genealogías de tipo epónimo se ve en el número, pues aquí, como en el caso de la descendencia de Ismael28 y de Jacob, son doce hijos (ocho de la esposa legítima y cuatro de la concubina). De los nombres aquí dados, algunos son nombres de tribus conocidas. Así Hus29, al nordeste de Palestina o quizá en Edom30. Buz: también en Transjordania meridional, en Edom31. Es el país de Bâzu del prisma de Asaradón. Camuel (Qemuel) es desconocido32. Aram aquí aparece como hijo de Camuel, mientras que en 10:22 (P) es hijo de Sem. Es la región donde habitaba la familia de Abraham en Jarrán33. Quesed: quizá el supuesto epónimo de las Kasdim o caldeos34. Sabemos que hay relaciones estrechas entre arameos y caldeos: los caldeos de Ur y los arameos de Jarrán, unidos por lazos de origen, de parentesco, de vida común y de intereses comunes, han poseído también una religión común.35 Jazó: no mencionado en otro lugar de la Biblia. Se suele identificar con el Bâzu del prisma de Asaradón. Pildas y Yidlaf son desconocidos. Batuel: de origen arameo36. En los textos de Tell Amarna aparece un cananeo con el nombre de Battilu. Tebaj: hay un nombre igual de una ciudad conquistada por David37, el Tubihi de las cartas de Tell Amarna. Gajam: desconocido38. Tajas: región del Líbano, el Tajsi de las cartas de Tell Amarna. Maaca: al sur del Hermón39.

1 Cf. Lev_18:21; Lev_20:2-3; Lev_20:4; 2Re_23:10; Jer 33; 35. 2 Cf. 2Re_3:27. 3 Véase H. Vincent, Canaan d'aprés la exploration récente p. 188-196. 4 Jue_11:30-31. 5 En Exo_22:29 se habla de la entrega del hijo primogénito a Dios, pero se trata de la circuncisión. En Exo_34:20 se ordena rescatar al hijo primogénito por una cantidad de dinero. 6 Cf. Lev c.1. 7 Cf. Lev c.3. 8 Los LXX: país elevado; Vg terram visionis; Sir. Peshitta: país de los amorreos, Que en tiempo de los patriarcas parece que era la parte meridional de Palestina: Gen_14:7; Gen_14:13 : Num_13:29; Deu_1:7; Jos_10:5. 9 Véase FL. Josefo, Ant. Iud. I 13:1. 10 Los Santos Padres han visto en Isaac llevando la leña para el sacrificio a Cristo llevando la cruz para ser crucificado en ella (Tertul., Adv. Marc. III 18; Adv. Iud. 10). 11 Dice San Cipriano: Isaac prefigura a la víctima dominical, cuando se ofrece para ser inmolada por su padre, mostrándose paciente (De bono patientiae X). 12 ángel de Yahvé debe ser una adición redaccional, pues a continuación se supone a Dios hablando personalmente: Por mí no has perdonado. Por otra parte, la mención de Yahvé en este documento elohísta es extraña, y sin duda que es retoque posterior. 13 Cf. Exo_34:19-20; Exo_13:13. 14 En las fórmulas mágicas asirias se encuentra esta frase: ha roto la cabeza del asno en vez de la cabeza del hombre... F. Dhorme, La religion des Hébreux nomades, 215. El mismo sentido parece que tiene en la leyenda griega de Ifigenia la sustitución de su sangre por la de un animal. 15 1Sa_14:22. 16 Cf. Sal_105:37; Isa_57:5-16-20. 17 Sal_51:19. 18 Sal_50:14. 19 Isa_1:11s. 20 Heb_11:17-19. 21 Sant 2:20-22. 22 Sobre esta fórmula de juramento véase Exo_32:13; Isa_45:23; Jer_22:5. Amo_6:8 : Por mi alma; Amo_4:2 : Por su santidad; Jer_44:26 : Por su gran nombre. 23 Cf. Gen_24:60. 24 Los LXX: serán benditos todos los pueblos de la tierra. Este sentido pasivo es adoptado en Hch_3:25. 25 Sobre el sentido religioso del sacrificio de Isaac en la patrística, véanse: San Ireneo, Contra haer. IV 5 n.4; Orígenes, In Gen. hom.8 n.8; San Ambrosio, De Caín et Abel I 8; De Abraham I 8. La tradición Litúrgica: In figuris praesignatur cum Isaac immolatur. Véase art. Abraham en DTCh I 104-106. 26 Isa_9:1. 27 A. Clamer, o.c., p.319. 28 Gen_25:12-16. 29 Job_1:1. 30 Jer_25:20; Lam_4:21. 31 Véase P. Dhorme, Les pays bibliques et l'Assyrie: RB (1911) 208-209. 32 Como nombre de persona aparece en Num_34:24; 1Cr_27:17. 33 Cf. Gen_11:31; Gen_24:10.25; Gen_27:43; Gen_28:2.5-7. 34 Gen_11:28.31. 35 P.Dhorme, Abraham dans le cadre de lhistoire:RB (1928) 484-485. 36 Gén 25.20; 28.5. 37 Cf. 2Sa_8:8; 1Cr_18:8. 38 En un monolito de Salmanasar III aparece un príncipe llamado Giammu. 39 Véase Abel, Géorg. I 250.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter XXII.

