Ver contexto
Sus hermanos le dijeron: «¿Será que vas a reinar sobre nosotros o que vas a tenernos domeñados?» Y acumularon todavía más odio contra él por causa de sus sueños y de sus palabras. (Genesis 37, 8) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

וַ‎(וְ)

Hebrew|wa|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

יֹּ֤אמְרוּ‎(אָמַר)

Hebrew|yyˈōmᵊrû|say

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: plural
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: wayyiqtol
Verbal stem: qal


[H559] [a.ea.aa] [118]
[אמר] [GES535] [BDB564] [HAL587]

לֹו֙‎(לְ)

Hebrew|lˌô|to

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[l.aa.ab] [1063]
[ל] [GES3706] [BDB4135] [HAL4089]

אֶחָ֔יו‎(אָח)

Hebrew|ʔeḥˈāʸw|brother

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H251] [a.ck.ab] [62a]
[אח] [GES249] [BDB264] [HAL276]

הֲ‎(הֲ)

Hebrew|hᵃ|[interrogative]

Part-of-speech: interrogative particle
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[e.ac.aa] [460]
[ה] [GES1804] [BDB2020] [HAL2030]

מָלֹ֤ךְ‎(מָלַךְ)

Hebrew|mālˈōḵ|be king

Part-of-speech: verb
Gender: unknown
Number: unknown
Person: unknown
State: absolute
Verbal tense: infinitive (absolute)
Verbal stem: qal


[H4427] [m.cd.ae] [1199]
[מלך] [GES4347] [BDB4849] [HAL4768]

תִּמְלֹךְ֙‎(מָלַךְ)

Hebrew|timlōḵ|be king

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: qal


[H4427] [m.cd.ae] [1199]
[מלך] [GES4347] [BDB4849] [HAL4768]

עָלֵ֔ינוּ‎(עַל)

Hebrew|ʕālˈênû|upon

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5921] [k.bg.ac] [1624p]
[על] [GES5848] [BDB6471] [HAL6395]

אִם‎(אִם)

Hebrew|ʔim-|if

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H518] [a.du.af] [111]
[אם] [GES499] [BDB525] [HAL544]

מָשֹׁ֥ול‎(מָשַׁל)

Hebrew|māšˌôl|rule

Part-of-speech: verb
Gender: unknown
Number: unknown
Person: unknown
State: absolute
Verbal tense: infinitive (absolute)
Verbal stem: qal


[H4910] [m.dw.aa] [1259]
[משל] [GES4823] [BDB5398] [HAL5272]

תִּמְשֹׁ֖ל‎(מָשַׁל)

Hebrew|timšˌōl|rule

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: second person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: qal


[H4910] [m.dw.aa] [1259]
[משל] [GES4823] [BDB5398] [HAL5272]

בָּ֑נוּ‎(בְּ)

Hebrew|bˈānû|in

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[b.ab.aa] [193]
[ב] [GES855] [BDB923] [HAL939]

וַ‎(וְ)

Hebrew|wa|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

יֹּוסִ֤פוּ‎(יָסַף)

Hebrew|yyôsˈifû|add

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: plural
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: wayyiqtol
Verbal stem: hif‘il


[H3254] [j.bz.aa] [876]
[יסף] [GES3149] [BDB3512] [HAL3482]

עֹוד֙‎(עֹוד)

Hebrew|ʕôḏ|duration

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5750] [p.bc.ab] [1576a]
[עוד] [GES5695] [BDB6301] [HAL6220]

שְׂנֹ֣א‎(שָׂנֵא)

Hebrew|śᵊnˈō|hate

Part-of-speech: verb
Gender: unknown
Number: unknown
Person: unknown
State: absolute
Verbal tense: infinitive (construct)
Verbal stem: qal


[H8130] [u.bq.aa] [2272]
[שנא] [GES8083] [BDB8895] [HAL8834]

אֹתֹ֔ו‎(אֵת)

Hebrew|ʔōṯˈô|[object marker]

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H853] [a.gm.aa] [186]
[את] [GES828] [BDB894] [HAL913]

עַל‎(עַל)

Hebrew|ʕal-|upon

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5921] [k.bg.ac] [1624p]
[על] [GES5848] [BDB6471] [HAL6395]

חֲלֹמֹתָ֖יו‎(חֲלֹום)

Hebrew|ḥᵃlōmōṯˌāʸw|dream

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H2472] [h.cv.ab] [663a]
[חלום] [GES2408] [BDB2689] [HAL2686]

וְ‎(וְ)

Hebrew|wᵊ|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

עַל‎(עַל)

Hebrew|ʕal-|upon

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5921] [k.bg.ac] [1624p]
[על] [GES5848] [BDB6471] [HAL6395]

דְּבָרָֽיו‎(דָּבָר)

Hebrew|dᵊvārˈāʸw|word

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H1697] [d.ai.ab] [399a]
[דבר] [GES1603] [BDB1811] [HAL1822]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



37. Historia de José.
J osé es en los siguientes capítulos el personaje central de la trama histórica. La exposición de la historia es dramática y está redactada en un estilo insuperable, siendo quizá las páginas más bellas del Génesis. A pesar de que la trama general está perfectamente ensamblada, sin embargo, no es difícil al atento observador encontrar indicios de la diversidad de documentos primitivos utilizados, como hemos visto en los capítulos anteriores. Con la historia de José se abre una nueva etapa para los israelitas, ya que tienen que vivir durante siglos en un país extraño, en ocasiones bajo la más dura servidumbre. Ello será ocasión de la intervención milagrosa divina para liberarlos. Todo ello responde a un plan salvífico de Dios en la historia, que va a modelar el alma israelita en las estepas del Sinaí para inmunizarlo contra las influencias religiosas paganas, convirtiéndole en pueblo santo y raza sacerdotal.1 José mismo ve en su historia un designio divino: Vosotros creíais hacerme mal, pero Dios ha hecho de él un bien, cumpliendo lo que hoy sucede, de poder conservar la vida de un pueblo numeroso.2 La estancia de los israelitas en Egipto dejó profundo eco en la literatura épico-religiosa de Israel. Algunos autores modernos creen, sin embargo, que no todos los hijos de Jacob y sus clanes estuvieron en Egipto: Se puede afirmar (la estancia en Egipto) de la casa de José y Benjamín, de la tribu de Leví, de la que nacerá Moisés; se puede admitir la de Judá y de Simeón; pero el problema queda planteado para las tribus más septentrionales.3 Como veremos, la historia de José en su marco y líneas generales es perfectamente verosímil, y no hay fundamento para considerarla como una mera ficción literaria; pero esto no quiere decir que no existan notas pintorescas y pormenores anecdóticos que puedan haber surgido en los relatos de los hechos coloreados por la imaginación como en otros de la historia de los patriarcas.

José, Preferido de Jacob (1-11).
En razón de las incoherencias narrativas y repetición de algunos detalles del relato de este capítulo, se admiten varias fuentes primitivas, reflejo de tradiciones diversas4. Aparte de pequeñas secciones del documento5, se reconocen comúnmente las fuentes con sus características literarias6.

1Habitó Jacob en la tierra por donde peregrinó su padre, en la tierra de Canaán. 2Esta es la historia de Jacob: Cuando tenía José diecisiete años, siendo todavía un adolescente, iba con sus hermanos, los hijos de Bala y los hijos de Zelfa, mujeres de su padre, a apacentar el ganado, e hizo llegar José a su padre la pésima fama de aquéllos. 3Israel amaba a José más que a todos sus otros hijos, por ser el hijo de su ancianidad, y le hizo una túnica talar. 4Viendo sus hermanos que su padre le amaba más que a todos, llegaron a odiarle, y no podían hablarle pacíficamente. 5Tuvo también José un sueño, que contó a sus hermanos y que acrecentó más todavía el odio de éstos contra él. 6Díjoles: Oíd, si queréis, este sueño que he tenido. 7 Estábamos nosotros en el campo atando gavillas, y vi que se levantaba mi gavilla y se tenía en pie, y las vuestras la rodeaban y se inclinaban ante la mía, adorándola. 8Y sus hermanos le dijeron: ¿Es que vas a reinar sobre nosotros y vas a dominarnos? Estos sueños y las palabras de José fueron causa de que le odiaran todavía más. 9Tuvo José otro sueño, que contó también a sus hermanos, diciendo: He aquí que he tenido otro sueño, y he visto que el sol, la luna y once estrellas me adoraban. 10Contó el sueño a su padre y a sus hermanos, y aquél le increpó, diciéndole: ¿Qué sueño es ese que has soñado? ¿Acaso vamos a postrarnos en tierra ante ti yo, tu madre y tus hermanos? 11 Sus hermanos le envidiaban, pero a su padre le daba qué pensar.