1 Abraham is tempted to offer Isaac. 3 Hee giueth proofe of his faith and obedience. 11 The Angel stayeth him. 13 Isaac is exchanged with a ramme. 14 The place is called Iehouah-ijreh. 15 Abraham is blessed againe. 20 The generation of Nahor vnto Rebekah.
1 And it came to passe after these things, that [ Heb_11:17.] God did tempt Abraham, and said vnto him, Abraham. And hee said, [ Hebrew: Behold me.] Beholde, heere I am.
2 And he said, Take now thy sonne, thine onely sonne Isaac, whom thou louest, and get thee into the land of Moriah: and offer him there for a burnt offering vpon one of the Mountaines which I will tell thee of.
3 And Abraham rose vp earely in the morning, and sadled his asse, and tooke two of his yong men with him, and Isaac his sonne, and claue the wood for the burnt offering, and rose vp, and went vnto the place of which God had told him.

[Isaac spared.]

4 Then on the third day Abraham lift vp his eyes, and saw the place afarre off.
5 And Abraham said vnto his yong men, Abide you here with the asse, and I and the lad will goe yonder and worship, and come againe to you.
6 And Abraham tooke the wood of the burnt offering, and layd it vpon Isaac his sonne: and he tooke the fire in his hand, and a knife: and they went both of them together.
7 And Isaac spake vnto Abraham his father, and said, My father: and he said, [ Hebrew: behold me.] Here am I, my sonne. And hee said, Behold the fire and wood: but where is the [ Or, kidde.] lambe for a burnt offring?
8 And Abraham said, My sonne, God will prouide himselfe a lambe for a burnt offering: so they went both of them together.
9 And they came to the place which God had tolde him of, and Abraham built an Altar there, and layd the wood in order, and bound Isaac his sonne, and [ Jam_2:21 .] layde him on the Altar vpon the wood.
10 And Abraham stretched foorth his hand, and tooke the knife to slay his sonne.
11 And the Angel of the LORD called vnto him out of heauen, and said, Abraham, Abraham. And he said, Here am I.
12 And he said, Lay not thine hand vpon the lad, neither do thou any thing vnto him: for now I know that thou fearest God, seeing thou hast not withhelde thy sonne, thine onely sonne from mee.
13 And Abraham lifted vp his eyes, and looked, and beholde, behinde him a Ramme caught in a thicket by his hornes: And Abraham went and tooke the Ramme, and offered him vp for a burnt offering, in the stead of his sonne.
14 And Abraham called the name of that place [ That is, The LORD will see, or, prouide .] Iehouah-ijreh, as it is said to this day, In the Mount of the LORD it shalbe seene.
15 And the Angel of the LORD called vnto Abraham out of heauen the second time,
16 And said, [ Psa_105:9 ; Sir_44:21 ; Luk_1:73 ; Heb_6:13 .] By my selfe haue I sworne, saith the LORD, for because thou hast done this thing, and hast not withheld thy sonne, thine onely sonne,
17 That in blessing I will blesse thee, and in multiplying, I will multiply

[Sarahs death.]