En los capítulos anteriores, Jacob y su familia ocupan una parte muy importante de la historia; pero Isaac estaba con vida. Muerto el patriarca, Jacob queda heredero, tanto de su hacienda como de las promesas divinas hechas a Abraham. La historia de Jacob que sigue hasta el fin del Génesis está narrada a la luz de estas promesas. Por eso se habla de la historia de Jacob (v.2a). En ella ocupa José el lugar más importante, y el autor sagrado se propone poner de relieve la providencia de Dios sobre él. El puesto que viene a ocupar en la corte del faraón mira a conducir a Israel a Egipto, donde se multiplicará, dando ocasión a la servidumbre y a la liberación y retorno a Canaán, la tierra prometida, en la que habrá de realizar la misión a que Dios le tiene destinado, la preparación mesiánica. Aquí la historia (lit. generaciones) de Jacob es en realidad la historia de sus hijos. El autor sagrado empieza por consignar que Jacob habitó en Canaán (v.1), en contraposición a Esaú, que emigró al país de Seir, al sudeste del mar Muerto7. No dice dónde residía, pero en el v.14 se dice que estaba en Hebrón, donde habían muerto Abraham e Isaac y donde estaba, por tanto, el centro de la familia en torno al panteón familiar.
José apacentaba los rebaños con sus hermanos, siendo un adolescente de diecisiete años. La frase los hijos de Bala y de Zelfa, esclavas de Lía y Raquel, parece una glosa para atenuar la culpabilidad de los otros hermanos de José, nacidos de las verdaderas esposas. En efecto, José los acusó a su padre de la pésima fama de ellos. La palabra hebrea que traducimos por fama significa en realidad propósitos malos.8 El texto no especifica en qué consistían. La Vg. traduce crimine pessimo, y por ello muchos autores antiguos han pensado en pecados sodomíticos o de bestialidad. Pero, en realidad, no sabemos en qué consistía la culpabilidad de los hermanos de José9. Esta acusación fue principio de una animadversión contra él de parte de sus hermanos. Pero, además, es que Jacob sentía especial predilección por José por ser el hijo de su ancianidad (v.3). Además, era hijo de Raquel, la esposa preferida10. En realidad, el último hijo de Jacob era Benjamín; pero debía de ser muy pequeño y el autor sagrado no tiene todavía cuenta de él. Otra razón de la envidia era que el padre le había distinguido regalándole una túnica talar (v.3), es decir, una túnica larga hasta los pies y con largas mangas, que solían usar los personajes distinguidos, mientras que los obreros y gente baja usaban una túnica hasta la rodilla, y ésta sería la usada por los demás hermanos de José11. Por todo esto le trataban con desprecio y coléricamente: no podían hablarle pacíficamente, o saludarle afectuosamente (v.4). Esta situación se agravó cuando el ingenuo José les narró unos sueños misteriosos que había tenido: en uno de ellos, las gavillas de los otros hermanos rodeaban la suya y la adoraban (v.8). Esto prueba que también los hijos de Jacob se dedicaban, además del pastoreo, a la agricultura. A medida que los patriarcas habían echado raíces en Canaán, se habían transformado de nómadas en sedentarios. La reacción contra el visionario fue violenta: ¿es que iba a ser un día señor de ellos? Como veremos, esta visión era un presagio del encumbramiento de José en Egipto, al que tendrían que prosternarse sus hermanos llevados de la necesidad. Otro sueño confirmó esta conjetura: el sol, la luna y once estrellas se prosternaban ante él (v.9). Ahora la supremacía sería sobre el padre, la madre y los once hermanos, representados por el sol, la luna y las once estrellas (v.10). De momento, Jacob reaccionó contra estas pretensiones: ¿vamos a postrarnos en tierra ante ti yo, tu madre y tus hermanos? Pero el patriarca reflexionó después sobre el misterioso sueño de su hijo, pensando en los posibles presagios en él simbolizados. Sus hijos, en cambio, se dejaron llevar de los celos y le cobraron gran odio.

Maquinaciones Contra la Vida de José (12-24).
12Fueron sus hermanos a apacentar el ganado de su padre en Siquem, 13y dijo Israel a José: Tus hermanos están apacentando en Siquem. Ven que te mande a ellos. El respondió: Heme aquí. 14Pues vete a ver si están bien tus hermanos y el ganado, y vuelve a decírmelo. Y le envió desde el valle de Hebrón, y se dirigió José a Siquem. 15Encontróle un hombre errando por el campo y le preguntó: ¿Qué buscas? 16Y él le contestó: A mis hermanos busco. Haz el favor de decirme dónde están apacentando. 17Contestóle el hombre: Se han ido de aquí, pues les oí decir: Vamonos a Dotaín. 18Viéronle ellos desde lejos, antes que a ellos se aproximara, y concibieron el proyecto de matarle. 19Dijéronse unos a otros: He aquí que viene el de los sueños; 20vamos a matarle y le arrojaremos a uno de estos pozos, y diremos que le ha devorado una fiera; así veremos de qué le sirven los sueños. 21Rubén, que esto oía, quería librarle de sus manos, y les dijo: Matarle, no; 22no vertáis sangre; arrojadle a ese pozo que hay en el desierto y no pongáis las manos sobre él. Quería librarle de sus manos para devolverlo a su padre. 23Cuando llegó José hasta sus hermanos, despojáronle de la túnica, la túnica talar que llevaba, 24y, cogiéndole, le arrojaron al pozo, un pozo vacío que no tenía agua.

Es extraño que los hijos de Jacob pastoreasen por la zona colindante de Siquem después del sangriento episodio causado por ellos en aquella localidad12. Pero quizá pasaran inadvertidos, y habían transcurrido varios años después del suceso. Con todo, Jacob parece preocupado por la suerte de sus hijos, y así envía a José a cerciorarse de su estado (v.14). El patriarca residía en Hebrón13. José se encaminó hacia Siquem (más de 100 kilómetros de distancia desde Hebrón); pero no encontró a sus hermanos en aquella región, pues se habían corrido más al norte en busca de mejores pastos, hacia Dotaín, la zona rica de la llanura de Esdrelón, el actual Tell Dotán, que se hallaba en la ruta caravanera de Siria a Egipto. Los hermanos, al verle, deciden matarle, llamándole despectivamente el de los sueños (v.19). Quieren asesinarle y arrojarle a una cisterna para disimular su crimen. Rubén interviene para salvarle la vida, y propone arrojarle vivo a la cisterna.

José Vendido por sus Hermanos (25-36).
25Sentáronse a comer, y, alzando los ojos, vieron venir una caravana de ismaelitas que venía de Galaad, cuyos camellos iban cargados de estoraque, tragacanto y láudano, que llevaban a Egipto; 26y dijo Judá a sus hermanos: ¿Qué sacaríamos de matar a nuestro hermano y ocultar su sangre? 27Vamos a vendérselo a esos ismaelitas y no pongamos en él nuestra mano, pues es hermano nuestro y carne nuestra. Asintieron sus hermanos; 28y, cuando pasaban los mercaderes madianitas, sacaron a José, subiéndole del pozo, y por veinte monedas de plata se lo vendieron a los ismaelitas, que le llevaron a Egipto. 29Volvió Rubén al pozo, pero no estaba en él José, y, rasgando sus vestiduras, 30volvióse a donde estaban sus hermanos, y dijo: El joven no parece, ¿adonde iré yo ahora? 31Tomaron la túnica talar de José y, matando un macho cabrío, la empaparon en la sangre, 32la tomaron y se la llevaron a su padre, diciendo: Esto hemos encontrado; mira a ver si es o no la túnica de tu hijo. 33Reconociéndola él, dijo: La túnica de mi hijo es; una fiera le ha devorado, ha despedazado enteramente a José. 34Rasgó Jacob sus vestiduras, vistióse de saco e hizo duelo por su hijo durante mucho tiempo. 35Venían todos sus hijos y sus hijas a consolarle; pero él rechazaba todo consuelo, diciendo: En duelo bajaré al seol, a mi hijo. Y su padre le lloraba. 36los madianitas le vendieron en Egipto a Putifar, ministro del faraón y jefe de la guardia.