thy seed as the starres of the heauen, and as the sand which is vpon the sea [ Hebrew: lippe.] shore, and thy seed shall possesse the gate of his enemies.
18 [ Gen_12:3 ; Gen_18:18 ; Sir_44:22 ; Act_3:25 ; Gal_3:8 .] And in thy seed shall all the nations of the earth be blessed, because thou hast obeyed my voice.
19 So Abraham returned vnto his yong men, and they rose vp, and went together to Beer-sheba, and Abraham dwelt at Beer-sheba.
20 And it came to passe after these things, that it was told Abraham, saying, Behold Milcah, shee hath also borne children vnto thy brother Nahor,
21 Huz his first borne, and Buz his brother, and Kemuel the father of Aram,
22 And Chesed, and Hazo, and Pildash, and Iidlaph, and Bethuel.
23 And Bethuel begate [ Called Rom_9:10 Rebecca.] Rebekah: these eight Milcah did beare to Nahor, Abrahams brother.
24 And his concubine whose name was Reumah, she bare also Tebah, and Gaham, and Thahash, and Maachah.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Sacrificio de Isaac. Los versículos 1-18 nos narran el momento en el cual Abrahán recibe la orden divina de sacrificar a su único hijo para ofrecerlo a su Dios. El centro del relato no es el mandato de Dios, ni la actitud obediente de Abrahán; el punto culminante de la narración está en la orden divina de no tocar al niño (12). Abrahán toma conciencia así de que está ante un Dios de vida, que no quiere ni exige sacrificios humanos.
La interpretación literal de este pasaje ha llevado a conclusiones teológicas reñidas con la auténtica imagen del Dios bíblico, cuya preocupación fundamental es la vida y exige a sus seguidores que la respeten. Conviene, más bien, interpretar el texto como un progreso evolutivo de la conciencia religiosa de Abrahán -y, en definitiva, de la del pueblo- hacia el conocimiento y la fe en una deidad radicalmente distinta a las que eran adoradas en el contexto geográfico en el que se mueven los ancestros de Israel. Es verdad que el texto nos dice que Dios ordenó a Abrahán: «Toma a tu hijo único, a tu querido Isaac, vete al país de Moria y ofrécemelo allí en sacrificio» (2). Con todo, es necesario recordar que en el proceso de la evolución de la conciencia religiosa -evolución que no siempre es ascendente- el creyente asume como voluntad divina, como Palabra de Dios, lo que él cree que manda u ordena la divinidad o lo que ofrece por su cuenta a la divinidad buscando agradarle. Abrahán -la conciencia del pueblo- participa de un ambiente religioso en el que se practican los sacrificios humanos y de ahí la tentación de Abrahán de hacer otro tanto -tentación en la que ciertamente cayó Israel, cfr. 2Re_3:27; 2Re_16:3; 17,17-.
La tradición nos enseñó, y desafortunadamente se aceptó de una forma acrítica, que este pasaje es la «tentación de Dios a Abrahán» o que «Dios pone a prueba a Abrahán», con lo cual se nos enseñó implícitamente a creer en un Dios injusto y charlatán, que juega con la fe y con los sentimientos de sus creyentes, lo cual es una barbaridad teológica, inadmisible desde todo punto de vista. Pensando en este texto y en la interpretación que la misma Escritura hace del episodio (cfr. Heb_11:17-19), hemos aceptado ingenuamente que Dios también nos pone a prueba a nosotros en muchas oportunidades. No, no es conveniente ni provechoso para nuestra fe tener un concepto tan equivocado de Dios, porque no se corresponde con el auténtico Dios, el Dios del amor, de la misericordia y de la justicia.
Es cierto que éste y otros muchos pasajes arrojan ciertas oscuridades sobre la imagen de nuestro Dios, pero ello no significa que Dios sea un ser ambiguo; señala más bien que hay muchas ambivalencias en la conciencia humana que, en el caso de la Biblia, quedan registradas como si fueran propias de Dios. En el fondo, pues, no hay tentación por parte de Dios. En cambio, sí hay tentación a Dios por parte del ser humano. Ése es el caso de Abrahán y con mucha frecuencia el nuestro. Como quedó dicho, Abrahán vive en un contexto religioso en el que, al ofrecer su hijo a Dios, también recibía una descendencia numerosa y un territorio. Sin embargo, Dios se le aparece como alguien a quien no le importan los sacrificios, sino la vida y el compromiso por ella.
Podríamos decir que Dios exige a Abrahán rebelarse contra todo aquello que amenaza la vida y asumir un compromiso mucho más radical en favor de ella. Ése es el verdadero Dios bíblico, el que ha creado la vida, está comprometido con ella y en contra de todo aquello que la amenaza. Ni siquiera los sacrificios de animales interesan o agradan a Dios. El profeta Miqueas ya había tenido también en su momento esta gran revelación que por mucho tiempo hemos pasado por alto (cfr. Miq_6:6-8).

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



El sacrificio de Isaac

Este es uno de los episodios más dramáticos y de más importancia teológica en Gén. El mandato cruel de sacrificar a Isaac, el dolor del ascenso solitario de Abraham y su hijo hasta el lugar del sacrificio, el proceso doloroso de atar al muchacho y ponerlo sobre el altar, y la intervención a último momento desde el cielo convierten a este relato en una de las historias mejor contadas de la literatura mundial. Pero es mucho más que eso. Es la última gran prueba de la fe de Abraham, comparable al llamado original a dejar su hogar y familia (cf. v. 2 con 12:1). Aunque se nos dice que era una prueba (1), para Abraham el mandato de Dios era totalmente real. Era emocional y teológicamente aterrador, porque se dependía de Isaac para el cumplimiento de todas las promesas de bendición. Abraham, presionado entre el amor por su hijo y la obediencia a Dios, enfrentó decisiones agónicas. Paso a paso, la fe y la esperanza triunfaron sobre el temor y la duda, hasta que el cuchillo se levantó para matar a su hijo. De esta manera Abraham mostró que estaba dispuesto a poner el llamado de Dios sobre cualquier otro compromiso y vínculo emocional; en ese momento, la prueba terminó. El había aprobado con excelentes calificaciones. Se sacrificó un carnero en lugar de Isaac; el ángel declaró que el acto de obediencia de Abraham cambiaba la condición de las promesas. Estas pasaban a ser garantías juramentadas para innumerables descendientes, la conquista de tierra y bendición sobre él, y a través de él a todas las naciones del mundo.