Después de consumado el hecho, divisan que por la ruta caravanera bajan unos mercaderes con sus camellos; unas veces son llamados ismaelitas, y otras madianitas (indicio de duplicidad de documentos), pero en todo caso árabes14. Traían aromas y resinas olorosas, muy apreciadas de los egipcios para las momificaciones. La ruta de Arabia era la especializada en estos productos (v.25); por eso proceden de Galaa15. Por los documentos extrabíblicos sabemos cómo, en efecto, existían caravanas regulares que pasaban de Siria y Arabia por Palestina hacia Egipto, y, por tanto, el relato bíblico está perfectamente encuadrado en su marco histórico-geográfico. Judá propone vender a José a estos mercaderes, pues el derramamiento de sangre siempre es una cosa muy grave: ¿Qué sacaríamos de matar a nuestro hermano y ocultar su sangre? (v.26). La sangre clamaba al cielo, y por eso se cubría con tierra para acallar su voz16. Por otra parte, tratándose de un hermano, el crimen era más horrendo: es carne nuestra (v.27). Asintieron los hermanos y, sacando a José de la cisterna, lo entregaron por veinte siclos de plata (v.29). Un esclavo valía 30 siclos17. En Lev_27:5 se prescribe pagar al templo 20 siclos de plata como rescate de un joven de cinco a veinte años.
El relato está confuso, pues se mezclan dos tradiciones. Rubén, que antes propuso echar a José a una cisterna para salvarle, fue después a ella, sin duda para libertarle; pero no le halló y volvió rasgándose las vestiduras y diciendo: El joven no parece; ¿adonde iré yo ahora? (v.30). Según esta narración, Rubén no estaba con sus hermanos cuando se decidió la venta de José, y ahora pregunta a sus hermanos por su paradero. Esta parece ser la versión del hecho según el autor. Según la narración, los hermanos tiñeron la túnica en la sangre de un macho cabrío y la remitieron a Jacob para que viera si era la de José. La artimaña es muy calculada. Para evitar que su padre les conociera su fechoría por el relato directo, envían a un tercero con la túnica. Jacob la reconoce, y deduce que, en efecto, el hijo ha sido devorado por una fiera (v.33). Deconsolado, hizo duelo ritual por él, vistiéndose de saco y rasgando sus vestiduras (v.34). Sus hijos e hijas (nombradas por primera vez, excepto Dina) le tratan de consolar, pero en vano, pues está apesadumbrado por el dolor: En duelo bajaré al seol, a mi hijo (v.35). Su muerte no sería la de su padre ni abuelo, en buena senectud, rodeado de todos sus hijos. Ha perdido el hijo predilecto y de modo trágico. Este recuerdo le lacerará hasta la muerte. El autor sagrado recalca este dolor, preparando el contraste de la alegría que experimentará el patriarca al recuperar a su hijo, virrey de Egipto18.
Los mercaderes vendieron a José a Putifar, eunuco del faraón. El nombre es plenamente egipcio, y parece significar don de Ra (en egipcio: Pa-di-pa-Ra: que en una pronunciación dialectal da Putifar). Su título oficial es jefe de los matarifes (sar hattabajim), título honorífico al estilo de caballerizo mayor del rey en la nomenclatura cortesana de hoy. La venta de un hombre estaba prohibida por la Ley mosaica 19, pero el tráfico de esclavos era corriente en la época.

1 Exo_19:5. 2 Gen_50:20. 3 R. De Vaux: DBS IV 734-735. 4 Según v.27.28b, José es vendido por sus hermanos a ismaelitas, que lo llevaron a Egipto (c.30). Según 28a; 29; 30, lo roban mercaderes madianitas, en contra de la voluntad de sus hermanos. Según el v.2, José es odiado porque acusó a sus hermanos de pecados nefandos; según los v.3-4, porque era preferido de su padre; según v.5-6, porque tuvo sueños pretenciosos. Según v.21-22, es Rubén el que quiere librarle de la muerte; según el v.26, es Judá. Parecen narraciones duplicadas: v.14-14; 18-20; 34-35. 5 Los v.1; 2a. 6 Se atribuyen al yahvista: v.3-4; 12-17; 18b:21; 23; 25-27; 28b; 31; 32; 33a. Al elohista: v.5-11; 19; 20; 22; 24; 28a; 29-30; 33b; 34b; 36. Véase J. chaine, o.c., 377-381, y a.Clamer, o.c., 418-419. 7 Gen_36:6-8. 8 Cf. Num_14:16; Pro_10:18; Jer_20:10; Eze_36:3. 9 Estos dos versos son atribuidos al documento sacerdotal. Los otros documentos darán otras razones para explicar la envidia de los hermanos de José. 10 Gen_30:22. 11 La Vg, siguiendo a los LXX, traduce tunicam polymitam, o de abigarrado color. Pero la palabra hebrea usada, passim, y su equivalente pista en arameo y siríaco, significa la planta de los pies o las palmas de las manos. Así se trata de una túnica que llegaba a los pies y con mangas hasta las palmas de las manos. Véase DBS III 512; A. Clamer, o.c., p.420. 12 Cf. Gén 34:25-35:5. 13 Cf. Gen_35:27. En 35:21 se dice que residía más al sur, en Migdal-Eder. 14 Según la Biblia, los ismaelitas y los madianitas eran descendientes de Abraham, unos por Agar (c.16) y otros por Quetura (25,1-2). 15 Cf. Jer_8:22; Jer_46:11; Jer_51:8; Eze_27:17. 16 Cf. Job_16:18; Is 26.21; Ez 24.7-18. 17 Exo_21:32. 18 Gen_45:28. 19 Exo_21:16.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter XXXVII.

2 Ioseph is hated of his brethren. 5 His two dreames. 13 Iacob sendeth him to visite his brethren. 18 His brethren conspire his death. 21 Reuben saueth him. 26 They sell him to the Ishmeelites. 31 His father, deceiued by the bloodie coat, mourneth for him. 36 Hee is sold to Potiphar in Egypt.
1 And Iacob dwelt in the land [ Hebrew: of his fathers soiournings.] wherein his father was a stranger, in the land of Canaan.
2 These are the generations of Iacob: Ioseph being seuenteene yeeres old, was feeding the flocke with his brethren, and the lad was with the sonnes of Bilhah, and with the sonnes of Zilpah, his fathers wiues: and Ioseph brought vnto his father their euill report.
3 Now Israel loued Ioseph more then all his children, because he was the sonne of his old age: and he made him a coat of many [ Or, peeces .] colours.
4 And when his brethren saw that their father loued him more then all his brethren, they hated him, and could not speake peaceably vnto him.
5 And Ioseph dreamed a dreame, and he told it his brethren, and they hated him yet the more.
6 And he said vnto them, Heare, I pray you, this dreame which I haue dreamed.
7 For beholde, wee were binding sheaues in the field, and loe, my sheafe arose, and also stood vpright; and behold, your sheaues stood round about,

[Iosephs dreames.]

and made obeisance to my sheafe.
8 And his brethren saide to him, Shalt thou indeed reigne ouer vs? or shalt thou indeed haue dominion ouer vs? and they hated him yet the more, for his dreames, and for his words.
9 And hee dreamed yet another dreame, and told it his brethren, and said, Behold, I haue dreamed a dreame more: and behold, the sunne and the moone, and the eleuen starres made obeisance to me.
10 And he told it to his father, and to his brethren: and his father rebuked him, and said vnto him, What is this dreame that thou hast dreamed? shal I, and thy mother, and thy brethren indeed come to bow downe our selues to thee, to the earth?
11 And his brethren enuied him: but his father obserued the saying.
12 And his brethren went to feed their fathers flocke in Shechem.
13 And Israel saide vnto Ioseph, Doe not thy brethren feed the flocke in Shechem? Come, and I will send thee vnto them: & he said to him, Here am I.
14 And he said to him, Goe, I pray thee, [ Hebrew: see the peace of thy brethren, etc.] see whether it bee well with thy brethren, and well with the flockes, and bring me word againe: so hee sent him out of the vale of Hebron, and he came to Shechem.
15 And a certaine man found him, and behold, hee was wandring in the field, and the man asked him, saying, What seekest thou?
16 And he said, I seeke my brethren: tell me, I pray thee, where they feede their flockes.
17 And the man said, They are departed hence: for I heard them say, Let vs goe to Dothan. And Ioseph went after his brethren, and found them in Dothan.
18 And when they saw him a farre off, euen before he came neere vnto them, they conspired against him, to slay him.
19 And they said one to another, Behold, this [ Hebrew: master of dreames.] dreamer commeth.
20 Come now therefore, and let vs slay him, and cast him into some pit, and we will say, Some euill beast hath deuoured him: and we shall see what will become of his dreames.
21 And [ Gen_42:22 .] Reuben heard it, and he deliuered him out of their hands, and said; Let vs not kill him.