Los vv. 16-18 son las últimas palabras que habló Dios a Abraham según el registro de Gén. y no se puede minimizar su importancia. Desde ahora en adelante no hay dudas en cuanto al cumplimiento de la promesa. La obediencia de Abraham llevó a Dios a garantizar sus promesas con un juramento.

De acuerdo con el NT, sin embargo, hay más en el sacrificio de Isaac que el ejemplo supremo de alguien comprometiéndose a sí mismo a obedecer a Dios completamente (Heb. 11:17-19); es un cuadro del amor en sacrificio de Dios mismo. Así como Abraham dio a su único hijo en sacrificio, así el Padre no eximió ni a su propio Hijo en favor del mundo (Rom. 8:32; Juan 3:16). En la sumisión decidida deIsaac a la voluntad de Abraham vemos un cuadro del Hijo que dijo:Padre ... no se haga mi voluntad, sino la tuya (Luc. 22:42).

20-24 Con el futuro de Isaac garantizado (17), la narración se adelanta brevemente para mostrarnos los antepasados de Rebeca, su futura esposa. Como aclara el cap. 24, Dios tenía todo arreglado. Esta breve genealogía nos muestra la manera en que Dios provee para nuestras necesidades antes de que nos demos cuenta de ellas (Mat. 6:25-34).

Notas. 1 Dios prueba a las personas para revelar su verdadero carácter (cf. Deut. 8:2, 16). 2 Moriah comúnmente se identifica con la colina en Jerusalén sobre la cual se erigió el templo (2 Crón. 3:1). De esa forma, el sacrificio del carnero por Abraham preanunciaba los sacrificios posteriores de animales en el templo, tanto como el del Cordero de Dios (Juan 1:29). Como Abraham descubrió posteriormente, Moriah significa Jehovah proveerá (vv. 8, 14; ver nota de la RVA). El nombre del lugar en el cual iba a morir su hijo probaría ser el lugar de la provisión divina. El sacrificio humano no es parte de la voluntad de Dios para su pueblo. Un holocausto era un tipo común de sacrificio, en el cual se quemaba sobre el altar a la víctima completa (cf. Lev. 1). 9 Lo común era atar a los animales antes del sacrificio.La atadura sólo se menciona aquí en el AT y subraya la disposición de Isaac a ser sacrificado.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*22:1-19 Con la prueba del «sacrificio de Isaac», culmina el itinerario espiritual de Abrahán. Lo mismo que un día Dios le pidió que renunciara a su pasado (Gén 12:1-3), ahora le pide que renuncie a su futuro: al hijo de la promesa. Como cualquier padre, Abrahán está tentado de aferrarse a su hijo y no sacrificarlo. De haberlo hecho así, habría manifestado que el apoyo de su fe no estaba en Dios, sino en su hijo. Pero Abrahán pone el temor/amor a Dios por delante del amor a su propio hijo, superando la prueba y dejando abierta la vía de la promesa. En la tradición cristiana, el sacrificio de Isaac prefigura el de Cristo, el Hijo único de Dios.

Torres Amat (1825)



[1] Las circunstancias de esta prueba de la fe y obediencia de Abrahán hacen creer que Dios ordenaba este suceso para que fuese una figura de nuestro divino Salvador Jesús, inmolado en la cruz.

[2] Monte llamado por eso Moria, esto es, Visión. Allí fue después edificada Jerusalén y en una de cuyas colinas estuvo el Calvario.

[5] Abrahán, fiado en las promesas de Dios sobre Isaac, creía que poderoso era Dios para resucitar a Isaac. Hebr 11, 19.

[6] Viva imagen de Jesucristo cargado con la cruz.

[9] Tendría Isaac unos veinticinco años, por tanto fue atado con pleno consentimiento, por lo que se convierte en figura de Cristo y su sacrificio en la cruz.

[16] Hebr 6, 13, 17.

[17] Luc 1, 74; Gal 3, 15.

[18] Gen 12, 3; 13, 15; 26, 4.

Biblia Textual IV (Sociedad Bíblica Iberoamericana, 1999)

te multiplicaré grandemente...Heb 6:13-14; Heb 11:12.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 22.11 El ángel del Señor: Véase 16.7 n.

Biblia Latinoamericana (San Pablo, 1995)



[=] *Heb 6:13