[Ioseph is sold.]

22 And Reuben saide vnto them, Shed no blood, but cast him into this pit that is in the wildernesse, and lay no hand vpon him; that he might rid him out of their hands, to deliuer him to his father againe.
23 And it came to passe when Ioseph was come vnto his brethren, that they stript Ioseph out of his coate, his coat of many [ Or, pieces.] colours that was on him.
24 And they tooke him and cast him into a pit: and the pit was emptie, there was no water in it.
25 And they sate downe to eat bread: and they lift vp their eyes and looked, and behold, a company of Ishmeelites came from Gilead, with their camels, bearing spicery, & baulme, and myrrhe, going to cary it downe to Egypt.
26 And Iudah saide vnto his brethren, What profit is it if we slay our brother, and conceale his blood?
27 Come, and let vs sell him to the Ishmeelites, and let not our hand bee vpon him: for he is our brother, and our flesh; and his brethren [ Hebrew: hearkened.] were content.
28 Then there passed by Midianites merchant men, and they drew and lift vp Ioseph out of the pit, and [ Psa_105:17 ; Wis_10:13 ; Act_7:9 .] sold Ioseph to the Ishmeelites for twentie pieces of siluer: and they brought Ioseph into Egypt.
29 And Reuben returned vnto the pit, and behold, Ioseph was not in the pit: and he rent his clothes.
30 And hee returned vnto his brethren and said, The childe is not, and I, whither shall I goe?
31 And they tooke Iosephs coat, and killed a kid of the goats, and dipped the coat in the blood.
32 And they sent the coat of many colours, and they brought it to their father, and said, This haue we found: know now whether it bee thy sonnes coat or no.
33 And he knew it, and said, It is my sonnes coat: an [ Gen_44:28 .] euil beast hath deuoured him; Ioseph is without doubt rent in pieces.
34 And Iacob rent his clothes, and put sackcloth vpon his loines, & mourned for his sonne many dayes.
35 And all his sonnes, and all his daughters rose vp to comfort him: but he refused to be comforted: and he said, For I will goe downe into the graue vnto my sonne, mourning; thus his father wept for him.

[Iudahs marriage:]
36 And the Medanites sold him into Egypt vnto Potiphar, an [ Hebrew: Eunuch. But the word doeth signifie not only Eunuches, but also Chamberlaines, Courtiers, and Officers.] officer of Pharaohs, and [ Hebrew: chiefe of the slaughter men, or executioners.] [ Or, chiefe Marshall.] captaine of the guard.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*37:2-50:26 Esta última parte del Génesis gira en torno a Jacob y sus descendientes, entre los que destacan José, Judá y Rubén. Se pueden distinguir dos componentes básicos: primero, la «Historia de José», cuyo núcleo (Gén 37:1-36 y Gén 39:1-23; Gén 40:1-23; Gén 41:1-57; Gén 42:1-38; Gén 43:1-34; Gén 44:1-34; Gén 45:1-28) constituye esencialmente una unidad literaria (Gén 38:1-30 encaja mal en su lugar actual); segundo, la «Historia de Jacob y de sus hijos» (Gén 46:1-34; Gén 47:1-31; Gén 48:1-22; Gén 49:1-33; Gén 50:1-26). Evidentemente, no cabe establecer una separación neta entre ambas; al contrario, convergen en muchos puntos. Es más, en cierto modo la historia de José no es más que un episodio de la historia de Jacob. En esta perspectiva, se comprende más fácilmente la inserción de la historia de Judá y Tamar (Gén 38:1-30).

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Los hermanos de José le venden a Egipto

El favoritismo paternal y las imprudencias juveniles de José fueron demasiado para sus hermanos. El primer episodio relata la desintegración gradual de la familia de Jacob. Primero por causa de la información que José entregaba a su padre de la mala fama de sus hermanos (2), luego el que Jacob le regalara una túnica de variados colores como expresión de su amor por él, y finalmente a través de los dos sueños dados por Dios en que se predecía que José un día gobernaría sobre sus hermanos.

Según 41:32, se pensaba que la duplicidad de sueños indicaría que la cosa soñada se cumpliría pronto y con seguridad. Sin embargo, los hermanos de José decidieron probar que los sueños eran errados. Decidieron matarle, y sólo la oportunidad de hacer una ganancia rápida les hizo cambiar de idea. Las 20 piezas de plata (el salario de tres años de un pastor) eran deseables. Así José fue vendido a los mercaderes, quienes a su vez le vendieron como esclavo a un funcionario egipcio. Cuando la noticia de la aparente muerte de José llegó a su padre, su corazón quedó quebrantado. Los esfuerzos de sus hijos para consolarle fueron infructuosos, y declaró que permanecería en luto hasta el día de su muerte. Así la familia dividida fue destrozada y todo parecía sin esperanza. No obstante, los sueños aún permanecen, y Gén. espera que sus lectores les vean como la agenda de Dios y que sigan preguntándose cómo las discrepancias entre la situación de José como un esclavo y lo que los sueños predijeron se resolvería.

Notas. 3 La tuŒnica era el vestuario externo básico, como una camiseta larga que llegaba a las rodillas o a los tobillos. 10 La referencia a tu madre no necesita implicar que Raquel estuviera viva. 12 Sobre Siquem véase 12:6. 14 Sobre HebroŒn véase 23:1; 18:1. 17 DotaŒn estaba a 22 kms. al norte de Siquem. 20 Las cisternas eran cortadas en la piedra caliza y utilizadas para guardar agua en las estaciones secas. 25 Los ismaelitas también son llamados madianitas (28, 36; cf. 39:1). Los términos parecen ser intercambiablemente usados aquí como en Jue. 8:24. O ismaelita significa comerciante nómada, y madianita es la tribu involucrada, o madianitas eran una subtribu en un grupo de tribus llamadas ismaelitas. 29 Rubén evidentemente se había alejado cuando los ismaelitas llegaron y compraron a José. 31 Obsérvese la justicia divina alcanzando a Jacob, quien cuando fue joven había engañado a su padre con un cabrito (27:9-16).

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



5. "José tuvo un sueño": los sueños desempeñan un papel muy importante en toda la historia de José. Estos sueños no son revelaciones en las que Dios habla directamente -como en los casos de Abimélec (20.3), de Jacob (28. 12-15;31. 11-13) y de Labán (31. 24)- sino premoniciones o presagios, y Dios concede a José la sabiduría necesaria para interpretarlos.

17. "Dotán" era una ciudad situada en la llanura de lzreel, a un día de camino al norte de Siquém.

25-36. La incongruencia de esta narración se debe a la yuxtaposición de dos tradiciones diversas: una "elohista" y otra "yahvista". Según la primera, Rubén consigue que José sea arrojado a una cisterna, y unos negociantes madianitas pasan sin ser vistos, lo sacan de allí y lo llevan a Egipto. Según la otra tradición, Judá propone a sus hermanos que lo vendan a una caravana de ismaelitas que van de paso hacia Egipto.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Sueños de José. No es de extrañar que entre tantos hijos de Jacob surjan diferencias y discrepancias. Lo que llama la atención es que sea precisamente uno de los hermanos menores la causa del conflicto intrafamiliar. José manifiesta en sus sueños una tendencia y un deseo de dominar a sus hermanos (7s) y hasta a sus propios padres (9s), lo cual aumenta la envidia y el odio de sus hermanos (8.11), granjeados además por la especial predilección de su padre (4). La reacción de sus hermanos es eliminarlo (20), pero en medio de todo hay algo de respeto por la vida, y eso es en definitiva lo que salva a José de la muerte (21s.26).

Torres Amat (1825)



[2] La genealogía de Jacob quedó interrumpida en la historia del patriarca José, con motivo de darse la genealogía de los hijos de Esaú; aquí vuelve Moisés a tomar el hilo de la historia de José. Gen 25.

[20] Había en los campos varios pozos, que servían para abrevar los ganados; aquí se habla de un pozo seco o sin uso.

[21] Gen 42, 22.

[28] Sab 10, 13.

[35] En estas palabras de Jacob se descubre la fe en la inmortalidad del alma y la reunión de los justos en otra vida venidera; de otro modo no podía decir Jacob que iría a reunirse con José, que creía una fiera.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 37.3 Muy elegante: traducción aproximada de una palabra hebrea de significado dudoso. Otras posibles traducciones: larga y con mangas, o bien de varios lienzos de colores.

Biblia Latinoamericana (San Pablo, 1995)



[=] *Ex 2:14 *1Sam 10:27 *Sal 118:22 *Lc 19:14